Disclaimer: Los personajes, lugares y hechizos, son propiedad de J.K Rowling, a menos de que se especifique lo contrario. No hay retribución monetaria con la realización y publicación de esta historia.
Este fic participa en el "Say It With Songs!" de Draco Malfoy PMA. Songfic inspirado en la canción coreana "Mixtape: OH" del grupo de kpop Stray Kids.
MIXTAPE: OH
La campana que anuncia el inicio de las clases matutinas, resuena con su estridente chillido mientras los estudiantes se apresuran a sus respectivas aulas, dejando sin terminar conversaciones atrasadas desde el viernes pasado y los planes para el trascurso de la semana en pendiente.
Harry, quien no por primera vez llega con el tiempo justo a su instituto, se baja con rapidez de su bicicleta y busca la cadena y el candado para dejarlo en el improvisado parqueadero para las bicis.
— ¡Diablos! —se queja mientras el candado cae con un golpe sordo en la punta de su pie derecho.
— ¡Harry, apresúrate! Esta vez no dejaré que yo sea el único amonestado por impuntual. —le grita la voz de su novio Draco desde el pasillo del segundo piso. Su novio… Draco.
Harry no puede evitar detenerse y sonreír ampliamente mientras mira hacia arriba, donde se asoma la cabeza rubia de Draco. Su cabello pulcramente peinado brilla con la luz del sol y Harry se obliga a recordar que debe respirar para poder continuar con su día.
— ¡Espérame! —le grita— O mejor dile a la profesora que subiré en cinco.
— ¡No ha llegado! ¡Sube rápido! —le urge Draco, y Harry decide que hoy será el primer y único día que dejará su bicicleta sin encadenar, pues guarda de nuevo la cadena y el candado y silenciosamente pide a Dios que cuide de su medio de transporte.
Corriendo, sube de dos en dos las escaleras para el segundo piso y se apresura a llegar a Draco, quien está dando brinquitos en su sitio como si eso agilizara los pasos de Harry.
—Hola —saluda Harry casi sin respiración cuando le alcanza—. Te juro que esta vez me levanté temprano.
—Ah, no importa —Draco le da un beso rápido en la mejilla y jala de él hacia el interior del aula, ignorando como la mente de Harry se desconecta por un breve momento.
Son amigos desde los diez años, pero son novios apenas hace seis meses, y a Harry aún le cuesta acostumbrarse a lo afectuoso que puede ser Draco como novio. Bueno, en realidad aún no se hace a la idea de que por fin es novio del chico que lo trae suspirando desde que entendió por primera vez qué era gustar de alguien… qué era sentir las dichosas mariposas en el estómago cada vez que ese alguien te miraba o sonreía.
Cuando mis manos te rozan , cuando te miro me quedo sin respiración. Nunca antes me he sentido de esta manera, no puedo explicarlo. Se siente diferente, por eso cada vez quiero más.
Cuando ambos ya están acomodados en sus pupitres, Draco procede a contarle los chismes frescos de los que pudo enterarse antes del toque de entrada, y Ron, quien se sienta detrás de ellos, hace sus propias aportaciones y los tres se ríen por el castigo que está pasando el bravucón del salón, Vincent, en los baños del colegio.
— ¿Estudiaste para los finales? —Draco centra toda su atención en Harry cuando Ron se entretiene con alguien más, dejando a la pareja a su gusto— Estuvimos toda la noche en el chat y no creo que hayas leído siquiera dos líneas del libro de Biología en el fin de semana.
Harry hace una mueca y deja caer la cabeza en su pupitre.
—Lo intenté, Draco, de veras, pero no pude hacerlo. Cada vez que quería estudiar, mi mente se distraía con otras cosas, y todos los temas se enredaban en mi cabeza. Me rendí en la tarde y vi la tele.
Draco pone los ojos en blanco y le da un leve golpe con el codo.
—En lugar de ver la tele, pudiste haberme llamado para ayudarte a estudiar, Harry —le regaña—. Eres igual o peor que Ron, y si sigues así, no nos graduaremos juntos este año.
—No seas tan dramático, hombre —Harry resopla con diversión—. Si acaso pierdo Biología, no lo haré con las otras materias. No creo que me hagan repetir curso por una materia solamente.
—Eso crees tú —Draco pone una cara de sufrimiento y se estira en el respaldo de su silla, medio abrazando la figura de Harry y dejando que su otro brazo caiga inerte a su lado—. Me graduaré sin mi novio y no iremos juntos a la universidad. Tendré la mala fama de tener un novio irresponsable, que perdió su último año de secundaria, y me dirán "Oh Draco, ¿es cierto que tu novio es un pandillero?"
Harry empieza a reír y capta también la leve sonrisa que se forma en los labios de Draco. Deja que continúe:
— ¿Y qué podré decir yo? No puedo negar lo evidente, que has perdido el curso, pero si te defiendo y digo que no eres un pandillero, ¿quién me creerá? Oh, no creo que incluso me dejen entrar en sus grupos de amigos —Draco hace un ruido lastimero y abraza a Harry mientras dice con voz llorosa:— ¿Serías capaz de vivir con eso, Harry?
Mientras Draco sigue con su dramática exposición de su futura vida universitaria, Harry deja caer su cabeza, pero esta vez en la de Draco, quien tiene su cara escondida en el cuello del moreno.
Pensándolo seriamente, debe ponerse al día con el temario de Biología, si es que quiere al menos sacarse una nota decente en el examen final. ¡Pero le es tan difícil! No quiere pedirle ayuda a Draco, porque lo que menos quiere es que sus ratos libres con su novio se vean llenos de libros, fórmulas, plantas y miles de tonterías más.
También podría pedirle ayuda a Hermione, quien en un principio le ayudó con matemáticas y es la responsable de que él ahora sea el tercer mejor alumno de la clase en la materia. Harry sonríe y piensa que, como pago, puede por fin meterle algo de razón en la cabeza a Ron para que se anime a invitarla a salir; ¡Hermione estaría encantada!
Hablando de Hermione, la chica hace su aparición en la entrada del aula y Harry se pregunta cómo no notó su ausencia antes. Ella trae unos portafolios inmensos abrazados a su abdomen y Harry los reconoce como los de la profesora McGonagall.
Harry quiere mucho a su amiga, sí, pero eso no le impide reconocer que ella es una lamebotas. Ella incluso lo ha reconocido, aunque el término que utiliza es distinto.
— ¡Chicos! —anuncia Hermione con voz lo suficientemente alta para que el bullicio de los estudiantes baje de volumen. Draco levanta rápidamente la cabeza, haciendo que Harry se golpee a su vez en la barbilla y se muerda la lengua. Sus ojos se llenan de lágrimas por el dolor y Draco lanza una risita culpable y luego le susurra un "lo siento".
"La profesora McGonagall en este momento está en una asamblea de urgencia de maestros en la rectoría, así que me ha dejado encargada de la clase en esta ocasión —Hermione infla el pecho mientras habla, y sonríe con malicia mientras unas chicas expresan su fastidio—. Así que he decidido que utilizaremos este tiempo para desatrasarnos en tareas o exámenes pendientes. ¡Informaré de cualquier otro comportamiento a la profesora!
—No eres nuestra monitora, idiota. —le sisea Lavender Brown.
— ¿Ves a otra persona aquí a quien la profesora haya dejado encargada, imbécil? —le responde Hermione y la clase se llena de abucheos.
Draco aprovecha ese momento para acercarse más a Harry y le abraza sutilmente.
— ¿Tienes algún plan para mañana en la tarde? —le pregunta mientras acerca su rostro al del moreno, usando un tono de voz meloso y poniendo nervioso a Harry. Pero de la buena manera.
—Bueno, no. Papá había dicho ayer que podíamos jugar un poco en el parque, ya sabes, quiere practicar para un partido de fútbol amistoso de su escuadrón, pero creo que no se podrá.
—Es una pena —Draco susurra, besando fugazmente la mejilla de Harry y haciéndole reír—. Entonces podemos salir mañana a un sitio nuevo de maquinitas, ¿qué te parece? Lo abrieron por el barrio Diagon, no queda muy lejos de aquí.
— ¿Es nuevo? —se anima Harry— ¿Podemos invitar a Ron?
Draco suspira con fastidio.
—No, Harry. Mañana saldremos nosotros dos. Nadie más —Draco besa nuevamente la mejilla de Harry, y este agradece que sus puestos estén casi al final del aula, donde hasta ahora nadie se ha dignado a mirar. Ron, Hermione y más amigos, están discutiendo con el "otro bando" del salón.
—Oh… vale, vale, está bien —Harry sonríe y gira la cabeza para mirar a Draco— ¿Qué debo ponerme?
— ¿Qué quiere decir esa pregunta? —Draco sonríe con picardía. Harry le corresponde y cruza las piernas y gira todo su cuerpo hacia su novio
—Que cuando hacemos planes, terminan en otra cosa muy distinta, así que necesito saber un aproximado de qué debemos llevar puesto, para no tener inconvenientes después.
—Ah, entiendo —Draco suelta una risilla—. Bueno, es que nunca se sabe en que pueda resultar una cita, ¿no crees? —Draco se encoge de hombros— Pero lo que es seguro es que quiero patear tu trasero en el arcade y luego algo más interesante.
— ¿Más interesante?
—Ajá. Con tu trasero también.
Ambos sueltan unas risitas, e instintivamente miran hacia el frente de la clase. Lavender y Hermione están de pie sobre el escritorio de la profesora y ni Harry ni Draco entienden como llegaron allí. No les importa de todos modos.
— ¿Qué dices? —pregunta Draco, esta vez atrayendo el cuerpo de Harry hacia sí, repartiendo besos pequeños por su mejilla y bajando por la columna de su cuello.
—No puedo decir que no al arcade. Mucho menos a una cita contigo —Harry responde, dejándose hacer.
—Te quiero, Harry —suelta Draco de repente, mientras le abraza con más fuerza y esconde la cara en su cuello nuevamente, suspirando feliz.
Harry trata de no tensarse y de actuar con normalidad. No quiere que su novio note nada en su lenguaje corporal y malinterprete las cosas. Que malinterprete sus sentimientos.
La cuestión no se trata ni por asomo de que Harry no quiera a Draco. En realidad, lo quiere, y mucho. Es sólo que aún no sabe cómo decirlo, no sabe cómo expresarlo de manera que de verdad exteriorice sus verdaderos sentimientos. No quiere quedar como un tonto, y mucho menos como un mentiroso.
Pensé que lo sabía . Estaba tan confiado, pensé que lo sabía todo. Pero contigo, no lo sé. Cada vez que me acerco se hace más difícil. Preparo lo que voy a decir, pero mi mente se pone en blanco y se me escapa. Al final, termino diciendo tonterías
Draco, la mayoría del tiempo, hace que su corazón dé brincos anormales a lo que debería latir un corazón. Hace que su piel hormiguee por la emoción y excitación, por la maravilla de poder llamarle "su novio", teniendo en cuenta que es el chico más guapo del mundo.
En sus primeros años de amistad, Harry nunca experimentó algo así por Draco, o bueno, cree que nunca pasó. Pero con el pasar del tiempo, el madurar del cuerpo y la personalidad, y las vivencias compartidas, Harry comprendió que no podía seguir evadiendo sus sentimientos, y vaya sorpresa y alegría cuando Draco fue quien dio el primer paso.
Cuando tomo tu mano, vuelvo a sentirme como un niño
Y coqueteo diciendo "No me mires así", cosa que no es muy mía
Te miro a los ojos y me acerco un paso más a ti
No importa cuánto lo planee y lo prepare
Cuando estoy contigo, soy solo un niño
Harry besa la cabeza de Draco y le da un ligero apretón a su mano, esperando que por ahora sea suficiente, hasta que pueda reunir los suficientes huevos para expresarlo en voz alta.
Siente rabia consigo mismo y traga saliva ruidosamente, mientras mira por la ventana hacia el patio de deportes. Se siente inmaduro, se siente como si fuera apenas un niño que no es capaz de gestionar sus sentimientos. Él quisiera darle el mundo a Draco, pero no es capaz ni siquiera de estudiar para un examen.
Puede que parte de su frustración venga también de todas las películas románticas que ve con su madre, donde todo es miel sobre rosas en las relaciones. Es obvio que hay una clara diferencia entre la mayoría de esas películas y su vida, pero él quiere ser el mejor novio del mundo ahora, no esperar a ser universitario o adulto.
Sé que no debería quejarme por eso, y sé bien que eres lo único que habita en mi mente. Mi corazón te quiere a ti, quiero tu amor. Este sentimiento es como veneno y tú eres el único antídoto. Estoy seguro de mis sentimientos, pero no puedo controlarlos. La manera en la que te hablo, como te trato, como me comporto contigo es inmadura. Ser como un adulto, amar como un adulto, ser un hombre maduro, pensé que serían cosas fáciles de hacer. Todo es difícil cuando estoy contigo
— ¿Qué pasa, Harry? —Draco se separa y le mira con atención, notando el descontento en el moreno— ¿Quieres que salgamos a tomar aire un poco? De todas maneras, la profesora no llegó y de verdad que yo también me estoy aburriendo de esta pelea de gallos que se armó aquí.
Es cierto, todo el mundo se está gritando y la compostura que Hermione siempre intenta mantener, se ha perdido desde hace un buen rato, mientras se enfrenta con otras chicas.
—Por favor —Harry se pone de pie y extiende la mano hacia Draco—. Nos vendría bien un poco de aire.
Ambos sortean en su camino a sus compañeros de clase mientras salen del aula, llegando al pasillo y recibiendo con gusto el viento fresco de la mañana. Reposan sus brazos en el barandal y se quedan en silencio, Draco estira el cuello elegantemente y suspira con fuerza mientras cierra los ojos.
Harry se le queda viendo.
¿Qué debería hacer?
¿Acaso estoy equivocado?
¿Esto terminará bien?
Quiero acercarme
Quiero acercarme más hasta llegar a ti
—Draco… quiero preguntarte algo. —Harry rompe el silencio y atrae la atención de Draco con su tono de voz serio.
— ¿Qué pasa?
Harry mira a los lados y empieza a jugar con la corbata de su uniforme. No sabe qué palaras utilizar y no quiere sonar ridículo.
—Yo… mira, es que me siento como un imbécil patán contigo, ¿vale? A veces creo que no te merezco.
Los ojos grises de Draco le miran con sospecha.
— ¿Qué estás diciendo? No ha pasado nada como para que me hayas molestado, Harry.
—No, no. Bueno, sí. Definitivamente te he molestado, lo que pasa es que eres muy buena persona como para decirlo, pero yo no puedo seguir así.
— ¿Qué es lo que pasa? —esta vez, los ojos de Draco brillan. Harry le toma por los hombros y le sacude levemente.
—No, no, por favor no me mires así. No quiero hacerte llorar.
— ¿Pero por qué me estás hablando como si fueras a cortar conmigo? —Draco pregunta, levantando la voz.
— ¡Eso es lo que menos quiero, Draco! ¡No quiero que cortes conmigo porque soy un completo idiota que no sabe decirte como en realidad me siento hacia ti! —Harry se exaspera y se separa un poco, mientras da pasos frenéticos en su sitio— ¡Siempre me dices que me quieres, nunca pasa un día en que no lo hagas y yo jamás te lo he dicho! ¡No como tú te lo mereces! —la voz de Harry se quiebra— No quiero que pienses que no te quiero porque no es así, Draco. Además de mi mejor amigo, siento que eres como mi alma gemela, ¡mi primer amor! Me haces sentir cosas extraordinarias, y sé que nos falta mucho por experimentar, que estamos jóvenes y todo eso, pero si me preguntaran qué quiero para mi futuro, tú eres el primero que se me viene a la mente. —Harry levanta la mirada, y ve los ojos llorosos de Draco—. Que me pase lo que sea, pero que sea contigo.
Draco levanta las manos, como si quisiera abrazar a Harry, pero decide que es mejor cerrar sus manos en puños y dejar salir un pequeño grito de frustración.
—Dios mío dame paciencia —dice después de un momento, con voz más calmada. Harry le mira y espera—. Harry… —Draco se acerca esta vez y le toma de una mano— No soy tonto, ¿sí? He notado que nunca me dices de vuelta que me quieres. ¿Pero sabes que más he notado? Que tu forma de decirme que me quieres es… cómo decirlo… tú eres más de acciones que de palabras, ¿entiendes?
Harry asiente lentamente con la cabeza y Draco sonríe con ternura.
—Me besas, me acaricias, me haces cosquillas, me sonríes, me mimas con cualquier capricho, y es ahí donde yo comprendo que también soy querido. Que sientes lo mismo por mí, y que lo demuestras de otra manera. Que soy importante para ti.
—Pero yo quiero decírtelo muchas veces… —Harry dice a media voz.
—Lo sé, entiendo que eso te moleste, Harry, pero no debes preocuparte por lo que yo siento al respecto, ¿sabes? Nunca he dudado de tu cariño y me siento muy bien contigo, siempre. Seguramente te tomará tiempo el decírmelo, puede que mucho, puede que mañana me lo digas, pero aun así, yo siempre sabré que tengo al mejor novio del mundo —Draco pone sus manos en ambos lados de la cara de Harry—. Tenemos mucho tiempo por delante, para lo que sea que se nos venga como pareja, ¿sí? Estaremos juntos en todo y nos ayudaremos y amaremos mutuamente.
Harry le mira con sorpresa y se siente derretir con la sola sonrisa de Draco.
—Prometo que será el mejor novio —declara—. Mañana te dejaré ganar en todos los juegos y te llevaré a las mejores citas.
—Bueno, bueno. Dejemos claro que no necesito que me dejes ganar mañana. Ya te dije que te patearé el trasero. —los dos ríen y luego se besan, y sin tomar en cuenta en donde están, dejan que el beso se extienda.
—Y otra cosa —dice Draco cortando el beso—, ya eres el mejor novio del mundo para mí. Terminaremos este colegio, iremos a la universidad, trabajaremos, viviremos juntos, nos casaremos y adoptaremos un gato persa.
—Y un Golden Retriever.
—No, no quiero perros ni niños.
—Como tú digas —Harry acepta con facilidad y le abraza con firmeza mientras reparte besos por toda la cara de Draco, haciéndole soltar quejidos—. Gracias, Draco. Tú también eres el mejor novio del mundo.
Draco se aclara la garganta y se libera del abrazo para hacerle señas de que deben entrar al aula. Harry no se pierde el leve rubor en las mejillas de su novio.
Bebé (Quiero acercarme más hasta llegar a ti)
No importa cuánto lo planee y lo prepare, cuando estoy contigo soy sólo un niño
Te miro a los ojos y me acerco un paso más a ti
No importa cuánto lo planee y lo prepare
Cuando estoy contigo, soy sólo un niño
-fin-
La canción del songfic es hermosa y tiene un significado muy especial para el fandom "STAY". Quise hacer algo bonito con ella y con el Drarry, así que espero haberlo hecho bien. ¡Gracias por leer!
