Hogwarts

"Buen día, tía Petunia" Petunia Dursley dirigió su vista hacia la voz para ver a su sobrino mirandola.

Había algo profundamente extraño con su sobrino, Petunia penso para si misma otra vez.Por supuesto, siempre fue educado pero distante. Siempre tuvo esa mirada contenida en el. Luego de aquellos años en los que ella y Vernon le hicieron saber su descontento con su existencia. Incluso cuando Dudley jugaba con más dureza de la necesaria con el, nunca perdio la compostura.

Las señales fueron obvias desde que era solo un bebé. Al contrario de Dudley, el nunca lloraba, nunca se quejaba, no exigía cariños y abrazos como se suponía que los bebés deberían de hacerlo. Las únicas ocasiones en las que hacía ruido era para indicar que necesitaba comer o ser cambiado. Y si bien eso se podía explicar diciendo que solo era un niño silencioso, Petunia nunca pudo explicar lo que eran los ojos de Harry. Si, eran los ojos verde esmeralda de Lily pero no era el color lo que alteraba a Petunia.

Sus ojos simplemente eran muy sabios, muy concentrados, y el como se conentraban en ella cuando mantenían cualquier tipo de conversación era algo que siempre la incomodaba.

Ella confío en Vernon y le comentó sobre el asunto, pero había demasiado que no sabían. ¿Acaso el chico poseía magia como su hermana lo hizo alguna vez? ¿Eran los niños magicos distintos de los niños no magicos?

Con el pasar de los años, el bebé callado crecio en un chico callado. Ella y Vernon buscaron cualquier signo de magia alrededor del chico, pero nunca encontraron nada. Las cosas no volaban repentinamente a sus manos, tampoco podía manipular las flores como Lily lo hacía cuando era niña. Fue cuando Harry tenía 8 que realmente estuvieron convencidos de que el era un chico normal, con sus rarezas por supuesto, pero normal al fin y al cabo. Entonces lo empezaron a tratar mejor, aunque seguía haciendo los quehaceres de la casa, obligaban a que Dudley lo ayude también.

Harry también demostro una extraña aficción y talento con la mecánica, ayudando siempre a Vernon a verificar el estado del coche, termino ahorrandoles bastante dinero solucionando las cosas por su cuenta en lugar de ir al mecanico. Así como también una aficción hacia los coches de carrera. Vernon decidió pagar su inscripción a las competencias de Karting, y para su sorpresa, era bastante talentoso en 1988 salió campeón como rokie en el campeonato regional, en 1989 fue campeón en el campeonato nacional y en 1990 consiguió el tercer puesto en el campeonato internacional.

Para Petunia era una situación sensacional, tenía un hijo que era bastante talentoso en la escuela y poco a poco iba aprendiendo a sobre el mundo laboral gracias a su padre, y un sobrino bastante talentoso con cualquier cosa que posea un motor y al menos dos ruedas. Pero lo mejor de todo era que ninguno de los dos poseían magia, eran dos chicos normales, pero esa ilusión fue aplastada cuando terminó de leer la carta que tenía en su mano.

Sr. Harry Potter

4 Privet Drive

Little Whinging

Surrey

Con un suspiro, Petunia aceptó que su sobrino terminó siendo igual que su hermana "Ven aquí chico".

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Era el comienzo de un nuevo año escolar y con ello, otro grupo de jovenes y curiosas listas para ser nutridas. Albus Dumbledore miró hacia la entrada del Gran Salón. Se fijo en los estudiantes que regresaban, pero su mirada estaba concentrada en los nuevos estudiantes siendo liderados por Minerva mientras ingresaban al Gran Salón por primera vez para el sorteo. Nunca se cansaba de ver el rostro maravillado de los chicos al ver por primera vez la apariencia del Gran Salón con las velas flotantes iluminando el pasillo mientras el techo era cubierto con la apariencia de un cielo tormentoso.

El continuo observando a los chicos de primer año. Otro Weasley, Ronald, muy probablemente sea sorteado en Gryffindor con el resto de sus hermanos. Tenía esperanza, de que no causase tantos problemas como los bormistas gemelos Fred y George hacían frecuentemente. Luego miro a otro chico, cabello rubio, con una pequeña sonrisa que incluso durante su entrada al Gran Salón no pudo ocultar completamente. Draco Malfoy heredo la apariencia de su padre, y juzgando por sus dos acompañantes, tambien heredo su temperamento. Un Slytherin en toda regla, sin dudas. Su mirada finalmente se dirigió a un chico ligeramente más pequeño que Draco, las gafas cubrían los familiares ojos verdes que no había visto en años.

Notó que Draco se encontraba tan lejos de Harry Potter como podía dentro del pequeño grupo de rookies, incluso usaba a sus acompañantes como barrera entre los dos. Si bien había sido informado de un altercado que ocurrió entre los dos mientras se encontraban en el Expreso de Hogwarts, no se conocían detalles del mismo.

Volviendo a centrar su atención en Harry Potter, Albus frunció el ceño. Si bien el muchacho aparentemente se encontraba en perfecto estado físico, su expresión hacía que algo dentro de el se sienta incomodo. Mientras el resto de chicos en su grupo miraban y admiraban la decoración del Gran Salón, Harry observaba a todos con una mirada retraída y compuesta en su rostro, como si estuviera analizando todo lo que ocurría a su alrededor. Su mirada se cruzó con la de Albus y la sostuvo.

Albus intentó utilizar un poco de legilimancia. Un toque ligero de la misma, simplemente para navegar a través se sus pensamientos y emociones. Esperaba que debajo de esa capa compuesta y recta se encontrase con nerviosismo como el resto de sus compañeros. Lo que no esperaba, era encontrar que su mente estaba bastante bien protegida. ¿Tal vez

sea un oclumante natural? Aunque, Lily y James no tuvieron ese talento, y tampoco lo hicieron los miembros de la familia Potter que el conoció a lo largo de su vida, no era algo improbable. Decidió poner a prueba las barreras mentales de Harry, pero el chico desvió su mirada para centrarse en el Gran Salón nuevamente.

Cuando finalmente llegaron frente a la mesa para los maestros, Minerva hizo que se organicen para quedar a unos pasos del sombrero seleccionador. "Ahora, antes de empezar. El profesor Dumbledore quiere decirles unas palabras"

Albus se levantó de su asiento, y con un silencioso Sonorus para ampliar su voz comenzó su discurso "Tengo unas cuantas noticias para este nuevo año que me gustaría anunciarles. A los primeros años, por favor tengan en cuenta que los estudiantes no pueden entrar al bosque prohibido bajo ninguna circunstancia. Y nuestro celador, el señor Filch, me pidió que el pasillo del tercer piso, del lado derecho, esta prohibido para todos aquellos que no pretendan sufrir una muerte aterradora. Gracias." Sonrió para sus adentros al ver el pequeño susto que les había dado, aunque, la expresión de Harry no cambió durante el discurso.

Y así, el sorteo empezó. Y también, llegó su turno.

"Harry Potter"

Todos en el Salón dirigieron su mirada al pelinegro para seguir cada movimiento que realizaba con detenimiento. Podía oír los susurros de los estudiantes sobre El Chico que Vivió. Harry se sentó en el asiento y cuando el sombrero fue colocado sobre su cabeza este se arrugó ligeramente. Minerva frunció el ceño al ver eso y los estudiantes miraron con curiosidad la acción. ¿Harry enserio era un oclumante natural? Albus decidió observar y esperar. El sombrero le informaría si hubiese algún problema. A medida que el tiempo pasaba, la ansiedad era palpable en todos, Albus, aunque si se lo preguntasen lo negaría, se encontraba bastante intrigado por el chico Potter, normalmente las elección del sombrero no tomaba más de 5 minutos como mucho, Harry ya llevaba 15 sentado con el sombrero en su cabeza.

Tal vez debía interrumpir la elección y ver si había algún inconveniente. Ya no había ninguna duda, Harry era un oclumante natural, uno muy bueno, tal vez esto este causando algún inconveniente que el sombrero aún no pudo identificar y por eso no le estaba indicando nada. 'Será mejor que vea qu...'

"SLYTHERIN" exclamó el sombrero. Pero no hubo vitoreos ni aplausos por parte de nadie, solo un silencio incómodo. Aunque Harry no se perturbó ante eso. Simplemente caminó hasta el final de la mesa de Slytherin, ignorando el silencio y las miradas. Albus dirigió una mirada rápida hacia Severus quien se mantenía estoico, aunque no necesitaba usar legirimancia para saber en que dirección se dirigían los pensamientos del profesor de pociones.

Una vez la selección de casas finalizó, Albus se volvió a parar y dió una nueva bienvenida para abrir el banquete de cena. Luego de eso, se sentó de vuelta y monitoreo al joven Potter. Miro a Harry comer silenciosamente ya que ninguno de sus compañeros de casa se

atrevían a hablar con él. Incluso pudo ver algunas miradas hostiles dirigidas hacia el chico. Albus frunció el ceño. Esto podría ser un problema.

Bueno, ahora ya saben por dónde va la historia.

Sinceramente, la mayor parte del capítulo pense a que casa debía de ir Anakin, porque, seamos sinceros, ya todos ustedes saben que Harry es la reencarnación de Anakin. Finalmente me decidí por Slytherin por dos líneas dichas por Anakin en el Episodio dos y en el Episodio tres. La primera línea sería "Algún día seré el Jedi más poderoso de la historia" luego de matar a los Tuskens en el episodio dos; y la segunda línea "Quiero más, pero se que no debo" en el episodio tres. Estas dos líneas claramente demuestran la ambición de Anakin por tener más poder, tanto para proteger a sus seres queridos, así como también para probarse a sí mismo.