Instituto en Praga (Años atrás)


El helicóptero sobrevolaba la estructura con el piloto aguardando la señal precisa para realizar el descenso.

Luego de varios minutos de ajustar el vehículo, éste aterrizó sin inconvenientes.

Ya en tierra, un sujeto de traje esperaba impaciente a que el pasajero abandonara el transporte.

Cuando, por fin, la puerta se deslizó hacia un lado, ésta revelo la figura de un hombre adulto de lentes y cabello canoso. Vestía ropa nada llamativa a excepción de la bata de laboratorio que resaltaba más que otra cosa.

- Dr. Allbert Eisenstein, me alegra que nos honre con su presencia - dijo el anfitrión de elegante vestimenta.

Inesperadamente para el anfitrión, otro hombre emergió del helicóptero, pero este, si que lo tomo por completa sorpresa.

- ¿S-Señor Pegasus? ¿P-Por qué está...?

- El presidente Maximillian Pegasus se ofreció a traerme. El transporte es propiedad de Ilusiones Industriales.

- Y-Ya veo... es un placer tenerlo aquí, señor.

- Igualmente - respondió el hombre de largos cabellos y traje de alta seda.

- Pero vayamos al grano, espero que sea importante, Johnson- respondió el Doctor, no compartiendo el entusiasmo de su anfitrión. Sabes tan bien como yo que estoy en medio de una de mis mas importantes investigaciones en cuanto a Física del Duelo, no puedo distraerme con otros proyectos. ¿Qué es lo que quieres mostrarme con tanto ahínco? ¿Y por qué en este sitio?

Al anciano científico le parecía extraño que lo hubiesen citado a uno de los tantos prestigiosos institutos ubicados en Praga.

- Lo entenderá cuando lo vea, Profesor. Vengan por aquí, por favor.

Físico y empresario fueron guiados a través de largos pasillos hasta acabar en uno de los más alejados cuartos del establecimiento.

- ¿Un laboratorio? ¿Qué tanto ocultas aquí, Johnson?

- No es un qué, Doctor, sino un QUIEN.

Y dicho esto, el hombre de traje procedió a abrir las puertas...


Exámenes de Ingreso a la Academia de Duelos - Domo Kaiba (Presente)


Un grupo de hombres y mujeres con trajes de colores observaba los diferentes encuentros que se llevaban a cabo dentro del complejo.

- Parece que tenemos un muy buen grupo este año.

- Estoy de acuerdo. ¿Qué opina usted, Dr. Crow...?

Todos se detuvieron a mirar al femenino hombre de cabello dorado en forma de tazón que parecía estar muy nervioso y entristecido observando el reloj en su muñeca.

- Aún no llega... aun no llega...

- Etto... ¿Doctor Crowler?

- ¿Huh? ¿Que? Si, si, también creo que los novatos de este año son un asco.

Los presentes mostraron gotas de sudor.

- ¿Qué le ocurre, Doctor?

- ¿Quieres saber lo que me pasa, quieres saber lo que me pasa? ¡ESTO ES LO QUE PASA! Un importante candidato iba a presentarse hoy, pidió que le reservásemos un espacio pero no ha llegado y ya casi acaba el plazo de inscripción.

- ¿Importante candidato? ¿Quién es? - preguntó uno de los evaluadores.

- Se trata de Caelian Eisenstein, el reconocido joven físico prodigio.

- ¿Qué? ¿Lo dice en serio? - contestó una de las secretarias de traje amarillo.

- ¿El galardonado sobrino del Profesor Allbert Eisenstein? Dicen que es una de las mentes más brillantes de nuevo milenio, ¿por qué se inscribiría en nuestra escuela?

- No lo sé, pero el mismo Canciller Sheppard me lo informó - agregó feliz el hombre del doctorado, sólo para volver a deprimirse segundos después. Él debía venir hoy, pero parece que su vuelo se retrasó.

Pronto el afeminado maestro comenzó a soltar lágrimas como si fueran un par de geisers.

En eso, uno de los monitores se acercó a la bizarra escena e informó algo a los asistentes.

- Doctor, nos informan que tenemos a un estudiante rezagado que vino a hacer su examen.

Crowler cesó lloriqueo y se dio la vuelta con esperanza.

- Acaso, ¿puede ser él? Sabía que no nos dejaría planta...

- Aquí dice que el nombre del chico es Jaden Yuki.

El rubio sintió su mundo de fantasía derrumbarse al instante.

- Ahhhh, es sólo otro inútil más. ¡Me niego a aceptarlo! No lo evaluaremos, expúlsenlo.

- Oh vamos, Doctor, no sea injusto el plazo aún no vence.

- Podemos darle una oportunidad al muchacho. Sólo llegó un poco tarde.

- Si, por favor.

Al verse superado por las plegarias de sus compañeros, el aspirante a rector terminó accediendo.

- ¡Grrr! Esta bien, está bien. Pero ustedes encárguense- dijo éste, comenzando a alejarse.

- Pero, aún debemos elegir el mazo que se usara, no puede dejarnos así, Doctor...

- No es mi problema- dijo éste bastante frustrado por la situación. Estaré en el café de aquí cerca así que no me molesten.

Los confundidos evaluadores contemplaron a su superior alejarse rumbo a la zona de comidas, sin poder hacer nada para detenerlo. Sabían que el sujeto tendía a ser algo exagerado y excéntrico con su forma de ser y sus enseñanzas. Pero, nunca lo habían visto tan descentrado y fuera de su zona.

Lo único que podían pedir era que aquel dichoso niño estrella apareciese para no tener que lidiar con las secuelas de un deprimido Dr. Crowler.


Mientras tanto, a varios metros de distancia de aquel sitio, un joven de aspecto sospechoso avanzaba, calmadamente, en dirección a la zona de reclutamiento.

Llevaba una gorra negra que cubría su cabello, una chaqueta aireada color ocre y unos pantalones grisáceos.

Más que un aspirante a universitario, parecía alguien con la intención de robar el precinto.

Al acercarse a la mesa de entrada, pudo notar a las dos secretarias de la recepción, marcando con un bolígrafo a todos los candidatos ausentes.

Por suerte para él, su apellido estaba hasta el último.

- Ya-su, creo que necesitaré tu ayuda - dijo a la nada, sólo para que un extraño cuervo de plumaje violáceo se posara encima de su cabeza.

Lo más extraño de la alada criatura, no era el exótico color de sus plumas, sino el hecho de que tenía tres patas en lugar de sólo dos.

El ave asintió contenta y volvió a remontar vuelo, dirigiéndose hacia el pequeño escritorio de la entrada.

Con un fuerte aleteo, hizo volar las hojas, lo que tomó desprevenidas a las supervisoras, quién no eran capaces de ver al extraño animalillo.

- Buen trabajo, yo me encargo del resto... susurró, dan el primer paso hacia las preocupadas féminas que intentaban ver que no se perdiera el papeleo.

- Disculpen - dijo el muchacho con voz suave, haciendo que las secretarias volteasen. Lamento el excesivo retraso. Mi nombre es Caelian Zweinstein, he venido desde Alemania, estoy listo para presentar mi examen.

Ambas mujeres se miraron, un tanto incrédulas ante el hecho de que el joven frente a ellas, había arribado, prácticamente, a la hora de cierre.

¿Acaso se podía ser más irresponsable?

- Muchacho, ¿sabes que exigimos extrema puntualidad con estas cosas?

- Créame que lamento haber venido tan tarde, señorita. Mi aerolínea tuvo que hacer una escala por complicaciones técnicas y perdí varias horas. Si sirve de consuelo, reservé un cupo con antelación.

La fémina parecía no tragarse el cuento.

¿Este novato tenía las agallas de pedir un trato especial y aún así no llegar a tiempo?

Una persona inteligente hubiese buscado alojamiento un día antes, como mínimo.

¿Avión retrasado? Por favor...

Todo aspirante sabe que la Academia de Duelos Central demanda puntualidad, compromiso y...

- E-Espera.. D-D-Dijiste que tu nombre era Caelian Eisenstein - preguntó temerosa una de ellas, rompiendo el tren de pensamientos de su compañera.

- Así es, Madame.

- Mmm, ¿Qué pasa?

- Aquí dice que de presentarse alguien con ese nombre, debemos de informarle, personalmente, al Dr. Crowler lo antes posible, SIN EXCEPCIONES.

¿Ehh? Acaso... ¿acaso todo lo que dijo era cierto?

¿Quién rayos era este muchacho?

- Entonces no debemos perder más tiempo. Por aquí, por favor, señor Zweinstein - dijo cambiando la actitud exacerbada de hace unos instantes, por una de absoluta profesionalidad y respeto.

Si tan especial era, al menos lo comprobaría, personalmente.


Remolque de Bebidas


- ¿Cómo pudo pasar esto? Se supone que sería mi gran momento... ¿Un accidente, tal vez? ¿Algo mucho más interesante que una simple academia para duelos? ¡DÍGAME POR QUÉ SEÑOR EISENSTEIN! ¡POR QUÉ NO LLEGÓ A TIEMPO!

- Oiga señora, ya se acerca la hora de cerrar, váyase de una vez. - dijo uno de los empleados del puesto de capuccinos, ya bastante harto de los quejidos de su cliente.

- ¿Me dijiste señora? - clamó el líder del dormitorio obelisco, muy ofendido. ¿No sabes quién soy, sucio empleado de comida rápida?

- ¿Me debería importar? Si quiere sentir pena por usted, hágalo en otro sitio. Debo llevar el carro al centro para hacerle un checkeo- respondió el sujeto de uniforme, empacando la última silla y dejando al profesor sólo con su café en mano. Sabía que no debía venir hoy a este sitio... maldita gente rara y niños con cartas...

Crowler, simplemente, se dignó a darse la vuelta y continuar su protesta en el pasillo.

¿Cómo se atreve ese impertinente... ?

Llamarme señora, SOY un reconocido Maestro en Duelos. Tengo un doctorado.

¿Sabe cuantos años de esfuerzo requiere eso?

Nueve.

¡Nueve largos y agotadores años!

...

Pero... a quien quiero engañar, él no se presentó a las pruebas.

Ésta iba a ser mi oportunidad de conseguir prestigio, de enseñar a un grande... y, simplemente, se esfumó como la briza.

Aunque...

no todo está perdido... tal vez ese joven se arrepintió y haya decidido intentarlo el año entrante.

¡Sí! ¡Eso debe ser!

Y cuando ocurra, yo estaré ahí, personalmente, para recibirlo. Ya puedo verlo... descenderá del barco, mirará hacia el frente y dirá...

- ¡Dr. Crowler!

- Ayy, ¿Quién grito? - reclamó éste, casi perdiendo el agarre de su bebida.

- Soy yo Doctor, nos alegra haberlo encontrado.

- Oh sólo es usted, ¿Qué quiere que interrumpe mi descanso?

- Era para informarle que... está aquí.

El afeminado hombre arqueó una ceja.

- ¿Quien? ¿Acaso Sheppard a venido a supervisarme? Ya sería el colmo en estas circunstancias..

- No no, señor. Es el que usted solicitó por escrito. Ese chico... un tal Caelian Eisenstein.

El pequeño vaso de poliuretano en las manos del Doc, tuvo un encuentro sorpresivo con el duro suelo, después de ese mensaje.

- ¿Queeee? ¿Él está aquí? ¿Ahora? ¿Aquí? ¿En este mismo sitio? ¿Aquí?

- Eh... ¿si? Ayako debe estar, ahora, escoltándolo hacia el estadio, yo me desvié para avisarle.

- Pues lo ha hecho de maravilla. Me ha dado la mejor noticia en toda mi carrera.

De un momento al otro, el rubio profesor salió corriendo a gran velocidad en dirección a las arenas de duelo.

- ¡Prestigio, aquí voy! ¡Hahahaha!


De vuelta en las gradas...


- ¿Y bien, chicos? ¿Qué les pareció mi duelo? ¿Estuvo genial, eh? - dijo un chico de cabello castaño en forma de kuriboh, mientras se reunía con sus dos nuevos compañeros.

- ¡Fue fabuloso, Jaden! - alabó un joven de baja estatura y cabello celeste. Tu evaluador no tuvo chance. Estoy seguro que obtendrás una calificación alta.

. ¿Lo crees, Syrus?

- Interesante duelo, estimado amigo - aportó otro muchacho, con cabello oscuro, sumándose al festejo. Tienes buen manejo de las fusiones, tal vez podamos tener una amistosa competencia en cuanto estemos debidamente asentados en nuestro campus.

- ¡Me suena a reto, así que acepto! - respondió el duelista de personalidad hiperactiva. ¡Cuídate, Bastion, por que quizás luchemos antes de lo que crees!

- Sólo espero que no estés pensando tener un duelo mientras estemos en el helicóptero.

- Esa es una excelente idea, ¿crees que nos dejarían intentarlo si se lo pedimos?

El joven peliceruleo tropezó cómicamente.

- ¡Estaba siendo sarcástico, Jaden!

La atmosfera pronto se llenó de las risas provenientes del trio.

Estaban felices.

Después de todo, ahora, eran, oficialmente, estudiantes de la prestigiosa Academia de Duelos, la mejor institución para aspirantes al titulo de Duelista Profesional.

Nada podía arruinar aquel fantástico momento.

- ¡Probando, probando, ¿me permiten su atención?!

Excepto la voz de uno de los miembros del staff del sitio, a punto de dar un anuncio.

- Él último duelo de los exámenes de ingreso tendrá lugar en la arena número 7, participantes, hacer el favor de tomar sus lugares.

Aquella noticia desconcertó a varios de los presentes, sobre todo a cierto dúo que contemplaba el panorama desde las gradas superiores.

- ¿Oíste eso, Zane? - dijo una bella joven de cabello largo y rubio. Parece que si quedaba alguien más por jugar.

- Si, aunque las inscripciones ya debieron haber acabado, me pregunto que clase de persona habrá venido a hacer el examen, como para hacer tal excepción a las reglas.

- Ehh, ¿cómo? ¿alguien más va a pelear? Creí que tu eras el último inscripto, Jaden.

- Pues parece que no fue el caso- respondió Bastion. Me pregunto de quién se tratará.

- Qué importa, esto promete ser un buen duelo, si es que lo dejaron hasta el final.

- Si, creo que tienes razón... oigan miren, ya están tomando sus lugares - señaló Syrus.

- No puede ser, ¿el Dr. Crowler será quien examine al último pasante? - mencionó Alexis, sorprendida de que el oponente a vencer fuera el jefe de su propio dormitorio.

- Con el como contendiente, el duelo será difícil. Aun así, me interesa más saber quién es el duelista que tendrá el "honor" de hacerle frente...

Mientras tanto, en la arena, ambos participantes barajaban sus mazos con cuidado, sólo para después insertarlos en sus discos de duelo.

- Antes de empezar con esto, ¿podría por favor, mostrar su rostro? sólo para animar a la audiencia - propuso Crowler, buscando generar un impacto.

Caelian asintió sin darle mucha importancia.

Tenía una corazonada sobre las intenciones ocultas de su evaluador pero, ¿Qué importaba? Tarde o temprano tendría que dar a conocer su presencia en ese sitio.

No es como si pudiera llevar aquel intento de disfraz durante toda su vida universitaria.

- Como guste.

Acto seguido, el joven físico se despojó de su simplona gorra y chaqueta de aire, dejando al descubierto la imagen de un atractivo muchacho de bellas facciones y figura atlética. Siendo su mas destacable cualidad, el brillante tono blanquecino que teñía sus cabellos.

El estadio entero estalló en suspiros. Más que nada, provenientes del sector femenino, aunque también había logrado despertar algo en ciertos miembros del sexo masculino.

- ¿Oigan no es demasiado lindo ese chico?

- Si, luce como el príncipe de un videojuego.

- Deseo que esté en Obelisco, así podremos invitarlo a una cita.

Alexis, sólo reaccionó con una gota de sudor al ver el "amistoso" trato que sus futuras compañeras tenían para con el recién llegado.

Por otra parte, no eran las únicas en las que aquella revelación había dejado una marca.

- No, no puede ser posible...

- ¿Qué ocurre, Bastion? No me digas que también te deslumbró el rostro de ese chico.

- Claro que no - recriminó el pelinegro. Syrus, ¿no sabes, acaso, quién es esa persona?

- Me imagino que tu si, ¿no? (Jaden)

- Si la memoria no me falla y jamás lo hace, se trata de Caelian Eisenstein.

- ¿Y ese quién es? (Jaden y Syrus)

- Se dice que es el físico mas brillante que ha existido, además de ser el sobrino adoptivo de mi héroe de la infancia, el Profesor Allbert Zweinstein.

- ¿Un físico famoso? ¿Y qué está haciendo aquí en una Academia para Duelos?

- No lo sé, según los rumores, debería estar haciendo investigaciones en Nueva Zelanda. Su presencia aquí es uno de los más grandes enigmas con los que pude haberme topado.

- Oh vamos, qué importa de donde viene - intercedió el cabeza de kuriboh. Lo único importante aquí es, si tiene lo necesario para encender su juego.


Continuación del Flashback


Al dar unos paso hacia el interior, ambos hombres se toparon con la figura de un niño.

Uno bastante particular, desde el punto de vista físico.

Tenía cabellos blancos y brillantes ojos verdes.

Definitivamente, un caso de albinismo- pensaron.

- ¿Quién es él? - fue la pregunta en la mente de los recién llegados, al notar al infante en lo que parecía ser un estado de meditación.

- Su nombre es Caelian, señor. Fue descubierto hace poco por uno de nuestros profesores y Él lo trajo hasta aquí. Al parecer se fugó de su orfanato y acabó resguardado en el Gran Reloj Astronómico. Lo hemos catalogado como un verdadero genio.

Esto llamó la atención del excéntrico creador del juegos, mas no del viejo físico.

- ¿Un niño genio? Ja. He visto muchos, Johnson. ¿Qué tiene él de especial?

El administrador tomó entonces una tablilla con reportes del escritorio.

- Su IQ sobrepasa por mucho los límites humanos. Su memoria es perfecta, puede recordar todo tipo de información sin ningún margen de error. En aptitud física, ha roto marcas mundiales dentro de la categoría infantil, alguna hasta rayan las de los adultos.

- Mmm... interesante- dijo Pegasus. Pero... ¿Qué hay del duelo de monstruos?

- Pues, nos tomamos la molestia de enseñarle las reglas cuando evaluamos su capacidad de tomar decisiones, enfrentar problemas y elaborar estrategias. Desafortunadamente, no mostró un interés importante en dicha actividad. aunque de vez en cuando puede vérselo conversar con las cartas cuando está solo.

- ¿Conversar dijo?

¿Podrá ser que este niño posea el mismo raro talento que el pequeño Yugi?

¿El don de ver los espíritus del duelo?

- Si no le importa, me gustaría retarlo a una partida- dijo el peliblanco. Deseo acallar unas cuantas de mis dudas...

De vuelta en la arena...

- Señor Eisenstein, ¿está listo?

- En efecto...

- Pues, entonces...

- ¡DUELO!


Caelian 4000 / Crowler 4000-


- Cómo se acostumbra, el retador tiene el primer turno. Proceda, si es tan gentil.

- Como desee.

- ¡Robo!

Caelian - Turno 1 - Mano: 6-

- Colocaré un monstruo boca abajo en modo de defensa. Y luego, dejaré dos cartas boca abajo. Es su turno.

- Un buen comienzo, pero, ahora, voy yo.

Crowler - Turno 2 - Mano 6

- Mmm... puede que se trate de una celebridad en el rubro de la ciencia, pero no por eso se lo pondré fácil. Por eso me tomé la molestia de utilizar mi mazo personal en vez de los que usamos para las pruebas. Tendré el privilegio de educar a un erudito...

- Muy bien, primero juego la carta hechizo: "Confiscación". Gracias a esto puedo entregar 1000 de mis puntos de vida, para poder observar su mano y descartar una de las cartas que pueda poseer allí.

El contador del disco del Doctor emitió un sonido, indicando el pago del coste.


-Crowler LP 3000-


- Ahora, vamos, muéstreme las cartas que sostiene.

- Me temo que tendrá que esperar - dijo el albino con tono suave.

- ¿Huh?

- Revelo mi trampa "Drenaje Mágico".

- ¿Una trampa?

- Y una de velocidad 3... creo que sabe en que consiste su efecto, ¿cierto. Doctor?

- ¡Por supuesto que lo sé!

- Yo no - dijo Syrus desde las gradas. ¿Alguno puede ilustrarme?

- "Drenaje Mágico" es una trampa del tipo disruptiva. Permite a su dueño negar la activación de una carta hechizo, pero, a diferencia de otras cartas como "Disruptor Mágico" que vienen con un coste a pagar, ésta en su lugar deja al oponente en una encrucijada. O bien descarta una segunda carta hechizo para salvar a la primera de ser negada o termina ocurriendo lo que dije al principio. Sin importar la elección, el Dr. Crowler tendrá que sufrir una pérdida.

- Mmm... esa trampa me tomo por sorpresa... mi única otra magia es "Tormenta Fuerte" y la necesito si quiero invocar a mi Golem de Maquinaria. Creo que mi elección es obvia...

- Elijo no descartar nada.

- Muy bien, eso interrumpe el efecto de su otra carta.

Y dicho esto, "Confiscar" fue envuelta en un as luminoso y estallada en pedazos.

- Wow, logró evitar que el Doctor viera sus cartas y además lo hizo pagar 1000 puntos en vano. Siento que este duelo valdrá la pena.

Zane, simplemente, se dignó a asentir.

- Okay... okay. No pasa nada, tal vez no pude ver que hay en su mano pero aún le queda una carta boca abajo. Limpiaré su campo y pasaré a la ofensiva.

- Coloco dos cartas boca abajo y luego, jugaré esta, "Tormenta Fuerte". Con esto, todas las cartas hechizo y trampas en ambos lados, se destruyen al instante.

Caelian contempló en silencio como un enorme huracán se formaba a medio tablero, intentando llevarse su carta colocada.

- En respuesta a su activación, encadeno mi trampa "Cadaver de Yata-Garasu". Y elijo el primero de sus dos efectos. Por lo tanto, robo 1 carta de mi mazo.

Momentos después de tomar su naipe extra. El resto de cartas fue pulverizado por el tempestuoso vendaval.

Syrus: Esperen, no lo entiendo, ¿por qué decidió usar esa carta, sabiendo que perdería mas de las suyas en el proceso?

Bastion: Espera y verás, Syrus.

- Como las cartas que destruí eran dos "Estatuas de los Malvados" puedo invocar de mi lado el mismo numero de "fichas vil", cada una con 1000 puntos de atk y def.

Alexis: Tiene dos monstruos... eso significa.

Zane: que va invocar su rara carta...

- Ahora, sacrificaré a mis dos criaturas, para invocar esto, mi "Golem de Maquinaria Antigua"

Los dos ídolos dorados dejaron el tablero, dando lugar a un imponente coloso de acero oxidado,

- Qué tal, ¿eh? Apuesto a que no ha visto una carta tan asombrosa como esta..

- Definitivamente tiene presencia, Doctor, más yo no me confiaría tanto.

- ¿Huh? ¿Dudas de mi sublime bestia? Pues es tiempo de demostrarte lo que puede hacer, "Golem de Maquinaria" ataca a su monstruo boca abajo... "Meleé Mecanizado".

El poderoso puño del gigante conectó con la defensa de Caelian, revelando a una pequeña tortuga, cuyo caparazón parecía tener la forma de un platillo volador.


Caelian LP 2200


- Y dígame... ¿cree, ahora, que mi monstruo es poca cosa?

El albino se mantuvo estoico, optando por no hacer caso a los pobres intentos de su oponente por sacarlo de su eje.

- Activo la habilidad de mi "Tortuga Ovni". Al ser destruida en batalla, puedo buscar un monstruo de atributo Fuego en mi mazo que posea 1500 pts de Atk o menos e invocarlo al campo. Yo elijo a "Gobernante de las Llamas"

- No es la criatura que yo hubiese elegido, pero, supongo que está bien, como escudo humano. En el siguiente turno me encargaré de hacerlo polvo.

- Mi turno.

-Caelian LP 2200 - Turno 3 - Mano 5-

- ¡Hmm! Creo que este duelo ha llegado a su fin.

- ¿Eh? ¿Cómo dijo? Espero que no esté insinuando que desea rendirse.

- Mejor dejaré que mis cartas hablen en mi nombre.

- Primero, juego el hechizo "Terraformación". Con ella puedo buscar una carta hechizo de campo desde mi mazo y colocarla en mi mano.

- Aún espero su gran retorno, Sr. Eisenstein.

- Segundo... usaré el efecto pasivo de mi Gobernante. Si deseo invocar un monstruo con atributo de fuego, puedo contarlo a él como DOS sacrificios.

Dicho esto, invoco... ¡al monstruo espiritual, Hino Kagu Tsuchi!

Todos los presentes observaron anonadados como de un torrente de flamas, emergía un musculoso hombre de tez morena, torso desnudo y cabello llameante.

- E-Espere, ¿d-d-dijo monstruo espiritual? - balbuceó el jefe de los obeliscos.

La misma reacción se dio en el dúo que yacía en los balcones superiores.

Alexis: - ¿Hino-Kagu-Tsuchi? Es un monstruo muy raro. Leí que Pegasus creo el Arquetipo Espiritual durante un viaje. Claro... existen copias lanzadas, pero son terriblemente escazas.

Zane - Pues, todo parece indicar que ese chico, tiene una copia, quizás hasta más de esas criaturas en su repertorio.

- Un monstruo muy impresionante, Sr. Zweinstein, pero aún no supera los 3000 de Atk de mi Golem.

- Para eso.. tengo esto. El hechizo de campo que busqué antes... "Destrucción Fundida"

- ¿Queee?

La arena, pronto pasó de ser un simple estadio deportivo a una tierra rocosa, rodeada de activos y ardientes volcanes.

- Con ella todos mis monstruos de atributo fuego ganan un incremento de 500 puntos de atk, al mismo tiempo que disminuyen su Def en 400.

-Hino-Kagu-Tsuchi - ATK 3300 / DEF 2500-

- Eso, por pura deducción, lo hace más poderoso que su golem.

- Ahhh, ¡necesito tiempo!

- Hichi... ve y recicla su chatarra... ¡Puño Llameante!

Haciendo gala de un potente uppercut, el monstruo espiritual mando al gigante de hojalata directo al campo santo.

- No puede ser... mi hermoso golem de maquinaria...


-Crowler LP 2700-


- Aún no termino, Doctor. Activo el hechizo continuo: "Máquina de Energía Espiritual". Supongo que ya está familiarizado, pero, los espíritus no pueden permanecer mucho tiempo en el mundo físico, éstos siempre requieren de una fuente que los sustente y se da el mismo caso, con mis monstruos espirituales. Mi maquina evita que regresen a mi mano al finalizar el turno, siempre y cuando descarte una carta de mi mano al completar la ronda.

Bastion: - Sorprendente, con esa jugada, logró eliminar la principal debilidad de ese arquetipo.

Syrus: - ¿Debilidad?

Bastion: - Los monstruos espirituales son raros y poderosos, pero vienen con una gran "maldición" por decirlo de algún modo. Todos ellos regresan a la mano del dueño al final del turno en que son invocados o volteados boca arriba. Lo que los vuelve armas de doble filo. Naturalmente, la opción más lógica sería negar los efectos de dichos monstruos para evitar que regresen, pero eso no permitiría demostrar todo su potencial, por lo que esa carta de la Maquina de Energía Espiritual, es justo lo que Caelian necesitaba.

Jaden: - Es... sorprendente. Quiero tener un duelo contra ellos.

- Colocaré una carta boca abajo y para terminar pagare el coste de mi maquina. Es su turno, Doctor.

Caelian LP 2200 - Mano: 0

- Bien, ahora verás de lo que es capaz mi baraja, yo sa...

- Un momento.

- ¿Eh?

- Antes de su Fase de Robo, se activa la habilidad de mi Hino-Kagu-Tsuchi. Si este hizo daño durante la batalla. Usted debe descartar toda su mano al cementerio.

- ¿Q-Q-Qué?

Crowler no tuvo mas remedio que deshacerse de su única carta. "Emes la Infinidad"

- Ahora, puede proseguir.

- Muy bien. ¡Robo!

-Crowler LP 2700 - Turno 4 - Mano: 1-

- N-No puedo perder ahora. Me vería como un tonto. Sólo espero que la carta que saqué me sirva...

Los ojos del aspirante a Rector se iluminaron.

- Si, esto servirá. Yo activo, "Olla de la Codicia" y con ella... puedo tomar dos cartas de mi...

- Revelo mi carta trampa...

- ¿Que qué?

- "Juicio Solemne"

- ¡NO PUEDE SEEEEEEERRRR!

- Doy la mitad de mis puntos...

-Caelian LP 1100-

- Y niego la activación de su hechizo.

La enorme vasija de gran sonrisa se disolvió en mil pedazos, junto con las pocas esperanza que tenía Vellian de ganar el duelo.

- Ahora... ya no puedo hacer nada.

- Por lo tanto es mi turno - agregó el albino tomando la carta de encima de su monte.

- Ha sido un placer, profesor. Hichi... ¡termínalo!

El bronceado guerrero de flameante melena no lo pensó dos veces y conectó un derechazo a la mejilla del afeminado maestro, enviándolo a volar unos cuantos metros y reduciendo su contador de vida a cero.

-Crowler LP 0-

En las gradas, la victoria del muchacho causó revuelo entre los aspirantes.

Algunos estaban que no lograban entender el desenlace, otros, simplemente, miraban con asombro y una minoría, pensaban que sólo había tenido suerte.

Alexis: - No lo creo, lo venció. Venció al Dr. Crowler.

Zane sólo frunció el ceño y se alejó, sin mostrar que aquello le había despertado cierto nivel de interés.

Los jóvenes en los asientos inferiores por otro lado...

Jaden: - ¡GANÓ! JAJAJAJA ¡LO HIZO! - exclamó mientras estrujaba al pobre Syrus. Ya quiero luchar contra él. Esos Monstruos de Espíritu son formidables.

- Inaudito... jamás pensé que el sobrino del profesor Eisenstein fuese así de bueno- pensó Bastion para sí. Será provechoso tener a alguien con quien compartir mis teoremas y formulas.

Cuando por fin, el impacto inicial redujo sus efectos, Caelian ya se encontraba, atravesando los pasillos del complejo.

- Bien, fase preliminar completada - dijo para sí. Oficialmente, ya estoy dentro. Mi siguiente prioridad será...

*RIIIIING* *RIIIING*

- ¿Una llamada? - dijo sacando su celular de entre sus prendas.

Al ver quien era el emisario, el albino exhaló un suspiro. Un regaño estaba en camino.

- ¿Hola?

- ¡Muchacho! ¿Dónde diablos te encuentras? Pensé que estarías, ahora, en un avión a Nueva Zelanda.

- Si... lamento decepcionarte tío, pero... decidí no hacer ese viaje. Estoy en Japón, ahora. Acabo de dar mi examen para ingresar a la Academia de Duelos, la de la sede central.

- ¿ESA UNIVERSIDAD PARA DUELOS? No digo que sea mala, de hecho el mismo Seto Kaiba la mantiene y financia, pero, parece algo impropio de ti, Caelian. ¿Qué te hizo ir allá?

- Digamos que... los espíritus me guiaron hasta este sitio.

- Ahhhgg, tu y tus espíritus, si no hubiese sido testigo de tus capacidades, muchacho. En este preciso instante, te estaría dando el mayor sermón científico en la historia de mi carrera.

El joven sonrió ante ello. No le gustaba admitirlo pero, el profesor Eisenstein tenía rasgos que le recordaban a su antigua y querida familia. Era brillante, pero comprensivo. Abierto a nuevas ideas. Fue por esa razón que, cuando éste decidió adoptarlo, eligió referirse a el tío en vez de abuelo. Nunca nadie reemplazaría a su verdadero abuelo, ni a su hermana. Sin importar quién conociese en esta nueva vida, esos puestos ya tenían sus legítimos dueños. Pero aún así, sentía que el viejo físico, se había ganado un lugar en su árbol genealógico.

- En fin, te conozco y se que estas maquinando algún tipo de nuevo proyecto, por lo que tienes mi permiso. ¿Planeas tomar el curso para ser Duelista Profesional? Son 4 años.

- No, lo he pensado bien y, preferí ingresar a la rama de investigación, son dos años más que la carrera de Duelista de las Ligas. No me interesa volverme como ese tipo de celebridades.

El anciano al otro lado de la línea rio con una pizca de orgullo.

- Ese es mi sobrino. Nunca te ha gustado ser el centro de atención. Sabes, quizás te sirva para socializar más, tiendes a ser muy retraído y te aíslas de casi todo contacto humano. Necesitas que te de más el sol.

Caelian sintió un tic en su ojo derecho al oír aquello.

¿Otra vez había hecho un chiste sobre su condición de albinismo?

- Lo tendré en cuenta, tío. Ah, por cierto, destiné una porción de nuestro fondo de investigaciones para cubrir todo lo relacionado a mis futuros estudios. Te los reembolsaré en menos de lo que encuentras tu dentadura postiza.

- ¿Eh? ¿Qué hiciste qué? Dime cuanto gastas...

- Nos hablamos luego. *Click*

- Je, quien diría que eso iba a sentirse tan satisfactorio. ¿No lo crees así, Yasu?

La mítica ave violácea reapareció sobre el hombro de su compañero, dando a entender que coincidía con la afirmación de éste.

- Supongo que, es momento de que mi verdadera misión comience...


Mientras tanto en Europa...


- ¡Ese mocoso gastó ¿cuanto?! - exclamó el físico mayor al ver el resumen de su cuenta de banco, casi haciendo que se le botara la dentadura. Demonios, Caelian, ¿Qué estás planeando, ahora?

En eso, sus quejas fueran interrumpidas por un súbito llamado a la puerta.

*Knock* *Knock*

- ¿Mmm? ¿Quién podrá ser?

Al abrir la puerta, el profesor se topo con un grupo de reporteros y un presentador, todos enfocándole directamente.

- ¿Señor Eisenstein?

- Si, soy yo.

- Felicidades, usted es nuestro nuevo gran ganador de la lotería, con un premio de 50 millones de Euros. ¿Quiere decir algunas palabras?

Anonadado y, no comprendiendo mucho todo, el científico recibió en sus manos el micrófono.

- Eh... ah si, es un honor, casi se me había olvidado que participé en esto - rio el anciano.

Pero él bien sabía que no lo había hecho.

Y sin otro sospechoso aparente, él único que había podido inscribirlo a tal cosa era...

Su preciado sobrino.

- Ahhh... que muchacho - dijo el hombre exhalando un suspiro para sus adentros. Siempre estuviste un paso adelante, desde el día en que nos conocimos...


Continuación del Flashback


- Y bien, ¿Qué le parece, Señor Pegasus?

- Maravilloso, simplemente, espléndido - respondió este.

El niño había logrado vencer a Maximillion Pegasus, el mismísimo creador del Duelo de Monstruos. Si había que ser completamente justos. El hombre de traje rojizo no había tenido oportunidad alguna.

Al muchacho le había bastado un pequeño repaso a las cartas que le habían entregado, para formular un sinfín de estrategias. Eso sin mencionar que el joven ni siquiera se inmutaba ante estímulos o distracciones externas. Definitivamente, estaban ante un futuro prodigio para los duelos.

- ¿Qué hay de usted, Profesor?

Allbert Eisenstein miró a ambos, como si no hubiese entendido un chiste contado.

- Vamos, Señor Johnson, no es nada del otro mundo. Ese pequeño tal vez sea listo, aunque se lo atribuyo más a algún raro caso de Síndrome de Asperger. Su interacción con otras personas tampoco es muy buena. Muéstrame algo más... trascendental, más caótico. Por que hasta ahora, no he visto nada que merezca la atención que solicitaste.

El encargado del laboratorio, exhaló un suspiro.

- De acuerdo, no pensaba decírselo hasta mucho después pero... tenga. Vea esto.

El sujeto, le acercó al profesor una de las hojas que guardaba en su carpeta.

Al incrédulo anciano, casi se le bota la dentadura, al percatarse de lo que estaba leyendo.

- Esta... esta es mi hipótesis sobre dimensiones. La que escribí hace 2 años. ¿Cómo...? ¿Cómo es posible? Las ecuaciones... están resueltas. Pero... estos esquemas... jamás los había vistos. Operan en términos totalmente distintos a los que la ciencia ha visto.

- Fue ese joven, doctor. Logró deconstruir su trabajo y proponer su propia teoría. Su conocimiento está fuera de nuestra comprensión. Ha logrado revisar, modificar y replantear varios de los modelos científicos modernos. Su mente parece no tener límites.

- Es... es fantástico.. y, a la vez, terrorífico. Un simple infante con tales capacidades. ¿Qué piensan hacer con él?

- Pues, honestamente, no hay un plan definido por el momento. Queríamos la opinión de otro experto en el tema para saber como proseguir. Por eso lo llamamos, Dr. Eisenstein

El pensativo científico acicaló sus barbas, buscando la perfecta solución al problema.

- ¿Está pensando lo mismo que yo, querido Doctor? - añadió Pegasus cruzando miradas con su colega.

- Tal parece que no queda otra opción que digamos.

- Por supuesto, la respuesta es obvia. Adopción para nuestro pequeño erudito.

- ¿Eh? ¿Piensa hacerse cargo de él, señor Pegasus?

- Oh claro que no. Soy un hombre muy ocupado y cómo me has informado, el niño no se siente atraído por mi querido y fabuloso juego. No no, mi recomendación es dejarlo en manos de Allbert.

Fue el turno del físico de sorprenderse.

- ¿Qué? Seguro bromeas, ¿esperas que yo me vuelva su tutor legal?

- Pues claro que sí - refutó el excéntrico presidente de Ilusiones Industriales. Quién mejor para nutrir su joven mente que la mente más brillante de nuestro tiempo. Se que tú y el podrán conversar a un nivel intelectual muy diferente.

- Pero, Pegasus, ya estoy poniéndome viejo y tengo mis investigaciones. Sólo piense en lo que me costará. ¿Cómo espera que...?

- Apapapap, no desesperéis mi buen amigo, yo me encargare de los costos del pequeño. Considéralo su cuota de mantenimiento. También, me mantendré en contacto, quiero saber cada detalle de su desarrollo.

Allbert Eisenstein exhaló un suspiro.

- Veo que no tengo escapatoria. Que rayos. Asumiré el compromiso. Puedo hacerlo pasar como un sobrino mío.

- Gracias, Doctor- agregó el señor Johnson. Significa mucho.

- Si si - contestó el físico, restándole importancia, a la vez que, le daba una última mirada al muchacho que parecía haber despertado de su trance meditativo.

- Sólo espero no estar metiéndome en grandes problemas...