CAPITULO 6
POV RACHEL
Ya habían pasado unos días de aquel maravilloso momento con Quinn y también desde que recibí una llamada de James, me dijo que había logrado que hoy me presentara como la asistente del señor Fabray, estaba demasiado nerviosa, no me gustas fingir. sentía como las calles estaban en silencio, solo se escuchaba mi corazón que no dejaba de latir, se acercaba la lluvia y las nubes oscurecían la ciudad, en eso un trueno hizo que diera un leve brinco, algo que le causo gracia al conductor.
-No se asuste, llegaremos en 5 minutos... - rio y le regrese el gesto, estaba muy nerviosa y los truenos no eran mis mejores amigos-
Guardamos silencio después del trueno, y al cabo de poco tiempo llegamos a un enorme edificio, donde se podía lograr ver la enorme F de la compañía FABRAY, me pareció un lugar magnifico, donde mujeres y hombres elegantes pasaban con sus maletines de un lado a otro sin perder la elegancia, James me dijo que Quinn no sabia nada, pero en cuanto la viera le dijera que me habían mandado de la universidad por haber obtenido las mejores calificaciones, si claro... como si eso se lo fuera a creer.
-Bueno, aquí estoy, tú puede Rachel – al cerrar la puerta del carro, entre con la frente muy arriba, James me había transferido dinero para comprar el mejor atuendo para mi primer día -
Al llegar una señorita me pregunto mi nombre, me registro y me dio mi identificación, después de eso me acompaño a donde seria mi oficina, vaya... mi oficina, sonreí emocionada, aun que estaba echa un manojo de nervios, mis manos estaban congeladas y sentía que en algún momento me iba a desmallar. "Donde están las salidas de emergencia" era mi primer día y yo quería salir corriendo, no quería estar en este lugar, ¿Realmente iba a valer la pena todo esto?, mire el lugar y parecía sacado de una serie, todo estaba adornado de un color azul marino, pinturas, flores y enormes ventanales, era un sueño de ricos.
-Aquí será su oficina señora Berry, en un momento regreso para traer algunos documentos, no tardo
-Claro, Muchas gracias.
Hice un pequeño agradecimiento, mientras la señorita se retiraba dejándome sola y así aprovechar para sacar mi celular.
-Estoy aquí, ¿Ahora qué?
-Genial, solo tienes que aparentar ser una persona interesante...solo finge, porque no lo eres, mi hermosa Rachel...
-Imbécil – susurre en voz baja, para tirar mi celular dentro de mi bolso- mire a mi alrededor y se veía todo muy elegante, tenía una chimenea con orquídeas blancas encima, eran hermosas, mire al frente y pude apreciar un cuadro que me había llamado la atención, estaba pintado al óleo, sus colores, las pinceladas me transmitía muchos sentimientos de tristeza, era como si ese cuadro fuera mi propio destino.
Me quite una lagrima y me senté enfrente de mi escritorio, incline mi espalda hacia atrás y vaya... ¿esto se siente ser una persona importante?, cerré los ojos para que mi mente me llevara a aquella noche donde Quinn estaba abrazando mi cuerpo, su perfume, su respiración y aquel tacto de sus labios en mi cuello, dios si no estuviera pasando todo esto, haría de todo para que fueras mía.
-Aquí tiene señorita – el sonido de su voz hizo que diera un leve brinco y me acomodara en mi asiento, la chica se sentó y comenzó a hojear lo que había traído-
- ¿Cuál es tu nombre?
- Oh, disculpe, no me presente, me llamo Ania, mucho gusto...
- No te disculpes... -conteste sonriente, vaya que la chica era muy atractiva, su cabello era increíble y se puede notar que le gusta mucho la moda pasaron unos silenciosos minutos hasta que a lo lejos sonaron unas fuertes campanadas de un enorme reloj de cristal.
- ¿Siempre suena a la misma hora? – Ania asintió sin mirar, era una chica muy seria y reservada.
- Todos los días nos avisa que el señor Fabray está por llegar, el señor tiene una vida muy metódica. Ya lo veras.
- Y la señorita Fabray...- tome uno de los papeles para revisarlos, pero sin perder la curiosidad- ¿Qué vida tiene?
- La señorita Fabray – la chica se acomodo y se puso tensa, llamando mi atención- La señorita Fabray le gusta lo mismo que a su abuelo, Verá...
- Por favor, no me tutees... háblame de tú...
- Oh, claro, Veras la señorita Fabray es una chica muy inteligente, a pesar de ser la dueña de todo este edificio, sabe lo que hace, irradia respeto, nadie puede contra ella...
- ¿Tu eres su asistente?
- Si y puedo decirte que es difícil trabajar con ella.
- Pues si eso es con ella, no me imagino como será trabajar con el señor Fabray – sonreí y nuevamente mis nervios regresaron, ¿A dónde me había metido? - pero estoy segura de que hare un buen trabajo.
- Así será, no te preocupes, tienes mi apoyo, esta es una empresa que te dará mucho que ofrecer y aprenderás mucho, pero dime ¿Cómo le hiciste para entrar aquí? Es muy complicado.
- Digamos que tuve las mejores notas en la universidad y me recomendaron.
- Wow tenemos un cerebrito ... pues muchas felicidades.
Seguimos platicando así durante una hora y en todo ese tiempo la chica no dejaba de hablar de Quinn, Lauren aquello, luego Quinn, todo se trataba de Quinn y Lauren... está chica me será de mucha ayuda, después de eso me contó de los lugares donde podría yo entrar, donde podía ir a comer, sobre la sala de juntas, hasta dónde puedo ir a hacerme un café, aquella pelirroja calladita, se soltó en un abrir y cerrar de ojos, tanto que ya me estaba mareando.
-Bueno, tengo que irme, en 10 minutos llegará la señorita Fabray, gracias por la plática...
- Gracias a ti, realmente me hiciste pasar una buena tarde...
- Si necesitas algo, ya sabes donde encontrarme... buen día.
Por fin se había ido, mi cabeza estaba a punto de explotar, tanta plática me estaba saturando. así que salir para tomar un poco el aire y ver si podría encontrarme a Quinn, todo estaba en silencio y solo el sonido de los teléfonos se podían escuchar por las oficinas, seguí caminando y enfrente de mi oficina estaba una puerta que me dio mucha curiosidad entrar
- ¿A dónde vas? – nuevamente esa chica...-
- ¿De quién es esta oficina?
- Es de la señorita Fabray, no entres, está muy ocupada y si la molestas te correría con un chasquido.
- Ya veo... - "Si supiera esta chica que hasta dormí con ella"- Gracias Ania
- Cuidado
Después de eso me dejo sola, mire la puerta y regresé a mi oficina, me senté nuevamente y me quede muy pensativa, los truenos eran constantes, y los relámpagos iluminaban toda la oficina, estaba ya inquieta, parecía un pequeño conejo asustado dentro de una jaula, dese pequeña odiaba las tormentas, y era algo que no podía superar, tome los papeles para tratar de distraer mi mente, pero era imposible, pensé en lo que había ocurrido hace unos días, cuando pasé la noche con ella, y la cobije dulcemente hasta que se quedara dormida, no puedo encontrar las palabras para describir lo que había sentido era; seguridad, ternura y necesidad de besar a alguien, tuve algunos novios pero no me provocaban lo que ella me estaba provocando, no sabía que me pasaba, pero si sabía que era algo que tenía que terminar.
Si, claro, a lo mejor, simplemente solo había encontrado a alguien que me hacía sentir segura o el simple echo de que tengo que estar cerca de ella, para poder lograr el plan de quitarle lo que más necesito, el dinero, dinero que necesito para poder solucionar la vida de mi madre y la de mi hermana, nuestra vida... -soy una grandísima tonta... - susurre dejando caer mi cabeza sobre el escritorio, me sentía fatal, soy un lobo vestido de oveja, que bajo has caído Rachel.
-¿No te enseñaron que es de mala educación irte sin despedirte, Caperucita?-aquella voz hizo que mi cuerpo se estremeciera, era ella, ella estaba en el marco de mi oficina-
-Buenos días, Ania, hoy revisare unos pendientes, cancela todas mis citas y las llamadas, no pienso contestarle a nadie, sobre la señorita Fabray dile que mañana hablaremos del proyecto NYS, cualquier cosa estaré en mi oficina...
-Lauren ... – susurro cerrando la puerta detrás de ella- ¿Por qué no me has marcado?, te estuve esperando toda la noche.
- Ania, por favor, no son horas, estoy cansada y tengo muchos pendientes, ayer estuve haciendo unas tareas, no me molestes por favor... me duele la cabeza.
- Lau... sé la manera en la que te puedo ayudar - dijo la pelirroja con voz ronca abrazando a Lauren por la espalda- sé que te encanta como te...
- Hablo enserio Ania, quiero estar sola... podrías... - contestó tajante quitando las manos de la chica -
- ¿Qué es lo que te pasa Lauren?, estas muy extraña...carajo
- Ania solo fue una noche, no te claves, esto que tenemos es solo sexo, entiende solamente SEXO, solo eso – grito molesto dándole la espalda- así qué lárgate y cierra la maldita puerta.
- Vete al diablo, Lauren – dijo entre lagrimas saliendo de la oficina de la castaña-
Lauren por su lado se recargo en el marco de la ventana para ver la ciudad, sabía que lo que acababa de hacer estaba mal, pero desde que conoció a Camila no podía dormir, no podía dejar de pensar en ella, su risa, su sonrisa, sus ojos, su cabello, su aroma, todo de ella, ¿Qué le estaba pasando? ¿Qué era esto que estaba sintiendo? Lauren era una chica que no le gustaban los compromisos, pasaba ella el amor no era importante, amaba el sexo casual, odiaba el amor, el enamoramiento, nunca había sentido nada por nadie, hasta que apareció aquella chica tierna, sensible y muy divertida, desde ese día ya no sentía la necesidad de estar con alguien.
-CARAJO... -grito molesta tirando todos los papeles del escritorio- ¿Qué me hiciste?...
Se quedo un rato con las manos en su cabeza, el dolor era insoportable, tomo unas copas de wiski hasta que una Ania le mandó un mensaje diciéndole que el señor Fabray quería hablar con ella, rápidamente acomodo todo y guardo su bebida, hasta que el hombre entro a su oficina.
-Buenas tardes, señor Fabray... por favor siéntese
-Buenas tardes, Señorita Jauregui – dice al entrar y sentarse en la silla de Lauren mientras sacaba un puro-
- Acaba de llegar la chica la cual me recomendaste, se ve que sabe lo que hace, me entrego varios reportes, muy buena elección.
- Que bueno que fue de su agrado – dijo sentándose enfrente de el- mi hermano quiere que tenga las personas muy bien capacitas para usted, ya que por el momento tiene mucho trabajo, por lo que aún no regresa.
-Ese muchacho me llena de orgullo, cuando lo veo me recuerda a mí, tiene dominio, fuerza y sobre todo tiene una mirada de poder, desde que los vi crecer, siempre supe que ustedes deberían de estar en esta empresa como parte de mi familia.
-Estamos muy agradecidos y nuestro padre también.
-No lo estén, agradézcame con trabajo, quiero que el muchacho regrese, me urge para que se case con mi nieta, la muy obstinada no quiere hacerlo, me está colmando la paciencia esa niña.
-Ella lo hará señor, esta asustada... tiene miedo.
-¿Miedo? Miedo cuando murió mi primogénita, mi hermoso ángel, eso sí es tener miedo, que te quiten tu tesoro más preciado, pero no hablemos de ella Lauren, mejor hablemos del cliente de esta noche, es muy importante que vayan, es un proyecto muy interesante
- ¿De quién se trata?
- Es un joven inversionista, necesitamos que hablen con el sobre el hotel que abriremos en las vegas...Quinn no es muy buena hablando, así que quiero que la apoyes... ¿Puedo confiar en ti?
-Si señor, no se preocupe – dijo levantándose de su asiento al mismo tiempo que él-
-Bueno, lo verán a las 10:00 pm en el restaurante Blue
- Gracias – estrecho su mano-
- Nos vemos – dice antes de salir-
POR RACHEL
-¿No te enseñaron que es de mala educación irte sin despedirte, Caperucita?-aquella voz hizo que mi cuerpo se estremeciera, era ella, ella estaba en el marco de mi oficina-
- ¿No te enseñaron a tocar antes de entrar? – dije con una sonrisa al verla, se veía guapísima, los trajes la hacían ver muy guapa, tenía los brazos cruzados y una de sus cejas se en marcaba de una manera muy provocativa, me estaba poniendo nerviosa.
- No, la verdad no, yo puedo entrar y salir de cualquier oficina sin necesidad de tocar, aparte recuerdo que alguien me dejo completamente sola y desayunando un riquísimo omelette, lastima... debo decirte que me toco doble.
- Perdón, recuerdo a ver dejado una nota...¿No la viste?
- Claro que la vi tonta, pero por ahora ese es otro tema pendiente, me puedes explicar ¿Qué haces aquí en esta oficina? ¿Por qué eres la nueva asistente de mi abuelo? Y por qué no me dijiste nada...
- Yo, lo que pasa es, que...no tengo tu teléfono.
- Rachel...
- Ok, la verdad es que enfrente de ti esta la chica con las mejores notas de la universidad, soy un orgullo así que me recomendaron, tú abuelo es un hombre muy importante y no tenía asistente, así qué mírame aquí, déjame decirte que tienen suerte de tenerme...- dije de una manera juguetona tratando de persuadir a la rubia, no quería que ella se diera cuenta que lo que estaba diciendo era mentira, tenia que lograr estar aquí y ganarme su confianza-
- Vaya... pues felicidades, es muy difícil entrar
- Gracias...
- Me alegra que estes aquí, eres perfecta para el puesto – sonrió y ladeo la cabeza- Creo que Ania ya te dio un adelanto de todo lo que pasa en esta empresa, ¿Verdad?
- Algo...
- Entonces ya sabes que soy la mano derecha de mi abuelo y que pronto llegara mi prometido, ¿verdad?
- No...- conteste con una falsa sonrisa- es maravilloso y muy romántico, el chico a de estar feliz de casarse contigo...
-Si, pero yo no lo estoy – contesto tajante- Bueno, ahora que trabajas aquí quiero que sepas que yo soy la que manda en este lugar, aun qué me caigas bien, no voy a tolerar muchas cosas señorita Berry... con tan solo un error, uno – me apunto- la mandare muy lejos de aquí, Entendió
Pase saliva por qué ella estaba recargada con ambas manos sobre mi escritorio y me miraba fijamente, mientras yo solamente estaba toda congelada en mi asiento. Paso su mirada avellana sobre los míos, miraba cada parte de mi rostro como si estuviera buscando algo hasta que encontró mis labios, la tensión era tan grande que mi respiración se comenzó a acelerar, me estaba quedando sin aire, sentía su respiración a pocos centímetros de mí, vamos hazlo... bésala, mi mente gritaba, pero no, no podía.
-Es broma tonta – soltó una carcajada – jajaja deberías ver tu cara- al verla morir de risa, mi cuerpo se desplomo como si me hubiera perdonado la vida y mi risa salió muy forzada, vaya que me había asustado-
- jaja que tonta, me asustaste – respire profundamente tratando de esconder mi miedo-
- Vamos, no te pongas así, ven siéntate aquí conmigo – decía con una sonrisa y dándole pequeñas palmaditas al asiento, esta mujer me volverá loca, pero aun así me acerque e hice lo que me estaba pidiendo-
- Sabes, pensé que te vería a lado mío, debiste despedirte bien.
- Lo siento enserio, por lo que veo creo que ya te vengaste verdad – dije recargándome en el sillón-
- mmmh, solo fue el comienzo...
- No es verdad ... -dije entre risas-
- es verdad...
- no lo creo...
- Enserio...
- Nadie te gana verdad... - me encanta su sonrisa-
- Nadie... así que vete acostumbrando.
- Ni James ... - tenía que hacerlo-
- James... es un hombre, muy serio... - ajaa es un imbécil, si supieras lo que está planeando...- casi no hablamos...
- ¿Por qué no?
- Es un hombre de negocios, siempre esta viajando y buscando la forma de generar nuevos proyectos – Si, claro, gastando lo que no tiene en apuestas-
- Vaya, suena un hombre muy prometedor... lo has de amar mucho – Muy prometedor para quitarte todo-
- Algo... cambiando el tema, que te parece si mañana te invito a mi departamento para celebrar tú llegada a la empresa... hare una cena espectacular...
Se sonrojo como si fuera una niña pequeña cuando invita a sus amiguitas a jugar, vaya que es muy inocente, aun qué muy lista a la vez, pero ¿cómo iba a decirle que no?
- Ok, es un buen motivo y aparte tengo que arreglar mi error
- Perfecto, nos vemos mañana, que tengas una linda noche Rach...
- Hasta mañana... que duermas bien.
Se levanto y camino hacia la puerta, miro su celular y se quedó congelada, permaneció largo tiempo observándolo, como si quisiera decirme algo, mi corazón se aceleró un poco al pensar que quizá hubiese notado algo raro.
- ¿Todo bien? - pregunte a pocos pasos de ella-
-Si, estoy cansada – sonrió- hoy fue un día largo, disculpa, nos vemos mañana
- SI, claro con cuidado.
Y sin más se fue, dejándome sola en mi oficina, mi mente estaba hecha añicos de tanto pensar y mi corazón estaba casi por explotar por tantas emociones, tengo que relajarme, es por el bien de mi familia, vamos Rachel... no puedes tenerle compasión, no te desvíes del objetivo, no te encariñes ni un poco, engáñala, enamórala de ese bastardo, ayuda a matar al viejo, la culparemos y tendrás el suficiente dinero para largarte a otro país para comenzar una nueva vida junto con mi madre y Camila.
HOLA CHIC S
Estos serian los capitulo del día, estaré actualizando cada martes, prometo que lo hare ya que esta historia la tengo muy adelantada, casi terminada :D , espero me puedan apoyar comentando y regalándome una estrellita si le esta agradando la historia :D
TENGAN UN BONITO, SI LES GUSTO MI HISTORIA COMPARTAN AQUIEN MAS LE TENGAN CONFIANZA :D
