#0 ¿Sientes el calor?


Podía sentirlo en su boca.

El sabor a hierro era lo único presente en su lengua mientras el líquido vital se escurría por las comisuras de su boca.

Su cuerpo parecía imitar a la perfección una escena presente en una película de horror, las tripas esparcidas por el suelo.

Los brazos y piernas rotas o extraídas del cuerpo mismo. No sería equivocado llamarlo un torso con una cabeza.

Verdaderamente una imagen patética.

Pensó el chico con no poco desprecio.

Cada segundo el calor se apartaba de su cuerpo mientras sus ojos perdían el brillo de la vida. Como una tenue llama a punto de apagarse, su fin no estaba lejos.

Un grito agonizante escapaba de su boca, rompiendo con el ambiente silencioso de la noche.

Nadie podía ayudarlo.

Emiya Shirou moriría en silencio. Solo y abandonado en las sombrías calles de Fuyuki.

...

...

...

Una anomalía sin precedentes ocurrió, el chico despertó en un dojo de aspecto familiar mientras era instruido por la que parecía ser su querida hermana mayor, el gran tigre de Fuyuki.

Las reglas estaban destinadas romperse.

Con una ventana y un texto ante sus ojos, el pelirrojo tomo una decisión. Una que lo cambiaria todo.

Para que hubiera felicidad, el destino debía ser cambiado.

[New Game]

Endureciendo su resolución presiono sin dudar la opción afirmativa. ¿Que tenía que perder?

Ya había muerto, y de una manera bastante agonizante, no creía que hubiera algo peor que eso.

No iba a retroceder, y si para cambiar el destino debía de mancharse las manos. No iba a dudar en hacerlo.

La travesía del Falso Extranjero vio así su inicio...

Su amarga y dolorosa búsqueda sin final.

...

La mente de Shirou quedo en blanco por unos pequeños instantes. No podía creerlo.

Una figura que se le hacía familiar de entre los miles de recuerdos de sus "Yo" alternos hacia que su cabeza doliera.

La figura delante de él, definitivamente no era una que hubiera creído que podía hacerse presente.

Mucho menos que hubiera contestado su llamado.

No después de lo incómodos que fueron aquellos tiempos y en los términos en los que se habían separado en aquella ocasión.

- ...Emiya - Murmuró ella mientras lo miraba con nostalgia e ira contenida.

Shirou no pudo evitar parpadear y sentir como se le secaba la boca.

Un hermoso cabello largo y blanco corrido hacia atrás...

La luz de la luna brillando como si fuera un reflector presente solo para ella.

Por primera vez, Emiya Shirou se cuestionó a si mismo sobre si tenía una especie de fetiche extraño.

Tal vez era una cosa que compartían padre e hijo. Ambos habían terminado hechizados por mujeres de cabello blanquecino.

Llevaba un traje negro algo ceñido a su cuerpo remarcando su excelente figura, guantes del mismo color en sus manos.

Una gabardina azul con toques dorados que acentuaba aquella aura malévola y arrogante que la rodeaba.

Trago lo poco que tenia de saliva en su boca mientras veía como ella lo miraba con el ceño fruncido. Un desdén fijo en sus ojos, ella tenía un gran rencor hacia él y no había forma de que no pudiera notarlo.

Una Katana negra envainada en su costado.

Obviamente haciendo caso omiso de Lancer, quien comenzaba a sentirse molesto y algo incómodo con como estaba siendo ignorado.

Incluso con una expresión molesta, su rostro no perdía su gran belleza.

Sin lugar a dudas ella era un demonio, sin sonreír, reír o incluso la menor muestra de un reconocimiento positivo.

Ya podía dominarte con su encanto.

Puede que no fuera una habilidad de la hija de Sparda, pero definitivamente era uno de sus talentos.

- Te lo pregunto ¿Eres mi Master? - Podía escuchar sus dientes rechinar con furia, el tono usado lejos de ser respetuoso era casi mecánico, como si lo hubiera dicho más por obligación que por que en verdad quisiera decirlo.

Realmente no le sorprendería si ese fuera el caso.

Shirou se sorprendió cuando se encontró a si mismo sonriendo en su dirección... Aun si sabía que sonreírle solo la irritaba aún más.

Él estaba seguro, incluso si el camino que seguía lo llevaba al infierno.

Este momento permanecería para siempre grabado en sus recuerdos.

...

Inmediatamente luego de decir lo que debía, Saber se movió a toda velocidad interceptando el ataque sorpresa que Lancer había enviado.

Observando la batalla el chico salió de su ensoñación.

- Trace On - Palabras con gran poder fueron dichas con suavidad, una que sería difícil de oír incluso sin que estuviera presente el sonido de la batalla.

Virginia realmente disfrutaba jugar un poco con sus oponentes, en todo caso por mucho que no lo admitiera ella y Dante compartían ese mismo rasgo.

La forja se vio iniciada.

Ebony e Ivory aparecieron en sus manos. Sabía que si Dante se enteraba de que había creado dos pistolas y había tomado el nombre de las suyas para nombrarlas probablemente se hubiera ahogado de la risa.

...O se hubiera encabronado por como descaradamente había creado una falsificación de sus bebés, quien sabe.

En todo caso, era hora de que el actor principal saliera para presentarse. No podía dejarle a Saber toda la diversión.

El inicio estaba mal, el método no era el adecuado.

Pero la anomalía había sido influenciada por sus distintas encarnaciones. Por lo tanto se consideraba un éxito.

Con una sonrisa colgando en su rostro, el sonido de las balas siendo disparadas.

Su cuerpo se reforzó al máximo y se lanzó hacia adelante. Se dejó llevar por completo, la poca racionalidad que tenía se había tirado por completo por el escusado.

Solo quería soltarse y pelear.

Ya no más niño bueno.

La guerra estaba iniciada, ser proactivo era necesario.

Quedarse como una tortuga con la cabeza en su caparazón era tentadora, pero la idea de luchar junto a su Servant lo era mucho más.

Él ya había tomado su decisión. Una de la que estaba seguro no iba a arrepentirse.

El enfoque pasivo no iba a darle el final feliz que deseaba con todas sus fuerzas, si lo quería debía tomarlo con uñas y dientes.

Gotta let it out.

Lancer no sabría ni que lo golpeo.

Pull the Trigger.

...

Rin entro en pánico mientras hacía que Archer la llevara al hogar de Emiya.

Su Servant suspiro exageradamente para molestarla a propósito.

Cosa que no hacía nada además de fastidiarla, aunque agradecía el gesto de al menos intentar hacer que se distrajera para que se relajara un poco.

Vestido como un Rockero pasado de moda, con una cabellera blanca con mechones negros. Sus ojos violetas cargaban con un incesante cansancio. Un aura tanto frívola como poderosa lo rodeaba.

La decepción era clara en la mirada de la chica cuando pensaba en el Servant que había invocado.

¿Quién se suponía que era Grey? ¿De verdad estaba lo suficientemente seguro de que ella sabría de su leyenda?

Tal vez un pseudónimo y nada más, no era raro que un Servant los usara con sus Masters. Mucho menos que prefirieran ser llamados por esa clase de sobre nombres que por el de su Servant Class.

Salvaje y obediente.

Definitivamente eran las palabras adecuadas para describir al hombre.

De hecho, le sorprendía que su clase no fuera Berserker. Pero eran cosas sin importancia si se tuviera en comparación con el hecho de que debía detener a Lancer.

Si Emiya lograba vivir, al menos la gema que gasto en él no habría sido un objeto utilizado en vano. No podía esperar para restregarle en la cara de Kotomine mientras aclaraba que aunque una novata ella ciertamente podría acorralar a Lancer y no solo eso vencerlo.

Y todo usando solo un Archer.

Grey suspiro con pesar, en su mente comenzó a formarse la idea de dejar a la heredera atada en un árbol y usarla como una carnada.

Deseos de ceder ante esa vocecita chillona que le decía que lo haga era lo que menos le faltaba.

No pude resistirlo, quise sacarlo más temprano pero no lo había terminado. XD.

Tengo sueño así que lo más probable es que lo edite mañana en cuanto tenga la oportunidad.