Capítulo 44 Día 20

Ya había pasado casi una semana desde la loca fiesta de cumpleaños de Erik.

Antonella se enteró de lo sucedido con Marlene bueno casi todo pues al ser una señorita algunos detalles fueron omitidos y fue enterada por su querido Erik. Y es que éste se sentía igual o peor que el personaje de la novela "Corazón delator" de Edgar Allan Poe. La conciencia y el miedo de que alguien más se lo dijera terminó por hacerlo confesar la mitad de la historia.

Así que estaba castigado por su amada Antonella, la penitencia lavarse la boca con agua bendita y no se verían hasta el festival de Mayo.

Erik estaba que se lo llevaba el tren pero con tal de conseguir el perdón de su amada y evitar la tentación él solito terminando las clases regresaba a encerrarse al cuarto de castigo.

Aunque tampoco era una penitencia para ninguno de los castigados pues dichos cuartos en realidad se habían convertido en un centro de juegos de azar. Todo gracias a que por las madrugadas los chicos fueron a la fraternidad por todo lo necesario para entretenerse.

Y como las hermanas solo iban a verlos dos veces al día y desde afuera pues no había forma de que los descubrieran. Bien dicen que una penitencia en grupo se convierte en fiesta.

Por lo que ninguno de los castigados estaban sufriendo en lo absoluto.

Pero quién si no estaba de vacaciones y con un humor insoportable era Terry pues la hermana Gray había permitido que tanto Candy como Annie fueran al festival de Shakespeare pero definitivamente ni él ni Erik podían llevarlas, ellos estaban castigados además no eran adultos como para que pudieran cuidarlas así que su única opción era una de las monjas.Y como ni AB o Candy eran admiradores de Shakespeare pues desistieron en ir.

Terry toda la semana estuvo de un genio que hasta el diablo se asustaría de toparselo, pues por un lado ni Candy ni Brower pudieron convencer a la Rectora de que él las acompañará y por otro su padre no atendía sus llamadas para poder chantajearlo.

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Establos.

Entre el invernadero y ahora cuidando a Michigan para prepararlo para su viaje de vuelta a América Anthony pasaba sus días con Albert.

Estaba feliz de tener a Candy y ahora también a Albert por las tardes. El único "pero" era Tery en los últimos días. Y es que el rebelde para bajar su mal humor solía cabalgar a Teodora por las tardes así que aunque no quisiera se lo topaba y como letanía debía tolerar los reclamos del chico.

Como buen ángel solo lo escuchaba y a veces pero sólo a veces lo trataba de calmar. Aunque otras más deseaba no ser un ángel y ahorcarlo. Pero al final eso hacen los ángeles escuchar y ver como los mortales culpan a otros de sus desgracias y en el caso de Terry tratar de conquistar el mundo… bueno no tanto así pero al menos superar a su padre y conseguir lo que quiera. Definitivamente era descendiente de Enrique 8vo.

Así qué toooodos los momentos en que se toparon en el establo Terry le reclamaba, después se desahogaba porque su padre es un tirano por no tomar sus llamadas, después decía odiarlo y finalmente se iba maldiciendo a el mundo entero.

Ya era viernes y no era la excepción, la única diferencia es que ahora Candy estaba ahí para calmarlo. Pues ya el festival iniciaba al día siguiente por lo que Terry estaba más qué insoportable e insistente con el pobre de AB.

-¡Solo tenían que hacer una cosa! - reclamaba Terry a Candy y AB.

-Y lo hicimos pero ya lo dijo la hermana Gray estás castigado no puedes llevarnos - se defendía Candy.

-Ese era el punto, convencerla. Vamos Brower finge que te sientes mal de… vaya no sé, inventa lo que sea, ella es muy condescendiente contigo - insistía Terry a AB.

-Lo hice pero después de lo que hiciste no la tienes tan contenta. Además el Duque dejó dicho que no puedes ir y obvio seguirá sus órdenes - respondió AB que ya estaba harto por toda la semana de los reclamos de Terry.

-¡Cómo lo odio! Me castigo y en toda la semana no se ha dignado en tomarme la llamada - gritó el rebelde.

-Terry basta. Entiendo que amas a Shakespeare pero tienes que aceptar que no se puede este año - regaño la pecosa.

-¡No! Voy a ir a como dé lugar y si me tengo que casar con Britter lo hago.

-Qué tonterías dices - dijo AB frunciendo el cejo.

-Sí, voy a decirle a la hermana Gray que tú estuviste el sábado conmigo y zas nos expulsan a los dos y bingo soy libre. Así que o convences a la hermana Gray o nos casamos - amenazó el rebelde.

-No vas a hacer eso - regaño de nuevo la pecosa.

-Por Dios es solo un festival. Podrás ver obras de Shakespeare por todo Londres - dijo despectivo AB a lo qué Terry indignado contestó.

-Mira Brower para tu información en este festival van los actores más reconocidos del reino y otros países. La ciudad se viste de Shakespeare. Shakespeare por aquí, Shakespeare por allá y narcisos muchos narcisos.

-Pues que equivocado estás porque no van los mejores actores, Eleonor Baker hasta donde sé nunca ha estado ahí - insistió despectivo AB.

-Eso es porque … porque… cuestión familiar.

-Si fuera creeme que iría volando - se rió AB

-Burlate Brower.

-¿Por qué le dices Brower a Annie? ¿Qué no es Britter? - interrumpió Albert acercándose a los adolescentes.

-Porque le encantan las rosas - dijo Terry con enfado.

-Perdonalo Albert, está de mal humor porque no irá al festival y se quiere desquitar con todos - intervino Candy.

-Vaya hasta mi sobrino debe pagar por tu castigo.

-Oh claro que sí. Sería el primero en ir al purgatorio conmigo - respondió amenazante Terry.

-Terry no blasfemes -regaño AB.

-¿En serio no irás Terry? pensé que al final si irías al festival.

-Albert no te burles.

-Jamás lo haría, sé lo importante que es para ti ese festival. Por eso lo digo en serio. Pensé que por el hecho de que irá tu mad… la señorita Eleonor tu padre haría un excepción para reunirte con ella.

-¿Cómo dices? - preguntó sorprendido el rebelde.

-¿No leen el periódico o qué? - dijo Albert a lo qué Terry le respondió.

-Perdóneme pero estamos en un internado.

-Eleonor Baker llegó a Londres con el resto de actores de Broadway que participarán en el Festival. Según la nota es la sorpresa del festival.

-¿Estás diciendo que la hermosísima Eleonor Baker estará a kilómetros de aquí y no cruzando el Atlántico? - dijo AB ilusionado.

-Sí está en el periódico lo tengo en la cabaña del velador.

-¡Permiso! - gritaron al unísono AB y Terry corriendo hacia dicha cabaña.

-¿De que me estoy perdiendo? ¿Desde cuándo Annie es admiradora de Eleonor Baker - dijo Albert sorprendido.

-Ay Albert si yo te contará no me creerías - respondió Candy.

-Últimamente creo que Annie es como Anthony así que nada puede ser más loco que eso.

-Vamos a alcanzarlos.

-Esta bien pero caminando traigo el tobillo lastimado.

-No debiste cabalgar con AB todo el día de ayer.

-¿Me estás diciendo viejo?

-No, tío abuelo - se burló Candy.

Ya en la cabaña del velador AB y Terry peleaban por el periódico. Jalandolo uno de cada extremo.

-Ten cuidado lo vas a romper.

-Pues entonces dámelo - dijo Terry arrebatándole el periódico.

-Sigo sin entender como Candy soporta tu genio.

-Porque me ama. Y ya no interrumpas déjame leer.

-Sí pero en voz alta quiero saber que dice - pidió AB a lo que Terry comenzó a leer en voz baja - Terry más alto.

-Ya te escuche. - se burló el rebelde, después de ver que consiguió su objetivo comenzó a leer en voz alta.

"La hermosa y talentosa actriz de Broadway llega a Inglaterra para su participación en el Festival de Shakespeare. Este año los narcisos de Stratford Upon Avon se opacaran con la belleza de Eleonor Baker "

-Es mamá, está aquí - murmuró Terry ilusionado al ver la foto de su madre en la nota.

-Dios quiero conocerla. Tengo que conocerla - decía AB desesperado.

-¿Cómo nunca la conociste en vida? Pregunta seria.

-No, la única oportunidad que tuvimos Stear hizo su invento y ..

-Cuando hizo explotar el auto.

-Exacto y a mi me dejaron para calmar a la tía abuela y ellos muy felices fueron a verla y sólo me trajeron fotos. La mejor foto sí, pero cuando morí se la auto heredaron.

-Vaya primos.

-Hablare con la hermana Gray le diré que siempre si quiero ir.

-Pues hazlo traidor.

-Ay vamos haré lo posible otra vez pero entiende que nunca irá en contra del Duque.

-A ver Brower, dijiste que ves el alma de las personas. Bien pues analiza la de la hermana Gray y busca su punto débil y bingo convencela.

-Dios no me permite hacer eso para beneficio personal.

-Brower no es beneficio personal es para ayudar a un alma triste como la mía.

-Bueno eso es cierto a quien ayudo es a ti.

-Vamos Anthony usa tu ingenio celestial - insistía el rebelde.

-Ya se, en Lakewood mamá tenía una forma de convencer a la tía Elroy de hecho lo aprendió de Albert.

-¿De qué está hablando Annie? - dijo Albert que junto con Candy se acercaba a la puerta de la cabaña. Y escuchó a AB.

-Albert me acompañas a … la vuelta a dar un paseo.- jalo la pecosa del brazo del tío abuelo.

-No, espera -dijo Albert escondiéndose tras la puerta para seguir escuchando.

-Tu tía Elroy es rara. No me cae bien desde que supe lo que te hizo - decía Terry que al igual que AB no notaban la presencia del tío abuelo.

-Lo sé duele pero ella creyó que ocultar a mi tío Albert era lo mejor para todos.

-Sí claro, romperle el corazón a un niño y a su tío lo vale.

-Pero ya no importa, estoy recuperando y disfrutando de cada momento con Albert. Así que no tengo nada que perdonar.

-¿Tu mami que dice? ¿ La ves?

-Nunca me habló de Albert tal vez no quería que sufriera por lo qué nos hizo la tía abuela.

-Ves, con mayor razón no debieron separarlos.

-Mejor volvamos a lo otro. Iré enseguida. Reza por que lo logré.

-Anthony ya me caes muy bien - se alegró el rebelde formandosele una sonrisa triunfal igual que a AB pero ésta se les borró al ver entrar a un molesto tío abuelo.

-Terry ¿qué haces? Una cosa es que le digas Brower porque me ha ayudado toda la semana pero otra muy diferente que la llames como a mi sobrino eso no es gracioso.

-Es mi culpa yo…- intervino AB

-¿De qué están hablando? Annie, Candy, Terry. ¿Qué me están ocultando?

-Lo siento no es mi secreto, no puedo hablar - respondió Terry cruzándose de brazos.

-Es qué…- decía Candy con voz temblorosa.

Y es qué Albert se veía molesto pues creía qué estaban jugando con la memoria de Anthony.

-Candy por favor, sigo esperando una explicación. Tu nunca me mentirías ¿verdad?

AB al ver lo acorralada que se sentía Candy y la mirada desconcertada del tío abuelo decidió hablar.

-¡Albert! -gritó AB abrazando fuertemente a su tío y comenzando a llorar.

-Annie.

-No soy Annie… soy Anthony. Perdón por no decírtelo antes … pero se supone que nadie debería saberlo. Perdóname.

-No sé … es que… no jueguen con esto - decía Albert qué estaba totalmente desconcertado.

-Albert, AB dice la verdad - apoyo Candy.

-Sí la cosa más loca pero es cierto - agregó Terry.

-Basta no es gracioso. … No creo nada… ¿cómo podría? - seguí Albert soltándose del abrazo de AB y sin poder contener las lágrimas.

-Un día George te llevo de regreso a casa donde ya te esperaba la tía Elroy con dos maletas para enviarte a un internado. Lo primero que hiciste antes de partir fue buscarme para abrazarme yo no entendí quien eras y porque lo hacías sólo prometiste que algún día nos volveríamos a ver y no dejarías que las estúpidas reglas de los ancianos de la familia nos volvieran a separar. El día de mi entierro tuviste que esperar a que todos se fueran para poder estar ahí, me llevaste una ramo de la Dulce Candy y me pediste perdón por no haber podido cumplir tu promesa.

-Anthony… eso nunca se lo he contado a nadie… ¡Eres Anthony!

Tío y sobrino nuevamente se fundieron en un abrazo.

-Perdóneme Anthony. No pude cumplir mi promesa. Si yo no hubiera aceptado esa cacería.

-No, no digas eso. No es tu culpa. Mi destino ya estaba escrito.

-Anthony. Definitivamente tu mirada, tu esencia y ese amor a las rosas

-Por eso quiero estar contigo este tiempo antes de Luna llena.

-¿Qué quieres decir?

-Ese fue el trato con Annie. Yo tomé su cuerpo y ella pasaría tiempo con su madre en el otro plano. En Luna llena ella volverá y yo me iré.

-Esto es más loco que un invento de Stear.

-No creo - dijeron los adolescentes al unísono

-Aunque, me hubiera gustado que me lo dijeras si no hubiera sido por ese periódico… yo seguiría sin saber qué eres Anthony y qué hasta te gusta Eleonor Baker.

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-¡Lo tengo! Sí, tú Albert, llévanos a Stratford por favor. La hermana Gray te tiene mucha confianza - interrumpió AB

-Cierto si vas tú ya me dejará ir. Por favor - suplicó Terry.

-Anthony ¿Eres admirador de Eleonor?

-Sí por favor.

-Me encanta la idea de llevar a mi sobrino a ver a su actriz favorita.

-Gracias Albert.

-Es una buena idea así pasarás más tiempo con Albert - dijo Candy entusiasmada.

-Vamos hay que hablar con la hermana Gray para ya irnos mañana a primera hora - dijo AB que junto con Terry corrieron hacia la rectoría.

-Ok ok - sonreía Albert por el entusiasmo de su sobrino. Pues aunque fuera el cuerpo de Annie su mirada, su esencia eran las de Anthony.

-Gracias Albert por creernos - dijo Candy

-Algo en mi me decía que él era Anthony. Tal vez Rosemary.

-Albert date prisa - gritó Terry desde lejos

-Esto es tan raro. Anthony y Terry unidos en un frente común. Aunque AB lo niegue seguro serían buenos amigos - dijo Candy.

-Pero por supuesto. Vamos antes de que les de un ataque de ansiedad.

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Parlamento inglés 2pm

-La señora Harrison y su hija están desaparecidas. Seguro el imbécil lo sabía.

-Con esto será imposible llegar a un acuerdo. Solas se están inculpado.

-Segun la vecina pusieron la casa en venta junto con otras pertenencias. Y si es así lo más seguro es qué ya deben estar camino a América.

-Será cuestión de investigar a quien harán el depósito. Si es todo lo qué tienen no se irán a América sin el pago de su casa.

-Bien, hablaré con el fiscal.

-Sí deja qué el se encargue yo ya quiero estar tranquilo en mi viaje.

-Oh claro no quieres qué nadie los moleste. Su segunda luna de miel o ¿En qué número van?

-Claro qué no. Habrá miles de personas no tendremos privacidad. Además debemos ser discretos hasta qué hagamos público nuestro compromiso.

-Cómo digas. Saludamela.

-Lo harás tú mismo. Obvio querrá venir a Londres para ver a Terry.

-Eres duro con él. Pero tendrás tus razones. Avísame cuando tú y Eleonor estén en Londres por favor. Gabrielle estará feliz de verse con ella.

-Por supuesto.

-¿Cuando te vas?

-De hecho ya voy de salida, quedé de cenar con Charles. Justo le dejé un mensaje en su hotel y apenas alcanzó a llegar. Mejor me voy o perderé el tren.

-Suerte con eso. Me retiro y nos vemos…

-El lunes 22 estaré aquí por la tarde.

-Disfruta tu semana de vacaciones.

-Burlate.

Lord Hamilton salió riendo de la oficina del Duque cerrando la puerta tras de sí. Richard se quedó pensando mirando la foto de su hijo qué tenía en un portaretrato sobre la chimenea.

-Presiento qué a tu madre no le gustará para nada qué no te lleve al festival. Pero debo disciplinarte a como dé lugar antes de que cometas una tontería por tu querida Candy.

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Stratford Upon Avon

-Eleonor que gusto verte. Estás preciosa. Se nota que Richard y Terry algo tienen que ver.

-Oh Charles que ocurrencias. Pero debo admitir que estoy muy feliz de tenerlos de vuelta.

-Pues tu Duque no tarda en llegar. Me dijo qué se hospedaria en el Swan's Nest Hotel (1*). No he hablado con él pero me dejó un mensaje invitándome a cenar está noche. La parecer llega en el tren de las 7 . Si gustas puedes acompañarnos.

-Creo que aceptaré. Necesito hablar con él también.

-Perfecto. Te dejó tengo una junta en 10 minutos en el teatro. De hecho me veré con Robert y sus discípulos para ultimar detalles para la inauguración.

-Sí, me comentó qué él y su compañía harán la obra de inauguración. El Rey Lear.

-Me insistió tanto desde hace meses qué al final no me pareció tan mala idea. Los nuevos talentos en Stratford Upon Avon.

-Suena muy bien.

-Tan bien que ya se vendieron todos los boletos.

-Felicitaciones

-Me voy que ya es tarde. Cuídate.- dijo el hombre mirando su reloj.

-Sólo dime una cosa. Terry me comentó que suele venir con Erik cada año. ¿Crees qué venga?

-Seguro llegará con Erik, Candy y Annie mañana. Justo antes de venir le pedí a mi mayordomo llevarle a la hermana Gray un permiso pidiéndole que los deje venir. Aunque sigo esperando confirmación. Pero conociendolos seguro se las arreglan para venir no tengas pendiente.

-Muchas gracias Charles, nos vemos en la cena.

-Hasta luego.

-Señorita Eleonor si me lo permite iré a investigar en que habitación estará Su Excelencia.

-Está bien. Nos vemos después.

-Permiso.

-¿Por qué si Richard viene al festival no viene con Terry?. ¿Será qué mi Terry sigue con esa loca idea de dejar a Candy? Llamaré a Daniel seguro él sabrá decirme lo qué pasa.

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Afuera de la oficina de la Rectora.

Candy y Terry se quedaron afuera esperando por AB y Albert para saber el resultado de su petición a la hermana Gray.

Media hora después de haber entrado los dos Ardley salían decepcionados por lo que Terry preguntó preocupado.

-¿Cómo les fue? ¿Por qué esas caras?

-Lo siento Terry, la hermana Gray seguirá las órdenes del Duque - dijo Albert apenado.

-Creeme, Albert incluso le dijo que él respondería por ti pero es obvio que las órdenes del Duque pesan más -agrego AB también decepcionado.

-¡Lo odio! Me las va a pagar.

-No te enojes Terry tu padre es duro pero… a todos el castigo también fue de sus padres - decía Candy tratando de calmarlo.

-No, sólo a mí me castigaron tres semanas en el cuarto de castigo y además mi padre también con no ir al festival.

-Te equivocas, a los chicos también los castigaron sus padres. A Toby lo amenazó su madre, si vuelve a hacer algo indebido lo sacará del colegio. A los gemelos su tía los enviará a Grecia si vuelven a escapar, a Zach y Bastian les quitaron su mesada en lo qué resta del año y a Archie y Stear… - decía Candy para después mirar a Albert.

-¿Qué más puedo hacer? Les quite la mesada y sus hobbies además del quinto domingo desde que intentaron huir a América. Ya no se me ocurre nada más - se defendió el tío abuelo.

-Ahorcalos - dijo Terry con coraje.

-Sí claro, seguro eso te quitará el disgusto - intervino AB.

-No, pero tendré un momento de felicidad.

-Terry - dijo Candy abrazando a su rebelde- Habrá más festivales y por supuesto iremos juntos.

Terry no contestó, solo se limitó a mirar el vacío. Pero Candy lo conocía tan bien. Sabía que esa mirada intentando no llorar y sus puños contraídos significaban cuánto deseaba ir a ese festival. Pero se contenía de llorar pues no quería sentirse derrotado.

-No sólo es Shakespeare… Ese festival era lo único que me unía a mi madre cuando tenía prohibido verla… - dijo finalmente tratando de cubrirse las lágrimas.

Albert recordó como lo separaron de Anthony y de lo que hubiera dado por tener valor y desafiar a la tía Elroy para dejarlos estar juntos. Así qué al ver los ojos llorosos de Terry decidió desafiar a Duque.

-Está bien. Dios que todo salga bien o el ahorcado seré yo. - pensó Albert mientras tomaba de la mano a Candy y a AB. Una en cada mano y las acercó a él dejando a Terry a un lado. Después se dirigió a ellas en voz alta - Candy, AB, solo lo diré una vez y a ustedes, nadie más debe saberlo a menos que lo escuché sin querer. Mañana a las ocho de la mañana vendré por ustedes, las esperaré en el portón para que les permitan salir. Dejaré mi carruaje estacionado a la vuelta y voy a pedir uno muy amplio para poder llevar sus maletas, tan amplio que hasta una persona podría caber en el compartimiento de equipaje. También reservaré un camarote en el tren para cuatro personas y así ir más cómodos. Por el hospedaje no hay que preocuparse pues según el permiso que dejó Sir Mcklahan les reservó dos cuartos uno para ustedes y otro para Erik y Terry pero como no irán yo tomaré el de ellos, quedará una cama libre. Pero eso sí no puedo toda la semana así que mañana sábado iremos a la inauguración, el domingo veremos un par de obras, y el lunes regresamos a medio día ¿Entendido?

-Seguro - dijeron los tres adolescentes incluyendo Terry con entusiasmo pues entendían la ayuda del tío abuelo.

-Bien me retiro para terminar lo que estaba haciendo en los establos, nos vemos mañana.

-Voy contigo - dijo AB corriendo tras él.

-Albert es lo máximo -decía Candy mientras secaba las lágrimas de su rebelde.

-Ya lo creo.

-Y ahora ¿Cómo harás para cubrir tu ausencia?

-Las hermanas solo van al cuarto de castigo dos veces al día para llevarnos comida y no entran a los cuartos así que no será raro para ellas no verme. En misa tampoco. El único problema serán las clases el lunes si uno de los maestros le va con el chisme a la hermana Gray. Así que solo debo enfocarme y cubrirme el lunes y creo saber quien me puede ayudar.

-Ten cuidado. O te mandarán a Dinamarca.

-No te preocupes, en cuanto vea a Eleonor ella se encargará de domar al Duque.

-Ojala todo salga bien.

-Ya verás que si. Y lo mejor es que conocerás el pueblo de Shakespeare es tan hermoso. Creeme te encantará.

-Estás tan emocionado que debe ser muy bello.

-Lo es. Yo sería feliz viviendo ahí.

-Lo que tú quieras me hace feliz.

El rebelde le robó un beso, un beso que fue correspondido sin importar que estuvieran afuera de la oficina de la rectora. Se amaban tanto que a veces se olvidaban del mundo que los rodeaba.

Mildred los miraba camino a la biblioteca se quedó perpleja por el actuar de Terry. Quedándose con un sin fin de ideas en su cabeza.

-Terry es tan raro. Annie era su prometida hace unos días y de pronto Antonella y lo dice en plena misa, pero ahora besa a Candy. ¿Cómo puedes ser tan mezquino? No entiendo como pude enamorarme de él. Aunque no se aprovechó de mi pese a que estuvimos solos un par de veces, será que no soy su tipo. Terry eres tan raro ¿Qué ocultas en tu corazón?

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Penthouse de Marlene

-Está aquí en Inglaterra. ¡Esa maldita seguro se verá con él! - gritaba enfurecida la ex vedette y aventando el periódico por la ventana.

-Me temo que si amiga. Según mi contacto el Duque salió de viaje y regresa en una semana - comentaba su amiga también ex vedette Trinidad mientras arreglaba sus uñas.

-¿Te dijo a dónde?

-No dejó dicho. Sólo que era un viaje de negocios.

-Sí claro. Los mismos que hacía conmigo cuando estaba casado.

-¿Qué piensas hacer? Ay amiga no se te ocurra ir.

-Pues si voy a ir y a exigirle que me cumpla su palabra. Prometió casarse conmigo.

-Ay Marlene. Ya habías prometido cambiar el rumbo. Déjalo ir, recuerda lo qué nos dijo tu amiguito con cara de niña Anthony. Valemos mucho y tipos cómo tú Duque no nos merecen. Sigamos el Plan y en cuanto vendamos todo nos vamos a América.

-Y lo haremos pero primero me las paga.

-Marlene, ese hombre es intocable.

-Te juro que si los veo juntos les voy armar un escándalo que no olvidarán en toda su vida.

-En ese caso, yo voy contigo. De a montón son mejor los escándalos - se burló Trinidad

-Ya lo creo qué sí. Le haré saber a Richard que no debió jugar conmigo - dijo Marlene partiendo en dos el abanico qué llevaba en sus manos.

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Colegio San Pablo 9 pm.

En el área de castigo los chicos ya terminaban de cenar. Habían acondicionado el primer piso qué sólo tenía cuartos vacíos y llenos de objetos inservibles en un comedor y cuarto de descanso.

Ahora sólo platicaban entre ellos de los chismes y otras cosas de chicos. En un rincón cerca de la ventana para qué Terry pudiera fumar Stear conversaba con él.

-Terry me pides demasiado en tan poco tiempo.

-Vamos Stear no te estoy pidiendo una escultura de Miguel Angel. Eres un genio ¿no? Pues ingenia algo para que no me descubran.

-No te burles de mi conocimiento - reclamó Stear.

-No me burlé, digo la verdad.

-No nací ayer eh.

-Por favor Stear soy tu primo favorito. ¿O acaso es Neal?

-Obviamente no.

-Entonces ayúdame por favor somos familia.

-Pensé que para ti los Ardley estamos locos - dijo cómo sarcasmo el inventor.

-Y lo sigo pensando pero tú eres… más Cornwell e insisto un genio. Te falta pulir algunos detalles pero sin duda llegarás al nivel de Tesla - decía Terry con tono adulador a lo qué Stear contestó con entusiasmo.

-Has puesto atención en las pláticas qué hemos tenido sólo tú y yo.

-¿Y por qué no habría de hacerlo?

-Porque a Archie se le olvida todo lo que le digo.

-Seguro son las cremas que se pone en la cara ya las absorbió su cerebro.

-Ay Terry -dijo Stear soltando a reír.

-Stear ayúdame - volvió a duplicar el rebelde.

-Esta bien. Ya veré que hacer para que nadie se de cuenta que no estás.

-Gracias, ves porque eres mi primo favorito. - dijo Terry con un abrazo correspondido por Stear. Pero se dieron cuenta quyé el resto los miraba desde lejos así qué de inmediato se soltaron.- Bueno voy a empacar nos vemos el lunes.

-¿No dormirás con nosotros?

-No voy a cargar la maleta hasta aquí y después volver. Mejor dormiré en mi cuarto.

-Genial así dormiré agusto sin escuchar tus discusiones con Archie.

Terry se despidió de todos pero la salir del cuarto rumbo a su dormitorio Erik lo alcanzó en la puerta.

-¿Te vas? -preguntó desilusionado.

-Sí Erik ¿Seguro que no quieres ir?

-Me encantaría pero no quiero más problemas con Antonella. - respondió cabizbajo.

-Esta bien. Te traeré algo. Una foto autógrafiada de tu querida Gabriela.

-Gracias Terry.

Sin decirse más Terry se iba dejando a un triste Erik. Era la primera vez sin contar el viaje a Nueva York qué él y Terry no viajaban juntos a una loca aventura.

-No te desanimes Erik. Si quieres hago algo para que Antonella no se enteré. - dijo Stear dándole una palmada en la espalda.

-Gracias Stear. Pero me temo que yo mismo me delataría como lo hice con lo de Marlene.

-Qué bonito es el amor y complicado a la vez - dijo Toby con un suspiro.

-No debiste dejar la soltería - agregó Bastian.

-Fugate con ella a Stratford - dijeron burlones los gemelos.

-Chicos qué idea - dijo Erik frunciendo el ceño.

-¿Y por qué no? - insistieron los gemelos.

-Olvidenlo. Mejor así. - dijo Erik para después mirar por la ventana y ver cómo su amigo se iba sin él.

No sabía qué le dolía más no ir la festival o qué Terry se fuera sin él. Era de esperarse desde los 6 años habían estádo juntos en las buenas y en las malas. Creciendo y haciendo locuras y aventuras juntos. Solo por eso suplicó a su padre que lo inscribiera en el San Pablo.

Ni modo ya eran mayores y cada uno tenía su prioridad y para Erik ahora era Antonella. Todo fuera por recuperar la confianza de su amada..

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Dormitorio de Candy.

-Terry me asustaste - dijo la pecosa al ver cómo Terry entraba por la ventana sin previo aviso.

-Cómo tendrás la conciencia. Ah ya ví porque aquí está tu jardinero - dijo Terry al ver a AB

-Oyeme me llamo AB.

-Estamos terminando de empacar - decía la pecosa tratando de cerrar la maleta.

-Candy, solo iremos tres días ¿para qué llevas tanto?

-Porque es su ropa y la mía. Queremos usar sólo una maleta para dejarte espacio.

-Qué lindas.

-Pero no cierra.

-Dejenme ayudar. - dijo el chico que con todas sus fuerzas logro cerrar a la pobre maleta que desbordaba ropa por todos lados.

-Gracias Terry.

-Genial vamos a cenar - dijo AB encaminandose a la salita.

-Van a dejarme sólo

-No te preocupes la hermana Gray le permitió cenar a AB en su habitación pero trajimos la cena aquí.

AB señaló en centro de la sala qué junto a Candy acondiciono para tener un pequeño picnic. Después fue a sentarse en el suelo junto con Candy y Terry para comenzar a cenar.

-¿Y qué fingiste Brower? -preguntó el rebelde.

-Solo que me sentía cansado.

-Vaya angelito. ¿No conoces el octavo mandamiento? - dijo Terry fingiendo seriedad.

-No mentí, es la verdad. Mi cuerpo no es tan fuerte para todo lo que quiero hacer.

-Hace tantas cosas que se le olvida que está en el cuerpo de Annie - agregó Candy.

-Y cómo comes - se burló Terry al verlo que no paraba de probar bocados.

-La comida es deliciosa - decía AB qué no paraba de comer.

-Sí sigues así le dejarás varios kilos a Britter.

-De hecho ya no le queda el uniforme.

-Sí me queda todavía sólo tuve qué arreglar un par de botones. Por cierto ya está de malas.

-Les he dicho que adoro ese festival y lo qué significa para mí.

-¿Por qué no te quedas?

-De hecho a eso vine pero como está tu jardinero.

-Soy AB - reclamó Anthony.

-Ya no peleen. Cenemos y después los tres dormiremos aquí para qué nadie se quede dormido-; ordenó la pecosa.

-Provecho angelito.

-Gracias engreído me pasas la mantequilla.

-Claro.

-Aquí hay más pan - ofreció Candy.

Los chicos cenaban sin contratiempos salvó qué AB se comió hasta la última sobra. No lamió el plato porque sus modales no se lo permiten pero ganas no le faltaban.

Mientras Terry se acomodaba en el suelo, AB hacia lo mismo en el sillón de la sala para dormir. Cuando de pronto AB comenzó a sentir un fuerte dolor en el pecho qué casi lo hace desfallecer.

-¿Estás bien? Te pusiste palido.- se acercó Terry -Viste otro fantasma.

-Terry no te burles. ¿Estás bien Anthony?

-No me burló, pregunto porque así que se pusó en la mansión.

-No se preocupen estoy bien... Mejor voy a dormir a mi cuarto.

-Anthony espera - dijo Candy preocupada.

-Te juro que estoy bien. Sólo quiero dormir cómodo en mi cama. Hasta mañana - dijo AB con una sonrisa apenas notoria.

Anthony salió de la habitación para ir a la suya una vez ahí abrió la puerta hacia el balcón. Necesitaba respirar aire fresco. Esa intensa sensación de tristeza lo agobió tanto. Era la misma que sintió la última vez que estuvo en Nueva York.

Pero ¿por qué esa imagen y esa sensación de tristeza volvía, si Nueva York está tan lejos? ¿O acaso no era precisamente Broadway y Stratford era el lugar? Se preguntaba.

Se lavó la cara, los dientes y se puso su pijama. Quería dormir para disipar esa tristeza en su corazón.

Se quedó dormido, las horas pasaron adentrándose a la madrugada. Ya todos dormían en el colegio con la tranquilidad de la noche.

La pecosa y su rebelde dormían abrazados y tranquilamente. Los Cornwell y el resto de los castigados de igual forma aunque algunos no cómodamente pues les tocaba dormir en el suelo pero de cualquier forma tenían dulces sueños.

Pero AB no podía decir lo mismo estaba teniendo un terrible sueño donde solo era el espectador mirando con impotencia, tristeza y coraje como Terry y Candy eran tan indiferentes uno con el otro. Esa chica ¿Quién era esa chica? No podía ver su rostro pero era la causante de que Candy se fuera.

-No Candy ¿Qué haces? ¿Por qué te despides ? ¡Terry alcánzala! No la sueltes,... No la dejes ir… Terry. - decía AB angustiado en sus sueño hasta que finalmente se despertó gritando - ¡Candy!

Comenzó a llorar desconsoladamente lo había visto todo. Un par de almas gemelas separadas por un deber impuesto. Ahora entendía que esa imagen de Candy dejando Nueva York era por eso. Tarde o temprano Candy y Terry se separan y él no podrá hacer nada para evitarlo.

Continuará….

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Nuevamente gracias por leerme y por hacerme saber sus halagos y emociones. Australia77, Cecilia Rodríguez2, EveStru1213, Edith Grandchester, Gladys, Palasatenea2018, Paty de Sazo y todos los guest.

Respondiendo sus comentarios:

Me alegro qué se diviertan y qué también les guste que Terry tenga amigos.

Lo sé, mi Terry parece caprichoso, pero eso es porque es un chico que no le gusta que le impongan las cosas. Como aquella vez con Candy "No me impongas el agradecimiento" en lo personal supongo que creció siendo educado para ser un Duque y siendo de sangre azul está acostumbrado a tener todo lo qué quiera y hasta adulado por su título de Lord. Así que creo que es hasta cierto punto comprensible que no tolere las reglas y mucho menos los castigos de su padre.

Un abrazo fuerte y excelente fin mis queridas Canderrys ?