Capítulo 11
Londres 1900
- Padre realizaremos el relevo del ducado el próximo mes.
- No tan deprisa Richard, te lo dije hace 3 años cuando dejaste tus obligaciones por aquella mujer... Tu deber es casarte con Lady Olena Campbell. Comenzaras el cortejo cuanto antes, anunciaré el compromiso la próxima semana.
- No pienso casarme con nadie por ahora.
- La condición que impone la corona para que yo aún estando vivo te ceda el ducado es que contraigas matrimonio. El contrato entre el ducado de Grandchester y el ducado de Campbell está ya sellado por vuestra majestad. No hay marcha atrás.
Richard se encontraba acorralado, no estaba en sus planes casarse, seguía amando a Eleanor, días atrás había pensado que tal vez se equivocó, que a lo mejor ese hombre que la besó estaba obsesionado con la actriz... tenía que haber alguna explicación. Su padre vio la duda en sus ojos y aprovechó la ocasión.
- Veo que sigues pensando en esa mujer. Es muy hermosa debo admitirlo, pero sigue siendo una mujer de baja alcurnia que aprovecha cualquier ocasión para escalar posiciones. No lo dudes nunca Richard. (Le extendió el periódico).
"Eleanor Baker vuelve a los escenarios y se consolida como la mejor actriz del momento". La noticia iba acompañada de dos fotografías de la actriz, en una se encontraba en brazos de Robert Hathaway y en la otra salía Eleanor del brazo del hijo del presidente Mckinley. "La famosa actriz regresa a las tablas después de terminar una relación poco trascendental para ella, Sir Mckinley ha declarado públicamente estar enamorado de la bella actriz."
Richard no siguió leyendo, dejó el periódico en el escritorio y se dirigió al ventanal. Terry jugaba con la niñera, era su hijo, su heredero... y su madre, la mujer que él amo con todas sus fuerzas los había olvidado, estaban ahora solos, ella no había viajado tras ellos, él intentó localizarla después pero no dio con ella... ahora todo tenía sentido Eleanor ahora tenía una relación con Sir Mckinley, él y su hijo no significaron nada para ella.
- Padre, mañana organizaremos una cena para recibir a los Campbell, negociaremos los términos de la boda.
- Me encargaré de eso. Por otro lado, he decidido jubilarme, Richard, al día siguiente de tu boda, Terry y yo partiremos a nuestra mansión de Escocia.
- ¡Eso nunca! Yo soy su padre, él crecerá a mi lado.
- ¡Basta Richard!, tendrás que viajar con tu mujer los primeros meses y tienes que concebir a un heredero para que podamos anexar el marquesado de Campbell a la familia. Es mejor que Terry se quede con su abuelo y cuide de su vejez.
En la mansión de los Campbell horas antes de la cena con los Grandchester
- Colin, por favor, no me puedes hacer esto, yo no me quiero casar con Richard Grandchester. No me puedes obligar a casarme con alguien que no he visto nunca. Además, yo estoy enamorada de un hombre maravilloso y quiero casarme con él.
- Basta Olena, es una orden. No sé con quién te has involucrado, y espero no saberlo o me obligarás a que acabe con él. Así que por su bien, espero que te alistes, esta cena es importante, tu compromiso nos asegura el poder en Londres. Los Grandchester son el ducado más importante, si nos unimos a ellos, será más fácil hundir a los Argyll.
- Estoy harta de tu venganza, yo no tengo la culpa de lo que pasó con Priscilla, todo te salió mal, querías que ella viniera y se arrodillara ante ti, querías humillarla, pero murió, tu mismo la mataste.
Colin se acercó a Olena y le dio una bofetada que la tiró al suelo, cogió el látigo que tenía en el estudio y la castigó brutalmente, los llantos de Olena se escucharon en toda la mansión. Pero Colin tuvo mucho cuidado, solo usó el látigo en partes que las prendas cubrían, confiando que en los próximos meses no quedara ninguna señal.
Camila fue alertada por los sirvientes, una de las mucamas había ido con el chófer de la familia a la mansión de los Kleiss, su misión era avisar a la familia de la cena en casa de los Grandchester. Cuando Camila vio a la mucama supo que algo terrible había pasado, así que no le costó mucho que la pobre mujer le contara el trauma que todos los empleados tenían tras escuchar los gritos de Colin y el llanto de Olena. Así que partió inmediatamente a la mansión de los Campbell.
En la habitación de la Marquesa Olena Campbell
- Olena...
- ¡Vete!, déjame en paz (sollozaba la hermana mayor).
- No me iré Olena, no puedo dejarte así. Tienes que salir de aquí, si casarte es la única solución, es mejor que lo hagas. Déjame cuidarte, tenemos que prepararte para la cena.
- No quiero ir... Voy a huir Cami, me iré.
- ¿Con quién? ¿Con Alexander?
- ¿Cómo... cómo lo sabes?
- Lo sé desde hace mucho tiempo, antes de irse Margaret me contó muchas cosas, Olena debes olvidarte de Alexander es un hombre peligroso. Y sabes que Alexander no se enfrentara a Colin por ti, debes ser fuerte, no le demuestres a Colin que tiene poder sobre ti, finge Olena, finge hasta que te cases y puedas salir de esta mansión.
- Si tú te enteraste de lo que hizo Colin hoy, Alexander también... y no ha venido.
- Ni vendrá... estoy segura que ya no volverá a ti. Olvídalo Olena.
Olena se sentía traicionada, Alexander era el amor de su vida, desde que lo vio se enamoró de él, era tan atento, salían siempre juntos. Pero hace 3 años cuando le dijo entre sollozos que Colin la había comprometido con Richard, Alexander no hizo nada, solo le dijo que el tiempo juntos se acababa. En ese entonces ella no lo entendió, ahora lo entendía.
- Camila, he guardado esto desde hace mucho tiempo, Duncan me dijo que las guardara hasta que él volviera, él cogió la que estaba dirigida a él y salió del país a los pocos días, pero como no ha vuelto, he pensado que es mejor que las tengas tú, no las he abierto, están dirigidas a Margaret y a ti. ¡Margaret, cuánto la extraño!... ella te quería mucho Cami, por eso te la doy porque estoy segura de que a ella le hubiera gustado que fuera así.
- No hables así Olena, Margaret está viva, lo sé. Ella es fuerte, huyó de nosotros, y no me cuesta mucho imaginarme por qué no ha vuelto. Olena, ella también te quería... Lo que pasa es que tú cambiaste, desde que conociste a Alexander estabas distinta...
- Lo sé... ¡ay! no me puedo mover Cami... me duele todo.
- Ven vamos a arreglar este desastre.
Camila curó las heridas de Olena, la ayudó a cambiarse y partió a su mansión con las cartas en sus manos. Ya en el estudio abrió la que estaba dirigida a ella.
Querida Camila,
Lamento escribirte en estas circunstancias. Sé que hace poco has dado a luz a una niña, debe ser preciosa como tú. Pero esta carta te la escribo con la finalidad de contarte mis planes, he descubierto que varios miembros de nuestra familia están involucrados en asuntos no muy legales. Me han entregado una carta que escribió Elizabeth antes de morir, y en ella me revela demasiadas cosas. La más importante es que mi hijo no murió, es un varón, es mi heredero. Tu sobrina le pidió a Marie que se llevará al niño y que no volviera hasta que ella lo fuera a buscar. No sabes lo feliz que soy. ¡Elizabeth me ha hecho padre, me ha dado un hijo!, que está vivo, y que es el recuerdo de lo mucho que me amó Elizabeth. Pero evidentemente estoy asqueado con todo lo que te contare a continuación...
Eli me cuenta como Alexander la sedujo cuando tenía 14 años, ella creyó estar enamorada de él, hasta que descubrió que Alexander estaba perdidamente enamorado de Priscilla Argyll, pero ya era demasiado tarde, pues cuando se casó conmigo ya estaba embarazada de Sara. Alexander supo de ese embarazo y la amenazó con decírmelo si ella se negaba a sus deseos. Quiero matar a mi hermano con mis propias manos Cami, mi propio hermano ha cometido la peor bajeza que se pueda hacer.
Mi pobre mujer ha sufrido mucho, el miedo que le tenía a mi hermano hizo que ella cediera a sus deseos, vivió años ultrajada, sino fuera por Marie que hacia lo imposible porque ellos nunca coincidieran y por tu hermana Olena que se encaprichó con Alexander, ella seguiría bajo su yugo... Tenía ella tanto miedo que por proteger a mi hijo le pidió a Marie que huyera con él en cuanto nació. Tengo que buscar a Marie, Cami, debes ayudarme. La vida de mi hijo está en nuestras manos. Eli me amaba, y quiso ser honesta con nuestro matrimonio tras el nacimiento de Sara, por lo que empezó a tomar medidas para no quedarse embrazada de Alexander... a pesar de que ella quería darme un hijo varón que fuera mi heredero por derecho propio... Y me lo dio, ese niño es mi heredero, le costó mucho quedarse embarazada, pero murió siendo feliz porque sabía que dejaba a un heredero para mi, la amo... a pesar de todo... la amo... y me odio por no haberme dado cuenta de lo mucho que ha sufrido, pero Alexander se hundirá, te lo prometo. Ahora estoy preocupado por vosotras, Eli escribe que teme por su vida, que si yo he llegado y ella ha muerto, es porque Alexander la mató, cuida a Olena, Cami. Tu sobrina asegura que Olena es la amante de Alexander. Y también cuida a su hermano, pues Alexander la amenazó con matar a Duncan.
Cami tengo que ajustar cuentas con Alexander. Y probablemente muera en el intento. Cuando leas esta carta, en mi testamento ya figurará mi hijo como mi heredero universal. Y su tutor legal, será Sir S (la letra no se distingue, está borrosa, no se entiende nada).
Cuidate Cami,
Thomas Briand
