Capítulo 04

Hitsuzen y la respuesta en medio de los sueños...

Tomoyo, miraba atentamente a las dos personas que parecían tener una discusión… pero no podía identificar de que… pero en cada uno de sus sueños ser hablaba de un castigo que se le había impuesto una mujer que, a juzgar por el rostro de aquel hombre, era inocente de toda culpa. La mujer de sus sueños, aunque algunas veces tuviera en su mirada marcados el dolor y el enojo, no podía negar que también en aquellos ojos rubies podía ver el amor que esa mujer sentía por aquel hombre, la recordaba, era una mujer de pelo largo y negro, muy bonita.

Sabes como son las reglas mi querido Clow. Y ya no puedes hacer nada al respecto. —El rostro de aquel hombre se llenó de ira contenida.

¡Él la mato… que castigo recibe el por eso!

Incluso ella misma sabía que ese era su destino… no importa si el responsable, cambiaste el curso de las cosas.

Esa no fue mi intención, nunca quise que nada de aquello pasara. Me había resignado a dejarla ir, no es mi culpa cargar con este poder— aquel hombre se veía desesperado… dolido, e incluso podía jurar que en su mirar llevaba la culpa marcada.

Ella no podía hacerse una idea fija al dolor y a la soledad que ese hombre podía sentir… de algún modo pudo ser empática con él a pesar de no conocerlo de absolutamente nada, aunque este hombre tenía mucho parecido físico con aquel chico.

Llego a surgir en ella la pregunta de su ellos de alguna forma estaban relacionados.

Esos niños cargan con una responsabilidad que no les correspondía… alteraste el destino de aquellas personas, Incluso personas inocentes murieron gracias a ello.

Fue el precio por mantenerlo a él a salvo y lo sabes, esa ha sido una de las cosas más dolorosas que he tenido que ver a la distancia. Cuando sea su momento el sabrá que hacer Yuuko lo guiara hasta que él pueda hacerlo solo— La primera vez que lo escuchaba decir su nombre de forma clara.

En Otro Lugar…

—¿Quién eres?— pregunto aquel chico de tez blanca con cabello negro corto. Frente a él se encontraba un chico de cabello azulado con gafas, y un gran báculo de color dorado con un sol.

—Es demasiado extraño que no de sepas nada sobre mi existencia… después de todo, pasaste a ser el propietario de la tienda— Eriol soltó un leve suspiro y dijo. —No creo que no sepas en realidad la verdadera razón de mi visita— dijo el esta vez mirándolo con seriedad.

—Puedo hacerme una idea.

—Aquellos sueños que me atormentan me trajeron aquí… y necesito respuestas y si las tienes, estaría encantado de escucharlas.

Él se rio, mientras que su memoria se transportaba a aquellos momentos compartidos con Yuuko, ¿De verdad ella era esa bella joven? Y si es asi ¿Por qué en otra dimensión? —Tengo mis sospechas, en cuanto a ese tema… aunque permíteme decirte que esta es la primera vez que tengo el placer de conocer a quien en un tiempo diferente fue un mago muy poderoso— Eriol había tomado la decisión a voluntad propia de cruzar a aquella dimensión con un solo objetivo.

—¿Tiene algo que ver con ella, y con Clow no es así?

—Creo joven mago, que tendrás que ser más específico— Kimihiro dirigió su mirada hacia la luna, que aquella noche brillaba en todo su esplendor, muy hermosa.

—No necesito ser especifico, ya que se que tu sabes de lo que te estoy hablando.

—Viniste a mi para hablar sobre la bruja que fue dueña de esta tienda, antes de que yo fuera el actual dueño— dijo él esta vez mirando fijamente a Eriol. —¿O acaso tu visita es sobre aquella chica? Dijiste que venias con el objetivo de obtener respuestas en cuanto a los sueños que has estado teniendo últimamente.

—¿Qué sabes tu de ella?— Kimihiro se rio levemente. —¿Qué puedes decirme sobre esos sueños? ¿Qué es lo que está pasando?

—Yo también la pude sentir… aunque es un poco extraño tomando en cuenta que me encuentro en otra dimensión.

—Entonces si tiene esencia mágica…

—Aún no lo sé, y es muy extraño si lo pienso. Después de todo la magia que ella posee no debería poseerla.

—La mujer en mis sueños— hablo Eriol —La antigua dueña de la tienda, aquellos sueños que tengo con ella, son como vagos recuerdos con ella. Y aunque todos o más bien la mayoría resultan agradables, pero últimamente me encuentro con ella en sueños… diría que más bien son recuerdos, aunque desde mi punto de vista, no son para nada agradables.

Los ojos de ambos se encontraron. Y cuando Eriol miro en los ojos bicolor del chico, estos reflejaban una profunda tristeza y dolor. —¿Estas seguro de que quieres saber la historia completa?

—Yo…

—Tu pasado, o mas bien lo que hizo el hombre que te creo son cosas de las que no te sentirás orgulloso, y mucho menos si realmente él tiene algo que ver en lo más mínimo con la magia que posee aquella chica…

«Encontrar respuestas a aquellos sueños recurrentes». No importaba cuan doloroso fuera, necesitaba respuestas.

XXX

Era un miércoles por la mañana y Syaoran miraba a Tomoyo quien se encontraba demasiado tensa y estresada delante de él y de Sakura, al parecer su estado iba de mal en peor; se preguntaba si ella había estado teniendo problemas para conciliar el sueño… aunque no sería nada sorprendente.

—¿Qué pasa?— preguntó Tomoyo mirándolos fijamente mientras seguía bebiendo de su taza de chocolate.

—N-nada Tomoyo-chan— musito Sakura con nerviosismo.

—Mhm… Okay— dijo ella esta vez centrando su mirada en Syaoran

—Bueno ¿y qué piensas hacer la próxima semana Daidouji?— pregunto el desviando la mirada.

Su pregunta no tenía ningún tipo de engaño o que quizás tratara de sacar información respecto a sus tiempos libres… o eso era lo que más bien quería creer Tomoyo. Lo cierto era que la pregunta de Syaoran tenía un objetivo.

Eriol había puesto en marcha su segundo plan. Syaoran se tendría que ver en la tarea de acercarse más no solo a Sakura, sino que también a Tomoyo.

—En realidad no tengo mucho que hacer, solo haré algunos arreglos en un nuevo vestuario que estuve confeccionando para Sakura… ¿Por qué la pregunta?

La tienda de los deseos…

Esta vez Eriol se encontraba sentado delante del mago quien sostenía una botella de sake mientras les servía a ambos —¿Qué quieres saber exactamente Hiiragizawa-san?— Watanuki lo miraba con intriga al igual que Larg quien no necesitaba que le dijera quien era, para saber que era nada más y nada menos que la encarnación de su creador… aquel aclamado mago poderoso Clow Reed.

—Aquel mago bloqueo tus recuerdos… y por tu semblante Puedo imaginar que todo aquello va mucho más allá de ser simple sueños. Tú lo sabes, no debe ser un dato nuevo para ti, después de todo el decidió dejar todo preparado para la nueva dueña de las cartas ¿O me equivoco?— señalo él.

Eriol guardo silencio al escuchar la pregunta que Kimihiro hizo al final y decidió ignorarla —Tengo memorias vagas de la difunta dueña de la tienda… y me gustaría saber que tiene que ver aquella chica con la Bruja De Las Dimensiones. —Eriol no se sorprendió al ver la sonrisa que se pintó en el rostro del nuevo dueño de la tienda de deseos. —Sabes algo… o bueno espero al menos puedas brindarme de tu ayuda.

—Gracias a ti… muchos cargamos con aquella responsabilidad de poner todo aquello que se distorsionó con tu deseo— dijo Kimihiro, tratando de señalar lo obvio.

—¡Ese no fui yo!— sentencio Eriol.

—No importa que ahora seas alguien con una apariencia diferente, pero como su rencarnación cargaras con mucho a consecuencia de lo que él hizo. Y eso lo sabes bien, no cargaras solo con el peso de su reputación… sino que también te tocara soportar una de las cosas más dolorosas que jamás podrás imaginar.

—¿A qué te refieres?— pregunto Eriol con el ceño fruncido.

—Sera interesante conocer a aquella chica...— Kimihiro lo miro por un momento con mucha atención, tratando de descifrar cual era el hilo de pensamiento de Eriol en ese momento. —Aunque no te has equivocado al venir aquí… quizás no te pueda brindar todo lo que has venido a buscar, pero si puedo darte datos interesantes que te servirán de guía, para aquello lo que se avecina.

XXX

Yuuko-san…

¿Qué pregunta tienes para mi Watanuki-kun? —pregunto ella tomándolo por sorpresa, ya que ella se encontraba de espaldas a él.

¿Cuál fue la razón por la cual quedaste ligada a esta tienda…?

Veras mi querido Watanuki…ella hizo una pausa mientras que su rostro era pintado por una sonrisa triste que provoco que Larg frunciera el ceño. —A veces poseer demasiada magia en grandes cantidades, puede acarrear desgracias… dolor… y mucho sufrimiento…

Yuuko-san…

Y creo que ha llegado el momento de revelarte ciertos detalles… —Shizuka quien se encontraba fuera de la habitación escuchando a escondidas todo lo que se decia, sentía que un extraño sentimiento lo embargaba. Conocía a Watanuki, la mayoría de las veces cometía estupideces y era demasiado impulsivo y solo esperaba que lo que aquella mujer fuera a decir no fuese el desencadenante para que Watanuki llegase a cometer otra estupidez.

Asi era como el destino de ambos empezaba a entrelazarse, y el reloj empezaba a correr, todo aquello que estuvo detenido en el tiempo había empezado a avanzar nuevamente y el curso de todo lo que conocían acarrearía un cambio drástico. Aquel lazo que los unía… aquel pasado del cual eran ignorantes, era solo el principio de la historia.

Desde su asiento Syaoran miraba con demasiada preocupación a Eriol quien no apartaba la mirada de aquella foto que llevaba en sus manos. Tenía media hora de estar mirando la foto sin decir absolutamente nada, asi que el castaño tomo la decisión de romper aquel silencio.

—Has estado actuando extraño desde que volviste… ¿Hay algo que te preocupa? —Cuando Eriol levanto el rostro, Syaoran sintió un frio recorrerle la espalda. Era la primera vez que se encontraba con aquellos ojos azules fríos como el hielo, con un deje de molestia y tristeza al mismo tiempo.

—El mago con el que me fui a reunir me comento cosas muy interesantes… mi querido Syaoran. Cosas que no te podrías ni imaginar.

Syaoran medito muy bien las siguientes palabras que estaba por decir. —Bueno… pues creo que estoy abierto a escuchar todo lo que tengas que decir. Han pasado horas desde que regresaste y te he podido notar distante.

Entendía que se preocupara, ya que generalmente el solía guardarse para sí mismo todo aquello que le agobiaba o le molestaba. No era necesario ser detective para descifrar a la perfección que Eriol era muy reservado con aquellos pequeños problemas y trivialidades que se le presentaran en su día a día.

Todo aquello que le atormentaba, desde ser la reencarnación del grande y poderoso Mago Clow, las cartas Clow… y aquellos sueños que desde que había puesto un pie en Tomoeda no lo habian dejado conciliar el sueño con tranquilidad. La existencia de Tomoyo… y lo que más temor y molestia le provocaba, Fei Wong Reed.

"En su momento también pensé lo mismo… cuando lo senti creí que era ella, sin embargo, no es asi, lo que te diré ira mucho más allá de lo que imaginabas encontrar Hiiragizawa-san." Siendo sincero consigo mismo no quería creer en las palabras de Watanuki, no quería hacerlo, todo aquello que ese hombre le dijo no debía cierto. "Ella posee magia, su magia, no se parecen físicamente… aunque aún no he tenido el placer de conocerla en persona, pero espero tenerlo" En ese momento pudo notar un pequeño toque de nostalgia por el tono en el cómo hablo de ella, era como si el esperara aun después de tantos años el regreso de aquella bruja a la que solo unos cuantos recuerdan.

"Ella no pudo reencarnar eso lo sabes perfectamente bien." Eso le había dicho Eriol, aunque no descifraba si aquello se lo había dicho directamente a Kimihiro o si más bien estaba tratando de convencerse a sí mismo. "Sabes que no existe la reencarnación para nosotros"

"No sabes absolutamente nada…" No lo decia con soberbia… sino más bien porque aquel comentario era una verdad absoluta "No necesariamente debe tratarse de una reencarnación eso deberías saberlo muy bien ya que tú eres igual." En parte lo entendía, él no era una reencarnación, era una parte de, el encarnada en el alma de un joven de casi dieciocho años. "Ella está despertando, ella es como tú. Tú no eres una reencarnación del mago Clow, portas una parte de su alma y conservas algunos rasgos físicos de él, ella es como tú." Aunque aquella fuera una respuesta a lo que buscaba, detrás de todo aquello, había algo que le incomodaba. "Yuuko-san tenía un gran poder que le daba la oportunidad de verlo todo"

"El pasado… el presente y el futuro… el cruce de las dimensiones."

Kimihiro le dio un asentimiento mientras servía más te, y continúo hablando. "Muy pronto ese poder despertará en aquella chica, y la desbordará por completo, y cuando eso ocurra." Kimihiro le dio una sonrisa con una evidente burla, en sus ojos se podía notar que en realidad estaba disfrutando de aquello. "Bueno… tu ya deberías intuir lo que ocurrirá cuando eso pase"

"El destino es inevitable…"

"Y no habrá nada que puedas hacer al respecto. Y al igual que yo, hay alguien más que esta impaciente por conocerla." Era demasiado fácil identificar el sarcasmo en su voz, definitivamente estaba disfrutando el torturarlo "Tu destino y el de ella desgraciadamente están condenados… y lo último que tengo para decirte es más bien una petición. No cometas sus mismos errores, suficiente daño crearon ambos; como para que tu vuelvas a cometer el mismo error." Cuando Eriol se disponía a salir de la tienda, Kimihiro lo freno y por último agrego. "Cuidado con como actúas porque su vida puede correr peligro, mi tienda siempre estará abierta a todo aquel que la necesite, y también asegúrate de la próxima vez traerla contigo."

"No…"

"Fui por mucho tiempo junto a mi hermano, encargado de mantener los universos en orden, un solo error y todo eso se echará a perder"

"¿Desastre dimensional?"

"Fue mucho mas que eso… a día de hoy el aun vaga en busca de algo que es imposible, o al menos yo lo veo imposible"

Volvió en si cuando Syaoran poso su mano sobre su hombro captando su entera atención de nuevo —Entonces estas diciéndome, que Tomoyo, ¡Tomoyo! Nuestra Tomoyo ¿Es la reencarnación de una bruja poderosa?

—Sí. Bueno esa fue la respuesta que el me dio… ella es igual que yo, ambas mujeres no son la misma, simplemente posee parte de su alma.

—Okay…

—Y eso probablemente sea un gran desastre… tenemos que asegurarnos de que Sakura transforme las cartas, y de Tomoyo me encargare yo.

—Eriol…

—Ese joven, me dijo que habría otros interesados en ella… y necesito saber a qué se refería.

—Crees que hay algo en esas memorias que te pueda dar una respuesta ¿tal ves?

—Se que el mago Clow cometió muchos errores… no podría especificarte cuales, en realidad, pero sé que aquella bruja sufrió a consecuencia de ello, por lo general en mis sueños, la mayoría de las veces está presente… su esencia es muy similar a la Tomoyo. Sin embargo, ellas no son la misma persona.

—Si dices que ambos tienen algo que ver la verdadera pregunta es ¿Ella tiene los mismo sueños y pesadillas que tú?

Ese mismo día por la tarde Tomoyo caminaba hacia la casa de Sakura en compañía de Meiling, pero para llegar a la casa de Sakura debían pasar por una en la cual se encontraba una gran mansión, según los rumores la misma estaba abandonada, y le había pertenecido a un hombre muerto desde hace ya varios años. Sin embargo, no pudo evitar frenarse frente a las verjas de la gran casa.

—Daidouji… ¿Esta todo bien?— pregunto Mei mirándola con preocupación —Tomoyo—dijo ella tomándola por el hombro asustando a Tomoyo quien en su mirada de una forma demasiado extraña reflejaba enojo.

Sentía nostalgia… enojo, dolor… sentía que no era la primera vez que se paraba frente a esta casa, algo sumamente extraño ya que no era la primera vez que pasaba por aquella calle. Pensaba que se estaba volviendo loca, ya que últimamente era capaz de sentir cosas que otros no, por las noches a veces tenía la sensación de que algo fuerte pasaría muy pronto.

Por momentos sentía estrés y ansiedad… y un enojo muy fuerte el cual no sabía cómo identificar, cuando sus pensamientos giraban en torno a Eriol también se sentía molesta… y en el fondo sabía que por más que dijeran que él no poseía magia no lo creía. Y tenía la sospecha de que Syaoran sabia algo que ellos no.

—Perdón— murmuro ella aun sin mirar a Meiling.

—Te… te quedaste viendo la casa fijamente sin decir nada, parecía que estuvieras aquí, estabas aquí pero tu mente no…

—Es- es complicado Mei, siga-

—¿Chicas?— cuando ambas se dieron la vuelta se encontraron con Syaoran, y con Eriol quienes les regalaban una cordial sonrisa, cosa que provoco que Tomoyo retrocediera un paso atrás.

Tomoyo POV.

¿Por qué sentía como si ya hubiera estado antes en esta mansión? es sumamente extraño… no es la primera vez que paso por esta calle, desde que estábamos en la escuela cuando acompañaba a Sakura siempre tomábamos esta ruta, y nunca había sentido nada similar a lo que estoy sintiendo ahora.

—Daidouji… ¿Esta todo bien?— podía sentir su mirada sobre mí, sin embargo, no reaccionaba. —Tomoyo— senti como si me azotará una corriente en el momento en el que Mei me tomo por el hombro, sacándome de mi ensoñación.

—Perdón— traté de darle una sonrisa, pero pareció más como si tratase de hacerle una mueca, asi que preferí mejor mantener una mirada seria.

—Te… te quedaste viendo la casa fijamente sin decir nada, parecía que estuvieras aquí, estabas aquí pero tu mente no…— debería darle una excusa creíble, aparte de que se nos estaba haciendo tarde.

—Es- es complicado Mei, siga-

—¿Chicas?— debía ser una clase de broma… o quizá ahora nos encontraríamos todo el tiempo, nah, no creo que esto es solo una simple coincidencia. Frente a nosotras teníamos a Syaoran y a Eriol que nos miraban con sonrisas en sus rostros… je podría jurar que esas sonrisas son completamente falsas, sentir los ojos de Eriol sobre mí y ver su tenue sonrisa me hizo retroceder lentamente un paso hacia atrás. —Que sorpresa verlas…

—Ah, sí es que vamos de camino a casa de Sakura. —respondí yo rápidamente.

—Ahora que se encuentran por aquí, me gustaría hacerles saber que pueden venir de visita cuando gusten— dijo Eriol señalando a la gran casa delante de nosotros… entonces ¿él vivía en esta mansión?

—Asi que… ¿tu vives en esta casa?— pregunte yo, mientras que Mei miraba aun con más asombro la mansión delante de nosotros.

—Si, aquí es donde he estado viviendo— respondió el sonriéndome de nuevo. —La mansión pertenece a mis padres.

No es que no quisiera creerle, pero en su historia había algo que no cuadraba, y Sakura tampoco me comento que esta casa ya estaba siendo habitada… ha pasado ya vario tiempo desde que Sakura capturo las cartas, y es sumamente extraño que este chico de repente salga de la nada y con él los últimos sucesos extraños. La casa desde mi punto de vista desprendía un aura extraña, aunque aquello también me asustaba, de un momento a otro había empezado a ser sensible en cosas como las auras que desprendían todo y todos a mi alrededor.

Oh, simplemente la falta de sueño me estaba afectando, y todo eran imaginaciones mías.

—Bueno… nosotras ya tenemos que irnos se nos hace tarde.

—Oh, sí. Tomy tiene razón— me respaldo Meiling.

—Ahm, si… fue un gusto verlos.

—Tomoyo…

—¿Sí?

—Podríamos acompañarte… si- ambas están de acuerdo— Las palabras de Syaoran me habian dejado atónita.

—No creo que-

—Sabes Tomoyo no es una mala idea, qué tal si vamos todos juntos— Esto no estaba bien… no es que no quisiera que fueran con nosotras, sino más bien porque en el fondo de mi corazón algo me decia que no iba a pasar nada bueno. Era una sensación sumamente inquietante, una mezcla de sentimientos que no sabía si podría seguir manejando, molestia, estrés, angustia… y la sensación de que algo malo estaba por suceder.

—Yo creo…— me quede quita por un momento «que clase de sensación es esta…» senti que un escalofrió recorría mi cuerpo, y una presencia extraña, pero algo tenue y lejana, por inercia mire el que camino que daba a la casa de Sakura, mire a Syaoran y pude ver como su rostro palidecía completamente, parece ser que no era la única que podía sentir esa energía tan extraña, y que en realidad no me estaba volviendo loca. —¿Es sakura, no es asi?— la mandíbula de Syaoran podía casi tocar el piso, cuando escucho mi pregunta, y pude notarlo en su mirada, mi intuición y lo que sea que me estuviera pasando no se equivocaba.

—¡Tomoyo espera!— llamo Eriol desde atrás, pero yo no le preste atención, Mei trato de tomarme de la muñeca, pero ya era tarde mi cuerpo echo a correr por impulso propio, no podía detenerme, solo sabía que tenía que llegar a Sakura.

Editado 17/5/2023