Se que deberia estar actualizando mis otros fics, pero estoy aqui publicando esta hermosa week.

Tenganme un poco mas de paciencia, la verdad no he estado muy inspirada, para escribir pero les aseguro que no dejare ninguna historia sin terminar.

Los personajes no me pertenecen, yo solo hago que se amen y tengan bebés.

A mi beta mil gracias por tu ayuda incondicional.


"Never love anyone who treats you like yu´re ordinary." - Oscar Wilde

Después de un avance de energías donde el carbón y el vapor empezaron a potenciar sus medios de transporte, elementos para cocinar, herramientas que facilitaban la construcción, el confeccionar ropa, entre muchas otras variables que llegaron a facilitar el día a día.

Y aunque al principio All Might ganó todo el favor por su apoyo a esta inclusión, lentamente sus ambiciones retorcidas empezaron a ser vistos dentro del palacio, cada dinero que entraba a su bolsillo, no era lo suficiente para satisfacerlo, quería más.

Unos años más tarde llegó con un joven a su lado, era bastante inocente pero extremadamente inteligente, su cabello y ojos eran verdes como esmeraldas recién pulidas, unas hermosas pecas que parecían una constelación en sus mejillas, aunque siempre usaba el mismo estilo que constaba de un traje gris, un chaleco negro, con guantes y correas naranjas, junto con unos tenis rojos, mostrando su simplicidad al vestir, en una era donde la extravagancia era importante; todos estaban encantados con su facilidad de manejar los negocios, de ayudar a todas las empresas que querían potenciar su producción o simplemente aconsejar en el manejo del dinero.

Pero en su caso, lo que más le había atraído del joven era esa sonrisa tan brillante, esa forma de murmurar cuando estaba en un dilema interno y su seriedad con la seguridad de los demás. Midoriya Izuku no estaba inscrito en el área militar como él, pero siempre que podía iba a entrenar con él.

—Todoroki kun, creo que debo ausentarme por un tiempo - eso era extraño, porque sin importar lo que estuviera pasando, él jamás debía dejar la capital - All Might junto con tu padre quieren ir a ver unos nuevos negocios.

—No te preocupes, tomate tu tiempo - lo vio sonreír de forma extraña, supo que algo no estaba bien - ¿Pasa algo?

—No … No nada - pero esos ojos tan expresivos empezaban a apagarse - cuidate Todoroki kun.

Al verlo marchar supo que en verdad algo estaba mal,, eso no era un secreto para toda la fuerza armada. Lo peor es que su padre parecía estar involucrado en esos desfalcos financieros.

—Toya nii san debemos hablar - lo vio sonreír de forma macabra, él solo puso sus ojos en blanco - debemos continuar con las reuniones, ellos no estarán.

—¿Tu amorcito te lo dijo? - sintió como su rostro empezaba a calentarse, pues sus hermanos eran los únicos que sabían que tenía un amor no correspondido por el peli verde - los demás Todorokis están esperándonos en el lugar de siempre, vamos.

Y como si esas palabras fueran magia, no solo ellos, sino todos los soldados empezaron a marchar a su lado. Porque si iban a dar un golpe de estado al ser más corrupto que su país tenía debían hacerlo de forma adecuada.


No iba a negar que cuando el mismo All Might fue en su busca para ser su mano derecha, casi muere de la felicidad, se sintió tan halagado que dio todo de su conocimiento para ayudarlo en esa búsqueda de un país mejor.

Pero con los años empezó a darse cuenta de un cambio desagradable que su gran héroe estaba teniendo y era la codicia. Lentamente empezó a notar algunos de los libros contables con cambios que él jamás se había planteado.

Y en ese tema entraba también el general de las fuerzas militares Todoroki Enji, ambos hacían unas rutinas extrañas los fines de semana al salir de la capital, visitar aldeas y al regresar ciertas empresas que él jamás había escuchado, estaban necesitando de altos ingresos.

—Algo no está bien en esto - se dijo, mientras miraba más cuentas y podía notar como faltaban pequeñas sumas de dinero, pero que al sumarlas era una gran perdida - debo investigar más a fondo.

En su tiempo libre iba a esas aldeas y se daba cuenta que eran empresas que no existían, por lo que se preguntaba ¿a dónde iba todo ese dinero invertido?. Y la respuesta fue más dolorosa de lo que llegó a pensar, todo iba al bolsillo de All Might.

La oportunidad de escuchar sus conversaciones se dio cuando le exigieron ir a uno de esos encuentros, asi que muy en el fondo se propuso encontrar las respuestas necesarias para destapar ese caldero negro de corrupción que se estaba desarrollando y arruinando a la gente honesta que trabajaba.

Lo triste es que nada iba según lo planeado, a cada lugar lo dejaban por fuera con todos los abrigos como si se tratara del perchero personal de todos ellos. Aun así, abría lentamente y trataba de escuchar.

—Es importante que sigamos manteniendo y exigiendo los impuestos a estas pequeñas empresas, con el fin de mejorar las más grandes - decía Enji san, con una copa de vino en su mano.

—Nunca se nos hubiera ocurrido llegar a crear empresas de papel y con ellas llegar a ganar más de lo que esperábamos - sus ojos se llenaban de lágrimas, porque solo podía ver como All Might sonreía y afirmaba a cada palabra - todo gracias a nuestro mejor inversionista All Might.

Y cada lugar era casi la misma conversación, con comidas extravagantes, con tragos muy finos y al final, recibió esos documentos llenos de suciedad.

—Ya sabes que hacer Midoriya shounen - él solo afirmo y los tomó, ahora estaba determinado y debía pedir ayuda, a su mente vinieron esos ojos heterocromáticos.

Al llegar a la capital corrió como un pobre diablo perseguido por toda la iglesia, estaba desesperado y necesitaba ayuda, a la distancia vio a los cuatro hermanos Todoroki, ellos habían entrado a la armada del país con honores y eran respetados por los demás.

—¡Todoroki san! - todos voltearon a verlos, se sintió incómodo, debía encontrar una manera diferente de llamar al que robaba sus sueños - ¿podemos hablar?

—Acaso el conejito ¿quiere hablar conmigo? - dijo Touya san, mientras lo abrazaba, era algo incómodo , ya que siempre le oprimía sus mejillas con el dedo - vamos habla lindo conejito.

—Yo … - sintió como era jalado y puesto al lado de su Shouto y si suyo, aunque el aludido no lo supiera.

—Déjalo, sabes que eres un intenso que pone a los demás incómodos, menos a tu novio - y ahí la boca afilada que tanto lo hacía sonreír - ¿qué pasa Midoriya?

—Necesito que hablemos en un lugar privado, es … sobre … - como decir que el hombre más poderoso de su país, estaba haciendo cosas indebidas junto al padre de los ahí presentes.

—Si te refieres a la corrupción que se está generando, entonces no temas y habla - dijo Fuyumi san sin titubear, él solo afirmó - de acuerdo, vamos.

Mientras caminaban, recordó la primera vez que vio a Shouto kun, él estaba tan elegante en su uniforme de joven soldado, mostrando sus habilidades en el examen de ingreso, su mirada llena de deseo por llegar a la cima, su fuerza y al final esa débil sonrisa que mostró por la medalla obtenida.

Soñaba con poder verlo de cerca, sus palabras llenas de ánimo para las personas que se esforzaban en salir adelante con las nuevas industrias, su apoyo al débil, todo eso hacía que sus ojos se desviaran con orgullo. Y todo incrementó cuando lo vio ahí, en la primera línea, saludando con tanto poder que su piel se erizo, podría decirse que fue amor a primera vista.

Luego, desde la distancia lo veía entrenar, llenándolo de más sentimientos.

—Pequeño conejo ¿no quieres entrenar con nosotros? - fue la primera vez que escucho la voz de Touya san, que iba de la mano con Keigo san - estar sentado tanto tiempo puede estropear tu cuerpo.

—No soy muy hábil con la espada - se confesó y les sonrió, él solo quería ver a su crush - así que no quiero incomodar.

—Vamos, será divertido - lo vio erguirse a buscar a alguien - ¡Oye Shou, ven a entrenar al pequeño conejo!

Sus nervios empezaron a alborotarse, cada paso que él daba hacia ellos, era una pequeña alarma en su corazón, que le rogaba que corriera, porque no iban a poder superar ese amor y seguramente él saldría perdiendo. Pero su mente lo llenó de un poder extraño, en que le decía puedes hacerlo, quédate a su lado, conocelo y ese poder fue lo que lo llevó a seguir.

Ya pasaban más tiempo juntos, almorzaban y de vez en cuando salían a la ciudad para ir a conocer los nuevos trenes, ver cómo la industria progresaba, dándoles la posibilidad de conocerse más y para su mala fortuna, seguir cayendo en ese pozo que llaman amor.

Cuando escucho como una puerta se abrió, lo sacó de sus lindos recuerdos, viendo cómo ellos iban tomando un lugar, por su parte se quedó de pie, tomó aire y saco toda la evidencia que tenía en su mochila.

—Desde que inicié este trabajo hace 5 años, lo he tomado con la mayor de las responsabilidades - inicio seriamente pues debía demostrar que no solo quería inculpar a alguien - pero al cabo del segundo año empecé a notar ciertas cosas indebidas por parte de All Might, las cuentas tenían ciertos números que no cuadraban y después del tercer año, Todoroki Enji san, empezó a ser parte de toda esta corrupción.

No vio ningún cambio en esos rostros, lo miraban con esa expresión de pocos amigos que siempre se cargaban cuando estaban haciendo sus rondas y fue Touya san quien levantó la mano, cosa que se le hizo extraña.

—Gracias por los documentos, era lo que nos faltaba para quitarles el poder a esos bastardos, pero mi pregunta es, y quiero que se me responda de forma honesta - él afirmó, mientras entregaba a los demas los documentos y ellos los revisaban - ¿Cuándo te enamoraste de nuestro pequeño Shou?

Sus ojos se abrieron de par en par, su cara podía jurar que estaba más roja que un tomate, sus manos no dejaban de frotarse y solo susurraba un lo siento.

—Deja de intimidar a Midoriya chan - pidió Fuyumi san, pero sus nervios lo estaban enloqueciendo, él había ido a pedir ayuda para quitar del poder a seres corruptos - además esa pregunta también debería responderla nuestro hermanito.

Lo miro, aunque no había casi cambio en su expresión, esos ojos estaban llenos de miedo, pero lo vio tomar aire, ponerse de pie y mirar a su hermano mayor.

—Desde el día en que entró al lado de All Might y sonrió, ¿satisfechos? - los hermanos sonrieron y parecía que se comunicaban telepáticamente - si, fue amor a primera vista y no me arrepiento.

—Gracias estamos satisfechos, ahora sigamos con los planes - pidió Natsuo.

Sabía que estaban hablando de algo muy serio pero sus ojos no se apartaban del más joven de los Todoroki, su corazón y mente estaban haciendo una fiesta.


Después de esa reunión no tuvieron tiempo de hablar, sentía que Midoriya lo estaba evitando, porque cada vez que se le acercaba él daba tres pasos hacia atrás, por lo que sentía que en verdad la había cagado al haber sacado todo sin rodeos.

Pero ese no era el momento de pensar en su amor, estaban a punto de derrocar a los hombres más poderosos de su puesto. Se quitó por primera vez su uniforme y se puso ropa de civil, ocultó su cabello y junto con sus hermanos y soldados empezaron a entrar al dirigible que de antemano Midoriya había apartado para capturarlos.

Subieron antes que todos los responsables de los desfalcos financieros, se ubicaron como si ellos fueran parte de ese viaje al extranjero, donde llevarían la inclusión de las nuevas maquinaría a base de carbón y vapor, con el fin de "ayudar". Ahí lo vieron entrar junto con All Might, su viejo y los aristócratas involucrados.

—No estés preocupado, él es más fuerte de lo que piensas - le susurró su hermana.

—Eso lo sé mejor que nadie, pero tengo un mal presentimiento - sus ojos solo estaban pegados en él, sabía que si algo llegaba a fallar, muchos podrían morir.

No solo por la batalla que se llevaría a cabo, sino por el lugar donde estaban, pero era la mejor opción para evitar que ellos escaparan, todos estuvieron de acuerdo al ser Midoriya quien lo propuso, él era extremadamente bueno para generar planes sin fallas.

—Sé que han estado cometiendo fraude - dijo el peli verde y en ese momento las copas que estaban alzadas empezaron a descender lentamente - no solo los aristócratas, sino que todo fue orquestado por All Might - la voz le temblaba, pero su mirada era segura - cada libro está maquillado, la corrupción que ustedes han creado es abrumadora.

—¡Midoriya Shounen!, ¡Te atreves a traicionarme! - los gritos inundaban el lugar, su sonrisa empezo a tornarse cruel.

Levantó la manga, ahí en su brazo tenía un dispositivo a vapor que potenciaba la fuerza de golpe, lo lanzó directo a su amado, pero este, sin dudarlo, dio unos habilidosos saltos y sacó su espada. Ese fue el momento en que todos comenzaron con el plan.

Los soldados más jóvenes empezarían a capturar a los aristócratas, junto con sus hermanos y los de alto rango irían por su viejo y All Might.

—Rindete padre - pidió su hermana tratando de calmar la ira que crecía - nos entrenaste y podemos vencerte.

Ninguna palabra salía de la boca de su viejo, pero con el alto movimiento, el dirigible empezaba a tener ciertas inclinaciones incómodas que hacían todo difícil, pero si hablaban de resistencia ellos eran extremadamente fuertes en el tema.

—¡Shouto, aléjate! - grito Natsuo, vio como ese fuerte brazo de All Might arremetía contra él.

Puso sus brazos en defensa y corrió hacia atrás, pero la potencia era otra cosa con ese mecanismo, por lo que sintió como todo su cuerpo era alejado, la misma fuerza hizo que el material de la nave se rasgara, trató de sujetarse de algún mecanismo metálico pero no lo logró.

—Mierda, de verdad que tenía un muy mal presentimiento - fue lo único que dijo, resignandose a una muerte segura.

—¡Shou chan! - la voz de su amado lo hizo abrir sus ojos.

Se estaba lanzando desde el dirigible, de su cinturón habia sacado un cable que aseguró, las manos se estiraban hacia él, así que sin esperar un segundo más estiró las suyas, rogando ser sujetado y cuando sintió que era abrazado con fuerza, se sujetó a ese cuerpo más pequeño, pero igual de fuerte que el corazón que contenía.

—Gracias Izuku - dijo su nombre con todo el deseo y agradecimiento de haber sido salvado por él.

—No podía dejar que mi soldado favorito me dejara - lo escucho decir, mientras sus mejillas se tornaban rojas, él oprimió un botón y el cable empezó a subirlos - tendré que agradecer a Hatsume por el buen equipo que creó.

Solo sonrió ante esas palabras, cuando estaban cerca vieron a Keigo acercarse y ayudarlo a subir al dirigible, la batalla ya había terminado, todos estaban esposados, agradecía que al final todo saliera bien.

—¡Hermanito!, fuiste salvado por un conejito loco - Touya lo abrazaba, seguido de sus demás hermanos.

—Gracias Midoriya chan - dijo Fuyumi, el mencionado solo afirmó con la cabeza y se alejó al lugar donde todos los documentos habían caído.

—Eso fue divertido jajaja - dijo Tuoya, antes de besar a Keigo san - pero esperemos que no vuelva a pasar, ahora quiero un delicioso baño a tu lado.

—Será todo un placer.

Esos dos parecían no tener vergüenza para expresar sus sentimientos, viendo como los demás también se iban retirando del recinto, se giró en busca del peli verde, viéndolo recoger todos los libros y llorando amargamente.

—Hiciste lo correcto - le dijo mientras le ayudaba a levantar las cosas - eres más valiente que cualquiera de nosotros.

—Él era mi héroe - lo escuchó decir con demasiada tristeza, así que se lanzó y lo abrazó - quería ser como él, quería ayudar a los demás pero el poder lo llevó a arruinar a tantos.

Sintió como esas manos sujetaban con fuerza su espalda, lo alejo un poco y limpio sus ojos, era tan hermoso, con un corazón tan dulce y a la vez fuerte. Quería besarlo tan desesperadamente, pero sabía que sus sentimientos no eran correspondidos.

—Lo que dijiste ese día, ¿es verdad? - sabía a lo que se refería, afirmó sin dudarlo - yo todo este tiempo quería decirte que …

—Sé que no soy correspondido, así que no sientas lástima por mí, yo entie …

Sus palabras fueron borradas por un beso, sus ojos no podían apartarse de ese rostro que lo enloquecía, así que sin esperar lo continuo, lento, lleno de esos sentimientos que había estado guardando por tanto tiempo.

—Shou chan - escuchó después de separarse - me gustas tanto que quiero que llevemos a nuestro país a ser el mejor del mundo.

—Si es a tu lado, seguiré adelante.

Otro beso, que tenía una combinación de lo salado de las lágrimas llenas de dolor y frustración que su amado cargaba, pero que al final empezaba a tener el mejor sabor dulce, de la confianza y el amor.

Sintieron como el dirigible empezó a descender, y cuando ya estaban en tierra firme, salieron con todos los responsables, Touya al ser el siguiente al mando, dio a conocer los delitos cometidos, los leyó frente a toda la ciudad, que aunque tenían sus sospechas, jamás llegaron a imaginar que su ídolo All Might era el responsable.

—Queremos saber si desean que alguno de ellos sea liberado o elegir su pena - Natsuo fue el que habló y los ciudadanos solo susurraban - haremos lo que ustedes decidan, pues son los perjudicados.

—¡Que todos paguen en el calabozo! - gritó una joven de cabellos rosa, se veía muy molesta, siendo secundada por los demás - traidores.

Y con eso dicho, su hermano se encargó de llevarlos, pero quedaba el tema de quien tomaría el mando, quien se responsabilizaría de solucionar todo.

—Bueno, creo que el indicado para tomar el mando es Midoriya Izuku - gritó su hermana, callando a la gente - él se encargó de recolectar todas las pruebas y crear este plan. Y si desean que alguien lo supervise, ese sería nuestro hermano menor Todoroki Shouto.

Todos aplaudieron ante esas palabras, tomó la mano del peli verde y ambos se inclinaron ante su pueblo, el que juraron proteger. Empezaron a alejarse, su corazón latía con fuerza, se sentía tan feliz de tenerlo a su lado.

—Shou chan - él lo miro, le sonrío dándole a entender que le prestaba atención - yo también quisiera un baño a tu lado.

Y aunque sus mejillas parecían a punto de explotar, le sonrió muy ampliamente, esos ojos brillaban con más intensidad y ¿quién era él para negarse a ese pedido?, pues él también lo deseaba con todas sus fuerzas.

Lo tomó en sus brazos y empezó a correr, porque ahora eran uno en corazón y tomaría ese cuerpo con todo su amor, jurandole en cada momento resguardarlo de cualquier cosa que pudiera llegar a lastimarlo.


Espero fuera de su gusto, si es así haganmelo saber.

Nos vemos mañana.

Sin más Ame las ama.