Un campo de girasoles
Himawari se despertó aún más feliz que de costumbre. Era su cumpleaños número 16. Ya no era una niña. Y tenía tantos sueños que cumplir.
Había pasado muchos cumpleaños. Unos felices. Otros tristes por la ausencia de su padre pero desde cierto cumpleaños todo había cambiado, su padre pasaba más tiempo en casa y no faltó a ningún cumpleaños más.
Se levantó de la cama y no vio a nadie. Parecía que estaba sola en casa. ¿Que había pasado? Fue a la cocina y...
¡SORPRESA!
Globos cayeron por todas partes. La cocina estaba decorada y seguro su familia había madrugado para sorprenderla. Su papá, mamá y su hermano. Los quería tanto. Recibió besos y abrazos .
Regalos, un delicioso desayuno y un pastel hermoso decorado con girasoles. Estaba realmente muy feliz.
-Hija hace poco eras una bebé. Tú primer cumpleaños aún lo recuerdo. Eras tan pequeña- decía su padre emocionado.
Recordaron muchas cosas de su infancia.
Luego se dió de que alguien faltaba.
-¿Kawaki?
-Él salió temprano- dijo Boruto.
Repentinamente se sintió triste.
Después de celebrar su cumpleaños todos debían seguir con sus vidas. Su padre se despidió para ir a su trabajo. Boruto se fue a entrenar con su equipo y ella se quedó con su madre.
Al mediodía su madre tenía que salir de emergencia y Hima se quedó sola en casa. Se sentía triste. Le gustaría que todos vivieran juntos por siempre y nunca se separaran.
Salió de casa y decidió caminar un poco. Sintió que alguien la seguía y activó su byakugan. Era él.
-¿Kawaki, por qué no te quedaste en mi cumpleaños?
-Sabes que no me gustan esas cosas.
Pero ¿por qué estás tan sola?
-Después de la fiesta todos tuvieron que salir. Y no quería estar tan sola en casa.
-Vamos a un sitio. Podemos entrenar.
-Si
Kawaki la guió al lugar. Se adentraron hacia el bosque y más atrás.
Himawari pudo verlo.
Un campo lleno de girasoles. Era hermoso como un sueño
-¿Qué es esto?
-Feliz cumpleaños
Himawari no podía creerlo.
Kawaki había estado trabajando desde hacía unos meses en ese lugar secreto. Había trabajado en la tierra, sembrado las semillas y había cuidado a cada una de las plantas.
Himawari se volteó para mirarlo y el solo le sonreía orgulloso de verla feliz. Hima corrió a abrazarlo. Y terminaron cayendo al pasto que rodeaba ese hermoso jardín. Himawari estaba tan feliz de que alguien hiciera algo tan especial por ella y lo hubiera ocultado por tanto tiempo. Por eso es que Kawaki se desaparecía por las tardes y regresaba sucio y lleno de tierra. Hima lo siguió apretando en un fuerte abrazo. Él también la abrazaba con cariño.
Kawaki sentía que cada vez que Hima estaba cerca de él no se sentía tan vacío. Como si ese hueco en su pecho se llenará instantáneamente. Sentía que existía, que vivía.
Disfrutaba de esos pequeños momentos donde podía sentirse una persona normal. No quería pensar en su pasado cuando estaba con ella.
Quería simplemente vivir un presente feliz.
-Himawari yo...
-¿Si?
-Yo siento algo especial contigo
-¿Especial?
-Yo...
Pero Kawaki no podía hablar teniendo su rostro tan cerca de él. Sus tiernos ojos azules lo miraban expectantes...
-Te quiero
-Yo también te quiero mucho
Kawaki la abrazo más fuerte y oír los latidos de su corazón lo hacían tan feliz. Como si fuera su propio corazón.
El corazón que siempre iba a proteger.
Pero Kawaki callaba. Se sentía incapaz de confesar sus sentimientos.
Era como una traición al Séptimo que era como un padre para él y como iba a decirle que se había enamorado de su hija. Seguro lo sacaban de la casa. Y Hinata, ella igual se sentiría decepcionada de él.
Y el mayor problema era Boruto. Seguramente el rubio lo mataría si se enteraba que amaba a su hermanita.
"Es que ella es tu hermana también. No está bien"
Es lo que siempre pensaba. Que no estaba bien.
Pero él y Himawari no compartían ningún vínculo de sangre.
Y por último ella ¿que podría pasar si confesaba sus sentimientos y era rechazado? Quizá ella lo veía como un hermano.
Como podría seguir viviendo en esa casa, Hima se sentiría incómoda con él.
En resumen, si se confesaba perdería a su familia.
Perdería todo lo que tenía.
Así que iba a callar. La seguiría amando en secreto. Y la protegería con su vida por siempre.
Esta es una ship que me gusta mucho, desgraciadamente he recibido mucho odio por ello. Pero yo seguiré adelante con el KawaHima porque aunque las cosas ahora en el manga están de lo más trágicas y la ship se ha vuelto aún mas imposible ya que ahora Kawaki no es el hermano adoptivo de Himawari, sino su "hermano real". En fin, la esperanza es lo último que muere.
