Catorce de febrero…
Una fecha especialmente mala para estar sola, de noche, en la azotea de su hogar en la cooperativa beastman, pero Michiru no se veía disgustada o preocupada en absoluto, solo ansiosa en el buen sentido.
Sus orejas se irguieron al detectar el sonido de la puerta de acceso de la planta de abajo.
Shirou entró con algo de prisa, divisándola recargada de espaldas en la barandilla, para que enseguida se aproximara casi corriendo hacia él.
"Hey" Dijeron al unísono, Michiru se río discretamente al respecto.
Ambos se sentaron en las sillas plegables que tenían ahí para tomar el sol… o luna en este caso.
"¿Como te fue con la consultoría?" Le preguntó de manera afable, solo buscando escuchar que había hecho hoy.
"Ehhhh… es de lo peor, cuando hablan de problemas de pareja o de como conseguir pareja es un dolor de espalda, me gusta pensar que me creen una experta en relaciones, pero como voy a serlo… si no tengo novio" Le sonrió con presunción haciendo que le tiraran de la mejilla como reprensión.
Si, nadie lo sabía de momento, aun era vergonzoso y se estaban aclimatando a eso de ser "intimos"
Al menos de la manera que podían mostrar en público.
"También volví a hablar con la chica que pega cartas para ti en la puerta" Le mencionó ella con algo de malicia, hace tiempo hasta llego a parecerle tierna, ahora se le erizaba la cola cada vez que se aparecía en el consultorio.
"Michiru" Empezó a preparar un regaño en caso de que hubiese hecho algo drástico.
"No le dije nada malo, solo que tal vez no seas del tipo que le gusten las relaciones" le aclaro de manera sobria y bastante responsable.
"Oh" Sonó aliviado al respecto.
"O que podrías ser gay" susurro eso tan bajo como pudo.
"Ven aquí" En voz sanguinaria la tomo de los costados, empezó a hacerle cosquillas y a besarla en el cuello.
"¡Hahahahaha~! ¡ESPERA! ¡YA~!" le coloco una mano en la cara, marcando el final de ese juego, si se ponían demasiado "fisicos" perderían el poco san Valentín que les quedaba.
"¿Y que estuviste haciendo?" Le cuestionó viendo de reojo una bolsa oculta junto a la puerta de la entrada.
"Una redada, un interrogatorio, mucho papeleo después, nada interesante" listo aburrido… falsamente aburrido, Michiru se indigno en el acto al ver que no la había solicitado para salvarla de sus aburridas tareas.
"¡Ehhhhh! ¿Por qué no me llamaste?" le reclamo acusadora.
"Tienes razón, podría haberte dejado el papeleo… hey, no me pellizques… estabas ocupada con el comité de la fiesta del mezclador ¿No? " Se excuso sujetándola en un abrazo para detener sus amenazantes y adorables garras.
Michiru se bufó a la mención del evento y la segunda cosa que estuvo haciendo en el maldito San Valentín.
"Ugh… nadie fue al tonto mezclador y no los culpo, el evento es súper ñoño, aburrido, no había música, nada de comer y lo que había era barato o soso" Aunque fuera un evento del propio ayuntamiento, solo asistieron desesperados o bichos raros… que tampoco congeniaron entre si.
"Dos tipos querían mi numero" Lo dijo con toda la intención de hacerlo una furia.
"¿Recuerdas sus rostros?" oculto bien la intención en su voz.
"Nope~" Esa también era una respuesta satisfactoria para él.
...
La gente prefería celebrar esta fiesta por ellos mismos con sus parejas y de hecho era lo mejor
Cosa que podría haber hecho con Shirou si el encargado de eventos extracurriculares no hubiese tenido la brillante idea o recibido la aprobación en primer lugar.
Aunque dicho por la propia alcaldesa, era poco probable que se repitiera dicho evento.
Sin mas delación, Michiru se puso de pie y corrió hacia uno de los puntos ciegos de la azotea, sin prisa alguna Shirou fue a la puerta de salida.
Ambos volvieron con bolsas de regalo.
"¡Taadaa!" Michiru le entregó la suya al mayor, tras ver lo que había adentro, sacó su contenido con cierta conmoción.
Era una chaqueta de cuero café claro, mas corta que su usual abrigo pero mas practica, por la fabricación y la calidad del material, diría que esto vino de una tienda de prestigio en el punto alto de la ciudad.
"Michiru… ¿no conseguiste esto con Marie verdad?" Ya veía venir ese escenario, si esta cosa era auténtica, entonces la chica estaría pagando intereses hasta que se graduara de la universidad… dos veces.
"Nah-ah, la compre directo de la tienda, no soy tonta" le reclamo aun esperando su agradecimiento.
"Pero… esta cosa debió costarte como veinte de los grandes" Empezó a deducir con consternación, aumentando el mal humor de la tanuki.
"¡HMmmmmhhhh…! es un regalo, deja de pensar en cuanto me costó" Le replicó hastiada, se cruzo de brazos y miro a otro sitio.
Era cierto, un regalo es un regalo, no debía verle el colmillo al caballo.
"Sigh~… Gracias Michi, es perfecta" Después de un suspiro y llamarla por el apodo que tanto adoraba, esta se volteo altamente complacida para mirar una sonrisa sincera en la cara del albino.
También le entrego su regalo.
Michiru sonrió maliciosamente recibiendo la cesta hecha por encargo.
"Oh, yo no puedo hacer excesos en regalos, pero tu si puedes gastar mas de veinte mil yenes en chocolates belgas" Le reclamo viendo la costosa cesta con un adorable Tanuki de chocolate en el centro.
"Porque yo manejo bien mi dinero, puedo cometer excesos de vez en cuando sin acabar en quiebra" Se burlo acusador, tentando a su suerte y al temple de la chica "Y no es todo"
Busco detrás de él.
"¡Gasp~!" Recibió… una replica exacta de su chaqueta deportiva roja y por la expresión de Michiru, esta casi parecía haber recibido un anillo de bodas.
En efecto, parecía a punto de llorar.
"Casi te mueres cuando tuviste que tirar la tuya, así que te busque un reemplazo" Fue una noche bastante larga, unos tipos le prendieron fuego a un laboratorio para borrar evidencia de sus actividades, poniendo así en peligro al edificio contiguo, obligando al par a evacuar a la gente de ahí.
Michiru salió ilesa, pero su chaqueta ya no era usable después de eso.
...
Ok, ya le había ganado en regalos, se le pego al torso como si fuese una garrapata en un abrazo bastante fuerte, luego se sentó en sus piernas, subiendo hasta su rostro para compartir un par de roces de labios.
Lo único que podría mejorar la noche seria salir a una cita... Originalmente le había pedido que salieran a beber… y era la idea.
Pero a esta hora los bares estarían repletos.
Y los hoteles también los estarían en un par de horas.
Y con ese pensamiento en mente empezó a volverse un poco intensa con sus besos, después de todo su Valentín estaba aquí, podían hacer su propia celebración en su cuarto, Shirou se separo un poco de sus hambrientos labios para disuadirla de calmarse.
"Michi~ es inicio de semana, todos estarán haciendo lo mismo, nosotros podemos esperar hasta el viernes y…" A mitad de su argumento, notó como la ropa de Michiru de repente estaba volviéndose mucho mas ajustada de lo usual "¿… Cambiaste de tallas?" le preguntó reprendiente, sabiendo que se había vuelto una mala costumbre en ella.
Sus pechos, trasero, estatura estaban creciendo a un ritmo lento y discreto mientras pequeñas chispas azules salían de su silueta.
La chica tanuki, ahora con proporciones de infarto, solo asintió coquetamente mientras le pegaba los pechos al torso de la manera mas osada posible.
…
"¿… y no estas usando ropa interior?" La regaño de nuevo viendo como dos botones resaltaban en su blusa negra y como sus pantaloncillos de mezclilla se hundían en sus inferiores.
Negó con la cabeza, mirándolo con hambre y dándole certeza de que eso era verdad, volviéndose mas invasiva con el tacto de su cuerpo y masajeando especialmente su entrepierna, empezando a quitarle poco a poco el auto control.
…
…
…
"Bien vamos" Solo un loco rechazaría tal ofrecimiento, era demasiado para cualquier varón, tomo una botella detrás de él junto con el resto de las cosas y la levanto con un solo brazo para ir a la habitación.
Michiru miro el objeto con cierta interrogante.
…
"Bueno, querías ir a pasar el rato en un bar, ya cumpliste veintiuno y tenia esto guardado en una caja de vino en un almacén desde los primeros años de la ciudad, así que pensé…" Michiru le quito la botella para desocupar sus manos.
"Vamos" Le ronroneo aun mas animada, viendo que esta noche podría ser MUY divertida.
Una vez entraron a la habitación, le pusieron seguro a la puerta y apagaron la luz, no paso mucho tiempo tras un breve brindis sin vasos, para que las bisagras de la cama comenzaran a rechinar de manera incesante y que la madera crujiera con vehemencia.
Susurros, risitas, jadeos y finalmente gemidos inundaron esa habitación.
…
Con algunas copas de mas, una botella vacía, completamente desnudos en el abrazo del otro, Shirou contemplo el rostro durmiente de Michiru con completa adoración, asimilando una realidad que solo podía encontrar en ese apacible y babeante semblante al dormir.
Podía negárselo a si mismo cuanto quisiese estando a solas, pero la realidad venia a abofetearlo solo cuando miraba el rostro de esa chica tanuki.
Mierda, estaba enamorado.
…
A la mañana siguiente, ninguno se reporto a trabajar, alegando que estaban seriamente enfermos por algo que comieron la noche anterior, una excusa muy común en esa fecha en particular y que la alcaldesa acepto solo por pura compasión para con su viejo amigo.
Solo seria por esta ocasión, se juraron un par de amantes con resaca y muchas ganas de tomarse solo ese día.
Feliz 14 de febrero.
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