CAPITULO 9

POV RACHEL

Nunca pensé seriamente en todas las consecuencias de mudarme con Quinn, ni siquiera pensé en si serían más las cosas buenas o las malas, observó mi cuarto y recuerdo su sonrisa, sus ojos, su elegancia al caminar, recordaba que valía la pena estar en ese lugar, si bien no era tanto el tiempo que habían pasado juntas, había sido increíble, intenso, y claramente compartían muchas cosas, la idea era perfecta, y tener a Quinn cerca todo el día era algo a lo que no me podía resistir.

La convivencia con ella era perfecta, habían pasado ya unos días, siempre era la primera en levantarse y preparar el desayuno, luego iba a despertarme, muchas ocasiones compartíamos la primera comida del día en mi cama, ya que todavía no me acostumbraba a levantarme temprano para ir trabajar, ella le gustaba platicar mucho, yo trataba de recordarle a James y ella comenzaba a sacar por fin tema de él, aunque no era de mi agrado, me decía sus secretos, de cómo le llamaba la atención su actitud, que era varonil y guapo, que a veces lo extrañaba, me contaba de como jugaban de pequeños, que el siempre fue su hombro para llorar...algo que para mi me provocaban muchos celos.

-¿El se piensa casa contigo Quinn?

- Si...

- ¿Y vas a aceptar? – dije con una sonrisa falsa...pero tenía que hacerlo-

- No losé, creo que... es momento de dar el siguiente paso, ¿no crees?...

- Vaya, pues muchas felicidades -dije falsamente emocionada- ¿Seré tu dama de honor?

- Si y quisiera que fueras nuestra testigo...

- ¿Enserio?

- Si, eres una amiga maravillosa y quisiera que estuvieras conmigo en ese día tan importante...

Se aparto de mi lado y se miro en el espejo, yo sentía que mi corazón se rompía, no quería que se casara con ese imbécil, pero estábamos cada vez más cerca, quería ese dinero para salvar a mi madre, así que no dije nada, solo la mire a lo lejos. Ambas llegamos a la oficina, ella se despidió y entro a su oficina, hice lo mismo, al llegar mis lagrimas brotaban ... tomé mi celular, para mandar un mensaje.

-Todo está listo, ella aceptara...

- Nos vemos dentro de una hora...ve preparando todo

Me mire en el espejo y me quite las lágrimas, no me sentía nada bien, camine hacia su oficina y estaba muy hermosa acomodando su traje, la luz la iluminaba haciendo que se viera de un color dorado, su cabello parecía de oro y sus ojos brillaban de una forma mágica, era una diosa esa mujer, me acerque a ella, tome el borde de su saco y la mire, mire cada detalle, esa miel con toque de verde, quería besarla, decirle que no aceptara, decirle que James era un idiota, que solamente quería su dinero, ella se acercó más a mí, me quito un cabello rebelde que estaca cerca de mis ojos, para después tomarme dulcemente de la cintura y atraerme de manera tierna hacia ella, mi corazón estaba por explotar, mis ojos se cerraron y sentí su nariz jugando con la mía, sabia que ella lo deseaba tanto como yo...quería besarla, hasta que alguien abrió la puerta haciendo que ambas diéramos un brinco separándonos.

-Perdón...-dijo Ania avergonzada, ¡DIABLOS! espero no haya visto, sería un gran problema, Quinn estaba con la mano en la frente nerviosa por el momento- el señor James está abajo, la esta esperando para reunirse con su abuelo.

-Gracias Ania...-dijo con tono de molestia, algo que noto la pelirroja- te puedes retirar...

Ambas nos quedamos en silencio, me toque el corazón y estaba por salirse de mi pecho, ella se alejó de la ventana y apretó su puño, como si quisiera decirme algo, pero no lo hizo.

-Mi abuelo se pondrá contento, su yerno acaba de llegar...- sonrió- ¿Cómo me veo?

-Hermosa – dije aguantando mi tristeza- muy hermosa...

Se mordió el labio y salió de su oficina dejándome atrás de ella, así que la seguí, tenia que arreglar todo para la junta, ella entro al elevador y yo entre en donde iba a ser el gran momento, puse varios papeles, acomode cada carpeta, algunas copas de vino y por ultimo puse una botella cerca, mire a mi izquierda y vi un retrato de mi rubia, si, mi rubia, la rubia que nunca será mía...por cobarde.

Volvió después de unos minutos, acompañada de aquel imbécil, al entrar no me miro, solamente veía a Quinn, el maldito bastardo, aprete mi puño y aguante quererle gritar y decirle que la dejara en paz...pero no lo hice, el tomo su barbilla y la acaricio de una manera coqueta provocándome que carraspeara para llamar su atención.

-James... te presento a la señorita Rachel Berry, es la asistente del abuelo – dijo acercándose junto con él y esbozando una leve sonrisa, el muy descarado tenia la presencia de un hombre fuerte, era guapo y educado, cuando se acerco y me dio su mano, pareciera que aquel idiota que me amenazaba todos los días cambiaba descaradamente como un hombre ideal -

-Mucho gusto señorita Berry, es un placer conocerla...-falso, pensé- espero te guste trabajar con nosotros, ¿te ha tratado bien el señor Fabray?

- Si, es un trabajo maravilloso.

- Es increíble, ella sabe hacer muy bien su trabajo, agradezco a la universidad que la hayan recomendado – dijo nerviosa y agradecida, como si alguien la forzara a dar conversación-

- ¿Enserio? Vaya... entonces en un futuro puede que seas mi asistente, aun que seria bueno que aprendieras mucho de esta hermosura – dijo tomándola por la cintura y depositar un beso en su mejilla, algo que me provoco un leve mareo, al final ella le sonrió y pensé, claro que es hermosa, es la mujer mas hermosa; dije viendo aquel cuadro, ambos mirándose como unos enamorados.

- Tengo que...que ir con el señor Fabray...-dije dándoles la espalda, no la quería ver cerca de ella, me estaba matando de celos-

- Espere -dijo acercándose a mí, ahí estaba aquella mirada, la de aquel horrible animal- Puede llevarle estos documentos a mi hermana por favor -dijo dándome un sobre - ¿Todo bien Rachel? – dijo en voz baja para que Quinn no le oyera-

- Todo bien...-dije casi arrebatándole el sobre y le guiñe el ojo, se limitó a sonreír y regresar con Quinn, por mi lado camine muy molesta por el pasillo y dirigirme hacia mi hermana que estaba ocupada en el ordenador.

- Hola Camz, puedes darle esto a Lauren...recuérdale por favor que tiene una junta importante dentro de 10 minutos

- Si hermanita -sonrió y me tomo la mano- ¿todo bien?

- SIII – conteste molesta ¿Por qué todos me preguntan eso? -

Pasaron los diez minutos y todos iban llegando a la sala de juntas, Lauren llego con mi hermana, ambas se miraban con algo de complicidad, llamando mi atención, después llego Quinn de la mano de James, ambos se veían como esas parejas de revista, atrás de ellos entraron los inversionistas, junto con sus esposas y por último el señor Fabray, todos esperaban a que se sentara, al hacerlo todos lo hicieron también, como si se trataran de realeza, Camila camino hacia mi y se paró a lado mío.

Comenzaron a hablar de cosas importantes, como de los próximos proyectos, sobre cómo iban a acomodar a los nuevos reclutas, el tiempo iba demasiado lento, todos daban sus opiniones y mi cuerpo estaba muy tenso, Los cuatro hablaban de aceptar la nueva sede en Miami, apoyando el proyecto de Quinn, hasta que James se levanto de su lugar con una copa en mano.

-Creo que es el momento indicado – dijo tomando la mano de Quinn y voltear a ver al señor Fabray- si me permite...

-Adelante -dijo el hombre mirando la desagradable escena...-

-Quinn Fabray, eres la mujer mas maravillosa que he conocido, eres inteligente –decía al mismo tiempo que mi adrenalina recorría por todo mi cuerpo, dándome vueltas la cabeza...- y enfrente de todos, quiero pedirte – dijo sacando una cajita con un anillo dentro- ¿Quieres casarte conmigo Quinnie? -ella miro sorprendida por aquel acto, sonrió levemente y su mirada chocó con la mía, mi cuerpo estaba por desplomarse y solo escuche lo que hizo que mi corazón se rompiera-

- Si James, acepto...-todos comenzaron a aplaudir, destaparon una botella de champagne y empezaron a felicitarlos, pero yo solo la miraba a ella, se veía feliz, sus compañeros y Lauren la abrazaban emocionados por el momento, así que tome todo lo que encontraba en el escritorio, para llevarlo a mi oficina, no quería estar cerca de ellos-

Entre a mi oficina y me percate que el cielo se estaba tornando de un gris y sentí como alguien estaba atrás de mi y rodeaba mi cintura con sus brazos, era ella apoyando su mentón en mi hombro, mi cuerpo se tensó y me aleje de ella, no quería que nos vieran, no quería ni siquiera estar cerca de ella, me estaba volviendo loca y muy dentro de mi estaba molesta.

-No piensas, felicitarme por mi compromiso – dijo levantando su mano y mostrarme aquel anillo-

- Felicidades, espero sean muy felices, hacen muy bonita -dije falsamente y cortar la conversación- estoy cansada, tengo que irme...

- Nos puede llevar James...si quieres...

- NO...-corté molesta, para después suavizar mi tono de voz- no, perdón, estoy cansada, enserio gracias, pero tienen que celebrar Quinn...es su momento

- ¿Qué pasa Rachel? ¿Quieres que mejor te lleve yo? - dijo desde el otro extremo de la oficina, viendo como caminaba de un lado a otro, demasiado estresada-

- No, enserio, es qué me esforcé mucho hoy, tuve mucho trabajo, aparte los inversionistas, tu abuelo, la verdad estoy cansada...-dije agotada y muy frustrada, ¡ya me quiero iiiiir!-

- ¿Qué piensas de James? Crees que sea bueno besando – pregunto con las mejillas muy rojas, su mirada se clavo en la mía y la verdad es que no sabía el porqué de esa pregunta, así que cruce los brazos molesta, creo que ya estaba pasada un poco de copas-

- La verdad no sé, es tu prometido, no el mío, así que si me permites tengo que irme -camine hacia la salida donde ella estaba, pero me detuvo -

- ¿Tu como besas Rachel?

- Quinn, por favor puedes hacerte aún lado...-dije desafiante, pero puso ambos brazos en el marco de la puerta y me miraba de una manera muy coqueta-

- ¿Cómo besas? -dijo levantando una de sus cejas, vaya que estaba ya borracha-

- No le sé, me han dicho que soy muy buena besando -dije siguiendo el juego-

- ¿Enserio? Me gustaría comprobarlo – dijo y mi cuerpo apenas podía contener el aire, ¿Es enserio Quinn? ¿enserio estás haciendo esto a minutos de aceptar tu compromiso?, esto es absurdo- detesto que me dejes siempre esperando caperucita...- levante la mirada y forme una pequeña divertida sonrisa, me acerque y pensé que iba a retroceder, pero no fue así, grande fue mi sorpresa al ver que luego de abriera los ojos bien grandes sonrió y se empezó a acercar lentamente hasta rozar nuestras narices, vamos Quinn aléjate, aunque me muera de ganas, no quiero hacerlo menos en este estado, así que la di un beso en su mejilla, aunque muy cerca de la comisura de sus labios, después de unos segundos nos quedamos en silencio...

- Y...bueno ¿Qué te pareció? ¿Te gustó?

- Es el mejor beso que me han dado en mi vida- sonrió rompiendo el incomodo momento-

- Perfecto, así que me voy, nos vemos, diviértete...

Salí de ahí, casi corriendo, no quería mirar atrás, no quería verla, estaba muy nerviosa, después de unos minutos me encontraba en el departamento, cerré la puerta y deje caer mi bolsa sobre el sillón, camine por el pasillo y note que su cuarto estaba abierto, así que aproveche en entrar, pude oler su perfume, me senté y tome una almohada para perderme en ella, me encantaba su aroma, era tan dulce, la lleve a la sala, prendí el televisor y me acosté, quería olvidarme de lo que acababa de pasar y quedarme poco a poco dormida, hasta que escuche la puerta, vi que era ella, así que fingí que estaba dormida.

-Rachel...-susurro y se inclino para quedar cerca de mi rostro- ¿Estás dormida? -preguntó, pero no conteste, no tenía ánimos para hablar con ella, pero rompió la distancia que teníamos, pude sentir como se puso muy cerca de mí, se hizo lugar levantando mi brazo para después acomodarse enfrente mío y entrelazar sus piernas con las mías.

-Quinn...-susurré al sentirla tan cerca -

-Shh...duerme, todo está bien – dijo al posar su cabeza en mi pecho, y comenzar a acariciar mi brazo, su contacto hizo que mi piel se erizara, sus manos eran tan suaves, tan delicadas, tan perfectas que me tocaban de forma delicada, como si me quemaran de una forma muy placentera.

Solo se escuchaba el sonido de la lluvia y su respiración con la mía, mi corazón late demasiado fuerte, ¡Quiero besarla! Me muero de ganas de besarla, tocarla...pero no, me encantaba estar así, tanto que no quería que esto acabara, levanto la mirada y nuestras miradas chocaron, gracias por la luz que entraba por la ventana podía ver sus ojos, su nariz, sus labios y una sonrisa apareció cuando mi mano comenzó a acariciar su hermoso cabello dorado, no podía respirar, me faltaba el aire, ya que pude sentir como su rodilla había rozado mi centro, me estaba volviendo loca, comencé a temblar y ella lo noto, se pego más a mi pensando que tenia frio, dios...su perfume, su aroma, su cuerpo tan suave, su cabello, sus manos sobre mis brazos, era un momento perfecto así que comencé a jugar con su cabello.

-Te extrañe – susurro muy cerca de mis labios- no me gusta que me dejes sola...

-Estoy aquí – conteste deslizando mi mano sobre su mejilla y ella se recargo sobre de ella buscando comodidad, mi dedo pulgar toco su mejilla y después sus labios los acaricie y ella me miro fijamente con ganas de besarme- ¿Cuándo será la boda? – si...rompí el momento, tenia que hacerlo, no quería echar todo a perder-

-Dentro de dos semanas – dijo cerrando los ojos, sentí molestia, lo siento, pensé, así que me acerque a ella para besar su frente, ella sonrió y sentí que suspiro profundamente para después abrazarme con firmeza, nadie dijo ni hizo nada, solamente el silenció era nuestro testigo de aquel momento, hasta quedarnos completamente dormidas.

Era medio día y Lauren salió a almorzar con su hermano, ellos hablaron del plan y como iban a planear todo con Rachel, necesitaban algunos documentos que eran necesarios para el fraude y como matar al señor Fabray, algo que le causaba mucha ansiedad a Lauren

-No crees que lo mejor sería es solamente hacer el fraude y mandar a un asilo al anciano, no lo se James, se me hace muy frio lo que vamos a hacer...-dijo sacando un cigarrillo muy nerviosa-

- Hermanita, cálmate... nosotros no lo vamos a matar.

- ¿De que hablas?

- Lo hará mi hermosa Rachel y cuando lo haga, todos vamos a inculpar a la estúpida de Quinn y cuando eso pase... la llevaran a un psiquiátrico en la cárcel y listo, el dinero es nuestro.

- No lo sé...es mi amiga...

- Por dios Lauren -dijo tomándola del borde de su saco para atraerla hacia el- no me vas a traicionar verdad, estamos tan cerca, si sigues con esta estúpida actitud, a la que mandaremos lejos será a la zorra que te estas follando...

- No sé de qué hablas...-dijo Lauren empujándolo con fuerza-

- Por dios Lauren, no soy estúpido -río sarcásticamente, para acomodar su traje- sé que te acuestas con la pequeña zorra...- al escuchar esto Lauren tomo su cigarro para apagarlo sobre la mano de su hermano, provocando que gritara de dolor- Hija de ...

- Escucha bien lo que te voy a decir hermanito ...-dijo muy cerca de su rostro y ver como se quejaba de dolor- si vuelves a faltarle al respeto, no sabes de lo que soy capaz...ella esta fuera de este juego, entiendes...

- Maldita bastarda...-dijo mirándola con furia-

- Entendiste...-dijo entre dientes y sostenerle la mirada-

- Mucho cuidado Lauren, no sabes con quien te metes, te salvaste esta vez... que eres mi hermana – la apunto con la misma mano con la que Lauren lo había quemado- pero si haces otra estupidez... la mato -dijo por ultimo para después salir del lugar, dejando a Lauren con mucho coraje y miedo-

En el camino de regreso a la oficina, no dejaba de pensar en lo que le acababa de decir su hermano, no quería ni imaginarse que tocaran a su castaña, así que pensó que solamente tenía que seguir sus ordenes y listo, cuando pasara todo, la llevaría muy lejos con ella, para tenerla a salvo, así que trato de no pensar más sobre el tema, siguió caminando hasta encontrar a Quinn platicando con Ania

- Buenas tardes ¿Quinn puedo hablar contigo? -dijo con una falsa sonrisa y viendo a la pelirroja con cara de poco amigos, vaya que le molestaba su presencia-

- Buenas tardes, Lau...-dijo Ania coquetamente, la verdad es que es demasiado atractiva, pero Lauren la ignoro-

- Claro... - preguntó Quinn para entregarle un archivo y caminar a su lado-

-¿Cuándo piensas cambiar de asistente? -preguntó al mismo tiempo que giraba la perilla de su oficina-

- Eso no me decías hace dos meses Lau...-río divertida entrando y dejando su saco en el borde de la silla y sentarse enfrente de su amiga-

- Te han dicho que eres insoportable...-dijo Lauren con las mejillas coloradas-

- Creo que sí, pero no me importa, ¿Cómo vas con Camila? – pregunto curiosa-

- Pues...todo va bien, la enfrente y salió todo muy bien -dijo mordiendo su pluma de manera coqueta-

- YA TE LA C...

- NO...-la interrumpió- no, claro que no...no grites, te puede escuchar

- No inventes Lauren, apenas están saliendo...

- Aun no pasa nada, paso algo ... pero...leve - rio recordando el momento. Imagines de sus besos, de sus carisias y del escritorio regresaron a ella, provocándole una enorme sonrisa-

- Sabes que odio cuando pones esa cara y odio estar en esta oficina... siento que estoy en un set porno – dijo soltando una carcajada que provoco que su amiga le aventara la pluma muy cerca de su cabeza, pero la rubia la esquivo-

- Que tooonta eres – comenzó a reír Lauren-

- ¿Me equivoco? – aguanto la risa divertida y ver como Lauren estaba roja de vergüenza-

- si, te equivocas... nunca he tenido aquí nada con nadie, es mi espacio de trabajo...

- Oh...claro..sisisi...claro...

- Es enserio...

- ¿Enserio?

- Si... lo juro...

- Vaya, pues me dejas sorprendida... me sorprende que nadie caiga en tus redes en esta oficina...

- Si con nadie... pero como Camila no es nadie...

- DIOS LAUREN ...- dijo nuevamente soltando una risa- enserio que eres un caso...¿Te encanta verdad?

- Es un sueño echo realidad Quinn...-dice cruzando la piernas-

- Vaya... hasta cursi saliste.

- Es que me tiene muy mal Quinn, Camila es tan, tierna, sensible, inteligente, fuerte, tan human, siempre está buscando la forma de hacer sentir bien a lo demás, es muy hermosa...-dice al soltar un suspiro y bajar la cabeza- a veces siento que no la merezco.

- Lauren... vales mucho, eres la mujer indicada para ella y tienes que decírselo, a veces por miedo...uno no dice lo que siente - dijo al mirar por la ventana, recordando la noche anterior –

- Quinn... ¿no te quieres casar con mi hermano verdad? – dijo su amiga al notar su triste mirada-

- Han pasado muchas cosas Lauren, pero estoy segura de que quiero hacerlo...

- Nunca quisiste casarte con él, nunca quisiste ser su novia y ahora serás su esposa...

- Si... sorprendente ¿No crees? – dijo sintiendo un nudo en la garganta-

- Quinn... nunca te he entendido amiga...la verdad es que no me parece lógico...

- Pues solo paso...

- Pues es que fue muy rápido Quinn, tu no querías, nunca voy a entender que fue lo que te hizo cambiar de opinión...

- Solo me levante un día y acepte, no quiero perder la felicidad...otra vez, pero bueno...

- Creo que te debía algo – dice al sacar dos boletos de la bolsa de su saco- así pago una deuda que tenia contigo

- Los conseguiste, wow, graacias – dijo emocionada tomando los boletos- y son dos...

- Me costó conseguirlos, pero aquí los tienes, todo por mi mejor amiga, mi hermana...-dice al sonreír-

- Te agradezco mucho...-contesto Quinn con un nudo en la garganta- muchas gracias -dice al abrazarla-

- No te pongas sentimental, que me harás llorar

- Me tengo que ir...

- ¿A dónde vas? -dijo quitando una lagrima de su mejilla-

- James me llevara al parque, así que le diré a Rachel que nos acompañe...

- ¿Rachel? ¿Por qué Rachel?

- Pues necesito que alguien me acompañe, aparte quiero que conozca a la mujer que me apoyo en estos últimos días...

- ¿Debo ponerme celosa?

- Deberías...-dijo besando su mejilla- será mi testigo de boda...

- No me preocupa, por qué yo seré tu cuñada favorita...-sonrió victoriosa algo que hizo reír a la rubia-

- nos vemos -dice antes de salir-

Lauren estaba emocionada, había ido a comprar unas cosas al centro de la ciudad y encontró un disco del grupo favorito de Camila, era muy difícil encontrarlo y era de edición limitada, sonrió levemente al verlo y salió de su oficina para entregarle el detalle, pero noto que no estaba, de seguro tuvo que hacer algunos pendientes, camino hacia la oficina de Camila y dejo el disco en su escritorio, junto con una nota.

" Don't you see me now?
I think I'm falling, I'm falling for you
don't you need me?
I think I'm falling, I'm falling for you
On this night, and in this light
I think I'm falling (I think I'm falling), I'm falling for you
And maybe you, change your mind"

L 3

_CONTINUARA