Hola amigos, soy Yuzu Araki.

El día les traigo luego de muchísimo tiempo un one shot de una pareja que fue parte de nuestra infancia (De hecho, comparten un mismo desarrollo como personalidad plana) la cual junto con otras está en un pedestal.

Luego de que acabara el mundial y la consagración de Messi como el mejor jugador de la historia como las hazañas de la selección de Japón en la primera ronda contra Alemania y España se me vino a la mente aquel partido final del Torneo Juvenil cuando Oliver hizo su legendario tiro de chanfle contra Schneider y Muller a lo que se me ocurrió un one shot con su amada Patty con motivo del San Valentín.

Ya dicho esto, comencemos con este one shot.

Espero que les guste.

Yuzu y fuera.

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Código: Corazón

Pareja: Oliver Atom y Haydé "Patty" Daimon.

Motivo: San Valentín

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El lugar de los hechos ocurre en Barcelona, luego de una concentración.

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Oliver Atom iba de regreso a casa luego de un largo día de concentración, él como su escuadra estaban preparados para un apretado calendario que era La Liga Española y la Champions League, nada fácil pero con esfuerzo y dedicación lograrían los objetivos.

El 28 del conjunto catalán notó que las tiendas tenían adornos de corazones por doquier y el número de parejas a la vista había aumentado de manera significativa. Revisó su móvil, era 14 de Febrero, día de San Valentín. Según leyó, las chicas le regalaban chocolates a los chicos que les gustaban. Las niñas les regalaban a sus padres y hermanos. Y también leyó que existían los chocolates "de compromiso" que las chicas del trabajo daban a sus compañeros.

Tenía un año de estar con Patty y sus dos hijos gemelos, Hayate y Daibu, y debía admitir que aún no estaba del todo preparado para ser repentinamente un padre pero a pesar de ello seguía aprendiendo a medida que cosechaba hazañas y triunfos para su club.

El prodigio japonés, al llegar a su casa la cual era un pequeño apartamento en un edificio cerca del centro de la ciudad, notó que las luces de su hogar estaban encendidas. ¿Acaso Patty llegó antes? Revisó la hora, no eran ni las cinco de la tarde, su esposa llegaba pasadas las seis luego de recoger a los gemelos del kindergarten. No pensó demasiado en ello, si llegó temprano qué mejor, podrían cocinar juntos y pasar tiempo de calidad en casa.

Con esa idea en mente, Oliver subió hasta el tercer piso sin prisas.

-¡Ya estoy en casa!- avisó el centro delantero en voz alta mientras se quitaba el calzado y colgaba su abrigo, quizás estaba en suelo español pero no podían despegarse de las costumbres de su tierra natal.

-¡Bienvenida!- respondió Patty, sin asomarse- ¡Estoy en la cocina, ven! ¡Te tengo una sorpresa!

-¿Sorpresa?

Oliver, siendo victima de la curiosidad se apresuró a ir a la cocina. Y sí, fue una sorpresa grata: La mesa tenía un banquete, en una charola había muchos chocolates con forma de corazón, había globos de corazones adornando la cocina, su porrista vestía un precioso delantal de corazón también.

El actual capitán azulgrana no supo qué decir.

-Patty... Esto...

-¡Feliz día de San Valentín!- exclamó la castaña con emoción, abrazó a su amado amigo del balón y besó dulcemente sus labios- Hice chocolates para ti... Sólo los chocolates, algunas vecinas me ayudaron con lo demás- rió torpemente, enseguida se aclaró la garganta- ¿Te gusta? Es nuestro primer San Valentín juntos luego de mucho tiempo y... Yo-sonrojada, jugó sus dedos entre sí.

Oliver tardó unos segundos más en responder. Sólo unos pocos, porque su sonrisa fue inmediata, su pecho se llenó de un calor que no podía explicar y su corazón se aceleró como pocas veces. Tomó unos de los corazones de chocolate para verlo de cerca.

-¿Puedo comer uno?

-¡Claro! Son para ti.

Pero en lugar de comerlo, se colocó el chocolate entre los labios, sujetó a su esposa por la cintura y la besó en claro afán de compartir el chocolate con ella. La castaña correspondió el beso y el abrazo, comieron el chocolate juntos, entre besos, y apenas si separaron sus labios luego de terminar su golosina.

-Gracias, Patty, sabe delicioso. Deja me lavo para poder comer juntos.

-De acuerdo- besó sus labios una vez más y lo soltó- Por cierto, ¿quieres ver dónde más tengo corazones?- le guiñó un ojo.

El centro delantero se sonrojó intensamente y se apresuró a lavarse. Sí, moría por ver dónde más puso corazones su adorada porrista.