Capítulo 01.
One shot
Pareja principal: Fenris x Anders (Fenders)
Restricción: 15
Pareja LBGTIQ
Idioma: Español.
Se recomienda Discreción al Lector.
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Capítulo 01: Toda una Noche por delante
Las ligeras caricias sobre su piel tostada eran adorables.
Suaves, delicadas, decididas, consientes...
Para cuando reaccionó al primer beso en el pasillo, ya estaban en su habitación.
Acomodados sobre la cama desordenada en una posición inesperadamente cómoda, siendo él quien se sentaba sobre el de ojos ámbar disfrutando de las caricias, y siendo aquel hombre al que se aferraba quien lo llenaba de aquel extraño sentimiento ambiguo en su pecho. Sus manos grandes y frías surcaban su marcada piel tostada; y poco a poco empezaba a olvidar él como habían llegado a ese momento.
—A..ah..—Los suspiros pasaron a algo más fuerte, más tangible, en cuanto las manos ajenas tomaron confianza y se aventuraron a sitios más escondidos.
Los besos en su cuello le parecían tortuosamente agradables, Y por instantes le parecía que el tacto de los labios del mago era glacial, haciendo un contraste de temperatura sobre su caliente cuerpo, haciéndole soltar más jadeos de los que debería.
Sentía las manos del rubio bajar por su espalda, acariciando sus caderas tanteando el borde del pantalón.
Tocando el surco de su espalda con la yema de sus largos dedos blanquecinos lentamente.
Y nuevamente sintió aquel frío tacto antinatural.
Se sintió tan maldita mente bien.
Un cosquilleo que recorrió desde su estómago hasta el toque del humano, ¿era normal que su cuerpo se sintiera tan sensible? ¿Tan... necesitado?
Los dedos se colaron por debajo de las primeras prendas tortuosamente, aumentando el frío, pero, extrañamente solo en sus dedos, las palmas del rubio se sentían tibias..
Entonces supo que el "toque glacial" era intencional.
—No te hagas el difícil, esto te gusta—Y como si el mago e hubiese leído la mente, respondió a sus pensamientos con una voz más ronca de la usual, más profunda, ¿tranquila quizás?, pero definitivamente juguetona, sabiendo que eso lo estaba volviendo loco.
Apartó al mago de su cuello con brusquedad y sin respuesta verbal le plantó un jugoso beso en los labios, que él contrario no tardó en corresponder con un tono extrañamente coqueto.
Quizá sean los nervios, pero estaba siendo particularmente agresivo con el contrario, siendo el mismo quien manejaba el beso, daba pequeñas mordidas, entregando ese pequeño toque salvaje que parecía encantar a su "compañero".
Lo escuchó jadear fuertemente cuando profundizó el beso sin previo aviso, parecía que Anders era sensible en los besos.
"Bueno saberlo" pensó para sus adentros, sin saber exactamente porque.
En algún momento se separaron, y la mirada dilatada del médico fija en el, se sintió electrizante.
Jadeaban por el beso , las caricias habían cesado momentáneamente para centrar atención en el toque de labios.
Volvieron a besarse en medio de ese intercambio de miradas casi románticas, esta vez más lento, calmado, querían disfrutar el toque ajeno, pero aún así, pequeñas mordidas por parte del elfo se colaron en el beso, y Anders pareció embobado por ese acto.
Las manos de Fenris bajaron de la espalda del mago sin separarse del beso más haya de tomar aire unos segundos, desabrochando pacientemente la camisa del fereldeano hasta removerla por completo, y proceder a lanzarla a algún lado del desordenado cuarto en el que sé encontraban teniendo ese íntimo momento.
Jamás pensó que en estar relacionándose de esa forma con algún mago, y definitivamente no pensó que ese mago sería Anders.
Y aún así, ahí estaban, entre toqueteos y caricias subidas de tono en la casa en la que vivía ilegalmente.
Los insultos y disputas se reemplazaron por besos y jadeos en cuanto cruzaron el umbral de la puerta.
¿Y lo peor de todo?
Esto le estaba encantando, y lo odiaba.
Las manos del rubio habían dejado su espalda baja para contornear con suavidad sus piernas desnudas.
Y en un momento que pareció borrarse de su cabeza, Anders se las arregló para cambiar su posición de manera uniforme e -inesperadamente- sexy..
Su espalda ahora tocando las frías sábanas blancas de su cama, siendo ahora él, quien esta de bajo de aquel hombre mientras lo acorralaba entre sus brazos y pecho al descubierto.
Se tomó el tiempo de detallar con más tranquilidad las facciones del contrario;
Su pelo usual mente apresado en una desordenada coleta baja, yacía suelto y libre, dejando a varios mechones dorados resbalar por las sienes del mayor . Sus ojos avellana con toques dorados que tantas veces se encontró admirando a la distancia , dilatados, con un dulce toque pasional en ellos.
Sus cejas ligeramente arqueadas con delicadeza; sus labios encantadores e hinchados por los besos y mordidas, su nariz delgada y rojiza con un sonrojo sutil que cubría sus mejillas.
Aquella barba de tres días que encontraba endemoniadamente sexy, y un collar de metal que colgaba de su cuello blanco, un cuello marcado únicamente por sus besos.
Bajo sus ojos, unas bolsas oscuras y grisáceas por falta de sueño que le daban un toque demacrado, su mandíbula marcada y unas tiernas pecas que no había notado hasta ahora, con una cicatriz en la sien derecha casi imperceptible a simple vista.
«¿Como habían llegado a ese momento?» Se preguntó a sí mismo el guerrero,cuando encontró al más alto arrebatándole su última prenda con agilidad, causándole un gran rubor por el pudor que le producía estar así de expuesto.
«¿Porque Anders era tan Bueno en esto?»Pensó mientras jadeaba el nombre contrario, sintiendo sus piernas temblar ligeramente y su cadera había sido levemente levantada por sus tensos muslos canela.
«¿Porque no lo detenía? ¿Porque lo disfrutaba tanto?»
Su espalda se arqueaba con cada movimiento de la lengua del sanador, ágil, lasciva.. experta, sería una palabra apropiada.
—A..-Anders.. Ah...—Cubría con vergüenza sus labios con la palma de su mano, su intención no era callarse, sino más bien esconderse.
Mientras que, acomodado entre sus piernas, el apostata parecía disfrutar de su "trabajito".
Lo hacía con cuidado, asegurándose de que fenris disfrutase del momento, de su tacto.
Debía admitir, que por mucho que parecían odiarse, le encantaba tenerlo así, suspirando, sudando con la respiración acelerada, tartamudeando su nombre, deseando más.
Fenris parecía que no había sido "estimulado" en mucho tiempo, estaba sensible, no llevaba mucho ahí y sus piernas temblaban y sus dedos morochos se enredaban en su cabello y las sábanas.
Casi agradecía que los templarios lo acorralasen hasta Hightown.
—A-Anders...Ah~.. v-voy a , carajo.. sal de ahí voy a- —Y como si fuese una invitación, apresuró sus movimientos, con un aliento gélido que sabía que derretía a Fenris.
—N-No voy a ...Besarte si tienes..eso en - —Tartamudeó torpemente, pero aún así hizo llegar el mensaje.
El mago alzó la vista y miró directamente a los ojos del elfo.
Y con una sonrisa divertida, y sin dejar que Fenris acabase, se apartó de sus piernas.
Y quitándose el pantalón frente al de cabello blanco dijo
—Tenemos toda una noche por delante.
