El detective y el tigre se han encontrado por primera vez.

Ha sido tan inesperado, que a ambos les ha tomado por el cuello, encadenándolos silenciosamente en el sufrir ajeno al no tener el valor para dirigirse la palabra.

Y eso es malo, pues ninguno se atreve a dar el paso.

¿Qué pasa con el tigre?

¿Qué pasa con el detective?

El pozo en donde ellos se encuentran y la oscuridad que les rodea, les impide ver lo que realmente yace a sus pies.

El dulce que yace en su boca pasa de lado a lado al son de su lengua, siendo saboreado hasta que el caramelo desaparece conforme el chico albino camina por la oficina.

Él lo observa, pero se niega a acercársele.

¿Por qué? No lo sabe. Sólo han trabajado juntos una vez, y desde entonces, tan sólo un "Hola" se han dirigido como mínimo.

Edogawa Ranpo repite los pasos que día a día, le masacran su cuerpo y alma al ver que sólo es una sombra de lo que realmente aspira.

Siendo guiado, silencioso y misterioso como un cuento de romance negro.

No hace nada, pues sólo yace ahí sentado sintiendo como su mundo se viene encima cuando observa como el suicida se acerca a su pupilo con la confianza que él desearía tener.

Le abraza y juguetea un poco con él como si fuese de su propiedad.

Acaricia y respira el dulce aroma que desprende.

Ríe y sus manos lo recorren como si se tratase de una película porno mal construida.

¿Y Atsushi?

Él sólo parece disfrutar.

O tal vez su instinto miente, al igual que su vista. Pero él jamás se equivoca y eso es lo que más odió del momento.

Ranpo siempre tenía la razón.

Y el dulce ambiente rosa que esa pareja dispersaba y que sólo él podía captar, no era un espejismo.

Desafortunadamente no lo era...

Baja su mirada y, está vez, una paleta cae en sus labios.

¿Cuándo fue que tomaron tanta confianza?

¿En qué momento sucedió?

¿Qué tanto se había perdido en aquellos días?

Y sin embargo, todavía se pregunta;

¿Cuándo fue que él se enamoro?

Finalmente, un misterio que ni siquiera Ranpo podría resolver.

Pues; ¿En qué momento decidió reconocer a Atsushi Nakajima para convertirlo en algo más? ¿Cuándo?

Se ha cuestionado sin descanso los últimos meses. Y lo más cercano que ha estado de una respuesta, fue la conclusión de que todo sucedió desde la primera vez en que lo vio.

Era un desastre.

Edogawa lo sabía, lo comprendía, pero no podía expresarlo.

¿Cómo poder acercarse a aquel albino?

Se decía.

No hay una oportunidad.

Se recalcaba, luego sigue observando al suicida junto al tigre;

Una cercanía que jamás podría tener con él.

Es sumamente doloroso, al menos para su silencio cargado de celos que realmente no sabe como ha logrado esconder hasta ahora.

Ha buscado una respuesta a todo aquello.

O incluso algo con lo que olvidar.

Pero no, pues cuando menos lo espera, ya se halla caminando hacía el chico tigre como cada día.

Afligido y temeroso.

Pasa a su lado y mira directamente sus ojos.

Este al notarlo, simplemente sonríe como cortesía. Eso le hace feliz.

Y sale de la oficina.

Pues no quiere ver a aquella pareja, no quiere ver el como se roban a la persona dueña de su corazón.

No está dispuesto a soportar algo que sabe bien, jamás tendrá para él.

Después, todos en la oficina, se preguntan hacía donde ha ido el detective. Él es tan misterioso...

Pero nadie habla, pues nadie sabe de su lastimero pesar. Nadie sabe de su amarga agonía

Nadie sabe que se ha ido lejos, muy, muy lejos donde pueda olvidar a aquel tigre de brillantes colmillos y pelaje albino.