Hola, aquí estoy con una sorpresa bastante… sorpresiva. Ayer fue 7 de julio, día del cumpleaños de dos de las waifus predilectas del fandom de Lucky Star. Así es, me refiero a las mellizas Kagami y Tsukasa. Bueno, especiales de cumpleaños no es que sean tan raros de encontrar, pero sí creo que es más especial si hago dos especiales en simultáneo, y encima de manera que es posible leerlos en cualquier orden. Pueden leer primero este fic o el otro, según lo prefieran.

Mellizas de fiesta antes de su fiesta - Kagami

Kagami se levanta bastante temprano y se estira un poco antes de dejar la cama. Mientras se va desperezando ve la fecha en el calendario, y entonces sonríe mientras deja salir un suspiro. Casi lo olvidaba por recién haber despertado, pero afortunadamente siempre lo tenía todo bien anotado para que no se le escape nada importante. Ser ordenada en todo lo que pudiese siempre le iba a traer beneficios de un modo o de otro.

─ Nuestro cumpleaños, ¿eh? Me pregunto si Tsukasa ya se habrá levantado. Lo más probable es que no, aunque sé que estaba ilusionada anoche por todo esto… ¿Hm? ─ Kagami escucha algo, aunque no duró mucho, además que no lo oía bien ─ Fue un sonido de un aparato, me parece. Me pregunto si fue en la habitación de Tsukasa. Bueno, si es así, tal vez no pase mucho antes de que la vea. De todos modos tengo hambre.

Kagami va a lavarse los dientes y a cambiarse de ropa. Ya tenía listo lo que quería hacer ese día, mientras esperaba por lo que fuera a hacer su familia por el día de su cumpleaños.


Comedor

Lo que había para desayunar era bastante simple: Pan, mantequilla, huevos y té. No es que aquello fuera el máximo festín que Kagami haya probado en su vida, pero sí sentía que le bastaba para empezar bien el día, y eso lo agradecía. El resto de la familia estaba atendiendo el templo, así que Tsukasa y ella seguramente estarían un buen rato por su cuenta, si bien era probable que a horas de la noche se tuviesen que unir a su familia para la celebración del Tanabata. Claro que antes habría que celebrar el cumpleaños de las mellizas, pero todo a su tiempo.

─ Buenos días ─ se escucha la voz de Tsukasa detrás de Kagami, la cual voltea y la saluda.

─ Buenos días, Tsukasa. Ven. Toma asiento y desayuna.

─ Itadakimasu ─ dice Tsukasa claramente somnolienta.

─ Pareciera que te desvelaste, Tsukasa.

─ Para nada, onee-chan. Simplemente leí unos mangas que Kona-chan me prestó y… y…

─ Te dormiste más tarde de lo habitual por estar leyéndolos ─ termina Kagami antes de tomar un sorbo de té ─. Parece que te confiaste un poco por el hecho de que hoy es nuestro cumpleaños, Tsukasa.

─ No es a propósito ─ responde Tsukasa triste.

─ No importa. Tampoco es que debamos andar de puntuales el día de hoy ─ Kagami se termina su desayuno y mira la hora por un momento ─ Debo salir un momento ¿Hay algo que quieras que compre, Tsukasa?

─ Estoy bien así, onee-chan ─ responde Tsukasa bebiéndose el té del tirón para así espabilar ─. Voy a hacer el pastel para nuestro cumpleaños.

─ Hay que ver. Una chica haciendo un pastel para su propio cumpleaños ─ Kagami empieza su camino a la puerta ─. Procura llamarme si pasa algo.

─ De acuerdo.

Kagami anticipaba que Tsukasa tarde o temprano la terminaría llamando. No es que esperase que fuera a ocurrir una desgracia. Jamás tendría semejantes deseos hacia su hermana, pero quería estar lista ante cualquier situación que ocurriese de manera imprevista.


Mercado

Kagami había llegado de manera calmada luego de caminar un buen rato y se dedica a contemplar los diversos productos que habían a la venta. Habían unos cuantos artículos que lucían bastante atractivos, pero también eran algo costosos. Kagami no cargaba consigo mucho dinero, así que, muy para su propio pesar, tiene que descartar la posibilidad de comprar aquellas cosas que tanto llamaban su atención.

─ La de cosas que hay que hacer para no quedarse con los bolsillos vacíos antes de tiempo… Debí ahorrar más, especialmente cuando pasaba frente a aquellas dulcerías estos últimos días.

─ Estoy bastante de acuerdo contigo, Kagamin.

─ Pero me gustaría comprar un llavero de esos. Es muy simpático, pero a lo mejor tendrá que ser la próxima semana. Espero que quede alguno por lo menos.

─ Siempre tienen existencias de esas, Kagamin, así que no hay razón para angustiarse, que cuando lo quieras lo conseguirás.

─ Ya veo… ─ Kagami se detiene por un momento. No se había percatado en un inicio, pero Konata estaba justo a su lado, viendo los mismos llaveros, y Kagami se asusta al verla ─ ¿Q-qué estás haciendo aquí, Konata?

─ Pues que te acabo de ver entrar aquí y pensé que estabas buscando algo que te pudiera gustar que te regalen. Es tu cumpleaños y de Tsukasa, ¿no es así?

Kagami no responde, y en su lugar se queda sonrojada y balbuceando como si tuviera un nudo en su garganta ¿Konata se había acordado de buenas a primeras de su cumpleaños? Por algún motivo eso la había conmovido, y Konata sonríe.

─ En efecto. Sabía que mi memoria no me fallaría después de que se echó a perder mi calendario superespecial edición coleccionista de Vocaloid. Logré acertar esta vez con la fecha.

─ ¿Y qué día creías que era hoy como segunda opción? ─ Kagami siente un tic en el ojo ante lo que había dicho la peliazul ─ Además, ¿no tienes otras maneras de estar al día con las fechas, como por ejemplo tu teléfono o tu PC?

─ Nah, esta vez no los tomé demasiado en cuenta. La cantidad de jugadores en línea ha sido muy baja en los últimos días y me he estado aburriendo mucho, así que no reviso tan seguido la fecha ni la hora.

─ ¿Y desde cuándo que los servidores de tu juego estén o no a tope de jugadores tiene que ver con que eches un ojo a otras funciones de tu PC?

─ Cosas de gamers. No esperes entender algo así de complejo de nuestro mundo, Kagamin.

Kagami no tenía idea de qué responder al respecto, y francamente no deseaba saber más detalles al respecto. Una vez más mira el llavero que le gustaba, y en eso ve que Konata atraviesa su mano y lo agarra.

─ ¿Acaso tú también lo quieres?

─ Yo ya tengo tres como este en mi colección, Kagamin ─ empieza a responder Konata orgullosa.

─ Claro. Uno es para usar, el otro para ver, y el tercero es para mantenerlo guardado. Ese cuento tuyo lo he escuchado hasta el cansancio.

─ Me alegra saber que comprendes eso Kagamin. Eso denota que te vas acostumbrando poco a poco a nuestra manera de pensar.

─ No digas eso, Konata. Te ruego que ni lo menciones.

─ En fin, estaba diciendo que no necesito este llavero realmente. En lugar de eso podría comprarlo para ti.

─ ¿P-para mí? ─ Kagami se sonroja nuevamente, y sus ojos alternaban entre el llavero y el rostro de Konata ─ ¿R-realmente no te importa hacer esto por mí, Konata?

─ Claro que no me importaría. Al fin y al cabo lo quieres, ¿no? ─ aunque Kagami no responde, su mirada llena de ilusión era lo que necesitaba Konata como respuesta ─ Además, con esto ya tengo cubierto tu regalo, por lo que sólo necesito buscar el de Tsukasa.

Nuevamente un tic hace acto de presencia en el rostro de Kagami, esta vez acompañado de un aura oscura que manaba de la chica de coletas. Konata se pone ligeramente nerviosa, sabiendo que acababa de provocar a la bestia, así que intenta tranquilizarla.

─ ¡Era una broma, Kagami! No tienes que ponerte así ─ le dice mientras mueve rápidamente las manos como si estuviera describiendo algo mientras habla ─. Claro que ya tengo un regalo decidido para ti, y creo que vendría muy bien para ti.

─ ¿Y de qué se trata? ─ dice Kagami algo desconfiada, pero con un aspecto menos intimidante.

─ Aquí tengo una imagen para que la veas ─ Konata saca de su bolso una revista de videojuegos, y en una de sus páginas centrales aparece una indumentaria bastante reveladora, al punto de que era casi lo mismo que ir en ropa interior ─. Pienso que te verías bien con eso.

─ ¿Eso es acaso el cosplay de algún eroge? El siguiente paso después de esto es andar directamente desnuda ─ Kagami mira con horror la foto y se lleva las manos al pecho.

─ Claro que no, Kagamin. Es la indumentaria por defecto de la princesa guerrera del juego del que acabo de hablar. Es una armadura sumamente útil y con muy buenos atributos.

─ El único atributo que le veo es que parece bastante erótico, Konata.

Konata sonríe de manera gatuna, y Kagami siente escalofrío por ello antes de mirar de nuevo la revista. La supuesta armadura constaba de una tiara con alas a los costados, protección en los brazos y las pantorrillas con recubrimiento en oro y rubíes, la espada y el escudo no podían faltar, y de ahí lo único que faltaba por describir era una suerte de bikini metálico de color rojo bastante pequeño. Imaginarse a sí misma adoptando una postura de combate con esa indumentaria era mucho más de lo que se sentía capaz de aguantar, por lo que agarra la revista y la cierra.

─ Parece que el cosplay no es muy de tu agrado.

─ Desde luego que no ─ Kagami se cruza de brazos y mira en otra dirección mientras Konata guarda la revista ─. Jamás me pondría algo así de vergonzoso.

─ ¿Ni siquiera si es para que solamente yo lo vea? Vaya desperdicio ─ Konata se encoge de hombros.

Kagami siente un escalofrío recorrerla de los pies a la cabeza. Konata no parecía bromear al momento de decir que le hacía ilusión verla vestida de esa manera. Era vergonzoso a morir, esa idea nadie se la quitaba de la cabeza a la chica de coletas, pero le picaba por dentro saber que Konata quería verla así.

─ Argh… Únicamente lo haré si nadie más lo ve, y desde luego no quiero nada de fotos, Konata, ni quiero que hables de esto con nadie después de eso.

─ ¿Realmente serías capaz de ponértelo? Eso sí que es una sorpresa. De pronto te noto bastante valiente, Kagamin.

─ No me tientes tanto, tonta.

─ Tranquila, Kagamin. Sólo es un cosplay. Ahora vamos, que este llavero que tengo para ti no se va a pagar solo.

Kagamin termina por asentir. De todos modos no había encontrado nada más que fuera de su interés, ni había recibido ningún mensaje de que tuviese que comprar nada. Todo se resumiría en que Konata compraría para ella aquel llavero que a Kagami recién le hacía ilusión tener.

Y una vez que Konata paga por el llavero y se lo da a Kagami, ésta se sentía con más ganas todavía de tenerlo con ella. Apenas se esperó a que saliesen de la tienda para anexarlo a sus llaves y ver lo bonito que se veía su conjunto, e incluso le brillaba la mirada. Kagami no nota que Konata ríe al verla tan ilusionada. Una vez que ambas se sentían listas, emprenden juntas el viaje a la zona comercial que Konata tenía en mente.


Tienda de cosplays

─ No. Esto no puede estar pasando ─ Konata se pone a llorar de forma cómica mientras ve algunos trajes que estaban en las muestras ─. No hay ninguno de la princesa guerrera del juego. El cielo acaba de abandonarme.

─ Igual era demasiado revelador para mi gusto, Konata ─ Kagami trata de consolar a su amiga dándole una palmadita en la espalda ─. Seguro que por aquí conseguimos otra cosa, a ser posible algo que no revele al punto de ser de mal gusto.

─ Se nota que no te arriesgas, Kagami, pero si así quedamos, creo que hay algo bonito que podrías usar.

─ ¿Y ese cosplay es…?

Kagami va tras Konata cuando parece que le había puesto el ojo a algún cosplay nuevo, pero Kagami no sabía de cuál se podría tratar. A lo mejor se le ocurría comprarle un cosplay de ninja, o uno de piloto de mecha, o un cosplay de sacerdotisa (eso sí no estaría dispuesta a tolerarlo), o incluso un cosplay de Hatsune Miku, el cual por alguna razón le causaba un escalofrío, una suerte de recuerdo de Vietnam, pero Konata no opta por nada de eso, sino que saca algo que hace que Kagami se sonroje completamente.

─ ¿Qué me dices sobre vestir como maid, Kagamin? Puedo comprar otro para Tsukasa, y así ambas quedarían a juego.

─ ¿E-estás loca, Konata? ¿De verdad esperas que me ponga eso?

─ ¿Estás segura de que no te da curiosidad saber cómo te ves con esto puesto? ─ Konata le acerca el cosplay, poniendo más nerviosa a Kagami.

La pelilila estaba temblando de pies a cabeza. A lo mejor se le estaba pegando la locura de Konata, pero la verdad es que sí quería saber qué se sentía, así que termina quitándole el cosplay de un tirón (fingiendo que se sentía obligada, desde luego) y se va a los cambiadores para ponérselo. Procura ser lo más rápida posible pero sin descuidar ningún detalle. No quería que el cosplay se le fuera a caer o le quedase mal por no haber tenido cuidado. Una vez que ve que ya estaba lista es que se atreve a salir. Era cuestión de verse un momento al espejo, escuchar las tonterías que le fuera a decir Konata, y acto seguido negarse a llevarlo (dependiendo de cómo haya quedado, que si sentía que le quedaba bien le costaría más rechazar el cosplay). Pero al salir del cubículo se encuentra con que Konata también se había puesto un cosplay de maid. Era igual que el que le había dado a Kagami, y ésta acaba teniendo una hemorragia nasal después de ver cómo le quedaba el cosplay a Konata.

─ ¿Qué pasa, Kagamin? ¿Acaso no me veo bien?

─ Eso ha sido un acto cobarde… Casi me desmayo de golpe… ─ Kagami se limpia como puede la nariz (procurando no manchar el cosplay), y luego encara nuevamente a Konata ─ ¿No habías dicho que ibas a seleccionar otro cosplay como este para regalárselo a Tsukasa? ¿Qué haces con él puesto?

─ Pensé que sería divertido ¿O acaso piensas negar que me veo linda? ─ Konata se pone a posar poniendo una mano detrás de su cabeza, y Kagami sentía que sufriría una nueva hemorragia ─ ¿Qué tal si posamos juntas?

Antes de que Kagami pudiese responder, Konata la agarra de la mano y la lleva hasta el espejo que estaba a un lado de los cambiadores. Ahora sí que Kagami no tenía la capacidad neuronal suficiente para negarse a llevar el cosplay. Estaba completamente embobada al verse de esa manera al lado de Konata. Detestaba aceptarlo, pero Konata había hecho una muy buena elección.

─ Es una lástima que no trabajes conmigo en el café cosplay, pues te aseguro que estarías espectacular durante las funciones ─ dice Konata con tono casual mientras dibujaba un corazón con Kagami usando sus manos.

─ Sinceramente prefiero que así sea, Konata. No me veo aguantando una función así por mucho tiempo, menos si es a la vista de tanta gente.

─ No importa. La cosa es que te queda muy bien ¿Lo quieres?

─ B-bueno… ─ Kagami tenía ahora su oportunidad para rechazarlo, pero se ve incapaz de mirar a la cara a la peliazul ─ C-creo que sería un desperdicio simplemente dejarlo, además que lo pagas tú.

─ Sabía que te había encantado ─ la declaración de Konata le genera un escalofrío a Kagami ─. En ese caso quítatelo. Vamos a pasar por la caja en breve para pagar.

Kagami no objeta en lo absoluto y se va al cambiador para volver a ponerse su ropa normal. Una vez que estaba igual que antes nota que había una notificación en su teléfono, por lo que lo revisa y ve una foto que le había mandado Tsukasa, además de un breve mensaje rematado con un montón de emojis, y el mensaje al parecer había sido enviado desde poco antes de ingresar a la tienda.

─ Tsukasa, tú nunca cambiarás… ─ Kagami sale del cubículo con el cosplay en su mano ─. Konata, Tsukasa ha hecho un pastel y un montón de galletas ¿Quieres venir a la fiesta?

─ Desde luego, Kagamin. Y por cierto, Tsukasa también me ha enviado la foto. Parece que de todos modos ya estaba oficialmente invitada.

─ Tsukasa lo ha hecho bien. Ahora paguemos esto y… ─ Kagami mira a Konata usando un cosplay de enfermera, y en el acto le da la espalda mientras contiene una nueva hemorragia nasal ─ ¿Se puede saber qué demonios haces?

─ ¿No te gusta? Pensaba que si algún día te resfriabas me sería útil para atenderte ─ Konata da una vuelta para que Kagami viese a detalle el cosplay, pero la pelilila sigue dándole la espalda.

─ En vez de ayudarme vas a terminar matándome, tonta ─ dice Kagami llorando cómicamente.

─ Confirmado. Este cosplay también me lo llevo.


De vuelta a casa

─ He vuelto a casa ─ dice Kagami al momento de abrir la puerta, pero no ve a nadie ─ ¿Are? ¿Será que Tsukasa está en su habitación?

─ Puede que esté descansando. La pobre se habrá dedicado a hacer todos los trabajos de casa ella sola, aunque escucho una regadera desde aquí ¿Acaso se estará bañando? ─ Konata mira en todas direcciones, notando en eso un ramo de flores sobre la mesa ─ ¿Qué es eso de ahí?

─ No lo sé. No estaba eso ahí cuando me fui.

Konata y Kagami se acercan a la mesa (ninguna de las dos había notado que habían otros zapatos en la entrada) y ven detenidamente el ramo. No había ningún nombre, así que lo más probable era que no lo hayan traído por encargo. Terminaron por elegir no darle demasiadas vueltas al tema y fueron a la habitación de Kagami, y es que Konata ya tenía listo su plan.

─ ¿Qué tal si te pruebas de nuevo el cosplay, Kagamin?

─ ¿Y qué pasa si mis padres vienen, o peor, si mis hermanas mayores vienen mientras estoy vestida de maid? ─ dice Kagami nerviosa.

─ Sólo es para que te lo pongas en tu habitación, Kagamin. No creo que pase nada grave por eso, además que estoy segura de que ellas en algún momento habrán usado cosplay también.

─ No creo que eso detenga a Matsuri onee-san de burlarse de mí si me ve de esa manera ─ Kagami abre la puerta de su habitación para que ambas pasen.

─ Kagamin, mi inocente Kagamin. No dejes jamás que nadie te haga ver menos ─ Konata deja las bolsas que llevaba a un lado de la cama de Kagami ─. Si alguien dice que eres fea o que te ves ridícula, recuerda que tú eres Kagami. Tú le puedes devolver todo eso, y si lo haces con una pose épica, mucho mejor.

─ Muy chistosa, Konata. Aunque debo admitir que descolocar a alguien así de pesado con una broma en contra suena divertido.

(Kagami significa espejo, en caso de que alguien no sepa mucho de japonés).

Konata saca inmediatamente el cosplay de Kagami y hace que se lo ponga. Kagami termina no oponiendo mucha resistencia. Ya había superado las inseguridades de la primera vez, además que estaba en un sitio bastante más íntimo para así probarse el cosplay.

No tenía prisa por ponerse el traje, pero no tarda mucho estar completamente lista. Al verse considera que estaba bastante bien, e incluso da una vuelta sobre sí misma para ver cómo estaba, además que quería ver qué tal le sentaba el efecto de la falda elevándose por la vuelta. Había que ver que Konata tenía buen ojo.

─ ¡Mira esto, Kagamin! ─ Konata entra en la habitación, cuando Kagami ni se había dado cuenta de que había salido antes ─ Parece que este regalo es para ti.

─ ¿No podías esperar a que Tsukasa salga para que diga para quién es ese paquete, Konata? ─ dice Kagami molesta.

─ Te lo digo en serio, Kagami. Aquí hay cintas para coletas gemelas. Esto es mucho más práctico para ti que para Tsukasa. Además, aquí está tu nombre, y resulta que te lo regala Miyuki-san.

─ ¿Miyuki? ─ Kagami se acerca y revisa el paquete que había abierto Konata ─ Es extraño. Desde que vinimos no hemos visto ni una vez a Miyuki, y Tsukasa tampoco la mencionó en el mensaje.

─ ¿Será que se fue después de dejar los regalos, o puede ser que esté leyendo en la habitación de Tsukasa?

─ Lo segundo lo veo más factible. Vamos a ver…

─ Bien. Así también veo si Tsukasa ha terminado de leer los mangas que le presté.

Konata y Kagami salen de la habitación, y justo al hacerlo ven que por el pasillo andaban Tsukasa y Miyuki envueltas en unas toallas. Tal parecía que se habían bañado juntas.

─ ¿Kona-chan? ¿Onee-chan? ─ dice Tsukasa.

─ Eso lo explica todo ─ suelta Konata.


Veinte minutos después

─ ¡Woah! Este traje es bastante lindo ─ dice Tsukasa luciendo el vestido con una enorme sonrisa y habiéndose puesto unos aretes bastante bonitos que Konata y Kagami no le habían visto antes.

─ Sabía que te iba a encantar, Tsukasa ─ dice Konata alzando un pulgar.

─ Como regalo es bastante llamativo un cosplay, pero en esta ocasión ha sido una opción verdaderamente adorable ─ opina Miyuki.

Konata se cruza de brazos bastante complacida, y Kagami deja salir un suspiro mientras pensaba que Konata realmente se había salido con la suya, pues Tsukasa estaba bastante contenta.

─ ¿Quieres que me pruebe mi cosplay también, Kagamin? ─ dice Konata con un tono coqueto que ruboriza a Kagami.

─ Vamos a mi habitación. No puedo permitir que luzcas aquella cosa fuera de ahí ─ dice Kagami llevándose a Konata, pero antes de encerrarse en su habitación mira a Miyuki y Tsukasa ─. Ustedes descansen. Han hecho bastante por este día.

Kagami rápidamente llega a su habitación y pone seguro a la puerta, y Konata sonríe burlona. Ya se sabía lo que iba a decir.

─ Oh, Kagami-sama quiere ser la única que me vea de esa manera. Lo hubieses dicho directamente.

─ N-no era esa la intención ─ Kagami voltea la cara a otra dirección, y Konata procede a quitarse la ropa ─ ¿Qué estás haciendo?

─ Pues me estoy cambiando. El cosplay no me va a quedar bien si me lo pongo teniendo mi ropa todavía puesta.

Kagami se pone bastante nerviosa y opta por voltear y esperar a que Konata se termine de cambiar, y para matar el tiempo ella misma se cambia las cintas de las coletas por las que Miyuki le había regalado. Una vez que la peliazul le avisa que ha terminado, Kagami se voltea y ve a Konata nuevamente como enfermera, sentada sobre su cama de una manera sugerente y guiñando un ojo. A Kagami se le pone la cara completamente roja y el cuerpo se le pone tieso.

─ ¿Crees que así he quedado bastante bien, Kagami?

─ Es ilegal que alguien como tú vista esto ─ Kagami camina nerviosamente hasta su cama y se acuesta boca abajo, y Konata se la queda mirando ─. No sé por qué, pero ya empiezo a sentirme agotada. Estando a tu lado el día de hoy he tenido más emociones de lo normal.

─ Puede ser, en ese caso puedes descansar un rato mientras te cuido como si fuera tu enfermera personal.

─ Si quieres te presto un juego de los que tengo para que te distraigas y no me termines de llevar a sufrir un infarto.

─ Trato hecho ─ Konata busca entonces un juego de Kagami y se pone a jugar ─. Por cierto, como no te lo dije de manera directa y apropiada, feliz cumpleaños, Kagami.

─ Gracias, Konata ─ responde Kagami mientras se sienta.

Konata lleva toda su atención al juego, y Kagami casi sin darse cuenta se pone a sonreír. Konata a veces podía actuar un poco loca, pero lo de esta ocasión fue su manera de manifestarle cariño, y eso, en un total pero cariñoso silencio, se lo agradecía, más incluso que aquella felicitación verbal.

Fin


Algún día sé que sacaré un fic en que le saque adecuadamente el jugo al significado del nombre de Kagami. Ya lo van a ver. Ya había sacado especiales de cumpleaños a personajes de otras series (específicamente Yuruyuri y Love Live), así que era bastante justo que aquí también hiciese algo, y hacer esto para Kagami y Tsukasa me venía de perlas. Y antes de despedirme diré esto: Quien no haya entendido la parte del recuerdo de Vietnam, lo digo como referencia a la sección "Tsunderella" de la OVA, la cual considero como mi sección favorita del especial de 2008. Ahora sí, me despido.

Hasta otra