¡Saludos, queridos lectores!
Hoy termina la semana del Día rojo y subo para ustedes la historia que corresponde al día de hoy, no sin antes decirles que me he saltado tres temas. Les hablaré más a detalle de ellos al final de la historia.
Antes de dejarlos con la historia, les informo que corresponde al Día 17 de febrero: Incesto de la semana del Día rojo 2023 del grupo SasuKarin Month n.n
Toda la ciudad oyó un grito que los alarmó, pero pocos supieron de dónde realmente había salido aquél ruido y Minato tuvo que salir a decirle a los vecinos que todo estaba bien y que su esposa sólo se había alterado al oír que su hija menor tenía un nuevo novio.
Quienes conocían a Kushina dudaron muy poco de la excusa, pues aún recordaban la ocasión en que la chica había anunciado a su primer novio y quiénes apenas trataban con ella aceptaron la excusa sólo porque quienes la conocían parecían satisfechos.
En cuanto a la realidad de lo ocurrido, no estaba del todo lejos, sólo que en esta ocasión, la situación era más seria.
—¡¿Quién te hizo esto?! —preguntó Kushina agitando la prueba de embarazo positiva que había encontrado en la basura del baño por pura casualidad, porque si Naruto no hubiese tirado una navaja de afeitar así sin más, la bolsa no se hubiese roto— ¡¿Quién se atrevió a tocarte?!
—Querida, tranquilízate. Gritar no ayuda a nada —pedía Minato— Además no creo que esto haya sido sin consenso.
—¡Tienes que decírmelo! ¡Voy a matarlo! —insistió Kushina.
—Papá tiene razón, lo hice porque quise —habló Karin viendo que ya ni siquiera tenía caso negarlo.
—¡Eres una niña!
—¡Tengo diecisiete años! ¡Y es de mi novio!
—¡¿Novio?! ¡¿Cuál novio?!
—Eso ya no importa. En realidad es mi ex novio —respondió la pelirroja.
—Karin, hija, ¿podrías decirnos quién es el padre de ese bebé? —Minato preguntaba más sereno.
—¡Tiene que hacerse responsable! ¡¿Cómo es posible que se atreva a dejarte y en ese estado?!
—No, no quiero decirles quién es el padre. Además, él no sabe que estoy embarazada —contestó Karin— Terminamos hace un par de meses y lo hicimos en buenos términos y por decisión mutua.
—¡Igual tiene que hacerse responsable! ¡Dime quién es!
—No, no quiero que él lo sepa. El bebé es mío y nada más.
—¡Eso no…!
—Espera, querida. No creo que gritando sea la mejor manera de tratar esto. Mejor calmémonos un poco y hablemos tranquilamente con Karin.
—Igualmente no les diré nada —dijo Karin.
Kushina iba a gritar de nuevo, pero Minato la hizo moderarse. Cuando todos estuvieron más tranquilos, se sentaron en la sala a platicar.
—No sabíamos que tenías novio. ¿De verdad fue un novio o algo que ocurrió? —preguntó Minato, pues pensaba que ese era el motivo por el que su hija no quería decirles— No vamos a juzgarte, pero queremos entender por qué no quieres que él sepa.
—Éramos novios hasta hace un par de meses. Sólo no quise decírselos porque mamá y Naruto-niisan actuaron muy paranoicos cuando empecé a salir con Suigetsu —explicaba Karin— No quería pasar por lo mismo de nuevo. Era muy vergonzoso, así que le pedí a este nuevo novio que lo mantuviéramos en secreto y él estuvo de acuerdo.
—No hay nada más sospechoso que un hombre que oculta su relación —acusó Kushina y Minato la abrazó para calmarla.
—Bien, linda. Ahora puedes decirnos ¿por qué no quieres que él sepa del bebé?
—Porque él no va a dudar en hacerse responsable y mamá querrá meterlo en problemas cuando se entere quién es.
—No te preocupes por eso, hija. Es decir, seguramente le gritará un par de cosas, pero te prometo que yo estaré ahí para calmar a tu madre.
—¡Nada evitará que le diga todas sus verdades! —exclamó Kushina.
—Que mamá le grite no es lo que me preocupa. Él puede lidiar con eso, lo que me preocupa es que pueda denu…
A Karin casi se le escapa la palabra cuando se tapó la boca rápidamente, sin embargo, Minato y Kushina adivinaron acertadamente que ella quiso decir "denunciarlo".
Como era de esperarse, Kushina volvió a exigir muy enojada saber la identidad de aquella persona, pero Karin se mantuvo firme a pesar de que toda la familia le tenía cierto miedo a la matriarca cuando se enojaba.
—Entonces, si temes por ese detalle, quiere decir que él es mayor de edad. ¿No es así?
—Si.
—¡No voy a aceptar que un tipejo que se aprovechó de mi niña, se salga con la suya! —exclamó Kushina más furiosa.
—Querida, nuestra hija tiene diecisiete, podría ser alguien uno o dos años mayor —Minato le recordó a su esposa y después miró a su hija— ¿Al menos podrías decirnos si es el caso? Creo que saberlo, tranquilizará a tu madre.
—No quiero dar ningún tipo de pista sobre él. Ya dije que no quiero que él sepa nada.
—¡Si un vejete pervertido te tocó…!
—Si no quieres decirle a él, entonces ¿qué planeas hacer con el bebé? —Minato interrumpió a su esposa— ¿Ya lo has pensado? ¿Qué pensabas hacer si no planeabas decírnoslo?
—Yo… no sé. Me hice la prueba ayer por la noche. Estoy tratando de asimilarlo —bajó la mirada— No he tomado una decisión al respecto. Sólo sé que no se lo diré a él.
—Empecemos por allí. Dices que si él se entera se hará responsable, pero tú aún no sabes lo que quieres hacer con el bebé —resumió Minato— Tu madre está muy alterada ahora por la noticia, pero sabes que ambos vamos a apoyarte en lo que decidas. ¿Verdad? —Karin levantó la vista hacia su padre y asintió. Kushina pareció tranquilizarse y preocuparse al ver miedo en la cara de su hija— Bien, entonces vas a tener que concentrarte en tomar una decisión primero, pero debes considerar todos los factores.
—Eso ya lo sé —dijo agachando de nuevo la mirada.
—No habrá decisión equivocada mientras consideres todos los factores y lo que tú quieras —Minato se levantó de su asiento para sentarse a lado de su hija y la abrazó— Te amamos y queremos lo mejor para ti, aún si a veces nos dejamos llevar por las emociones.
—Te sigo amando, al que te hizo esto es al que detesto —dijo Kushina sentándose del otro lado de su hija y la abrazó— Pero es que tú siempre has sido mi bebé y temo que te alejen de mi.
—Yo nunca podría dejarlos, son padres estupendos —Karin respondió abrazándolos y escapándosele algunas lágrimas— Pero un día me iré, por lo menos a la universidad como Naruto-niisan.
—Pero no es de un vejestorio ¿Verdad? —preguntó Kushina que aún no se sacaba de la cabeza esa idea.
—¡No tengo gustos tan raros!
—Mañana sacaremos una cita en el médico para saber tu estado —señaló Kushina.
—Aún si decides no tener al bebé, es necesario que tengas una evaluación médica —señaló Minato cuando su hija iba a protestar.
—Bien.
—Ahora dinos…
—Queremos saber quién es el padre, pero vamos a dejarte un poco de espacio para que pienses en lo que quieres hacer —Minato interrumpió a su esposa— También deberías tomar en cuenta que él debería saberlo, sin importar tu decisión. Creo que merece saberlo.
—Ya pensaré en eso, pero… ¿puedo pedirles un favor? —pidió Karin— ¿Podrían mantener esto en secreto incluso de Naruto-niisan?
—¿Por qué? —preguntó Kushina confundida.
—No quiero que nadie más sepa, por lo menos hasta que tome una decisión y aunque amo a mi hermano, temo que se le suelte la lengua —respondió Karin— Además, él es igual o peor que mamá y es capaz de acusar a todos los hombres que me rodean de ser el padre y eso sería muy vergonzoso.
—Supongo que tienes razón. No le diremos, pero toma en cuenta que él viene cada fin de semana a la casa y aunque es algo despistado, tarde o temprano se dará cuenta.
—No pienso ocultárselo para siempre, papá. Sólo hasta que decida qué hacer.
Al día siguiente, Kushina llevó a Karin al ginecólogo a sacar cita, la cual pudieron darle para el siguiente día.
Todo iba bien, tenía nueve semanas de embarazo y no había indicios de ningún problema o irregularidad. Sin embargo, Karin aún no sabía lo que quería hacer y Kushina se impacientaba cada vez más al no saber la identidad del padre.
Es decir, Minato había hablado con ella para tranquilizarla y Kushina sabía que su marido tenía razón con que, mientras se comportara tan explosiva, Karin no iba a decirles nada, pero es que para ella, su pequeña hija era eso, su bebé tímida y frágil que difícilmente hacía amigos, pero que después de terapia y mucho apoyo, ya era una chica segura de sí misma y valiente.
Viernes por la noche, y Karin aún no daba ni una pista del padre de su bebé. Habían pasado cuatro días desde que Kushina encontró esa prueba de embarazo casera por accidente y aún cuando ella y Minato seguían pensando y analizando quién podría ser el padre, no había un nombre en concreto.
Claro, era de esperarse, pues tal como lo había dicho la propia Karin, Kushina y Naruto actuaban muy sobreprotectores con ella, así que la pelirroja se había abstenido a expresar su interés por los chicos que le gustaban o a dar pistas al respecto.
—¡Ya llegué! —exclamó Naruto llevando su maleta de ropa sucia a cuestas mientras entraba a la casa.
—¡Bienvenido, Naruto-niisan! —exclamó Karin sonriendo.
—¿Cómo está mi hermana favorita? —Naruto la abrazó.
—Bien. ¿Tu ya te adaptaste al campus?
—Por supuesto, el teme de Sasuke es el que aún no se adapta —comentó Naruto en tono presumido.
—Ajá ¿y qué hay de los estudios? —preguntó Karin, sabiendo que su hermano hablaba de hacer amigos.
—Pues… apenas está empezando el semestre. Es difícil saber si voy bien o mal jeje.
—O sea que ya estás fallando y apenas llevas dos meses de escuela —señaló Karin acusadoramente.
—No estoy fallando, sólo voy un poco retrasado —se defendía Naruto.
—¡Pues más vale que te pongas al corriente! —exclamó Kushina que oyó la plática, pero no pudo contenerse a abrazar a su hijo— Hablo en serio, no puedes atrasarte.
—Por cierto, ¿por qué has llegado a esta hora? ¿Acaso ya tienes novia? —preguntó Karin sonriendo— Vimos a Sasuke llegar a su casa hace poco más de dos horas, así que…
—¡¿Tienes novia?! ¡¿Quién es?! ¡¿La conozco?! —decía Kushina apresuradamente— ¡Tienes que presentármela! ¡Y nunca se te olvide usar protección!
—¡Mamá! ¡No es nada de eso! —decía Naruto defendiéndose avergonzado— Es que él tenía sus cosas listas desde ayer y yo tuve que empacarlas saliendo de clases. El teme se fue temprano y yo tuve que esperar el camión de las cinco para venir —explicaba el rubio— Es un pésimo amigo, no quiso esperarme.
—¿Qué no los camiones salen cada hora? —preguntó Minato que recién llegaba a la casa y había oído a su hijo.
—No alcancé el camión de las cuatro porque me quedé dormido en mi habitación esperando —respondió Naruto y al poco de ello, su estómago protestó por comida— ¿Podemos cenar? No he comido nada desde el almuerzo y extraño la comida de mamá.
—Ve a dejar tus cosas y…
El llamado a la puerta interrumpió a Kushina, especialmente porque la forma en que llamaban a la puerta era insistente.
—¿Sasuke-kun? ¿Qué…?
Sasuke hizo a un lado a Minato, quien le había abierto la puerta y caminó hasta donde estaba Karin.
—¡¿Por qué no me dijiste que estás embarazada?!
—Sasuke, no…
—¡¿Cómo que estás embarazada?! —gritó Naruto.
—¡Tu eres el padre! —exclamó Kushina apuntando a Sasuke y hubo un alboroto muy grande que Minato tuvo que tratar de controlar. Algo, por cierto, muy difícil, teniendo en cuenta que Naruto se fue sobre Sasuke a golpearlo.
Lo que ayudó a Minato a resolver la situación, fue que Mikoto había ido tras Sasuke después de verlo salir repentinamente de la casa sin decir nada y que Fugaku oyó el alboroto de sus vecinos y alcanzó a oír que su familia estaba involucrada.
—Ahora que todos estamos más tranquilos, vamos a hablar —dijo Minato en medio de la sala para mantener a Kushina y sobre todo, a Naruto lejod de Sasuke y al mismo tiempo mantener a Karin y Sasuke alejados para que los otros dos no se alteraran.
—¡Tú no…!
Naruto se levantó del sillón dispuesto a volver a reclamar y golpear a su amigo, pero cuando Fugaku clavó su pesada mirada en él, se retractó y regresó al sillón.
—Chicos, quizá la respuesta ya sea obvia a estás alturas —Minato se volvió a Sasuke y Karin— Pero ¿el papá de ese bebé es Sasuke-kun?
—Si.
—No.
—¿Por qué no me dijiste? —preguntó Sasuke muy enojado cuando oyó la negativa de la pelirroja.
—No puedes estar seguro que sea tuyo —respondió Karin abrazándose a sí misma— Además, no importa quién es el papá, es sólo mío.
—¡¿Cómo que no sabes quién es el padre?! —exclamó Kushina.
—¡¿Quién es para irlo a matar?! —Naruto saltó del sillón.
—Sé que no es fácil lidiar con esto, pero trata de calmarte un poco —Mikoto trataba de ayudar a su amiga.
—¿Es o no es hijo de Sasuke? —Fugaku le preguntó a Karin tan serio, que la chica ni siquiera se atrevió a mentir.
—Si —agachó la mirada por la forma en que esa mirada la reprendía.
Kushina iba a dar un gritito, pero cuando sintió la mano de Mikoto tomar la suya, enmudeció.
Todos los adultos se miraron seriamente. El ambiente estaba tan tenso que aún cuando Naruto tenía la intención de volver a golpear a Sasuke, no se atrevió a interrumpir el ambiente.
—Karin, ¿ya has tomado una decisión? —Minato rompió el silencio.
—No… no estoy segura.
—Tu y yo, tenemos que hablar —dijo Sasuke levántandose de su lugar y agarrando a Karin por la muñeca para llevársela.
Desde el principio, Sasuke había querido hablar con ella y realmente había sido su culpa que ocurriera todo ese alboroto por mencionar el embarazo enfrente de todos, pero estaba tan conmocionado por la forma en que se enteró, que se olvidó de la razón.
—¡No vuelvas a tocar a Karin-chan! —exclamó Naruto queriendo intervenir, pero Minato le evitó el paso.
—Ellos tienen que hablar. Tu ve a tu habitación y nosotros tenemos que hablar a parte —indicó el rubio a su hijo. Este iba a protestar, pero la cara tan seria de su padre, que siempre se mantenía tranquila aún en momentos críticos, lo hicieron retroceder— Por favor, Naruto. No hagas las cosas más difíciles de lo que ya son. Ve a tu habitación.
De mala gana, el rubio menor obedeció, pues no estaba conforme con lo pedido. Sin embargo, accedió sólo por la forma de actuar tan rara de su padre.
—Vamos a dejarlos solos para que hablen, pero…
—Antes de eso, ¿hace cuánto tiempo que están saliendo? —preguntó Mikoto interrumpiendo a Minato.
—Hace como un año —respondió Sasuke y Karin se soltó de su agarre.
—¿Por qué no nos dijeron que estaban saliendo?
—Mikoto-san, usted vio cómo se comportaban mi madre y mi hermano con mi primer novio al que sólo veía en la escuela y de vez en cuando fuera de la escuela —respondió Karin— ¿Cómo creen que hubiesen reaccionado si sabían que estaba saliendo con Sasuke, que casi siempre estaba aquí en la casa o mi hermano y yo en la suya?
—Eso lo entiendo, pero… —miró a su hijo— ¿Por qué no me lo mencionaste? —Mikoto se veía algo decepcionada— Sabes que puedes confiar en mí.
—No se lo dije, porque siempre me ha parecido que Karin no le agrada, madre —respondió Sasuke— Además, ambos estuvimos muy tranquilos sin que nadie supiera nada.
—Aun así, no entiendo cuando… Es decir, hace dos meses, tú estabas en el concurso de robótica en Kiri y Karin-chan estaba de campamento en Kusa.
Señaló Mikoto, pues las fechas no los ponían en un lugar cerca uno del otro. Claro, pensar que ambos se fugaron con la excusa del campamento y el concurso pudo haber sido una forma de encubrirlo, pero Sasuke había estado dos semanas en Kiri en varias etapas del concurso. Si él no hubiese estado allí las dos semanas, no le habrían dado el premio de primer lugar durante la ceremonia de premiación a la que asistieron ella, su esposo y sus amigos.
Incluso, Mikoto recordaba que Karin había llegado tarde a la ceremonia de premiación porque hubo problemas en el vuelo por la densa neblina de ese día.
—Tu estuviste en el campamento de Kusa en esas fechas —señaló Kushina a su hija— Nosotros te fuimos a dejar hasta el campamento.
Karin y Sasuke se voltearon a ver mutuamente como preguntándose si sería buena idea explicarles lo que habían hecho. Aunque, de todas formas, el embarazo no planeado era peor que su escapada.
—Mi campamento duraba un mes, así que estuve en él por dos semanas y Sasuke fue a recogerme antes de ir al concurso de robótica —explicó la pelirroja— Él no usó el alojamiento que le ofrecía el concurso y rentamos una habitación para los dos en el mismo hotel del concurso.
—¡Pero nadie que no esté registrado como tú tutor puede sacarte de allí! ¡Eres menor de edad! —exclamó Kushina— ¡Y Sasuke también era menor de edad en ese tiempo! ¡Tampoco nos llamaron para decirnos!
—Eso fue porque registré a alguien más como mi papá. Le hablaron y nos ayudó para que me dejaran salir —contestó Karin— Sólo tuve que decir que a mi papá le robaron el celular y tenía un nuevo número para cambiarlo.
—¡¿Quién les ayudó?! —preguntó Kushina exaltada.
—Eso ya no importa —Karin quiso desviar la atención— Ahora saben cómo lo ocultamos.
—Tu llegaste tarde a la premiación de Sasuke por la neblina —señaló Mikoto, pues aunque no sería difícil pensar que ella lo fingiera, le resultaba sorprendente que fueran tan detallistas en el clima de aquel día.
—Estuve revisando el tráfico aéreo de Kiri para que mi llegada coincidiera. Mamá es un poco paranoica así que sabía que si no teníamos cuidado con eso, podría ser sospechoso.
—Pero tenías picaduras de mosquitos y… ¡Oh! —miró inquisitivamente al joven azabache— ¡¿Cómo te atreviste a lacerar la piel de mi niña, de esa forma?!
—¡Si eran piquetes de mosquito, lo juro! ¡Así no se ven los chupetones! —exclamó Karin sonrojada— ¡Entre más neblina había en Kiri, más mosquitos había en la habitación!
Sasuke se tapó la cara con la mano. Estaba avergonzado no sólo de lo que había pensado Kushina, sino que Karin había delatado que sí hubo algunas marcas, de lo contrario, no habría sabido la diferencia.
Pensando en aquél día, Minato también recordó lo mucho que Karin se quejaba de que le dolían los pies por caminar tanto en el campamento y la cintura porque según ella, dormía chueca en el suelo… Ahora estaba seguro que no fue por eso, pero no quiso mencionarlo para no avergonzar a los jóvenes y no alterar más a su esposa.
—Dejémoslos. Nosotros tenemos que hablar también —propuso Minato.
—¡No! Yo aún tengo más preguntas —señaló Kushina mirando todavía más enfadada a Sasuke— ¡¿Por qué terminaron?! ¡¿Acaso conseguiste lo querías y huiste?!
—Querida, no creo que ese sea un reclamo adecuado para esta…
—¡Responde! —Kushina exigió saber.
—Sasuke jamás haría algo como eso —dijo Mikoto molesta por la acusación a su hijo.
—¡Mamá! ¡Les dije que él y yo terminamos por acuerdo mutuo! —respondió Karin.
—¡Mayor razón para pensar que te usó y te deshechó! ¡Él no se merece…!
—Kushina, basta —pidió el rubio serio. Parecía que su esposa había perdido el punto importante de ese acontecimiento.
—¡Y no es nada de eso! —exclamó Karin.
—Ambos decidimos terminar porque yo entraría a la universidad y no nos veríamos mucho —respondió Sasuke que podía notar la mirada inquisitiva de su padre— De esas pocas veces, sabíamos que no tendríamos muchas oportunidades de pasarla juntos si queríamos mantenerlo oculto.
—Íbamos a regresar cuando yo entrara a la universidad si aún sentíamos algo —continuó la pelirroja— También íbamos a decirles en ese momento que estábamos saliendo.
—Supongo que era razonable —comentó Minato pensando en los motivos por los que ellos no habían mencionado nada. Al menos, usando su mayoría de edad como argumento, podrían enfrentarse a casi cualquier alegato paterno, pero el rubio seguía con un gesto serio.
—¿Desde cuándo han… estado teniendo relaciones? —preguntó Mikoto y el gesto que ella hizo, sólo respaldaba la idea de Sasuke de que a su madre no le agradaba la pelirroja, algo que le extrañaba porque se suponía que Kushina era su mejor amiga, así que alguna vez pensó que le gustaría emparentar con ella.
—¡¿Y por qué no usaron protección?! —regañó Kushina.
—Sólo estuvimos juntos aquellas dos semanas. Fue como una despedida —respondió Karin sonrojada sin poder mirar a la cara a ninguno. Sasuke no estaba mejor— Y sí nos protegimos, pero… no sé, esas cosas a veces fallan. No son infalibles.
¿Qué decisión tomarán los chicos? ¿Los separarán? ¿Qué tiene qué ver esto con el tema de Incesto?
Me encantará leer sus teorías y preguntas en los comentarios n.n
Si, hice una historia de más de un capítulo, pero mañana subiré el segundo capítulo, lo prometo. No será una historia muy larga.
Entre lo que quería comentarles sobre la actividad, el día de hoy tenía dos temas y se podía elegir cualquiera de los dos. El primer tema era Incesto y el segundo era Nopor. De este último tema, será el final de la historia Entre el romance y la pasión, pero subiré el capítulo el día domingo.
Los temas que me faltaron fueron:
Día 12: Secretario(a)/Jefe(a)
Día 15: Profesor(a)/Alumno(a)
Día 16: Diferencia de edad.
Tengo historia de todos los temas, pero quedaron como longfics, no sólo dos o tres capítulos. Como aún no acabo los de la Horror Week (y tampoco olvido los que tengo en hiatus), decidí atrasar un poco la aparición de estos fics, pero les prometo que, conforme vaya terminando los de la Horror Week, los subiré. Muy probablemente empiece subiendo el fic del tema Diferencia de edad, pero me encantará saber por cuál sienten ustedes más curiosidad. Aquella historia de la que tengan más curiosidad le daré prioridad a subirla n.n
Por cierto, mañana subiré capítulo de El ángel negro y la humana diablesa n.n
Como dije, aún no tengo portada para esta historia. Cuando tenga tiempo, buscaré que se hagan, pero si alguien se ofrece a hacerla, se los agradeceré mucho n.n
¡Has la próxima actualización!
