CAPITULO 1

Era una noche fría, una llovizna había logrado bajar la temperatura en la ciudad de Nueva York, pero eso no impidió que un grupo de chicos gritaran emocionados la cuenta regresiva del año nuevo. Todos los hijos de importantes empresarios de distintas partes del mundo estaban todos abrazados y amontonados viendo la televisión, con copas de vino y cantando en voz alta la famosa canción de "I want to break free" de "QUEEN", juntos en un departamento lujoso que se encontraba en uno de los enormes edificios en la zona más ricas del país, un lugar sorprendente ya que se alcanza a ver toda la ciudad.

A lo lejos una joven rubia observaba la escena con sus penetrantes ojos almendrados, su mirada siempre se encontraba triste y llena de escenarios que trataba de desaparecer en lo más obscuro de sus pensamientos, traía un lujoso blazer color hueso, unos pantalones a la cintura del mismo tono y una blusa blanca que estaba adornada con un collar de oro, su cabello lo tenía recogido con un pañuelo que combinaba con aquel elegante atuendo.

Quinn Fabray es la hija mayor de un destacado hombre de negocios y nieta del multimillonario Dan Fabray, los Fabray era una familia muy prestigiada y envidiada, no solamente por el dinero, sino por ser atractivos, elegantes y bien recatados que todos eran, decían que tenían la suerte de su lado, ya que todo lo que tocaban se hacía oro, aunque la familia Fabray su lema era que los hombres de su familia atraían la fortuna y que las mujeres solo servían para desaparecerla, algo que para Quinn le era molesto y machista por el simple hecho de que ella era la única primogénita del gran legado .

La cabeza de Quinn estaba a punto de estallar, miraba recargada esperando que la fiesta terminara, mañana tenía una reunión muy importante con su abuelo y estaba muy nerviosa.

- ¿Quinn...? ¿Quinn? – gritaba una joven de cabello blanco agitando su mano frente la rubia llamando su atención - ¿no piensas celebrar el año nuevo?

- Déjame en paz, no me molestes... - contestó tomando un sorbo de su bebida-

- Vamos hermanita, pasas tu tiempo estudiando y trabajando, es momento de que te des un break - dijo la rubia moviendo sus brazos en forma de baile queriendo motivar a su hermana que ni siquiera la volteaba a ver -

- ¿Te digo algo Hayley? Creo que ya es momento de que se larguen todos de mi departamento.

- Heeeermanita, relájate un poco ¿no crees que estas exagerando?

Hayley es la hermana pequeña de Quinn, es una chica rebelde de veinte años que no se preocupa por nada, ella solamente le interesa poder revolucionar el mundo, ser diferente a los demás y tener una popular banda de rock, pero cuando se trata de su hermana mayor ella hace lo imposible para poder apoyarla.

- Hayley ... - susurró - la cabeza me quiere explotar, estos tacones me están matando, la música es un asco, el vino está caliente, nuestro abuelo me odia, nuestro padre creé que no seré capaz de poder con la enorme empresa han construido con tanto orgullo y esfuerzo durante años y mañana tengo una junta muy importante con el abuelo.

- Se que tienes muchas obligaciones y que el viejo se la pasa presionándote, pero si te tengo que darte un consejo..."Piensa primero en ti" en nadie más, no sales de la oficina, te la pasas trabajando y NUNCA descansas, la vida pasa demasiado rápido y...

- Por favor, Hayley tú no tienes las mismas responsabilidades que yo tengo ...y aparte eres muy diferente a mí, eres muy joven, independiente y no te preocupa nada, en cambio yo... es la vida que me toco.

Quinn siempre estuvo en los mejores colegios y en las mejores universidades, tuvo el primer lugar en su licenciatura en contaduría pública y finanzas fiscales, varios diplomados y por ahora estaba muy ocupada en su doctorado en ciencias empresariales. Su abuelo no permitía que dejara de estudiar y prepararse, siempre buscaba la manera de que se centrara en la empresa ya que ella era la encargada de heredar ese gran monopolio, por otra parte, Hayley fue muy diferente a Quinn desde muy pequeña no le gustaban las reglas, tenía bajas calificaciones y hacía de TODO por molestar al abuelo, era la comidilla de los empresarios por ser una chica "vulgar" y nada educada... algo que para Hayley no le importaba.

- Siempre lo mismo Quinn, ¡POR DIOS! Eres una mujer muy inteligente, una hermana excepcional, además eres de las calificaciones más altas y puedo decir que...

- Tengo que irme...

- ¿Qué dices...? ¿A dónde vas?

- Me voy... - dijo tomando su bolso.

- ¿Pero? ¿qué?... diablos, Quinn... - gritó sorprendida al ver el comportamiento de su hermana

- ¡Están en su departamento, espero que cuando regrese no estén aquí, buenas noches...! - gritó al mismo tiempo que salía del lugar.

La rubia estaba demasiado molesta, ¿Cómo puede ser posible que por ser el primer día del año ya estaba nuevamente sacando fuego por los ojos?, ya nada más eso le faltaba, pensaba al mismo tiempo que intentaba no llorar, al salir del elevador no tenía a donde ir, miró ambos lados y salió a caminar, solo quería despejarse un rato, alejarse de todos y desaparecer sin que nadie supiera de ella y así olvidar aquellos problemas que tenía en la cabeza, tomó un cigarrillo con una de sus manos que temblaban del frío y miro que a lo lejos se encontraba un parque así que no dudó en sentarse en la primera banca.

"Oh, la noche es mi mundo

La chica está pintada por la luz de la ciudad

en el día, nada importa

pero la noche lo hace ver hermoso"

- ¡DIOS! Que inicio de año... solo quisiera... un solo cambio, uno solo... - dijo recargando su cabeza y cerrando los ojos disfrutando del momento que la hacía sentirse como si todo desapareciera alrededor de ella -

- ¿Disculpa? - dijo una castaña acercándose a ella -

- No por favor... no Hayley, regresa al departamento...no me interesa... - la ignoró para seguir en la misma posición -

- ¿Hayley? - preguntó confundida - Disculpa... - repitió la castaña, queriendo captar la atención de la joven - ¿Podrías ayudarme?

- Si no eres la tonta de mi hermana, por favor retírate, no ves que estoy ocupada... - dijo sin querer abrir los ojos -

- ¿Ocupada?... ¿haciendo nada? – sopló molesta – olvídalo, tienes razón, fue un error ...

- ¿Qué acabas de decir? – en el momento que levantó la mirada pudo ver a una hermosa joven de ojos café oscuro su cabello castaño era largo y con una sutiles ondas que caían por sus hombros, su piel blanca se veía tan suave por aquel suéter negro que llevaba y un pantalón que le ayudaba a marcar muy bien su figura, sus ojos se veían grandes y expresivos por tan largas pestañas y sus labios estaban de un color rosa que se veían muy bien para la mente de la rubia ... VAYA que chica tan más hermosa - ¿En qué te pu... - se acercó pero su torpeza hizo que su tobillo se torciera evitando no caer –

- Creo que lo mejor sería ... que yo... ya me voy – dijo la castaña dejando a la rubia atrás ya que le había dado mucha gracia y trataba de ocultar su sonrisa, aparte de que la chica se estaba comportando muy extraño -

- ¡Espera...! ¡ESPERA...!

- Déjame en paz, tengo que irme, no te necesito, ni siquiera te conozco GRACIAS – gritaba al mismo tiempo que sintió que la tomaban del brazo -

- Oye...Oye espera ... perdón por lo que pasó, tengo muchas cosas en la cabeza, no tuve el mejor día... yo sé que no fue la mejor manera de responder, fui una grosera... me disculpo, Dime ¿en qué... ufff jajaja me cansé...en qué... te puedo ayudar? – dijo entrecortado intentando captar su mirada sin soltar su brazo -

- Primero...suéltame...Segundo...¿Estás loca...? - dijo con un movimiento brusco quitando su brazo de aquella aferrada mano, era hermosa la chica...pero eso no le quitaba de que era una completa desconocida.

- No sabes cuánto. - rio la rubia -

- Ok... lo que pasa es que estoy perdida.

- ¿Cómo?... ¿No eres de aquí?

- No...bueno si, lo que pasa es que vengo de otra ciudad y no sé dónde están algunas calles, se podría decir que soy nueva y pues me subí al metro, pero me dejó mucho más lejos de lo que pensé, entonces el mapa – sacando el mapa - no me dice bien las calles, además de que no sé dónde estoy ubicada, me dijeron que era por este lado - apuntaba – pero pues veme aquí, llegue a las 9 de la noche y ya son la 1:30 de la madrugada... total que yo pensé, mira una chica que me puede ayu ...

-Espera, espera ... relájate ... toma aire - interrumpió al sentir que la castaña no dejaba de hablar y eso la estaba poniendo de nervios, aparte de que ya la estaba desesperando - ¿Nos vamos?

- ¿Cómo?

-Bueno... Yo te llevo...

- ¿Enserio? ... ¿cómo crees?, solo quería saber la ubicación, yo puedo sola.

-Ya es muy noche y está muy solo por aquí – miró el lugar- fantasmas y hombres enormes, horribles buscan la carne de hermosas jovencitas - dijo aguantando su risa, al ver como aquellos ojos se hacían cada vez más grandes por cada palabra que decía y la castaña miraba donde apuntaba la rubia, era como una niña pequeña perdida - pero si quieres ... puedes quedarte perfecto ... con permiso ... - dijo al seguir su camino, pero al mismo tiempo mirando de reojo a la asustada chica caminando atrás de ella y mirando ambos lados - entonces ¿sí quieres que te lleve? - preguntó levantando las llaves y ver una leve sonrisa de la castaña que podía enloquecer a cualquiera y sobre todo a la rubia que no dejaba de verla –

- Sí, por favor ... - contesto girando los ojos ya que sentía que la chica la miraba de una forma muy divertida y coqueta mientras caminaba hacia atrás sin dejar de verla - te recomiendo seguir mirando hacia al frente ... no te vayas a caer.

- Entonces camina más rápido.

Quinn estaba pensando ¿dónde la había visto antes?, pero no lo lograba saber, sentía que la conocía de alguna parte, ambas caminaban en silencio y la castaña aprovechó seguir observando cada detalle de su rostro ya que sentía como su corazón se estaba derritiendo de tan delicadas facciones y sobre todo su manera tan elegante de caminar, pero pudo notar la mirada de la otra chica.

- ¿Qué tanto me ves...? - preguntó tapando su cara con su mano –

- Nada -río- solo que ya llegamos.

- WOW, Es tu ... -La castaña quedo impactada por aquel auto deportivo que estaba enfrente de ella- estas bromeando ...

- No... - contestó abriendo la puerta del copiloto- su corcel acaba de llegar cenicienta.

- Diablos... que carro... - dijo tocando el auto blanco deportivo que la hacía sentir como en una película -

-Adelante, sube – dijo aun sosteniendo la puerta observando con una sonrisa las actitudes de la sorprendida chica-

- ¿Segura... que no eres una de esas mafiosas que se quieren robar chicas?

- Sí...

- Me voy... - dijo huyendo del lugar, pero la risa de la rubia y sus manos deteniéndola hizo que regresara - enserio... ¿Cómo crees? No soy nada de eso, solo sube, se hace tarde – contestó ya en un tono más serio apuntando dentro del carro -

- CLARO, sí... ammm... ya voy – dijo al mismo tiempo que entraba al auto –

- Vamos a ver... a dónde la tengo que llevar cenicienta...

La chica le sonrió y le dio la dirección, entonces en ese preciso momento, la lluvia comenzó a caer, todo estaba en silencio dando paso a una canción de "Self control" de "Laura Branigan", la ojiverde veía por la ventana los enormes edificios que alumbraban la ciudad hasta que aquellas gotas empezaron a borrar la vista haciendo que volteara a ver a la hermosa joven que estaba a su lado, "viéndola bien es muy hermosa, ¿hermosa?, guapísima" ese pensamiento apareció en su mente y se regañó dentro de ella para mantener la cordura, así que siguió viendo cómo iba vestida y ver esa piel tan blanca que hacía resaltar unas rosadas mejillas, comenzó a sentirse muy nerviosa, su corazón latía rápido, ¿pero por qué?, jugó con sus dedos y a morderse el labio inferior tratando de ocultar lo que sentía.

- ¿Y estudias? ... - dijo con la voz tranquila, sin dejar de mantener una sonrisa que tenía en sus labios y chocando su vista con la castaña que rápidamente la quitó para mirar al frente-

- Sí, estoy cursando la licenciatura de derecho...

- Que bien, a mi lado tengo a la próxima abogada que me sacará de la cárcel cuando la necesite.

- No lo creo... - dijo en tono neutro y sin dejar de ver hacia al frente - ¿Tu que estas estudiando?

- Yo, soy contadora – contestó cortante y cambiando el tono de voz -

- ¿Perdón por preguntar... pero ¿cuántos años tienes? Bueno si puedo saber...

- Tengo 28 años y tú?

- 24 años y te aviso que te acabas de pasar un alto así que al próximo no pienso que me detengan por tu culpa -

- Oye¡...pero si somos las únicas en la ciudad - rio al ver una molesta castaña-

- Pero es peligroso ...

-Conmigo nada te pasará... -lo último hizo que ambas se quedaran nuevamente calladas hasta llegar a su destino, la rubia estacionó el auto afuera de la casa y quedó muy pensativa aun mirando a la castaña que estaba a su lado que al sentir su mirada también la observaba sin decir nada, todo era tan mágico y raro como si ambas se conocieran de años.

- ¿Por qué estabas sola en esa banca? – rompió el momento la castaña –

- ¿De qué hablas? Solamente quería estar sola– Quinn recordó que mañana tenía una junta importante con su abuelo y al instante sintió como una ráfaga de fuego pasaba por su cuerpo haciendo que regresara su molestia- mi vida no es como yo quisiera...

- No te conozco, pero por lo que veo, se ve que eres una chica muy inteligente y lo que te hizo querer estar en ese lugar sola, yo...

- Creo que lo mejor es que te bajes... - contestó en tono serio, ¿De qué está hablando? Ni siquiera me conoce– pensó la rubia Quinn era alguien fuerte y no le gustaba que le tuviera lástima o que "intentaran" hacerla sentir bien, no le gustaban las palabras bonitas y de motivación, ella suficiente tenía con su vida como para que alguien viniera a decirle que todo está bien pero no sabían el miedo que ella pasaba al no querer defraudar a su abuelo o a su familia – Ya estás en donde querías estar, ahora si me hacer el favor de bajar... – dijo sin dejar de verla

- Yo no quería hacerte sentir mal, no quise incomodarte –

- No eres tú, créeme, pero tengo mejores cosas que hacer... así que por favor bájate, ya perdí mucho tiempo contigo.

- Esta bien, GRACIAS... por traerme - dijo abriendo la puerta y a los 5 segundos de haberla cerrado, vio como el auto se perdía de su vista, ¿Qué había dicho? - pensó y entró a su casa

_continuara.

Hola, espero les agrade mi historia, es una de mis favoritas y espero también sea de ustedes.