Gracias por los comentarios fabaguirre167, Carol Aragon y M.A. ¡Qué genial que os guste! Os dejo los siguientes 4 capítulos. Este fic también será un poco largo, 30 capítulos como máximo. Me ayudáis mucho con vuestras reviews porque así veo por donde seguir escribiendo. :)

Capítulo 13.

Mansión de los McGregor

- Padre quiero ver a Albert, necesito verlo y comprobar que está bien.

- Candy, William no puede recibirte, ni a ti, ni a nadie... está custodiado por la guardia escocesa, no está permitido verle, ni siquiera Elroy sabe dónde está...

- Papá sé que no lo entenderás pero yo lo amo, y él me ama. Entiéndeme por favor, necesito verlo.

- Candy... (dijo casi en un susurro)

- Por favor, papá, te lo suplico.

- ¡Te prohíbo que vuelvas a hablar con William!

- ¡Padre!

- Dime Candy ¿es que acaso William te ha deshonrado?

- Qué cosas dices papá, Albert ha sido un caballero conmigo en todo momento, es más desde hace meses que no lo he visto, él estuvo de viaje todo el tiempo y yo estuve en el Hogar de Ponny, le volví a ver en la fiesta... y él siempre me ha respetado.

- Candy... mi pequeña... pensé que estarías conmigo más tiempo. Veo que vuestro amor es sincero. Hablé con William, le he concedido que te corteje. Sin embargo, no puedes hablar con él, no hasta que aclaremos este asunto. Mientras tanto te tengo una sorpresa, espera y verás.

El señor McGregor abre la puerta y una cara conocida se asoma.

- ¡Dorothy!

- ¡Candy!

- ¡Qué alegría verte!, ¿cómo has estado?

- Bueno señoritas, os dejo para que os pongáis al día, pero no tardéis que la cena se servirá pronto.

- Si padre

- Si Sr. McGregor, enseguida bajamos, ayudaré a Candy a prepararse...

Candy voltea extrañada a ver a Dorothy, no ha usado el título de su padre, Dorothy le cuenta todo lo ocurrido desde que Candy se desmayó, cómo se enteró de sus orígenes y cómo fue que el padre de Candy asumió el cuidado de Dorothy.

- He estado estos días bajo la tutela de tu padre, es un hombre encantador... Mi madre, mi padre y mis hermanitos se han ido a Londres con los abogados de tu padre... al ser detenidos los cabezas de familia de los Campbell, las empresas no han estado funcionando nada bien, el heredero, es Duncan que es el sobrino de mi madre, pero no aparece, por lo visto lleva años desaparecido... mi tía Olena está reclamando ser la sucesora porque es la hermana mayor, pero creemos que ella también ha estado involucrada en las trágicas muertes y en las operaciones financieras, ya que era la amante de Alexander Briand, el cuñado de la señora Elroy, ¿sabes que él también ha desaparecido? le habían detenido pero mientras lo trasladaban a otra dependencia policial huyó. La policía no logra localizarle, ni a él, ni a Sara ni a Eliza... Los McGregor y los Andrew están intentando que mi madre sea la directora del consorcio hasta que regrese Duncan.

- Y también los Argyll... Cuenta conmigo Dorothy...

- Gracias Candy... Aunque a mi me gustaría que mi madre no asumiera esa carga ella sola, lamentablemente nos hemos enterado hace poco que mi tía Camila murió, dejando solo una hija como su heredera, pero ella ha decidido no involucrarse y dejar todo en manos de mi madre. Y yo prefiero quedarme contigo Candy... Aunque en realidad me han prohibido salir de tu mansión.

- ¡Dorothy! ¿y ese anillo?

- Ay Candy, George me ha propuesto matrimonio y le he dicho que sí, solo que mi madre nos ha prohibido vernos hasta que pueda yo ir a Londres a tomar posesión del título y de la fortuna de mi abuela paterna. Pero hasta que no detengan a Sara y a Alexander, no podemos hacer nada... En fin, durante mi estadía en tu mansión, he estado avanzando en los estudios con tus tutores, puedo decir que estamos ya al mismo nivel, mañana cuando te incorpores empezaremos en donde te quedaste, hay mucho por hacer... Pero bueno ya seguiremos hablando, ahora será mejor que te cambies o llegaremos tarde al comedor.

- Oh Dorothy, está bien... ya me alisto.

- ¿Qué pasa Candy? ¿por qué esa cara?

- Es que mi padre me ha dicho que Albert está resguardado por la guardia escocesa y que no puedo verle... y no sé cómo esta, si está herido, si está enfermo... no le he visto Dorothy...

- Lo siento Candy... No estés triste, ya verás que todo saldrá bien.

- Eso espero.

Las amigas bajan las escaleras, distraídas hablando de las clases, no se percatan que alguien las está observando desde hace un par de minutos... Hasta que Candy se detiene bruscamente, ha visto a un duque de ojos azules... No sabe qué hacer, no sabe qué decir... una lagrima corre por su mejilla.