Narrador Omnisciente:

El sol del mediodía brillaba intensamente en los pasillos del instituto, mientras Nahiara caminaba junto a la secretaria, la señora Marta, hacia la dirección. Su mente se inundaba de posibilidades, tratando de adivinar por qué la habían llamado tan repentinamente. Quizás algún compañero se había metido en problemas nuevamente o tal vez había ocurrido alguna estupidez en la que se vio involucrada sin darse cuenta.

Al entrar a la sala de profesores, Nahiara pudo percibir una extraña tensión en el ambiente. El director, el señor López, parecía nervioso y a su lado se encontraba un hombre bien vestido con un traje impecable.

— Hola Ramírez, ha pasado un tiempo desde que no te veo — corto la tensión del ambiente que se había creado anteriormente, señalo la silla enfrente del escritorio —. Toma asiento, te tengo que presentar a alguien.

Hizo caso a lo dicho y se acomodó en una silla frente a ellos.

—Te presento al señor Juan Álvarez.

Saludo cordialmente al hombre del traje recibiendo un saludo devuelta.

—Director ¿Por qué me a llamado aquí? — no perdió el tiempo y fue directamente al grano, esto era extraño, no quería pensar mal, tal vez era un nuevo profesor, tal vez.

El señor Juan respondió sin rodeos, mirándola.

—Nahiara, has sido seleccionada para participar en un programa del gobierno a un intercambio en Japón, específicamente en la UA, la mayor escuela de héroes.

La peli azul quedó atontada con esa información, mirando al director que evitaba sus ojos, devolviendo la mirada al del traje.

—¿Qué? — fue lo único que pudo articular su boca —. Pero yo no quiero ir, no puedo dejar a mi familia y mis responsabilidades aquí — rotundamente se negaba, prefería pasar días sin café por las mañanas que irá una escuela de héroes.

El hombre del traje negó como si ya lo hubiera visto venir.

—No puedes negarte, hay leyes que respaldan tu situación.

— ¿Puede explicarme brevemente las leyes y cómo se aplican en mi caso? — trataba de no fruncir el ceño y mantenerme tranquila, pero innegablemente me era imposible.

—La Ley de Protección a Menores respalda tu participación en el programa de intercambio al considerarlo una oportunidad educativa y de crecimiento para ti. La Ley de Educación Internacional promueve el intercambio cultural y académico, respaldando tu participación en el programa de intercambio a Japón. La Asistencia Financiera ofrece programas y becas para cubrir los gastos relacionados con el intercambio. Además, se pueden explorar opciones de apoyo financiero durante tu estancia en Japón. Las Circunstancias Familiares se tienen en cuenta, y dadas tus responsabilidades económicas debido al estado de coma de tu padre, hay provisiones y excepciones que adaptan el programa a tus circunstancias personales.

Nahiara se sintió abrumada. No solo habían descubierto su difícil situación familiar, sino que también conocían su rendimiento académico y habían encontrado una forma legal de llevarla a Japón. Se sentía atrapada entre sus responsabilidades y esta oportunidad que parecía forzarla a dejar todo atrás.

Nahiara miró al director en busca de ayuda, pero este se negaba a mirarla directamente esquivando a sus iris amarillos, por su expresión supo que él dio esa información.

—¡Maldito! — sus ojos brillaron mientras apretaba su falda perfectamente planchada arrugándola, ahora lo comprendía todo, esas charlas que tenían brevemente en el recreo —¿Qué debería hacer? — su mente trataba de formular una respuesta siquiera válida para negarse a eso, pero sabía que había tanto oportunidades como consecuencias, eso le produjo miedo, esa propuesta estaba diseñada únicamente para ella.

—Acepto — en ese momento, comprendió que no tenía otra alternativa. Sabía que debía enfrentar esta nueva oportunidad, pero lo haría a su manera.