Gracias por los comentarios Carol Aragon, Guest, M.A, Yagui, y sayuri1707. Este fic termina en julio os lo prometo. Voy con retraso, pero vuestros comentarios me inspiran y me animan a seguir. :)
Capítulo 21.
1870 Londres
Colin Campbell bailó por primera vez con Priscilla Argyll durante el Festival de Primavera del Colegio San Pablo, Priscilla era compañera de clase de su hermana Margaret Campbell, Jane Andrew, Simon Stevens y William McGregor. Él acababa de asumir el ducado de Campbell tras el fallecimiento de su padre y tras su breve matrimonio con una desafortunada jovencita que murió al nacer su segundo hijo, su heredero Duncan. Así que su presencia causó gran expectativa entre los asistentes. Por supuesto, todas las señoritas se acercaron a ver al jóven viudo, gallardo e imponente, quien sonreía complaciente anotando su nombre en las tarjetas de baile que colgaban de las delicadas muñecas de todas aquellas que le pidieron bailar. Pero Colin solo tenía ojos para una rubia de ojos verdes que le tenía hechizado desde que la vio por primera vez, hace exactamente un par de años atrás. Como en aquella ocasión Priscilla participaba en el desfile, sus cabellos estaban adornados por una corona de flores, su vestido blanco y violeta contrastaban con el tartan que colgaba de sus hombros. En ese entonces Colin no pudo interactuar con Priscilla porque el padre de Colin estaba totalmente pendiente de sus movimientos, el jóven estaba recién comprometido y solo estaba autorizado a bailar con su futura esposa.
Pero ahora, ahora ella ya no estaba, su padre había muerto y se sentía totalmente predispuesto a entablar una relación con Priscilla, así que se dirigió a ella en cuanto terminó el desfile, se acercó a la carroza en donde se encontraba y le ofreció su mano para que saliera de aquella plataforma adornada de flores y plantas varias.
- Lady Priscilla, es usted la más bella de las asistentes.
- Gracias por el cumplido Duque Campbell.
- Veo, que sabe quién soy.
- Todos hablan de usted. Imposible no saberlo.
- Por favor, llámame Colin. Creo que su tarjeta todavía no tiene ningún nombre, ¿me haría el honor de bailar conmigo la primera pieza?
- Lo siento Colin, pero le había prometido la primera pieza a otro caballero. Pero si gusta podemos bailar después.
- La estaré esperando.
Colin no estaba acostumbrado a que le dijeran que no, la negativa de Priscilla le enfureció pero cuando vio que bailaba con su padre, su furia contenida se desvaneció. Al terminar el baile, varios jóvenes se acercaron a Priscilla, su tarjeta había quedado llena en menos de 3 minutos, que fue lo que tardó la orquesta en tocar la segunda pieza. 3 largos minutos para Colin Campbell en el que veía a todos esos jovencitos ir detrás de Priscilla, su futura mujer.
Cuando empezaron a sonar las notas del segundo baile, Colin se acercó a ella y aprovechó la cercanía para extasiarse con su presencia, el aroma de Priscilla lo enloquecía, su perfecto rostro, su escultural cuerpo, su exquisita educación. Desde luego Colin no podía dejarla en manos de otro hombre que no fuera él. Pero la pieza terminó y tuvo que dejarla en la pista de baile con otro jóven, William McGregor.
Colin había investigado todo sobre William McGregor aquel gallardo jovencito que enloquecía a las estudiantes londinenses, y que estaba destinado a ser el heredero de uno de los ducados más importantes de Inglaterra. Margaret le había comentado que aquel muchacho era el mejor amigo de Priscilla y que era de esperarse que al finalizar el colegio él pidiera permiso a la familia Argyll para cortejarla. Pero todavía quedaban un par de años para ello, ellos eran muy jóvenes para casarse. Colin era paciente y mientras tanto aprovecharía sus contactos para establecer una serie de negocios en tierras escocesas, con la finalidad de vincularse al clan Argyll de alguna u otra manera. Todo tendría que estar listo para que semanas antes de que Priscilla terminara el colegio, Colin pudiera hacer una cuantiosa propuesta a su padre para que fuera imposible que le negara con su hija. Por ahora se encargaría de que Margaret invitara a Priscilla a su mansión, quería deleitarse con la presencia de Priscilla y aprovechar aquellas ocasiones para seducirla. Pero Colin no contaba con que Priscilla le manifestara su no interés desde el minuto uno. No se lo esperaba, él estaba acostumbrado a que las muchachitas cedieran a sus encantos. Pero Priscilla era diferente, ella fue rotunda.
- Lo siento Colin, pero no estoy interesada en tener una relación contigo.
- ¿Es por William McGregor?
- No estoy interesada en él, y aunque quisiera no podría ser, yo no me puedo casar con un inglés, mi familia no me lo permite. Ahora si me disculpas, tengo que retirarme.
Jamás pudo perdonar aquel desplante, su venganza fue cruel. Priscilla no le había dicho que no le gustara él, sino que Colin era inglés y que por eso no podría estar con él. ¿Qué problema tenían los Argyll para no dejar que Priscilla se casara con un inglés? Ella le había dicho que era su familia la que se lo había prohíbido. Pues sería su familia la que desaparecería.
Durante esos años Colin había conocido a Alexander Briand, su perfecto socio. Alexander tenía la capacidad o mejor dicho no tenía remordimientos, ni moralidad. Si Colin pudo adquirir tantas propiedades en Escocia, fue porque Alexander usó todas las técnicas posibles para que se consiguiera. Provocaba incendios, contaminaba ríos, amenazaba a los arrendatarios, todo lo que hiciera falta para rebajar los precios de las tierras y que Colin las adquiriera por tan pocas libras que resultaba inaudito. Varios cabezas de familia dependían del patriarca del Clan Argyll, quizá uno de los pocos clanes que contaba con tierras a lo ancho y largo de Escocia. Colin se encargó de comprar tantas propiedades que los Argyll se vieron obligados a reagruparse al oeste, allí se hicieron fuertes.
El momento había llegado, Priscilla estaban a punto de graduarse del colegio y Colin decidió acercarse a la mansión de los Argyll, habló con el padre de Priscilla, le ofreció devolverle todas las propiedades de Aberdeenshire y Perth, a cambio de la mano de Prisicilla. Lo cierto es que el padre de Priscilla lo valoró, pero no dependía de él esa decisión, sino del duque Eduard Argyll, abuelo de Priscilla, el patriarca del clan, aunque Colin se enteraría de eso después, ya que en dicha reunión el padre de Priscilla no podía decirle quién había decretado que su hija se casaría exclusivamente con un escocés.
Otro desplante más que Colin no supo encajar. Colin ya había decidido matar al padre de Priscilla, lo que no sabía es que en el carruaje iba también su hermano. Pero cuando se enteró tampoco le importó, le parecía humillante haber ofrecido tanto por Priscilla y que no se hubiera tenido en cuenta, como si menospreciaran su valía.
Claro que el duque Eduard Argyll no era ajeno a lo ocurrido. Si decretó el futuro matrimonio de su nieta, fue porque había sido notificado de que Colin estaba obsesionado con su nieta desde que la vio por primera vez, desde entonces pidió que le informaran sobre todos sus pasos, fue así como se enteró sobre la muerte del padre de Colin, una muerte en extrañas circunstancias, al igual que la muerte de su jóven esposa justo al dar a luz a su segundo hijo, un varón, su heredero y el que le permitía reclamar las tierras de la familia de su madre. ¿Quién ordena la muerte de su propia mujer, madre de sus hijos? ¿Quién ordena la muerte de su propio padre? No, Colin no tenía honor. No podía permitir que le hiciera daño a su nieta. Así que como no podía decir abiertamente los motivos por losque no quería que fuera Colin el futuro marido de Priscilla, decidió que era mejor pasar por exéntrico y que todos supieran que Priscilla solo se casaría con un escocés. Para suerte del duque, Priscilla conoció al jóven Willian Andrew que regresaba de hacer una gira de negocios por Europa. Su hermana Jane Andrew hizo de celestina y a los pocos meses anunciaron su boda, partieron a Chicago, primero como viaje de luna de miel, aunque en realidad ya habían decidido cambiar su residencia a EEUU.
En cuanto Colin se enteró mandó a matar al abuelo de Priscilla, aquel lunático con una norma absurda que alejó a Priscilla de su alcoba para siempre. Poco sabía Colin de que Alexander la quería para él, que quería ser él quien la desvirgara. ¿De haberlo sabido qué hubiera hecho? No lo sabemos Christopher. Pero si te puedo asegurar que Colin se reunió con Priscilla, poco después de la muerte de su padre, él le pidió que se escaparan juntos, le ofreció lo inimaginable, pero ella no cedió, y mientras se marchaba le dijo que recapacitara o que acabaría con su familia, ella ni siquiera volteo a verle, siguió caminando, salió de la mansión y nunca más la volví a ver. Ese día Colin destruyó varios muebles, estaba hecho una furia, Colin pensaba que después de la muerte de su padre, quien creía era el que se oponía a la boda, ella aceptaría casarse con él, pero no fue así, por eso Colin decidió acabar con su familia, por eso él decidió hacerla sufrir, los años que siguieron y todas las tragedias que ocurrieron tenían, tienen su firma.
Que Jane tuviera que dejar a Simon Stevens para casarse con otro hombre, fue porque Colin la amenazó con terminar con su vida. Que Jane tuviera que casar a Janis, su única hija, con Sir Cornwell fue para proteger ambas fortunas. Que Elroy se casara con Thomas Briand fue una cruel estrategia por parte de Alexander y Colin de meter a Alexander en la vida de los Andrew. Que William y Priscilla murieran en aquel coche no estaba previsto, Colin quería que William muriera y que Priscilla viera como su marido moría consumido por las llamas, Colin confiaba en que uno de sus cómplices sacara a Priscilla del coche y se la entregara. Sin embargo, el incendio era imposible de controlar y Priscilla murió. Él mismo la mató, ¿lo entiendes? Cómo puedes hacerle daño a la persona a la que amas? Mi hermano no sabe lo que es el amor, él solo estaba obsecionado con ella. Y esa obseción le llevó a dañar a todo lo que ella más quería. Que Rosemary muriera no era una coincidencia, ella fue envenenada, que Anthony muriera en aquel accidente en la presentación de Candy tampoco fue la mala fortuna, fue Colin quién mandó a alterar la silla de montar. Que el tren en el que viajaba Wiliam Albert cuando regresaba de África estallara por unos explosivos tampoco fue casualidad. Que Stear muriera en combate, tampoco fue casualidad, fue él quien manipuló todo para que a Stear le dieran el peor equipamiento y para que le mandaran a la peor zona de combate. Fue él. Claro que no contaba con que William no muriera ni con que Candy existiera. Por eso debemos protegerles. porque puede que Colin esté en la cárcel, pero no hay cárcel lo suficientemente segura que sea capaz de neutralizar a Colin.
