Capítulo 7.

Londres 1896

- Te pido que dejes de venir a mi casa, yo no tengo nada que hablar contigo.

- Te equivocas, que no viva con mi hija no quiere decir que no me importe, no me perdí su infancia, no pienso perderme su adolescencia. Además, te será difícil apartarme de ella, soy su "tío favorito".

- ¡Te odio! solo me utilizaste, nunca te importé, solo estabas pendiente de Priscilla. Pero se acabo, ahora estoy embarazada, y es de Thomas, él si me ama, y yo con el tiempo he aprendido a amarlo, este hijo (se señala el vientre) será su heredero...

- Eso si fuera varón, sino será Sara... mi hija... la heredera de los Briand... y con suerte la heredera de los Campbell...

- Ni se te ocurra hacerle daño a mi hermano, ni te acerques a Duncan... Eres... Eres repugnante, la fortuna de nuestras familias es lo único que te interesa, pero te equivocas, si algo le ocurre a mi hermano le diré a Thomas la verdad, y espero, espero que él me perdone. Ahora largo de mi casa, no quiero verte más.

- Elisabeth, ¿qué pasa? ¿Te encuentras indispuesta? Amor, estás pálida... Alexander, hermano ¿qué ocurre? ¿por qué mi mujer está alterada? (se acerca y abraza a su mujer)

- Amor yo, yo...

- Shhh tranquila amor, respira, sabes que alterarte no te hace bien...

- Hermano, ¿por qué no me dijiste que Elisabeth estaba embarazada?, en su estado ella no puede viajar, a su edad todo es complicado y de riesgo, deberías cuidar mejor a tu mujer, un viaje puede ser peligroso...

- Lo sé, pero tengo que ir a Chicago, así lo ha dispuesto nuestro padre, y quiero estar con Elisabeth cuando nazca el niño.

- Debes pensarlo mejor, yo podría cuidarla en lo que ella da a luz, y puede viajar.

- No... por favor, Thomas no me alejes de ti, estoy bien, podemos llevar a un médico a bordo del barco, así estarías más tranquilo... y yo estaría contigo, eres lo único que necesito para ser feliz.

- Amor mio, no te preocupes estaremos juntos... Y bueno hermano, ¿a qué debemos tu visita?

- Vine a ver a mi sobrina preferida, le he traído algunas joyas de la familia para el festival de primavera del colegio San Pablo.

- Sara ha salido pero si quieres la puedes esperar, ya no debe de tardar, ven vamos al despacho, y hablamos de los asuntos pendientes de esta mañana.

- Muy bien, vamos. Hasta luego, Elisabeth...

Chicago 6 meses después

- Alexander ¿qué haces aqui?

- He venido para quedarme Elisabeth, quiero estar presente cuando nazca mi futuro sobrino.

- Ni te atrevas a acercarte a mi hijo, hablaré con Thomas, ya no puedo más, si esa es la única forma que tengo de que te alejes, lo haré...

- No pienso caer en tus jueguecitos... (la coge violentamente)

- ¡Suéltame! ¡auxilio!

Se escucha al personal del servicio subiendo las escaleras corriendo, comandados por Stewart, el mayordomo...

- Señora, ¿qué ocurre?

- Nada Stweart, la señora está a punto de dar a luz, se le ha roto la fuente, llama al doctor, yo la llevaré a su habitación.

- ¡No! Stweart, no te vayas quédate conmigo, tengo que darte algunas instrucciones para que se lleven a cabo durante los días que me encontraré indispuesta...

- Deja eso para después Elisabeth, no seas imprudente...

- Alexander déjame en paz, que haya roto la fuente no quiere decir que el niño nazca ya, todavía no siento las contracciones (mintió)... Por favor Marie ve a llamar al Doctor y luego ven a la habitación...

- Si señora...

- Alexander creo que serías de gran ayuda si pudieras avisar a Thomas... (Ante la mirada del personal, Alexander no tuvo opción... Así que salió de la mansión).

Ya en la habitación Stewart y Marie fueron testigos de cómo nació el heredero de los Briand, era fuerte y hermoso, un varón... Elisabeth lloraba de felicidad, pero algo le decía que Alexander no habría llamado a Thomas, que estaba afuera esperando el momento oportuno para dañar a su hijo, y eso ella no lo podía permitir, se encontraba débil, a su edad un embarazo no era fácil... Así que juntó todas sus fuerzas y escribió una carta, le pidió a Stewart que se la diera a su marido pero cuando él estuviera solo, sin nadie de testigo, el mayordomo no entendía nada, pensó que la señora estaba delirando... Pero Marie... Marie la entendía, ella sabía de la crueldad de Alexander, ella era testigo de las veces que Alexander la forzó a tener relaciones con él, a cambio de no revelar la paternidad de Sara, forzó a Elisabeth cuando era una jovencita, y ella aceptó todo para no provocar la ira de su padre. Era ella, Marie, su fiel servidora quien se encargaba de darle aquellas hierbas para que no se quedara embarazada de nuevo, solo cuando Elisabeth cumplió los 25, Alexander la dejó en paz... ambas habían hecho hasta lo imposible para que ellos nunca coincidieran o se quedaran a solas en ningún evento o reunión familiar... Aunque mucho tuvo que ver la aparición de Lady Olena, quien requería constantemente la presencia de Alexander como compañía de aquellos eventos... a su niña le había costado demasiado volverse a quedar embarazada, ella quería darle un hijo varón a Thomas, que fuera su heredero por derecho propio. Y Alexander era un monstruo y ella... ella lo sabia, por eso cuando Elisabeth le pidió que huyera con su hijo, ella no lo dudo. Cuando Elisabeth se recuperara del parto iría en busca de su hijo, y le restituiria sus derechos como heredero, mientras tanto él sería el hijo de Marie. Llevándose el dinero que tenía la dueña, Marie huyó.

Tal y como lo supuso, al anochecer, Alexander se acercó a la habitación y forcejeó con ella en búsqueda del bebé... ella le dijo que el niño murió y que decidió que lo enterraran inmediatamente, ya que no quería darle un disgusto a su marido... Pero cometió el error de enfrentarse a él a la menor provocación...

Ella le aseguró que se había acabado el silencio, que hablaría con Thomas y que le diría lo ocurrido... que Sara no era su hija, y hablaría con su padre para decirle que él la amenazó con matar a su hermano, a Duncan, el heredero de los Campbell... Alexander enfurecido y fuera de sí golpeo en el vientre a Elisabeth provocandole una hemorragia terrible, ella perdió el conocimiento (y ya nunca despertó)... Todo ocurrió en la presencia no anunciada de Sara, que se quedó totalmente anonadada con todo lo que había escuchado. Alexander se dio cuenta de su presencia demasiado tarde, Sara vio como mató a su madre, pero fue gratamente sorprendido cuando Sara le abrazó y le llamo papá... entonces él aprovecho la situación y le explicó que todo lo que él había hecho era para que ella siga siendo la heredera de los Briand, y que si su tío Duncan moría ella sería duquesa de Campbell, unas palabras que no pasaron desapercibidas para la ambiciosa de Sara... duquesa.