Lily Evans siempre supo que era especial.

Ella es bonita, lo sabe perfectamente; también es inteligente, demasiado para su edad y muy atenta pero, hay algo más, algo que la diferencia de los demás niños y personas de su entorno, y esto es su extraña habilidad. Ella podía hacer que las flores marchitas volvieran a la vida, podía hacer flotar cosas a su alrededor cuando estaba muy emocionada o reventar ventanas y cristales cuando estaba enojada. Cuando descubrió que podía hacer todas estas cosas si lo deseaba lo suficiente y creería que si pasaría se dio cuenta de que era especial. Mágica.

27 de julio de 1978, Parque cerca de La Hilandera.

El calor del verano se sentía sobre su piel, calentando esta misma. El sol en el cielo azul brillaba con una intensidad soportable, las nubes eran de un tono grisáceo, probablemente llovería esa noche. A la sombra de un árbol estaba ella, llevaba un vestido blanco hasta la rodilla con bordados pequeños de flores y mariposas. A su lado se encontraba Petunia, ella llevaba un vestido rosa con mallas verdes, una combinación un tanto extraña, la hacía parecer una flor.

"… entonces Lydea tomó mi libreta y se la tiro a Vicent" Petunia dijo. Lily, quien en ese entonces estaba distraída, solo asintió con la cabeza y siguió mirando la flor marchita que yacía en sus manos. "Lily, ¿me estás prestando atención?" Pregunto con molestia.

"Tuney, ¿crees que está flor era bonita antes de marchitarse?" Pregunto la aludida.

"Eso no importa Lily, ya se marchito y si era bonita antes de hacerlo no cambiaría nada"

"Bueno, solo hay una forma de descubrirlo" dijo la menos de las Evans, colocando la flor en el centro de sus manos, y en segundos la flor antes marchita comenzó a revivir tomando un color más vivo y saludable. "Si que es bonita".

"No hagas eso aquí" Petunia dijo " Mamá y papá te han dicho que no hagas tus cosas raras en público".

"Pero si puedo hacer esto, ¿por qué debería de esconder mis poderes?" Pregunto.

"Es raro Lily, ninguna persona normal puede hacer eso. Mamá ya te lo a dicho, debes de evitar hacer esas cosas en publico, solo los anormales hacen cosas raras" exclamó Petunia. "Así que Lily, ¿tu eres una anormal o porque haces esas cosas raras?"

"Tuney, no me llames así. Soy tu hermana, sabes que no soy rara." Petunia no contesto después de eso, solo se levanto sin dar ninguna explicación y se fue a casa.

A los minutos, cuando Lily estaba a punto de irse una voz la hizo detenerse.

"Escuché la conversación que tuviste con tu hermana" dijo. Dándose la vuelta, Lily pudo ver que se trataba de un chico, más o menos de su edad, algo bajo, delgado, cabello largo hasta los hombros, nariz aguileña, hija vestido con ropa en todos negros y grises, se veía algo desgastado y ojeroso.

"Es descortés escuchar conversaciones ajenas" respondió la Evans, " y más si ni siquiera se tu nombre".

"Soy Severus, Severus Snape"

"Soy Lily, Lily Evans" exclamó con una sonrisa. "Un gusto, Severus. Creo que seremos buenos amigos".