Disclaimer: Esta historia está basada en el universo creado por Rumiko Takahashi; ni la obra, Ranma 1/2, ni sus personajes me pertenecen.

"La honestidad también se entrena"

Capítulo 2.

Ranma se agarró de brazo del doctor Tofú, con quien afortunadamente se había topado en ese momento crítico.

-Dr. Tofu, no me siento bien – aferró Ranma aún más al agarre del doctor.

-Puedo notarlo, muchacho. No te preocupes, estamos muy cerca del consultorio, ¿crees poder caminar?

Después de un par de tazas de té, un chequeo general y el relato por parte de Ranma sobre lo que había pasado, el joven se sentía mejor, sin embargo, cansado como si hubiera nadado hasta China.

-Entonces, Ranma, me gustaría saber una cosa, ¿hay algo que te preocupe mucho últimamente? ¿Estás presionado con la escuela? ¿Algún encuentro importante de artes marciales?

-Pues no peor de lo normal

-Entiendo -miro fijamente el doctor al joven titubeando un poco- Ranma, mi diagnóstico es que estás saludable, físicamente. Sin embargo, no pienso que estés bien...

-Vaya al grano, por favor doctor.

-Escucha Ranma, la taquicardia, dificultad para respirar, sudoración excesiva, la perdida de control, los temblores, la sensación de irrealidad… Si no te hubiera visto no estaría seguro de que fue esto, pero te veías con miedo Ranma y no estabas bajo ningún peligro… los síntomas coinciden con los de un episodio grave de ansiedad.

-Entiendo ¿Qué debo hacer? ¿Tomar alguna medicina? ¿Ejercicios?- dijo el chico mientras se paraba listo para retirarse. Solo quería regresar a casa.

-Claro que todo eso podría ayudar, Ranma, sin embargo, tratar esto, a pesar de no ser una dolencia física, es algo complejo.

Ranma quedo en silencio, la verdad es que en general no le quitaba el sueño el tema de su salud, dado que siempre había gozado de una muy buena. Sin embargo, la intensidad abrumadora de lo que le había pasado, sintió, por primera vez, auténtica preocupación por su condición.

-Ranma – rompió el silencio el doctor Tofú – la complejidad de esto es que se pierde el control del cuerpo, pero también de la mente. Las cuetiones de la mente, del espiritu, si no las tratas pueden tener un impacto negativo en tu día a día.

-No entiendo, Doctor…

-Ranma, básicamente tu sensación de peligro surge de lo profundo de tu mente. Puede que tengas también una predisposición en tu familia, eso se puede investigar. Sin embargo, siendo mi paciente desde hace tiempo, pienso que tal vez es una preocupación, una idea irracional, que te está angustiando y la forma en la que se lo somatiza tu cuerpo es como si existiera un peligro inminente.

Ranma palideció y volvió a sentarse. Se sintió patético, tenía miedo, emoción que de por sí menospreciaba, pero si le sumaba que era algo que surgía de sí mismo, empero su desprecio a sí mismo.

-Ranma, dices que hay algo particular con lo que estés lidiando ahora… ¿Me podrías decir en que pensabas antes de empezar a sentirte mal?

-Pesaba en...- titubeo un momento mientras fruncía el ceño- No, no lo recuerdo – mintió.

El Doctor Tofú sonrió – Ranma, vuelve mañana, por ahora es mejor que descanses -encamino al chico a la salida – solo ten claro que, si quieres solucionar esto, necesitas ser muy honesto contigo mismo. Puedes mentir a los demás, pero a ti mismo no; tal vez tu poca honestidad es justo lo que te está afectando.

Ranma le dedico una mirada confusa al doctor antes de irse, este también lo miraba, más con su característica sonrisa amable que, por algún motivo, incómodo muchísimo al joven. El chico corrió a casa sin mirar atrás, se metió directo a su cuarto y se encerró ahí hasta la mañana siguiente sin contarle a nadie por lo que había pasado.

Continuará...

Aquí queda la segunda parte, me gustaría que me compartieran que piensan que es lo que está pasando con Ranma. Como les comente, serán capítulos breves. No sé qué tan larga será la historia, pero no planeo extenderla demasiado.

Antes de despedirme, muchas gracias a Adrit126, Gyggicats y Arianne luna por comentar el primer capítulo, sus comentarios me motivan a actualizar pronto y seguir con la historia.

Sin nada más que agregar, me despido

Daniela C.