Hola a todos, gracias por estar aquí. Dejo otro aporte para Matsuri 2023. «Este One-Shot fue escrito para el Matsuri Místico de la página de Facebook Shikatema: Hojas de Arenas y está inspirado en la diosa Eir, perteneciente a la mitología nórdica».

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Como siempre quiero agradecer a todas las personas que me leen, y que además, se dan el tiempo de dejarme un review, a las personas que marcan mis historias o a mí como favorita y/o siguiendo, y a las que simplemente leen. Para todos ustedes, muchas gracias, me inspiran de cierto modo a continuar :D

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Este One-Shot lo dedico con mucho cariño a: ANABELITA N, Agridulce Luna, Yaken y SandriBeee. Gracias por sus comentarios, les mando un beso y un fuerte abrazo.

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Disclaimer: Naruto y todos sus personajes son propiedad de Masashi Kishimoto. La historia es mía y la publico sin ánimos de lucro.

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El corazón de una deidad

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Camino entre los caídos en batalla y busco guerreros que siguen con vida a quienes poder sanar. Sí, soy una valquiria, aunque no precisamente una que selecciona guerreros muertos que se convertirán en einherjar. No, yo no traslado a nadie al Valhalla, sino que curo a los guerreros heridos para que puedan regresar a sus casas, los cuales con posterioridad volverán a combatir en nombre de Odín.

He estado presente en numerosas batallas, ya sea salvando vidas o protegiendo a quién lo merezca, o cuidando simplemente a quién me caiga en gracia, incluso desafiando a las Nornas, quienes rigen el destino de cada ser mortal. Me impongo porque en realidad soy la Diosa Ásynjur de la sanación y la medicina, cuyo rol fundamental es salvar vidas. Por ese motivo, agradezco a Odín de que me deje estar aquí… En este frío campo de batalla, ya que de aquí puedo velar por la vida de muchos, pero sobre todo, puedo cuidar la vida de alguien en particular.

Desde el lugar donde estoy, puedo observarlo combatir y salir airoso. Es muy hábil confrontando al enemigo, sumado a que cuenta con una gran inteligencia y tenacidad. Como diosa prometí otorgarle salud en lo que le resta de vida, luego de que escalara hasta mi morada, la cima de la montaña de Lyfjaberg.

Quiero cumplir mi promesa con creces, por eso suelo estar en cada confrontación que él está. Aunque ahora, después de casi dos años, pienso que no lo protejo sólo por cumplir mi palabra, sino que lo hago porque sus ojos rasgados me atraen como imán.

Prosigo con mi labor mientras que la batalla del día está prácticamente finalizada. Como siempre existe una significativa cantidad de heridos a mi alrededor. Continúo dando sanación a quiénes encuentro a mi paso.

—Agradezco en nombre de mi pueblo que esté asistiendo a los heridos —escucho su voz serena, y a los pocos segundos, alzo la mirada para contemplar sus ojos profundos y adictivos.

—Mi deber como valquiria es sanarlos, para que posteriormente puedan volver a combatir en nombre de Odín—señalo sin dejar de contemplar sus ojos fijos—. Espero que usted tenga un tranquilo retorno a casa.

—Gracias —contesta haciendo una reverencia con la cabeza. Es nuestro cruce de palabras habitual, sin embargo, me percato de que hoy él quiere añadir algo más. Lo espero mientras se toma su tiempo. —Siempre me he preguntado, por qué la diosa de la montaña de Lyfjaberg, es la que tiene que estar presente en el campo de batalla… Sanando a los heridos, pudiendo haber otras valquirias que cumplan ese rol —no me sorprende su cuestionamiento, aunque sí me sorprende que sepa quién soy, ya que estoy vestida con armaduras. Enserio mi semblante y él baja la mirada—. Disculpe mi atrevimiento, pero si dije esto es porque…

—Puedo ejercer mi labor sola —lo interrumpo —, aunque es imposible estar en todos los campos de batallas —con interés me vuelve a observar. Sonrío con dulzura y luego continúo con lo mío—. Este es el rol que Odín me ha designado, Shikamaru, por eso asisto como valquiria a numerosas confrontaciones, ya que mi esencia es sanar.

El asombro se refleja en su rostro. Supongo que nunca imaginó que recordaría su nombre.

—Ya veo —acota aún sin salir de la sorpresa —. Agradezco que siempre esté presente en cada confrontación de mi pueblo —su mirada lentamente comienza a cambiar, transmitiéndome una calidez que no había sentido jamás. Aquella sensación me inquieta y el corazón se me acelera. ¿Se habrá dado cuenta que aparte de querer cumplir mi promesa, tengo un interés especial? Después de varios segundos, deja de contemplarme y realiza una reverencia con su cabeza. —con su permiso, ahora me retiro —lo veo girar parsimonioso, sin embargo, siento que lo debo frenar.

Me pongo de pie.

—No pensé que me reconocería vestida con todas estas armaduras —acoto de improviso, cumpliendo el objetivo de detener sus pasos. Al instante, voltea hacia mí —, por lo que he escuchado, muchos de ustedes creen que sólo soy una valquiria instruida por la solitaria diosa de la sanación.

Esboza una semisonrisa muy atractiva.

—Tal vez usted vista como una valquiria, pero a leguas se nota que es una deidad —explica con voz pausada, mientras el brillo de sus ojos rasgados me atrapa—. Usted tiene una mirada muy expresiva, de un color aguamarina que cautiva. Ninguna divinidad es tan hermosa como usted, diosa Eir-Temari: la diosa de la sanación.

Sus palabras provocan que mis hormonas se alteren. No obstante, lo intento disimular.

—Agradezco sus palabras, Shikamaru —señalo con una sutil sonrisa—. Ahora me retiro, debo terminar con mi labor —volteo y empiezo a tomar distancia. Estoy huyendo de lo que siento, aunque en el fondo sé que él me atrapó.

—Existe un rumor de que el bando enemigo solicitó una tregua de quince días, ¿acaso eso es verdad? —ahora su voz es la que me detiene. Sin apuro, giro hacia él. Nuestras miradas se cruzan nuevamente.

—Es correcto, la tregua iniciará dentro de dos días.

—Si es así, me gustaría aprovechar ese tiempo para ir a visitarla —siento que mi corazón se desboca. Nunca lo había escuchado latir de esa manera.

—¿Subirá nuevamente la montaña de Lyfjaberg? —inquiero sólo para confirmar.

—Tengo que hacerlo si quiero verla, ¿le incomoda que vaya? —sus ojos oscuros me miran con intensidad.

—No, para nada. Eres bienvenido a mi residencia —acoto y a los segundos me doy cuenta de que le hablé de manera informal. Lo miro con seriedad y prosigo de la misma manera—. Espero que cumplas con tu palabra.

Veo que se le dibuja una sonrisa ladeada.

—Le prometo que al tercer día de iniciada la tregua, estaré junto a usted en la cima de la montaña de Lyfjaberg —puedo percibir un afecto especial en cada una de sus palabras, al igual que en su mirada. Aquello me hace sonreír con naturalidad. —Desde hace más de un año que usted vela por mi salud y seguridad en batalla, por eso lo mínimo que puedo hacer por usted, es brindarle mi compañía en esa solitaria montaña. Lo haré sin incomodarla, respetando el silencio al cual está acostumbrada.

Sus palabras me hacen sentir especial.

—Si en verdad vas a ir a visitarme, sólo tienes que ser tú —amplio mi sonrisa y sus ojos me contemplan embobados—. Estoy segura de que me sentiré cómoda con tu compañía —volteo lentamente y vuelvo a caminar entre los caídos.

—Está bien, será como usted quiera —sus palabras me detienen, aunque no miro, sólo sonrío—. Dentro de cinco días estaré allí.

Ésta es la primera vez que un hombre me habla con tanta seguridad, sabiendo que soy una deidad. Por lo general, los seres humanos suelen mirarnos como seres superiores, los cuales pueden otorgar numerosos favores, sin embargo, casi nunca les ha importado lo que sentimos en verdad. Agradezco de que ese hombre, haya despertado en mí un sin número de emociones que creía dormidas.

Siempre he estado centrada en cumplir el rol de diosa sanadora y humanitaria, pero ahora me doy cuenta que la abnegación absoluta no es para mí. Quiero disfrutar de mi existencia, independiente de los todos los deberes que tenga asignados. Soy una diosa responsable, por eso sé que cumpliré con todo lo designado por Odín.

Termino de sanar a los heridos y luego me dirijo a mi carro. Éste me traslada directo hasta la cima de la montaña, donde está mi palacio. Entro con prontitud al salón y el eco de mis pasos llena todo el espacio. Me detengo y recuerdo sus palabras: «Le prometo que al tercer día de iniciada la tregua, estaré junto a usted en la cima de la montaña de Lyfjaberg».

Sonrío al darme cuenta lo significativa que es esa promesa para mí.

«Te estaré esperando, Shikamaru. Los contratiempos no existirán en tu camino, porque tu destino es llegar hasta aquí… Tal vez termines siendo mi compañía eterna y yo la deidad que cuide de ti».

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FIN

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Glosario mitológico.-

Eir: En la mitología nórdica era considerada como una Valquiria, aunque también una Diosa Ásynjur, relacionada con los Vanir. Conocida como la diosa de la sanación, era considerada la mejor curandera y la más bella entre todos los dioses nórdicos, y también tenía el don de la resurrección. Su nombre significa clemencia o misericordia.

Valquiria: Divinidad femenina menor que servía a Odín bajo el mando de la diosa Freyja. Su propósito era elegir a los más heroicos de aquellos caídos en batalla y llevarlos al Valhalla para que formaran parte de los einherjar.

Einherjar: Eran espíritus de guerreros que habían muerto en batallas, escogidos para formar parte del ejercito de guerreros muertos de Odín.

Valhalla: Es un enorme y majestuoso salón ubicado en la ciudad de Asgard, gobernada por Odín. La mitad de los muertos en combate son elegidos por Odín y viajan al Valhalla guiados por las valquirias. Allí éstos se preparan para ayudar a Odín, en la batalla del fin del mundo.

Odín: Considerado el rey de los dioses en la mitología nórdica. No sólo tiene un rol preponderante en Asgard, sino que además es el padre de otros dioses de gran importancia como Thor o Bálder.

Norna: Según la mitología nórdica, la vida de dioses y hombres depende de los tapices que tejen tres enigmáticos personajes femeninos que viven bajo el árbol Yggdrasil.

Lyfjaberg: Nombre de la montaña que custodiaba la diosa Eir. También conocida como la montaña de la sanación.


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Gracias por leer, espero que les haya gustado esta historia. Cualquier cosa que quieran decirme, pueden hacerlo a través de un review, me encanta leerlos y responderlos. Recuerden que los reviews siempre motivan al escritor. Yo los amo con el corazón :D

Esta semana responderé los reviews pendientes. Disculpen la demora.

Disculpen también las posibles faltas de ortografías, apenas tenga tiempo las corregiré (ayyy Kami... dame tiempo, por favor).

Nos vemos en una próxima publicación.