Se necesitan dos para bailar el tango.
Ubicado en el ultimo capitulo del manga de BNA.
Tras la resolución de una guerra muda en la ciudad.
Tras haber rescatado a todos los beastman desaparecidos.
Tras haber frustrado un intento de los humanos de poner a la ciudad en jaque.
Shirou la había reconocido, había tomado la mejor acción y se había puesto un paso delante de el para obtener una resolución pacifica para una de los suyos.
Y en la familiar terraza de su edificio, todo eso había concluido en un apretón de manos.
Era raro que ella se viera tan feliz solo con eso.
"¡Aya saldrá en cualquier momento, vamos!" Escupió de la nada, sin soltar su mano empezó a arrastrarlo escaleras abajo y luego por la calle.
Estuvo mudo todo el tiempo, solo viendo a la alegre chica corriendo y mirando atrás de vez en cuando con una sonrisa tan brillante que podría deslumbrarlo.
¿Solo darle las gracias la había puesto de tan buen humor?
Se sintió apenado al notar las miradas de los transeúntes sobre ellos mientras atravesaban raudos la ciudad aun tomados de la mano.
…
Finalmente llegaron al muelle, ambas chicas se despidieron de manera afectuosa al ser un hasta pronto sin fecha exacta, Shirou tuvo que guardar su distancia considerando que Aya podría asustarse de tenerlo cerca, pues su ultima interacción fue bastante brusca.
Le había ofrecido una disculpa sencilla a la ex – tenderá , pero aun respetaría su espacio.
El barco partió dejándolos solos en el muelle.
Michiru siguió agitando la mano y deseándole lo mejor a Aya en voz alta.
Shirou se ensimismo viendo los frutos del esfuerzo de la chica tanuki.
Esta resolución era toda obra de Michiru y sus virtudes.
Su valor, su amabilidad, su determinación.
Tenia sus defectos, era imprudente, entrometida y algo torpe… MUY torpe, pero nada de eso la detuvo, y así lo había superado con sus propias capacidades.
De no haberla hecho a un lado, podría haberla ayudado… tal vez… tenía que aprender a escucharla.
Le dedico un largo vistazo a su rostro, Michiru estaba tan feliz que por un momento su perfil se vio brillante al ser acompañada de la brisa marina y el sol.
Y el pensarlo lo puso intranquilo, su pecho empezó a sentirse pesado mientras sus manos se volvían torpes, recordando que la había tomado de la mano hace nada, era un motivo estúpido para estar tan alterado, pero no se permitió perderse un solo segundo de esa vista.
El no lo sabía, pero Michiru acababa de robarle el aliento.
¿Comentarios y votos? Los veré en el siguiente.
