ESTO ES UN TRABAJO DE FICCIÓN. CUALQUIER SEMEJANZA A LA PERSONALIDAD, ACTITUD O SITUACIÓN DE ALGUNA PERSONA ACTUAL, SI ESTÁ VIVA O MUERTA, ES MERA COINCIDENCIA.
Hola a todo mundo. Aquí les comparto un nuevo fic que elaboré… como de "último momento". Pues al ver una shipp en la red, estilo Fanart de Link con la Princesa Peach, hace como 20 días, aproximadamente, se me hizo algo tan bonito, tierno y único, que dije "nunca los shippie a estos dos personajes, pues, cuando jugué el videojuego de "The Super Mario RPG: Leyenda de las siete estrellas", en mi época de infancia, a la Princesa Peach la junte con el muñeco Geno, pues se me hacía una relación bonita y única, era como una relación especial" (espero hace un fanfic próximamente de ellos), pero este encuentro de ambos personajes, se me hizo como que tuvieran una química sin igual". Sin más, los dejo para que se deleiten con mi fanfic que apenas elaboré. No es largo y no tiene muchas aventuras, pero esto que elaboré lo hice con mucho amor y cariño para ustedes, mis lectores. Espero poder continuar así con mis fics pendientes en escribir y 2 en modo hiatus que deje por falta de inspiración, pues ésta aun no llega. Saludos a todos.
Pd: Al parecer, el problema familiar y laboral se están comenzando a arreglar, así que, tal vez, tenga un pequeño espacio para poder escribir mis fics que tengo pendientes, y tal vez… logre culminar alguno de ellos. Así que me tomaré un pequeño periodo de vacaciones para que me relaje, me tranquilice, olvide muchas cosas y que la inspiración en escribir FanFics, regrese, para que así fluyan mejor las ideas y culmine, por fin, aquellos que deje en hiatus. Muchas gracias por su comprensión.
*"ÉSTE FANFIC CONTIENE ESCENAS ERÓTICAS Y SEXUALES DE MANERA EXPLÍCITA. ES BAJO TU RESPONSABILIDAD SI LA QUIERES LEER. SI NO LA QUIERES LEER Y NO TE GUSTA ESTE TIPO DE CONTENIDO, BUSCA OTRO FANFIC QUE TE INTERESE. POR FAVOR, RESPETA MI DECISIÓN EN REALIZAR ÉSTE FANFIC A MI MANERA. AQUELLAS PERSONAS QUE LES GUSTE ESTE TIPO DE CONTENIDO, ESPERO LO LEAN, LO CRITIQUEN Y ME DEJEN SU OPINIÓN DE FORMA POSITIVA Y CONSTRUCTIVA PARA SEGUIR MEJORANDO EN LA ESCRITURA Y REDACCIÓN. GRACIAS POR SU ATENCIÓN, Y BIENVENIDOS A MI SITIO". *
Una tarde soleada, en el reino de Mushroom Kingdom, la Princesa Peach se paseaba de un lado a otro en el interior de su castillo, jugando con sus manos de manera preocupada y ansiosa.
Princesa Peach (preocupada):- Dime Toad ¿sabes algo de él? ¿estará todo bien? ¿no requerirá ayuda? ¿regresará lastimado? ¿requerirá algún hongo mágico para recuperar su salud cuando regrese?
El pequeño honguito de chaleco azul sin mangas con gorro en la cabeza en forma de champiñón blanco y lunares rojos en éste, se acerca a ella, la agarra de la mano y la trata de tranquilizar, tocando su dorso de manera tierna.
Toad (sonriendo):- Princesa, no debe angustiarse. Todo saldrá bien.
Princesa Peach (triste):- Me siento tan distinta teniendo estos sentimientos… ¡Jamás los había experimentado!
Toad (comprensivo):- Siempre hay una primera vez, princesa.
Después, la joven gobernante le expresa su sentir ante el pequeño.
Princesa Peach (risueña):- Desde que ese ser llegó a este mundo, dí la orden de que lo atendieran bien y le dieran hospedaje en mi castillo... pues, en ese momento, se me oyó como una voz muy dulce, que mis propios guardias Toads pusieron un rostro de confusión…
Toad (pensando):- … una voz muy distinta a la que han escuchado, su majestad. Haberla oído de esa manera, significaron muchas cosas para nosotros, pues primero llegaron los hermanos Bros y ahí hablo distinto, después, llegó ese sujeto…
La princesa, suspira para ella.
Princesa Peach (sentida):- … pues nunca me habían oído dar una orden así de diferente para atender a un extraño en mi castillo…
Toad (sonriendo):- Princesa…
La Princesa Peach, soltándolo de sus manos, se agarra el vestido, se lo alza un poco y sube unas largas escaleras con alfombra roja que conducen a su trono real.
Princesa Peach (seria):- ¡Está bien, estaré tranquila!¡Todo va a salir bien! De todos modos, así es como se me caracteriza: de carácter fuerte, decidida a todo y dura para tomar decisiones correctas ¡Con tal de salvar a mi gente del reino! Pese a que soy amable, dulce, cordial, valiente y amigable.
Sentándose en su silla como máxima autoridad en el reino, colocando ambas manos, una encima de la otra sobre sus muslos, Toad sube, igualmente las largas escaleras, para hacer sentir bien a la princesa, pues nunca, en toda su vida, la había visto con esos sentimientos encontrados.
Colocándose frente de ella, le pregunta de forma curiosa.
Toad (confundido):- Princesa, disculpe el atrevimiento que realizaré al preguntarle esto, pero… ¿usted se encuentra enamorada de ese extraño, no es así?
La princesa baja su mirada y voltea para su lado izquierdo. Suspira y coloca un mirar reflexivo, pues sus pensamientos se volvieron tiernos tras referir a ese individuo.
El Toad con chaleco azul, parecía notar una señal en su suspiro profundo que realizó la gobernante, sólo por preguntarle ese asunto. Así que sigue insistiendo en una respuesta, una respuesta que era obvia, pero la princesa, lo negaba.
Toad (confundido):- Dígame la verdad, alteza, ¿está enamorada de ese sujeto?
Esta vez no hubo respuesta. Sólo trataba de entender el por qué se había abierto un portal especial que conduce su mundo al mundo de aquel individuo… tal vez se trataba del árbol que da flores de corazón quien había hecho todo esto (pero, ¿cómo lo sabe?), pues sólo un aldeano de ese pueblo o reino fue succionado y lanzado a Mushroom Kingdom, para ser sellado y jamás regresar, entrando a un mundo extraño y diferente.
Rumores, que ha oído de la gente que habita Mushroom Kingdom, indican que, si logras buscar y cumplir esa misión por la que has llegado a este mundo, aquel tubo mágico color verde se activará mágicamente y te regresará a tu hogar de procedencia, llamándote de una forma especial, el cual sabrás cuando llegue el momento, pero ¡sólo si logras efectuar correctamente ese encargo con éxito! (¡Pues por algo estás aquí! ¡Por alguna razón has aparecido en este mundo!) Y sólo a esa persona que succionó el tubo, es a quien responderá a su llamado posterior al cumplimiento satisfactorio de su pendiente o misión, devolviéndolo, por fin, a su lugar de origen.
La Princesa, regresa de sí.
Princesa Peach (enamorada):- Por algo, esa grieta lo eligió… por algo, el tubo verde brilló en el bosque de los hongos, lanzándolo a este lugar, sé que por algo lo hizo…
Toad se acerca a ella para agarrarla de ambas manos y tranquilizar su sentir, pues comenzaba a alterase poco a poco.
Toad (comprensivo):- Entonces, debe confiar en él, tanto en sus capacidades como en su forma de pelear… ¡No se estrese, Princesa!
La princesa Peach, se tranquiliza.
Princesa Peach (comprensiva):- Aunque lo haya visto entrenar por una semana en el patio del castillo y lo haya enviado… digo, haya decidido ir por voluntad propia a eliminar al hechicero Kamek, oculto en algún lugar del bosque…
La gobernante de Mushroom Kingdom empezó a dar indicios de preocupación.
Toad (sonriendo):- Noto su preocupación, princesa.
Princesa Peach (nerviosa):-¡Lo sé! ¡Lo siento! Tengo miedo de que le suceda algo.
La Princesa suspira, se relaja y cierra sus ojos cuando, de pronto, un Toad guardia de su castillo entra al trono real, quien este se hinca enfrente de su majestad para informarle que el joven de orejas puntiagudas ¡Ha regresado! Junto con el hechicero Kamek, hecho su prisionero.
La princesa colocando un mirar iluminado, sonríe de felicidad y ordena que encierren a Kamek inmediatamente, a lado de Bowser, al igual que tengan en resguardo privado su barita mágica del hechicero, lejos de toda esa maldad de ambos sujetos. Aquella arma mágica podría ser usado para una buena causa en su Reino de Peach.
Parándose de su trono de un sólo salto, se alzó el vestido largo color rosa. Mostrando sus zapatos bajos del mismo color, baja rápidamente las escaleras para salir de la habitación real, correr por todos los pasillos como una niña que busca su juguete por toda la casa, por lo que los guardias Toads que custodian cada rincón del castillo la miran confundida, pues la princesa Peach nunca se ha comportado de esa manera. Todo el tiempo ha poseído buenos modales y expresa un lenguaje fino y educado, pero pareciera que en este momento lo olvidó, pues, al llegar a un salón especial para recibir a los invitados, lo encuentra.
Se trataba de un joven del sexo masculino, muy apuesto, alto, modesto, humilde y valiente, de aproximadamente unos 20 años, de cabello rubio, largo, con orejas puntiagudas, portando una gorra y ropas verdes, guantes de batalla y brazaletes cafés, mallas blancas, teniendo un par de botas cafés.
Su nombre es Link, un espadachín y arquero, habitante del pueblo de Hyrule, quien se encontraba completamente sólo en ese lugar, cargando aún, detrás de su espalda, su escudo de metal Hyliano y una espada que lo acompaña llamada "Master Sword".
Princesa Peach (enamorada):- ¡Link! ¡Link! ¡Link!
El joven voltea a verla y sonríe tiernamente.
Link (sonriendo):- ¡Princesa Peach!
Corriendo hacia él, se lanza y lo abraza afectivamente, pasando sus brazos sobre su cuello.
Princesa Peach (feliz):- Volviste… ¡Haz vuelto! ¡Que alegría!
Link, pasa también los suyos, pero por debajo de los hombros de la princesa, para agarrarla de la cintura.
Link (mirada tierna):- Fue un camino difícil, pero logré cumplir la meta, Peach…
Link se separa de ella rápidamente, agarrándola de ambos brazos, y la mira de frente, muy sorprendido, pues nunca había hablado de "tú" con alguien de la realeza.
Link (sonrojado):- Pue-puedo… ¿puedo llamarte Peach? ¿Simplemente Peach?
La princesa se sonroja, le sonríe tiernamente y asiente con la cabeza. No le importaba como la llamara, sólo quería volverlo a ver, y oír su tierna voz, por lo que ambos, se vuelven a abrazar para estar un rato de esa forma.
Princesa Peach (pensando):- Su misión fue completada en éste mundo. Ahora, debes irte… pero no quiero que lo hagas ¡Aún no! No quiero que te alejes de mí. Eres caballeroso, amable, solidario e intrépido. No sé cómo pasó, pero ¡Te amo Link!
Sonrojándose el joven de Hyrule de manera tierna, sonríe, por lo que ambos deciden despegarse un poco para mirarse de frente, sin separar su mirada, uno del otro.
Sin entender como sucedió, se tomaron de la mano y comenzaron a sentir un fuego que les quemaba por dentro, una llama que hacía que sus cuerpos estuviesen juntos de una forma muy especial… como si ese fuese la razón por la que aquella grieta mágica se abrió en su mundo. Su destino.
Acercándose lentamente a sus labios, comenzaron a besarse, degustándose, de manera pacífica.
Querían sentir como sus cálidos cuerpos aumentaban poco a poco su temperatura. No podían calmar su sed de la pasión, por lo que Link fue el primero en detenerse y hacer a un lado a la gobernante.
Apartándose de ella, dejando a la princesa Peach con un agradable sabor dulce en su boca, Link habla algo inquieto y tímido.
Link (sonrojado):- P-princesa, yo…¡Esté no soy yo! Yo no quise… no quiero ser… ¡Yo jamás me comporto de esta manera con alguien de la realeza!
La princesa Peach lo mira muy enamorada, entendiendo la situación del asunto.
Princesa Peach (sonrojada):- Igual yo… es decir, con los plebeyos, perdón, con mi gente de este mundo...lo siento.
Link la mira sorprendido y muy sonrojado como ella.
Princesa Peach (sonrojada):- En mi mundo, he tenido varios pretendientes que han intentado coquetear conmigo para ganarse mi corazón, por ser la más hermosa de todo el reino pero, todos han fallado. Mario fue el único que logró que tuviera con él, una química sin igual, pero, sólo como una amistad ¡El amigo que me hacía falta! Además de ser el primer humano con el que he tenido contacto después de mucho tiempo… Me hizo ponerme muy feliz.
La princesa, tranquiliza sus emociones y comienza a recordar todas esas bonitas vivencias que fueron fantásticas a lado de los hermanos Bros: Derrotando al Rey Bowser, visitando la Isla de los Kongs, conociendo a Yoshi, tomando el té con el Rey Pingüino, jugando tennis con su amiga Daisy, visitando otras galaxias a lado de la Princesa Rosalina, salvando el mundo de los deseos a lado de Geno, entre muchas aventuras más.
Princesa Peach (sonrisa tierna):- Con el tiempo, nuestra amistad se fue reforzando y tuvimos grandes aventuras como nunca hayas imaginado pero, una relación íntima… no lo creía posible con él, sentía que… no.
Link entendió el mensaje oculto de sus hermosas palabras, pues él podría ser… ¡El pretendiente perfecto!
Link (sonrojado):- ¿Y conmigo, Princesa?
La princesa Peach lo mira a los ojos y coloca ambas manos a la altura de su pecho, juntándolas, como si de una plegaria trata de realizar.
Princesa Peach (sonrojada):- ¿Perdón?
Sus ojos se iluminaron, brillaron más que una estrella, por lo que Link empezó a ponerse muy nervioso.
Link (sonrojado):- Si… que…¿ qu-que clase de relación tengo con usted?
La Princesa de Mushroom Kingdom se sonroja aún más de sus megillas y, para responder su pregunta, se sale del salón sin decir una sola palabra, por lo que Link la sigue, creyendo que había sido una pregunta muy irrespetuosa, faltándole al respeto a la princesa.
Link (sentido):- Princesa, lo siento. No… no hice esa pregunta solo para fastidiarla.
Los guardias Toads los miran caminando entre los pasillos como si hubiera algo más entre de ellos. ¡Una química sin igual que nadie podía explicar! Analizaban cada detalle de las acciones que se mostraban en su encuentro, porque, según para ellos, nadie está a la altura de merecer el corazón de su Princesa Peach ¡Nadie!
La Princesa, apareciendo en sus aposentos reales, dos guardias Toads, colocados en su respectivo lado, abren su puerta para dejarla entrar, por lo que Link, detiene su andar y decide no entrar, para respetar el espacio personal de la prestigiada dama.
Cuando la Princesa entró, volteo a ver a Link y, ésta, lo llama para que la acompañe a sus aposentos reales.
Los guardias Toads se miran entre de ellos, muy dudosos, pues nunca la Princesa había realizado un acto de esa magnitud: dejar entrar a un desconocido a sus aposentos, principalmente, a un ser del sexo opuesto.
Link se negaba moviendo su cabeza sin emitir sonido en su boca, pero, al ver a la princesa, abrazándose a sí misma, con un mirar triste y cabizbajo… nervioso, decide entrar, por lo que los guardias Toads, cierran la puerta.
Antes de cerrarla por completa, la Princesa les ordena que pueden tomarse su día libre y que podían hacer lo que ellos quisieran, ya que "platicaría" con su nuevo "invitado", aspectos monárquicos y políticos, por lo que tardaría un poco en culminar su reunión. Dichas palabras sonaron muy sospechosas y deciden, sin pensar, quedarse en ese lugar para proteger a Peach, por si sucedía algún incidente con el sujeto desconocido.
La Princesa sólo sonríe tiernamente, pues jamás haría cambiar la opinión de sus fieles y leales guardias Toads cuando alguien, que consideran extraño, se reuniera con ella en privado ¡Y más cuando se trataba de su habitación!
Link mira por todos lados, observando cada detalle de la habitación real color rosa que tiene la Princesa, pues es lo que toda persona, en éste mundo desea tener: lujos, joyas, muebles finos y elegantes, entre otras cosas, pero en ese instante, su vista le hizo llamar la atención un objeto que tenía la joven Peach en su tocador, pues era un collar de oro, muy distinto a la joyería del reino Mushroom Kingdom, pues tenía cierto parecido con el collar de la princesa Zelda, su mejor amiga del alma, con quien jugó desde que era una niña hasta que tomó posesión como gobernante del palacio a los 23 años, cuando cumplió la mayoría de edad en su reino llamado Hyrule, pues ella era la hija primogénita, sucesora de la corona de la familia real.
Link (pensando):- ¿Cómo es posible que un objeto de Hyrule esté en este mundo?
Entre sus recuerdos, logro ver que hace muchos años, se rumoró que una niña de ese pueblo había desaparecido misteriosamente. Todos los de Hyrule fueron a buscarla, pero no hubo rastro de ella por ningún lado. Desde ese entonces, los habitantes de ese lugar vigilaban mucho a sus pequeños y no les permitían salir más allá del pueblo, por eso, Link, en su época de infante, se ofreció en ser su protector de la Princesa Zelda, incluyendo, después de su coronación.
La princesa Peach lo mira confundida.
Princesa Peach (preocupada):- ¿Qué tienes?
Regresando a su realidad, interrumpido por la princesa, decide despojarse de su armamento que cargaba atrás de su espalda, recargándolos sobre la pared, para descansar un rato.
Link (sorprendido):- ¡Nada! Sólo… observaba tus aposentos.
Colocándose ambas manos en su cintura, vuelve a contemplar la habitación de la princesa.
Link (sonriendo):- ¡Tienes buen gusto! Me recuerda mucho al castillo de la Princesa Zelda. Tienen gustos muy parecidos, pero, aquí… todo es tan diferente…
Princesa Peach (sonrojada):- Gra-gracias…
La princesa sonrió y, sin pensar, se despoja su vestido en frente de él, dejándolo caer al suelo. Quitándose sus guantes blancos que portaba en ambas manos y sus zapatillas rosas, dejándose solamente su reluciente corona en la cabeza que la distingue como princesa de Mushroom Kingdom, el joven hyliano, al regresar su vista a ella, se sonroja al ver su hermosa figura femenina desnuda.
Link (sonrojado):- ¿Pri – princesa? ¿Qu-qué haces?
La Princesa se acerca sensualmente, caminando a pasos lentos hacia el chico hyliano, mirándolo un poco preocupada.
Princesa Peach (avergonzada):- ¡Aquí está la respuesta a la pregunta que me hiciste cuando estuvimos los dos, solos, en el salón de invitados!
Los latidos del corazón de Link aumentaron más rápido de lo habitual. Una adrenalina que sólo podía ser calmada al hacer un acto especial.
Princesa Peach (sonrojada):- ¡Ya no resisto más…! ¡Desde que apareciste en mi castillo por primera vez, te he deseado a cada momento y no he dejado de hacerlo! ¡Nunca había sentido esta hermosa sensación en toda mi vida!
Link, sonrojado, sorprendido y sudando un poco, sus palpitaciones comenzaron a acelerarse. No quería caer en la tentación de los atributos sensuales de la Princesa Peach, más era verdaderamente irresistible por lo que, comprendiendo el habla de la doncella, tranquiliza sus emociones, regresando su mirada a un tono serio y tranquilo.
Ella mira de forma tierna, con ojos comprensivos, su hermoso rostro de Link, perdiéndose en sus relucientes ojos azules y cabellos dorados, que irradiaban luz como los rayos del sol.
El joven rubio no responde a las palabras de la Princesa Peach, sólo toca los labios de la princesa con la yema de sus dedos de la mano izquierda. Al tener ese contacto en sus labios, la Princesa observa lo que hace. No emite habla aún, sólo quería que sintiera su calidez labial.
El chico rubio acaricia su delicado rostro para sentir el calor que quería trasmitirle en el acto carnal, por lo que Peach, responde de forma positiva, agarrándolo de esa misma mano y la detiene en su megilla para sentirse feliz.
Link entiende el mensaje y decide complacer los deseos más íntimos y sensuales para su Princesa de Mushroom Kingdom, pues también, cuando la vio por primera vez dentro del castillo, sintió un fuerte deseo que no podía calmar ¡Un deseo, atracción e impulso lascivo que no tenía explicación!
Como dos imanes, se juntan para tener un encuentro íntimo como nunca antes se haya visto en el reino.
Besándose hasta que sus labios se desgasten, sus impulsos sexuales subieron de nivel rápidamente, por lo que ambos jóvenes, se acomodan en la cama de la Princesa.
Link, arrodillado en medio de la cama, se desviste completamente, tirando sus prendas a lado del mueble, enseñando aquel cuerpo desnudo tan varonil y bien formado que tiene, gracias a los encuentros con sus enemigos que ha luchado y derrotado en todas sus aventuras. Tocando sus largos cabellos dorados de la gobernante de Mushroom Kingdom, se los acerca para oler aquel dulce aroma a melocotón que desprendía.
La Princesa Peach besaba cada detalle de su cuerpo desnudo de su hombre, oyendo como su respiración del chico hyliano aumentaba de nivel.
Link agarra su miembro con la mano derecha y, la princesa, entendiendo ese significado sin que él se lo dijera, se muerde los labios de manera sensual, jugosa y provocativa, decidiendo por voluntad propia, jugar un rato con su miembro del chico.
Agarrándolo con ambas manos aquel flácido falo, el joven hyliano se sorprende, reaccionando con un brinco. Soltándolo, Link decide observar que era lo que iría hacer con él.
Ella, estimula la punta de su miembro, lamiéndolo con la lengua, al igual que con su boca, por un largo tiempo. Link gimió de placer que su rostro se tornó sonrojado por ser ese sitio íntimo, un lugar sensible para él, por lo que su órgano reproductor, se alargó y engrosó en poco tiempo, expulsando y salpicando un pequeño líquido preseminal, manchando el busto de la princesa.
Fue todo un manjar degustable para la princesa, pues aquellos fluidos que salían de Link, se los tragaba, probando por primera vez aquel dulce sabor a menta lavandina que producía, recogidos por sus dedos.
El chico de Hyrule le acariciaba su cabello de manera tierna, para que la princesa Peach no parara de consumir aquel delicioso miembro que le daba por segunda ocasión. Succionando para poder sacar hasta la última gota de éste, logró llegar al éxtasis más alto y, agarrando la cabeza de la princesa, la empuja hasta la parte final del tronco de su grande miembro, dejándola inmovilizada. Link gimió y se quejó muy fuerte en la habitación de la princesa, cerrando y apretando muy fuerte sus parpados, temblando en todo su cuerpo como si tensara sus músculos, hizo que ella se sorprendiera y sintió como aquella viscosidad blanca resbalaba en toda su garganta, haciendo que colocara una vista perdida, salpicando también, restos de su exquisito semen manchando el rostro femenino de la princesa.
La forma en que complacía a Link, parecía que tuviera cierta experiencia con este tipo de asuntos, pero ¡era imposible! pues no tenía tiempo para andar realizando (ni pensando) en esas cosas, por su alto cargo como gobernante del reino, ocupándose de asuntos políticos importantes y ayudar a gestionar el reino, pero por él, parecía que había cambiado.
Volviendo a ejecutar el acto por tercera ocasión, pero ahora, masajeando su miembro con la lengua (de la base hasta la punta, incluyendo su glande), como si se lo estuviera comiendo, Link gemía muy fuerte y se le notaban los colores ruborizados de sus megillas. Tenía sus ojos cerrados, con rostro serio, respirando y quejándose fuerte, plenamente concentrado en como la gobernante de Mushroom Kingdom saboreaba su miembro masculino erecto, duro, venoso y grueso, sintiendo sus paredes bucales cálidas y suaves, notándose en él, una franja roja en su rostro que mostraba excitación por el acto cometido que hacia su damisela.
Expulsó, nuevamente, aquel abundante líquido blanco, haciendo que la princesa Peach lo volviera a deglutir, ensuciándose, nuevamente, su lindo rostro con el semen salpicado que brotó del miembro de su chico, por lo que Link la detiene y ahora, era su turno en complacer a la princesa.
Primero la coloca boca arriba, donde su cabeza colgaba fuera de la cama, y parándose frente a ella, le introduce su grueso y largo miembro en la garganta de Peach.
Comenzando a mover su pelvis lento y delicado, oía como gemía de placer la doncella, excitándose al ver como su busto se movía de arriba hacia abajo.
La Princesa, quien se sostenía de la cadera de su chico Hyliano, lo hizo para que aquel órgano masculino no fuera muy profundo de su garganta, pero él, decide agarrarle los brazos de la gobernante, quitándoselas de ese lugar y las coloca, en su respectivo lado, encima de la cama, para continuar ofreciéndole del fuerte potencial varonil que le proporcionaba en su garganta ¡Sin descansar! Aumentando, finalmente, su adrenalina al máximo, hasta lo profundo de su ser, expulsa, nuevamente, todo su semen, impregnando ese lugar con su viscosidad espesa blanquecina, volviendo la princesa Peach a tener un rostro visco, tierno y seductor, tragándose todo aquel fluido.
Sentándola en medio de la cama y separando las delicadas piernas de la princesa, prueba con su boca y lengua, cada detalle de su zona íntima mojada, pues parecía que desprendía un sabor a miel que era imposible dejar de consumir.
La princesa Peach, se tocó la cara con su mano derecha, para recoger con sus dedos, aquella dulce leche con sabor a menta lavandina que dejó el joven, y degustarlo en su boca. De igual forma, gimió muy fuerte en la habitación, que su corazón sentía que se le quería salir, por cada palpitación acelerada que tenía cuando el chico lamia en ese lugar, haciéndola sentir como una verdadera diosa, teniendo, de esa manera, orgasmos muy altos y fuertes.
Sudando, gimiendo, no había nada que pudiera calmar esa pasión, pues una vez que se comenzaba… ¡No había vuelta atrás!
Parecía que ambos ya se esperaban desde hace mucho tiempo, como si el destino, los hubiera juntado en este encuentro pasional que desbordaban justo ahora.
La princesa se agarra de las sábanas muy fuerte y, su mano que tenía colocada en su cara, ahora se posiciona en la cabeza de Link, pues ella comenzó a tocar sus cabellos rubios pasando estos entre sus dedos. Acaricia su cabeza, pues aquel acto denotaba un "continua, vas muy bien, quiero que sigas con este ritmo, me gusta mucho, me agrada". Link entiende y la complace de esa manera, besando, lamiendo, succionado e introduciendo su lengua en ese sitio especial.
Haciendo contacto con sus fluidos en sus labios y boca del chico hyliano en la zona íntima de Peach, degusta aquel néctar de su ser, ingiriendo todo ese sabor a miel que lanzó la joven Princesa.
En ese momento, la Princesa se acuesta sobre la cama, encima de la almohada. Quería cerrar sus piernas por inercia, pues sintió una pulsación y descarga eléctrica tan rara que irradiaba hasta su zona íntima, pero Link se las detuvo. Colocando ambas manos en sus muslos, ejerciendo un poco de fuerza, impidió que su chica realizara el acto.
Ella se aguantó, pero no resistió mucho tiempo, y gritó el orgasmo alto que tuvo retenido en su ser. Retumbando como eco en toda la habitación, se arqueo y tembló de pasión por como el joven movía su lengua en su parte íntima. Succionaba todo lo que la hermosa doncella de Mushroom Kingdom, sacaba. Una sensación única que la hacía tocar el cielo y las nubes, erectándose, incluso, en ambos pezones.
Ya mojada, no esperaba que fuera así de rápido, pues siempre creyó que iba a tardar un poco en llegar al éxtasis más alto, pero Link, sabía que puntos tocar, para que tuviera su zona íntima muy húmeda y mojada.
Colocándose encima de ella, pone sus manos en la cama, casi cerca de la cintura de la joven acostada y, mete su miembro en la zona intima de Peach.
Sin pedirle autorización a la princesa en que haría ese acto… ¡A ella no le importó! pues ya lo deseaba, lo esperaba, lo anhelaba justo ahora, por lo que Link, empujando, introduciéndosela casi de golpe, sólo se oye un gemido femenino fuerte en toda la habitación. Ella, aún se seguía agarrando de aquellas sábanas rosas en ambas manos, apretándolas muy, pero muy fuerte.
Link, al mirar la zona de su amada, comprendió que había manchado las sábanas, pero no se atrevió a decirle, pues ya no tenía tiempo. Añoraba sentirla como su mujer en este momento. Añoraba hacerla suya, justo ahora.
El joven hyliano, aún con mirada seria, viendo como la Princesa tenía los ojos temblorosos y cerrados para sentir el placer de su enorme órgano masculino, mueve sus caderas de una forma veloz y satisfactoria, haciendo que la Princesa gima, quejándose de placer.
No había habla, no había comunicación, solo ese sonido que salían de sus cuerdas bucales que Link denominaba como un canto de sirena que lo hacía volver loco de placer. Le daba todo de su potencial, que la princesa, ya deseaba.
Poco a poco, ella se mojaba más y más, y eso hacía que Link comprendiera que sí podía complacerla en todos los sentidos, ser solamente su caballero erótico del amor.
Parecía que se estaban dejando llevar por el momento, como si este fuese el último día en que se verían, por lo que, la princesa Peach, cierra sus ojos y aprieta muy fuerte sus parpados. Llora, no de tristeza, sino de alegría, una felicidad que era sentida justo ahora y Link, al notar la acción que tomó, la abraza, para que se sintiera tranquila y entrara en confianza con el joven de Hyrule.
Ella, decide cruzar sus piernas a la altura de la cintura de su amado, indicándole por ese acto, que tenía que acabar dentro de ella, sin saber que, al realizar esa postura, favoreció que el contacto fuese más estrecho e íntimo, siendo una mejor opción romántica elegida para llegar al orgasmo.
No hubo cambio de posición en dicho acto sexual, pues la princesa sólo quería que fuera de esa forma: El joven Hyrule estando encima de ella, como si fuese un símbolo de proyección varonil, donde tuviera esa oportunidad de modificar la profundidad, ritmo, envestida y dureza de la penetración como él quisiera.
Al notarla de esa manera, que no emitía un habla sobre esa pose, y solo se quejaba, gemía, gritaba de placer, oyendo como su respiración se hacía más fuerte, tampoco la obliga o sugiere cambiarla de posición.
Gimiendo ambos con fuerza, Link sudaba y la princesa también, donde la gobernante, teniendo los ojos cerrados, gritaba, gemía y se quejaba de placer: algunas veces cerca del oído del sujeto de cabellos de oro, y otras veces, retumbando en su cara.
Dejando de abrazarlo, araña inconscientemente la espalda del joven de las orejas puntiagudas, quién éste, se aparta un poquito para quejarse del dolor, pero no le dijo nada, solo estaba concentrado en como complacerla, en como dejar aquella huella marcada indeleble en todo su ser para que jamás lo olvidara.
La princesa, teniendo un rostro preocupado y párpados apretados, mojó sus mejillas con aquella agua cristalina que brotaban de sus ojos. Link se las lame por lo que ella, abre sólo su ojo derecho y nota que el hyliano tenía un mirar serio y un rostro hermoso esculpido por los mismos querubines, perdiéndose siempre en sus lindos ojos color azul cielo.
No quería que parara, quería que siguiera hasta el final, puesto que nunca antes había sentido a un joven que tuviera un potencial así de fuerte, varonil, que sabía muy bien como complacer a una dama como ella, siendo su primera vez.
Princesa Peach (sonrojada):- amg, amg, amg, amg, ¡Link! Amg, amg… ¡así! ¡ungh!
Después de un rato en mantener aquella velocidad que le proporcionaba sus caderas, Link sintió que su excitación por la princesa estaba decayendo poco a poco, pues el orgasmo que tenía la gobernante estaba disminuyendo, por lo que el joven hyliano, sin pensar, besa y lame el cuello, incluyendo su oreja derecha de su amada para que el clímax subiera a otro nivel, tocándola también, de su vientre y abdomen.
Princesa Peach (sonrojada):-amg,amg,amg ¡uhmmm! Mhhhhm… ¡anf, anf! ¡AH! ¡LINK! ¡uhmmm! ¡Aaaaaaaah! ¡Si!
Al oírla gemir de otra forma distinta (como una loba en celo), a como la penetraba en su zona íntima, el chico rubio volvió a recobrar su excitación potente que tenía.
Link, concentrándose solamente en esa fuerte velocidad y envestida que le daba, esperaba que la princesa dijera un: "detente, me duele, para por favor, me estás lastimando" para disminuir un poco la rudeza de su ser, pero esas palabras jamás ocurrieron, pues Peach le agradaba esa rudeza que su lindo chico rubio de Hyrule le proporcionaba en su zona intima: comenzando a tener vistas perdidas, se mordía sus labios de forma sensual, gemía de placer, sacaba la lengua y sudaba a lado de su enamorado… ¿Cómo era posible? ¿Enamorado? ¿A caso era mejor conquistar a la princesa de esa manera, en vez de que ella se diera a desear? ¿Era lo que esperaba realmente? ¿No deseaba que fuese un príncipe, criatura o humano de otro reino a decirle palabras bonitas, invitarla a salir y darle un gran ramo de flores con chocolates?
Link no sabía cómo parar, no sabía cómo detenerse, pues las paredes de la zona íntima de la princesa le daban un toque perfecto a ese encuentro, por lo que su pelvis tenía un movimiento tan satisfactorio que no quería que culminara. También besó el busto de la princesa, incluyendo sus botones rosas que ya se le notaban un brote muy notorio por la excitación que tenía. Las lamia, succionaba y con sus manos, le dio masajes en forma de círculo, por lo que el canto de sirena de la Princesa Peach, denotó un eco muy alto que retumbaba en las paredes rosas de su habitación real, por lo que el chico de Hyrule continuo, muy concentrado, en no bajar aquel ritmo placentero, fuerte y varonil que su cuerpo le proporcionaba.
La princesa Peach sentía que su vientre estaba por estallar, una canalización tan tibia que no podía explicarse con palabras.
Peach besa desesperadamente al joven Hyliano, pues sentía que ambos seguían siendo uno. No sabía cómo expulsar ese sentimiento tan grande que excedía en pasión eterna. Sabían que no tenían llenadera, querían seguir degustándose por siempre.
Sudados, cansados, agitados, no querían terminar, aunque tuvieran su mirada agotada y somnolienta, eran emociones encontradas muy difíciles de explicar, pero ellos lo sentían.
Ambos enamorados continúan besándose en los labios apasionadamente sin pensar, pues seguían insistiendo en que éstos debían desgastarse por completo que incluso, jugaron con sus lenguas y compartieron su saliva que salían de ambas bocas. Podías escuchar como respiraban. Su inhalación y exhalación rebotaban en sus rostros.
Culminando el beso, la Princesa Peach abre sus ojos para verlo de frente, pues también quería que aquel recuerdo de este hallazgo carnal quedara grabado en su mente para siempre. Al hacerlo, observa que también Link seguía con su mirada fija y sería puesta en ella desde que comenzó el acto sexual, sonrojado, gimiendo, sudando, no volteaba para ningún lado, sólo tenía ojos para ella.
Se hallaba muy concentrado en el ritmo y envestida, viendo como las expresiones del rostro de la gobernante de Mushroom Kingdom cambiaban de cuerdo a la profundidad y dureza que le daba.
Link no dejó de contemplar aquellos ojos azules que hicieron perderse en la mirada de su bonita hembra conquistada.
Rebotando su aire en sus rostros, se besan nuevamente y cuando separan sus labios, la princesa saca su lengua, observándose una ligera línea de agua uniéndose a la boca de Link.
Se le veía fatigada a la Princesa Peach, pues sus ojos no mentían al notarse que tenía uno cerrado y el otro casi abierto, sacando vapor de su boca. Sonrojada de aquellas megillas que mostraban la adrenalina del acto amoroso que hicieron sin razonar, dejando que sus instintos respondieran por ellos. No quería parar, no quería detenerse, no quería que acabara, mucho menos, el joven de Hyrule, pues sintió todo esto tan placentero que quería durar todo un día en la cama con ella y en esa misma posición, pues también, al ver como su busto se movía de arriba hacia abajo y, otras veces, en forma circular, haciendo que chocaran entre sí, lo excitaba más que cuando la besó del cuello y orejas, escuchando cómo gemía la noble princesa.
Peach comenzó a tocar con ambas manos, sus cabellos dorados, pasando nuevamente sus dedos sobre de ellos como si se los estuviera cepillando, e hizo colocarlos atrás de sus orejas para que no le estorbara su vista mientras realizaba el acto. Colocó sus manos en las megillas de Link y lo mira con esos ojos misericordiosos. Después, baja ambas manos para tocar su cuello, hombros, brazos y pecho bien formado del chico rubio de orejas puntiagudas, sintiendo como el calor de sus palmas le brindaba aquel confort y chispa que hacía recargar muchas emociones en aquel libido de su ser.
Deteniéndose en las tetillas de Link, la Princesa Peach usa su dedo índice para estimularlas. El joven hyliano gimió alto, que a la gobernante la excito mucho, haciendo que se mordiera los labios y lo mirara pervertidamente.
Continuó haciéndolo sin parar, para que gritara su orgasmo y retumbara en las 4 paredes… ¡No lo logró! Sólo hizo que gimiera más alto, pero el chico entendió sus razones y decide, mejor, excitar aún más a la hermosa princesa por lo que también decide jugar con ella.
Tocando su órgano carnoso y eréctil de su amada, que se encontraba un poco arriba de la zona íntima donde la complacía, logró que tuviera un multiorgasmo tan satisfactorio así como potente, que quitó sus dedos de las tetillas de Link, lo agarra de sus fuertes brazos con musculatura notable, apretándoselas, se mojó más de lo habitual, haciendo que su penetración la realizara más profunda, entrando completamente dentro de ella, que Peach abrió sus ojos, se sorprendió mucho y tuvo una mirada perdida, bizca, tan preciosa al igual que dulce, que sacó su lengua de la boca, observándose unas ligeras líneas de agua tocar su delicada garganta. Sus botones rosas del busto se erectaron más de lo habitual, al igual que su sitio carnoso, volviéndose más sensible de lo que era antes.
Gimió, gimió como una demente.
Link, a pesar de ese acto, jamás dejó de mover sus caderas, seguía con ese ritmo duro, potente y muy fuerte que a Peach le gustaba.
Ambos vuelven a besarse apasionadamente, pero ahora, Link agarra a la princesa de las muñecas, colocándolas en sus respectivos lados, por separado, con las palmas hacia arriba, pues parecía que la adrenalina de su ser ¡Había aumentado! por lo que ella gritó como si la estuvieran matando de placer, pues el joven cerró sus ojos muy fuertes, se encorvó y, acercó su frente con la de ella para tocarla.
El sonido fuerte y vigoroso que hacía la cama de la princesa cuando el acto aumento más de lo acostumbrado, no les importó, pues ese crujir denotaba aquella potente fuerza y embestida que Link poseía para manifestar su posición como macho activo dominante ante su hembra y amada princesa, moviéndose su cuerpo de la doncella, locamente, al ritmo que le daba su enamorado.
Princesa Peach (vista perdida):- Ese, amg, amg, amg potencial…anf, amg, ¡ungh! ese potencial…¡fuerte! ¡Duro! ¡Delicioso! ¡Placentero! ¡Rico y varonil! ¡Ah! ¡Link! ¡Ese potencial! Amg, amg, amg, ¡Dámelo todo! ¡Por favor! ¡Dámelo todo! ¡Se siente rico! ¡Dámelo por favor! ¡Quiero sentirlo! ¡Aaaah! ¡Link!
Link seguía aún muy concentrado en como complacerla que, no oyó dichas palabras.
Peach, con el rostro preocupado, cerrando más fuerte sus ojos, llorando y gimiendo, no quería… no quería que esto terminara, más, sin embargo, sus piernas cruzadas a la altura de la cintura de su amado comenzaban a temblar por el cansancio que tenía, pero no se atrevía a decirle algo a Link, pues no quería desconcentrarlo del ritmo vigoroso, fuerte, duro, varonil y placentero que le daba. Era único, delicioso y degustable. La hacía sentir como una verdadera mujer ¡única y especial! Su ritmo cardíaco y su zona íntima no mentían cuando le daba todo aquello de su ser: Mojado y muy húmedo, empapando de esa manera, las sábanas de la princesa con sus manchas de miel.
Link, al abrir sus ojos y ver a su doncella cómo sus megillas rojas aumentaban a un color más rojizo, pero ahora en todo su rostro, sintiendo como sus contracciones vaginales aumentaban, entendió que ya estaba a punto de gritar su último orgasmo.
La princesa ya no se mordía los labios sensualmente, sino que colocó un mirar perdido, sacando saliva de la comisura de su boca y, sus manos, las cerró en forma de puño, para soportar toda esa canalización de emociones que Link le descargaba en ese momento.
¡No dejaba de gemir! ¡Estaba completamente loca de amor!
Ahí, el joven de las orejas puntiagudas, comprendió que su potencial y hombría que le daba a la delicada princesa, mostrado en ese acto amoroso y pasional, denotaba su protección, fuerza y cuidado que le dará por siempre, cumpliéndolo con buenas intenciones.
El gemido de Link aumentó poco a poco, hasta que fue más fuerte y, deteniendo la locura de sus caderas, embistiéndola muy duro, penetrándola hasta el fondo, la Princesa Peach grito su último orgasmo, sonando eco en toda la habitación, culminando ella con un "Te amo, Link". Se arqueó de la espalda, sacando su pecho, apretó muy fuerte sus puños donde el joven la tenía agarrada y retenida, flexionó sus pies cruzados, tembló todo su cuerpo y sintió como aquel abundante líquido blanquecino la llenaba completamente que incluso, un poco de éste, salió y salpicó de su zona íntima, embadurnándose un tanto.
Link cerró sus ojos muy fuertes, y apretó duro las muñecas donde tenía agarrada a Peach. Agitándose, culmina también su último orgasmo.
Link (cansado):- ¡Ungh! ¡Pri-princesa! ¡Anf! ¡Peach!
La princesa solo gemía al mismo tiempo que respiraba fuerte. Su vista se tornó muy perdida y, cayeron, finalmente, ambos uno encima de la otra, cansados, sudados, agitados y nerviosos.
Link (cansado):- Pri-Princesa… yo… amg, amg, no… no quería… ¡ungh! esto pasó… no sé cómo pasó.
Princesa Peach (cansada):- No te preocupes… amg, amg, yo… yo también lo deseaba.
Link, al oír dichas palabras, se sorprende que se alza para verla al rostro y la suelta de ambas muñecas para que la princesa le toque su cara confusa.
Link (sorprendido):- ¿Qué dices?
Princesa Peach (enamorada):- No importa si me inflamas, Link, tal vez… era aquello que quería el destino para no sentirme tan sola en un mundo que gobierno.
Link no sabe que decir, solo se avergüenza de haber cometido un acto tan impuro que no hizo pensar en las consecuencias de sus actos, pero la Princesa Peach lo tranquiliza, pues tal vez haya sido esa parte del destino que hizo que tuvieran ese ardiente encuentro para tener un bebé… tal vez tener un futuro heredero a la corona de Mushroom Kingdom.
La Princesa Peach besa a su valiente guerrero en los labios, y vuelve a tocar detalladamente sus pectorales marcados de Link, por lo que éste se sonroja al instante.
Princesa Peach (enamorada):- ¡No pasó nada! Tú… ya puedes irte al lugar que quieras… Después de todo… fue un gusto haberme topado contigo en este hermoso encuentro que nunca olvidaré.
Link se sonroja y, sin pensar, la besa en los labios muy rápido, por lo que ambos vuelven a besarse apasionadamente y jugar con sus lenguas, donde la Princesa Peach, se la hunde hasta la garganta del joven Hyliano, así pues, se sorprende mucho y, decide volver a mover su pelvis lentamente, envistiéndola muy suave, haciendo que la Princesa dejara de besarlo, cierra sus ojos, los aprieta muy fuerte y se pone nerviosa.
Princesa Peach (sonrojada):- Link, detente… por favor…
Fueron pocos movimientos pélvicos, muy lentos y delicados donde, excitado en poco tiempo, gime, quejándose y lanza un poco de semen en el interior de la princesa, brincando algunas gotitas fuera de ella, haciendo que Peach gimiera y se sorprendiera mucho, volviéndole a salir aquel líquido viscoso blanquecino fuera de su zona íntima. ¡Finalmente, la había llenado!
Princesa Peach (sonrojada):- Link…
Link la besa en sus labios como todo un caballero, y saca su miembro dentro de ella, culminando así, el acto sexual.
El chico de Hyrule, toca el muslo izquierdo de Peach, para que sienta por última vez, el calor que le brindó mientras ejercía el acto sexual, expresándole su sentir.
Link (enamorado):- Recuerdo que hace mucho tiempo, una linda niña de Hyrule desapareció sin dejar rastro. Todo el pueblo la buscó, pero nunca la encontraron…
Princesa Peach (confundida):- ¿Qué quieres decir?
Link (enamorado):- Que después de mucho tiempo, encontré a la niña desaparecida.
La Princesa se sorprende, entendiendo la razón de todo:
"El destino es sabio, y sabe muy bien a quien ponerte en el camino, ya sea para que se quede contigo o para dejarte una gran lección".
Por medio de un árbol llamado "árbol de Eirlcis", con el sobrenombre de "árbol del amor", cubierta de flores rosas en forma de corazón con un hueco grande en medio de su tronco, escogía a los individuos con corazones puros, humildes y valientes, aquellos sujetos que realizaban actos amorosos sin recibir nada a cambio. Dicho árbol los hacia transportar a distintos lugares mágicos, de acuerdo a su cualidad definida, para encontrar así, su verdadero propósito de haber nacido en su residencia original, dejando leyenda en los corazones de las demás personas que habitan el lugar al que fue enviado.
Ese día, una niña humana, alejada de todo el pueblo de Hyrule, jugaba a ser una princesa, como la encarnación de la diosa Hylia, quien portaba una manta morada, falda rosa, una blusa blanca, cargando un chupete rosa en la boca y un collar de oro en el cuello con el símbolo de la trifuerza dorada, emblema de la Familia real de Hyrule, aunque sus orígenes y lo que en realidad representa es desconocido, aquella ser inocente que jugaba en el bosque era una duquesa a quien llamaron Peach, convirtiéndose en la sexta posición de heredar la corona familiar a causa del linaje (hyliana con humano común). Poseía con la cualidad de tener valor para enfrentarse a situaciones difíciles.
Ésta, al llegar a ese árbol, botó su chupete al vacío y, al ver que no vio donde cayó, decide meterse para alcanzarlo, haciendo que este árbol abriera un portal a otra dimensión, cayendo a Mushroom Kingdom.
Saliendo de una tubería, caminando de forma miedosa, al mismo tiempo sorprendida y muy confundida, teniendo su chupete recuperado en la boca, se topa con 3 Toads de diferentes colores (azul, amarillo y verde) quienes la acogen y la adoptan como uno de ellos. El tiempo pasó y la pequeña niña, quien ahora era una joven adulta de 21 años, hicieron que los toads la convirtieran en su princesa del reino, nombrándola como La Princesa Peach, liderando el lugar con sabiduría, valor y justicia.
Analizando la situación, la joven princesa comprende aún más la razón de el por qué Link pudo haber sido enviado a este mundo, simplemente para lo que había pensado la princesa desde un principio: para amar, dejar descendencia y no vivir sola, ya que ambos tenían cualidades muy parecidas, ello el por qué cuando se apareció en el palacio, la Princesa interactuó rápidamente con él, teniendo una química que nunca había sentido en toda su vida.
Así que dejar un heredero en ese lugar y gobierne como ella lo hizo, para que, después de algún tiempo en haberle enseñado a su sucesor todas las reglas, normas y educación real de como gobernar un reino, le dejará su corona y, ella, junto con Link, regresarán a su pueblo natal (Hyrule) para hacer su vida como ellos quieran, culminando así, juntos, la misión por la que habían llegado a Mushroom Kingdom.
Link le dice a la princesa que no la va dejar, que su deber es quedarse con ella hasta que dé a luz a ese pequeño ser, y que ambos, cuidarán del infante hasta que se convierta en alguien digno de gobernar el reino y así, puedan acudir por fin, juntos, a Hyrule.
La Princesa lo abraza afectivamente, donde por fin, la gobernante del reino Mushroom Kingdom, aceptó su propuesta y, el joven le propuso matrimonio, por lo que ella, al fin, logró encontrar el verdadero amor.
Link comenzando a ponerse sus ropas, la Princesa Peach le ayuda acomodarse algunas partes de las prendas, posterior a que ella se colocará también, algunas prendas de vestir, apoyada, igualmente, por su prometido cuando, el joven de Hyrule, recordó algo que le vino a la mente.
Link (serio):- Peach, apenas recordé algo…
Princesa Peach (sonriendo):- Dime, Link…
Link (serio):- ¿Qué fue lo que les sucedió a tus 2 guardias Toads que mandaste a descansar, antes de que sucediera nuestro encuentro libidinoso?
La princesa Peach se sorprende y, sonríe dulcemente. Se pasa su cabello atrás de la oreja, por lo que, viendo, solamente la puerta de su habitación a lo lejos, le dice una mentira a su amado.
Princesa Peach (sonrojada):- ¡Se fueron! Sí… me hicieron caso.
Afuera del lugar, ambos guardias Toads se quedaron muy sorprendidos, asustados y nerviosos por todo lo que oyeron salir detrás de la puerta de la habitación de Peach, pues nunca habían oído "gritar" a su majestad de esa forma, por lo que ambos guardias dijeron al mismo tiempo un: "¡oh, dios mío!".
Se dice que se casaron, después de que anunció su compromiso la princesa a los pequeños Toads al día siguiente y, tuvieron una semana entera para preparar una gran boda de ensueño, donde los hermanos Bros fueron los padrinos de anillo y de lazo.
Toad fungió como sacerdote en este magnífico evento, donde estuvieron presentes algunos invitados como el rey Kong y Donkey Kong del reino de los Kongs, la Princesa Daysi de Sarasaland, el Rey Pingüino, la princesa Rosalina en compañía de algunos Lumas, entre otros, principalmente, Bowser y Kamek, quienes se encontraban aún encerrados en jaulas por separado.
Kamek, sacando un pañuelo de su vestimenta azul, lloró de felicidad porque la princesa finalmente va a ser muy feliz, pero Bowser lloró de tristeza, porque nunca pudo conquistar el lindo corazón de su amada princesa Peach, destrozándoselo por siempre, pues nunca fue suya, no la supo domar, no gobernaron juntos al amanecer y que con su estrella… ¡si hubo error!
Link y la Princesa Peach, juntos en el altar, vestidos de blanco, tomados de la mano, se miraron de frente, jurándose un amor real, así como puro, manifestándose en sortijas bañadas en oro, colocadas en sus respectivos dedos anulares.
Así que la hermosa pareja desposada, vivieron felices por siempre en el castillo de la Princesa Peach, donde, después de 9 meses y 4 años, un lindo bebé varón con rasgos humanos comunes y una hermosa niña de raza hyliana, vestidos cada quien con un pantalón blanco holgado y bombacho donde les llegaba solo hasta debajo de su rodilla, teniendo una blusa blanca, guantes táctiles del mismo color de su ropa blanca, donde, lo único que se distinguen de ambos niños de cabellos dorados y ojos azules como el cielo, son los colores que cargan en su chaleco sin mangas: verde oscuro para el niño y rosa pastel para la niña. Caminaban juntos, tomados de la mano en el reino de Mushroom Kingdom, saludando, cortésmente a todos sus habitantes, para reunirse con sus amigos infantes y jugar en el interior del reino.
Sorprendiéndose la gente del lugar, finalmente, conocen en persona a los pequeños niños gemelos del reino: Rosa y Dialshock, futuros herederos a la corona de Mushroom Kingdom, hijos legítimos de la Princesa Peach y el héroe de Hyrule, Link.
FIN.
