Declaración: Ranma 1/2 es propiedad de Rumiko Tahashi. He tomado prestado a sus personajes para escribir una historia de mi propia autoría, con el único fin de entretener.

Esta historia participa en la #Dinámica_del_amor #Nuestra_Primera_vez que organiza el Grupo "MUNDO FANFICS INUYASHA Y RANMA"

MI PRIMER BESO

La tarde se había pasado volando, más rápido de lo que a ella le hubiera gustado. Bajó su mirada y se clavó en el deforme corazón de chocolate que había preparado con tanto esmero esta mañana, en la clase de cocina. No lo dijo, le costaba mucho admitirlo en voz alta, pero era sabido por todos, ese chocolate era para él. Desde la salida de la escuela que no sabía nada de su paradero, y no quería especular, no lo reconocería en voz alta, era orgullosa como ninguna, pero sabía que, si por alguna razón él estuviera con alguna de sus otras prometidas, eso le dolería y mucho.

Suspiró, sintiéndose desde ya derrotada, todo parecía indicar que este catorce de febrero lo pasaría sola, no importaba lo mucho que se había esmerado en preparar ese chocolate. De súbito, un estruendoso sonido, acompañado por una nube de humo rompieron con su meditativo estado, alzó la vista y de inmediato se puso en guardia. Aquel escandaloso ruido, se le hacía conocido sobremanera, frunció el ceño, no tenía ganas de lidiar con invitados inesperados, pero todo apuntaba a que ya era demasiado tarde.

—¡Airén! ¡Wŏ ài nĭ! —Akane rodó los ojos y de nuevo suspiró, tenía que ser ella ¿quién más si no?

—No está aquí. Ya puedes irte marchando, y limpia cuando te largues… —dijo Akane, al tiempo que se incorporaba de su asiento y recogía su pequeño presente, lo último que quería era que esta loca mujer arruinara lo que tanto esfuerzo le costó conseguir: un chocolate que estaba delicioso. Shampoo buscó rápidamente en la estancia a Ranma, pero al no haberlo encontrado, decidió desquitar su frustración con quién estaba justo frente a ella.

—¿A dónde creer que ir chica fea?

—Ya te dije que Ranma no está aquí. No sé a qué más quieres…

—Yo no confiar en ti, tu ser capaz de mentir a Shampoo

—Yo me largo…

—¡Perfecto! Irte ya. Así yo poder pasar un momento romántico con Airén. Mejor que tú no estorbar…

—Sí, sí. Sigue soñando…

—¿Qué decir? La que siempre soñar ser tú. ¿En verdad creer que Airen gustar alguien tan fea como ser tú?

—¿Qué dijiste? Oye a mí no me ofendas… Yo no tengo la culpa de que no le intereses a Ranma…

—Yo no ofender… esa ser la verdad. ¡Tu mentir! Airen sí interesarse por Shampoo

—¿Ah sí? Dime una sola vez en la que él se haya interesado en ti, así como tú dices y quieres… ¿Eh? —El rostro de Shampoo se descompuso formando una mueca que revelaba una creciente furia, ya que Akane había dado en el clavo, Ranma nunca había mostrado interés genuino por ella. Pero la china no se dejaría vencer tan fácilmente, así que decidió contratacar con aquello que sabía que le ocasionaría más dolor a su oponente.

—Airen y yo besar en los labios… muchas veces. ¿Él besar a chica fea alguna vez? —Akane mantuvo su gesto adusto y soltó una risa cargada de ironía, lógico era que la joven le soltara algo como lo que acababa de decir.

—¿Y a qué viene esa pregunta? Si a ti tampoco te ha besado…

—Airen y yo besar en los labios dos veces… ¿o tú olvidar?

—Si lo dices por la vez que te conocimos y la ocasión en la que te rescatamos del gato loco, déjame decirte que es obvio que eso no cuenta.

—¿Por qué decir eso?

—Porque Ranma no lo hizo por voluntad propia… En cambio, a mí, sí me besó ya una vez con toda intención ¿o acaso ya lo olvidaste? —remató Akane satisfecha de haber respondido así, sintiéndose ya vencedora.

—Tú hacerme reír, ser patética… Ranma estar en Neko-ken, ser obvio que no sabía lo que hacía… Él nunca besaría a chica fea por gusto. ¿Qué no ver? Shampoo ser hermosa… Los hombres siempre desear a Shampoo y yo estar segura de que Airen también desear mucho a Shampoo, igual que todos los demás hombres. Tú ser fea y no ser competencia para Shampoo. —Esta vez Akane guardó silencio, no sabiendo qué responder. La joven china había dado en el clavo con dos hechos: Primero, los hombres sí deseaban a Shampoo, era una mujer hermosa, sin embargo, Akane no podía aseverar que ese hecho aplicara también para su prometido; y segundo, ella tenía razón, Ranma nunca había besado de manera "voluntaria" o "conscientemente" a Akane; sólo lo había hecho estando en estado de Neko-ken. Akane se entristeció, pero su orgullo y tozudez no le permitiría mostrarse frente a su rival de esa forma tan vulnerable… y al final hizo lo que mejor sabía hacer.

—¡Pues ni quien quiera besarlo! ¡Eh! Esas cosas se tienen que hacer con alguien a quien uno quiera… y-y-y yo pu-pues lo voy hacer ¡Sí! Con alguien especial…

—Akane, chica fea, hacerme reír tanto… pues yo buscar a Airen… Adiós…

—Sí, sí, sí… ya me lo dijiste antes. Anda lárgate ya y déjame tranquila.

Shampoo se fue canturreando, había logrado desestabilizar a Akane y, aunque no había encontrado a su querido "Airen" como era su objetivo inicial, se sentía satisfecha de haber molestado a Akane. La joven peliazul estaba sola ya, la estancia quedó en absoluto silencio y de pronto, la invadió un sentimiento de abandono combinado con nostalgia; y entonces se sintió tremendamente vacía, abandonada. Soltó un suspiro, dejando escapar todo el aire que había retenido desde que empezó su pelea con Shampoo, ya no había necesidad de fingir que no le importaba la ausencia de Ranma. Abandonó el lugar y se dirigió a su cuarto, sin enterarse siquiera de que había olvidado el deforme chocolate en forma de corazón que con tanto esmero había preparado para él.

Entrada la noche, Akane estaba recostada sobre su cama, no hablaba, no dormía, sólo miraba incesantemente el techo. "Seguro hasta olvidó el día que es hoy… no sería raro… A él sólo le interesa entrenar" De súbito se sentó, y buscó con la mirada aquello que había preparado para su prometido y que creyó había dejado en su mesa de noche… pero no había sido así, lo había olvidado en la estancia. Comenzó a sentirse nerviosa y de inmediato se puso de pie "¿Por qué le hice el estúpido chocolate? Me siento tan tonta… mejor bajaré por él, no quiero que lo vaya a ver y se burle también de mí" Salió a toda prisa de su habitación, cerciorándose primero de que no hubiera ni un alma, no quería ser molestada. Bajó los escalones tan rápido como pudo y se dirigió al lugar en el que recordaba haber dejado su chocolate, pero entonces al arribar al sitio, se quedó helada… el chocolate había desaparecido.

—¿Pero qué…? —Lo buscó, se fijó en todos los rincones posibles, en la cocina, debajo de la mesa, en el comedor… y nada. —¿En dónde está? Si yo estoy segura de que lo dejé en la estancia, pero ya revisé y no está… Volveré a buscar en mi habitación… —Subió a toda prisa, —Más vale que la resbalosa de Shampoo no se lo haya robado, porque si lo hizo, me va a oír… — entró a su habitación y se quedó helada con lo que se le reveló.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Akane, tragó en seco y sintió como su cuerpo se tensaba por el nerviosismo que empezaba a invadirla,

—¿Cómo que qué hago aquí? Vine a verte, creo que es obvio…

—Sigo sin entender por qué quieres verme… ¿No deberías estar con alguna de tus prometidas? Seguro te estarán buscando como locas…

—Ellas no me interesan y lo sabes bien… Este chocolate ¿Es para mí?

—¿De dónde sacaste ese chocolate?

—¿Qué te parece si mejor me respondes? ¿Este chocolate es para mí? —el tono de voz de Ranma se suavizó, ya no era demandante, por el contrario, se percibía un tono ronco, erótico, sensual. La piel de Akane se enchinó y un fuerte escalofrío recorrió su espalda, Ranma nunca le había hablado así antes. El chico de la trenza, poco a poco se fue acercando a su prometida, con una marcha hipnótica y seductora que, no pasó desapercibida por Akane, la joven volvió a tragar en seco.

—Yo… pu-pues sí. Lo preparé en clase de cocina…

—¿Lo preparaste para mí? —Akane comenzó a sudar, no recordaba haber visto antes una faceta así de Ranma, él siempre había sido tímido con las mujeres y un poco… lento.

—¡Sí! ¿Estás sordo? —La joven peliazul no sabía cómo reaccionar ante las palabras de su prometido, y menos a su actuar ¿Acaso él había sido hechizado? Akane sentía que algo estaba diferente.

—Sólo quería confirmarlo… —Ranma destapó la oscura golosina de su envoltorio y le dio una mordida con exasperante parsimonia; luego, se chupo los dedos pulgar e índice, borrando de ellos el remanente de chocolate, el gesto de Ranma fue insinuante sobremanera, y despertó en Akane un deseo que, hasta ese momento, le había resultado desconocido. El corazón de Akane latía cual caballo desbocado; su respiración empezó acelerarse; ambos, comenzaron a acortar la distancia que los separaba, sin ser totalmente consciente de ello, y no parecía que quisieran detenerse.

—Akane…

—Dime… —y entonces ocurrió… Ranma estampó sus labios sobre los dulces y carnosos labios de su prometida, al tiempo que la sujetaba de los hombros para asirla fuertemente a sí. Le había costado horrores reunir el valor necesario para llevar a cabo semejante hazaña, y se negó a fracasar sólo porque en el último momento ella hesitara, o a él le faltaran pantalones. El beso les supo a gloria, mezclado con dulce y un ligero toque amargo del chocolate; las piernas les temblaron y el corazón brinco de júbilo. Ya no había cabida a dudas ni arrepentimientos, todo cambiaría a partir de ese momento, y seguros estaban de que ese cambio, sería para bien. Su primer beso. Akane no sabía que el pelinegro, secretamente había escuchado la plática que mantuvo con Shampoo y esa charla fue el incentivo que él necesitaba para poder llevar a cabo aquello que anhelaba hacer desde que había comenzado el día.


N/A: ¡FELIZ DIA DE SAN VALENTIN! (Atrasado XD) Escribí este pequeño One-shot con mucho cariño, deseando que sea de su agrado. Agradezco de antemano el tiempo que se tomen en leerlo y también por los reviews que me obsequien. Les reitero mi compromiso personal de terminar los dos FanFics que tengo pendientes, aún no los he olvidado y sigo trabajando en las actualizaciones, yo espero pronto actualizar. Cuídense mucho

¡Hasta Pronto!