"Fjaka" del croata: la capacidad para fundirte con tu propio ritmo y darse un merecido descanso. Relajación y falta de prisa, la dulzura de no hacer nada.

Disclaimer: Soul Eater no me pertenece, es obra de Atsushi Okubo y yo solo uso sus personajes sin fines de lucro (ah~, la nostalgia).

Fjaka

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En su época de estudiante del Shibusen, Maka había viajado por todo el mundo. Ella, como persona ávida de conocimientos, siempre había intentado aprender algo nuevo de cada país qué visitaban. Desde algo tan simple como palabras básicas a intrincadas tradiciones que suponían un choque cultural para ella.

Soul normalmente no participaba en el pasatiempo de su técnico, aludiendo la pereza y lo poco cool que era. Sin embargo, siempre merodeaba cerca y, si no había sido una batalla dura que terminase con su energía completamente drenada, no la dejaba sola. Simplemente, no hacía nada mientras Maka aprendía.

En una de las misiones que hicieron antes de que pasasen todos los acontecimientos que desencadenaron la batalla en la luna, Maka aprendió una palabra que en ese momento asoció con su compañero y a la que no encontró sentido alguno: fjaka.

Fjaka era una palabra croata que definían como la "dulzura de no hacer nada", un estilo de vida que incitaba a darse un descanso e ir a tu propio ritmo. Sin prisas. La Maka de ese entonces no entendía cómo eso podía ser algo bueno, que era un desperdicio de tiempo. O por lo menos para ella.

Con el paso del tiempo, la confusión de la Maka estricta de trece años se había aclarado. Siendo ya profesora del Shibusen, con un acuerdo con las brujas y con una aparición de kishins más baja a la que había antes de que Crona sellase a Asura en la luna, el significado de la palabra fjaka tenía mucho peso en su vida.

Ahora no se sentía mal a dedicarle más tiempo a la lectura del anteriormente. Se había aficionado a la jardinería, a tejer y a intentar aprender una habilidad nueva cada mes. Se había relajado (para alivio de Soul la cantidad de Maka Chops se había reducido a cero) y, si bien, podía decirse que el gran cambio en el mundo tras la tregua y su crecimiento hasta una mujer de treinta años habían tenido que ver, su principal inspiración para empezar a bajar su ritmo había sido Soul.

Su relación con Soul había evolucionado de compañerismo y amistad a una relación romántica cuando Maka cumplió los veinte. Fue algo totalmente natural y orgánico, no hubo ningún evento digno que una novela de romance que iniciase su noviazgo. Un día, simplemente, Liz comentó entre la burla y la exasperación:

—Si no os conociese, pensaría que sois pareja.

Y Soul respondió:

—Sí, se podría decir que básicamente lo somos.

Maka se había sonrojado tanto que parecía que salía humo de sus mejillas y, en vez de darle un Maka Chop a Soul, se tapó la cara con las manos. Minutos después y por consenso general, iniciaron su relación.

Fue así de fácil y sencillo, a un ritmo lento. Fue una de las primeras cosas que hizo que Maka empezase a tomar fjaka como un pequeño lema personal. La influencia de la tranquilidad de Soul por fin empezaba a llegarle.

Diez años después, en el día de su boda mientras esperaba en el altar, Maka no podía dejar de pensar en lo importante que era ahora para ella, ese estilo de vida.

—Soul llega tarde. A su propia boda —Kid, que era la persona que oficiaría el enlace, parecía disgustado. Y empezaba a impacientarse.

Maka simplemente sonrió.

—Bueno, Soul no suele tener prisa.

Antes de que Death the Kid pudiese replicar, la puerta del lugar se abrió con un estruendo. La risa de Black Star resonó por toda la sala, mientras llegaba al lado de Soul.

—¡Ya estamos aquí! —gritó de cabello azul, siendo regañado por el joven shinigami.

Mientras sus dos mejores amigos discutían, Soul se acercó a Maka.

—Siento llegar tarde.

—Está bien, todo a su debido tiempo. Así es el Soul del que me enamoré.

...

Ahora mismo, mientras acabo de terminar de escribir este drabble y publicarlo, son las 03:30 a.m. en España. Ayer, no sé el porqué, estuve releyendo algunas de las historias que escribí y publiqué aquí hace años, además de leer los reviews que tuve en su momento. La nostalgia me pegó muy fuerte y finalmente me puse escribir. No tengo recuerdos muy nítidos de Soul Eater y su final, solamente de lo especial que es para mí y el impacto que tuvo en mi vida.

Hacía mucho tiempo que no escribía nada, y lo poco que intentaba lo dejaba a medias a pesar de que fuera igual de cortito que esto. Mi vida ha cambiado mucho y sentía que, aunque probablemente casi nadie vaya a leer esto, tenía que volver a escribir algo sobre Soul Eater. Tal vez en unos años vuelva a hacerlo.

¡Nos leemos!

Atte.: Poppy-chan.