CAPITULO 11

Después de un rato platicando, ambas comenzaron a conversar muy animadamente sobre experiencias de la universidad y de cuando eran pequeñas, Lauren se sentía muy bien hablando con Camila, una vez que terminaron saco su celular para tener un lindo recuerdo de su primera cita.

- ¿Puedo? -dijo Camila apuntando su celular a ella-

- Jajaja... ¿Enserio?

- Siii, quiero fotos tuyas.

- No, no quiero que me tomes fotos – dijo seria y notar como su sonrisa se apagaba- Lo que yo quiero es una foto contigo...-sonrió y las mejillas de Camila se tornaron en un rojo intenso-

Lauren sonrió, estiro su brazo para la autofoto, se acercó a Camila para atraerla y sentir que ella apoyaba su cabeza en su hombro para después darle un beso en la mejilla, para capturar la foto que sería la favorita de ambas.

Pasaron unos minutos de platica y risas, una vez que terminaron de cenar, ambas se dirigieron al departamento de Lauren.

Camila al entrar pudo apreciar un dulce aroma que provenía del departamento, la entrada amplia y sencilla, como si se tratara de un departamento minimalista de esos que veía en las películas, algo que le sorprendió ver que al seguir caminando Lauren abrió una de las dos grandes puertas blancas corredizas de cristal que llegaban hasta el techo para invitarla al salón principal.

-¡Wow! Lauren esta increíble, es como un lujoso hotel, ¡Vaya! Aquí nadie se puede deprimir...

- Jajaja créeme que aun así me siento sola, la verdad no estaaaán increíble.

- Pero LAUREN mira nada más...

Dijo sorprendida al observar un estante de libros de todo tipo, desde historia y novelas románticas, nunca había visto algo así en su vida, parecía una biblioteca, miro a su alrededor y vio un juego de figuras geométricas como la estantería que era de color negro, los muebles eran blancos, la zona del televisor y las lámparas del techo formaban cubos de distintos tamaños, todo estaba organizado con el mismo patrón.

-La verdad es que apenas llevo unos días viviendo aquí, aparte de que me la paso más en la oficina.

-Es un lugar muy hermoso –dijo al mismo tiempo que sacaba el CD de su bolso para entregárselo a Lauren-

- Gracias, sabes cuando era chica mi papá le encantaba mudarse a hoteles lujosos cada determinado tiempo, se podría decir que mi hermano y yo vivíamos en hoteles, así que nunca tuvimos una casa propia.

- Wow, eso es genial, servicio al cuarto, no tienes que hacer nada, me hubiera gustado vivir en hotel.

-¿De verdad? Pues mi mamá trato de que nuestra vida fuera más "normal" así que nos ponía a hacer nuestras camas, a acomodar nuestros cajones y recoger nuestro cuarto, y ella todos los fines de semana nos cocinaba, así que era como tener nuestro "casa" dentro de un hotel. -dijo encogiendo sus brazos para poner el CD en su Mac-

-Que bonito, pues yo creo que mi mamá se llevaría muy bien con la tuya, en las vacaciones parecíamos cenicientas, limpiábamos toda la casa y nos enseñaba a cocinar.

-Jajaja seria genial que se conocieran, algún día visitare a tu mamá para que me cuente tus travesuras de cuando eras pequeña...

-Me parece genial, aunque sería algo muy vergonzoso jajaja

Empezaron a escuchar el CD y la noche empezaba a tomar forma, ya eran las dos de la mañana y ninguna de las dos se habían percatado, hasta que los ojos de Camila se comenzaron a cerrar y quedarse plácidamente dormida.

Lauren camino hacia su habitación tomo una cobija y se acerco para poderla cubrir del frio, se sentó a un lado y quito unos cabellos de su rostro, se veía como un ángel, tan hermosa, pensaba al acariciar sus mejillas y observar sus rosados labios que la volvían loca por besarlos, soltó un leve suspiro y se acerco lentamente a su rostro, "Eres perfecta" cerro los ojos y se acerco a sus labios para rozarlos con los de ella, por unos segundos sintió como era correspondida, beso su labio inferior y sintió una mano de Camila en su nuca, provocando que abriera los ojos y encontrarse con sus ojos favoritos.

-Camila...

Dice al sonreír de forma especial, acariciando sus mejillas y cerrando nuevamente los ojos para entrar nuevamente a ese mundo al que solo pertenecen ella dos.

POV RACHEL

Estos últimos días me sirvieron para pensar mejor las cosas de si realmente quería seguir con este plan, mi madre estaba mejorando gracias a las medicinas, pero era necesario el trasplante, ya que su enfermedad le estaba ya creando un daño irreversible, ya no tenía otra opción que seguir con el plan y olvidarme de mis sentimientos por Quinn.

Cuando regrese al departamento, era como si fuéramos dos completas desconocidas, solo hablábamos del trabajo y cosas importantes, todas las noches iba a verla, me quedaba recargada en el marco de su habitación y miraba con detalle su rostro, sus labios, sus manos, por más que trate de negarlo, estaba enamorada de ella. Últimamente James está más presente, va al departamento y la lleva a citas importantes, se han hecho más cercanos, en ocasiones se secretean o dicen cosas sin sentido, he optado por no prestarles atención, pero al ver a Quinn con ese imbécil me moría de celos.

Por más que tratara de negarlo, la quería, la deseaba y es que a veces me arrepentía de aceptar vivir con ella, fue un gran error, pero quería estar cerca, cuidarla, ¿Pero de que servía? Si yo misma la estaba llevando a su horrible destino.

No ha dejado de llover por toda la noche, me encontraba sentada mirando por la venta mientras leía uno de mis libros favoritos, mientras que ella estaba en sillón mirando algunos documentos importantes para la boda, mi mirada se alzó para ver un fogonazo de un relámpago que hizo que diera un leve brinco.

-Si gustas puedes sentarte aquí a mi lado...-dijo sin apartar la vista de los papeles, pero hice como que no la había escuchado-

Nuevamente sonó un relámpago que hizo que me tapara el rostro con las manos, así que no tuve otra opción que sentarme a su lado, pude sentir que no me quitaba la vista de encima, como si quisiera decirme algo, ¿Sera que quiere hablarme de James? ¿De su boda?, pude notar que se limitó a decírmelo, se levantó y se alejó al borde de las lágrimas.

-Hey...-susurre caminando atrás de ella que se dirigía a su habitación-

Al llegar se tumbó en su cama dándome la espalda, me sentí mal ya que últimamente la estaba evitaba, motivo de que no quería estar cerca, pero creo que me estaba pasado de la línea, así que me acerque lentamente para recostarme atrás de ella y abrazarla por la espalda, ella no dijo nada, tomo mi mano y la apretó contra su pecho.

- ¿Oyes la lluvia? - dije cerca de su oído –

- Los truenos se alejan- me contesto sin soltarme- ¿Estas triste Rachel? -pregunto con voz tenue-

- No...

- Yo creo que si -dijo- es culpa mía, últimamente solo eh pensando solo en mí y nunca te eh preguntado ¿Cómo te sientes? O ¿cómo está tu mamá?

- Ella está bien, los medicamentos están ayudando mucho...

-Me alegra mucho, ella estará bien, verás que saldrá adelante, lo bueno es que tiene unas hijas maravillosas que la cuidan, que piensan en ella... no como yo, que solamente le daba problemas...

- Quinn eres increíble, tu madre te amaba y no creo que ella pensara que eras un problema

- No lo creo, me siento culpable de que ella muriera, yo misma la apuñale por la espalda.

- ¡Que tontería! -dije levantándome y alejándome de ella- ¿Quién te hace pensar todo esto Quinn? ¿Tu abuelo te hace sentir tan culpable? ¿Enserio?

- No, él no me hace pensar eso, soy yo, yo misma cargo SOLA esta culpa...-respondió parándose enfrente de mi -

- Entonces qué mal que tu misma te apuntes de algo que no fue tu culpa, Quinn enserio...eres una mujer inteligente, deberías entender que eras una niña, ¡UNA NIÑA QUE NO PUDO EVITAR LA MUERTE DE SU MADRE! Era el destino.

- Su destino¡...¡Ojala ese destino hubiera sido el mío! -grito tan fuerte que una paloma que estaba en la ventana se asustara y batiera las alas captando nuestra atención, las dos giramos la cabeza para verla volar y cuando regresé a mirarla tenía lágrimas en los ojos, ¿Qué hago ahora?

-Pero...pero...Quinn tienes a James...-intente recordarle que se iba a casar, que iba a ser feliz, pero solamente se estremeció al oír su voz-

- Creo que ya es hora de que te vayas a dormir, has de estar cansada – dijo muy molesta apuntando la salida, después de eso cerro sus ojos e inclino su cabeza hacia al techo, dejando caer sus lágrimas,

- ¿Estas bien? – pregunte estúpidamente y fui hasta ella para tomar su muñeca-

- James me dijo que firmemos los papeles mañana...-lo dijo con voz neutra, como cuando eres pequeño y recitabas un poema sin ganas, y a pesar de la impaciencia con que yo quería oír aquella noticia, al escuchar lo que me acababa de decir, sentí un enorme hueco en mi pecho-

- Vaya, me alegro mucho por ustedes...

-¿Lo dices enserio? -dijo abriendo los ojos y notar que su cabello se pegaba en sus mejillas mojadas –

- Si, debes seguir a tu corazón -dije soltándola, pero note una mirada extraña- ¿Tú lo amas?

-No lo sé -contesto con una expresión triste-

- ¿No lo sabes?

- No, no lo sé... no sé qué se siente amar

- ¿Cómo que no sabes Quinn?

- No, ¿Qué se supone que debo sentir Rachel?

- Pues no sé, ¿Mariposas en el estómago cuando lo ves? O no sé ¿No te dan ganas de besarlo todo el tiempo? ¿No piensas en el todo el día? ¿No te dan escalofríos cuando él te toca? ¿No sueñas con él todas las noches?

- Pfff...ajaaa...¿Y si siento todo eso significa que lo amo? -dijo mordiendo su labio-

- ¡CLARO!

No contesto nada, en lugar de hacerlo, volvió a cerrar sus ojos y vi como cerraba los puños muy enojada, pude notar que no lo amaba como yo me lo imaginaba, algo estaba pasando, era como si ella quisiera tratar de borrar a James de su mente, ella abrió los ojos y sostuvo mi mirada

-¿Qué piensas hacer? -pregunte en un susurro-

- ¿Qué puedo hacer Rachel? Me ama, él quiere que sea suya, mi abuelo desea este matrimonio...no tengo otra opción.

- Puedes decir que no y no casarte...-ella me miro sorprendida, como si le pareciera increíble que yo le estuviera diciendo eso, la entiendo yo tampoco podía creerlo-

- ¿Decir que no? Tan fácil...-dijo quitando su mirada- No puedo, mi abuelo me estaría atormentando toda mi vida, además – me dio la espalda- después de todo lo que acabas de decir, me di cuenta de que tienes razón, lo amo, quiero estar con James y quiero que en mi boda tú estes conmigo.

Dije que sí, ella suspiro y sonrió.

-Bueno...¿Estás lista? Recuerda que hoy iremos al teatro -dijo suavizando sus expresiones y agitando su cabeza-

-Genial, entonces, deja me preparo...-dije antes de salir pero ella me detuvo-

- Rachel...

- Si...

- ¿Estamos bien?

- Claro, ¿por qué no lo estaríamos?

- En verdad quiero que este día sea especial...-dijo centrando su mirada con la mía-

- Así será ...-dije acariciando su mejilla- no puedo creer que veré mi obra favorita...-agite mi cabeza emocionada y reía al mismo tiempo, no lo podía creer, siempre quise entrar a ver esa obra, aparte ella tenía razón, hoy sería nuestro día-

- Perfecto, entonces a arreglarnos, hoy no quiero dejarte sola- dijo tomando mi mano e hizo hincapié en forma especial esas últimas palabras-

- No deberías gastar así por mi Quinn...

- Oye, no pasa nada, eres especial para mí, aparte no están en una buena ubicación -dijo alejándose de mi para entrar a su closet para comenzar a arreglarse-

-No me importa, con tan solo entrar y sentir que estoy cerca del escenario soy feliz...es mi sueño -dije a punto de estallar de felicidad- aparte agradezco que estes haciendo un esfuerzo sobrenatural para acompañarme -bromeé al entrar a mi habitación y escuchar una contagiosa risa-

- Oyeee eso no es verdad...-grito a lo lejos-

-Claro que siii, odias los musicales, te pones tus audífonos cuando pongo Cats

- Amo los musicales, aunque no lo creas...

- Oh si claro, si ...-dije aguantando la risa-

Finalmente salí de mi habitación y ella se veía increíblemente guapísima, ese look la hacia ver sexy, se había decidido por unos jeens negros que se pegaban muy bien a su cuerpo, una blusa blanca que dejaba ver su escote y un pañuelo en su cuello, el cabello lo traía suelto y por último se había puesto mi perfume favorito, vaya que era delicioso.

-¿Nos vamos? -dijo coqueta, DIOS QUE SEXY...

- Si vamos...

Caminamos juntas hasta llegar a su auto, me subí de copiloto y platicamos sobre algunos chismes en la oficina, ella reía y yo no la dejaba de observar, me encantaba ver como aparecían aquellos hoyuelos en sus mejillas, llegamos al teatro nos bajamos del auto y ella camino agarrada de mi brazo disfrutando el momento, se paro en la entrada y la mire sorprendida cuando la vi ingresar a la zona Vip.

-¡¿Qué haces?! -pregunte tomándola del brazo-

-Entrar a la obra...

-Pero es la zona Vip, nosotras no somos vip...-dije nerviosa, pero ella levanto una ceja y me miro a los ojos- ¿Con quién estas Rachel?

- Noooo, me estas jodiendo -dije casi brincando de la emoción-

- ¿Me vas a acompañar o te quedaras aquí? -estiro su mano para que la agarrara-

- Quinn... ¿Cómo lo conseguiste? DIOS, Estas jugando...esto es un sueño...estoy soñando -dije al borde de las lágrimas, no pensé ver mi obra favorita tan cerca-

- Creo que se nos hace tarde Rach...-dijo entre risas y jalándome hacia la zona-

Las dos entramos y fuimos ubicadas en nuestros asientos que estaban en la segunda fila cerca del escenario, mis manos se congelaron y mi cuerpo estaba lleno de adrenalina, no me lo podía creer, al sentarnos, pude notar que el lugar esta repleto de personas, la vista era increíble.

El momento había llegado, las luces comenzaron a apagarse completamente, hasta que comenzó la orquesta a tocar, las trompetas llenaron todo el lugar y los actores salían al escenario de manera espectacular. Quinn tomo mi mano y mi sonrisa ya no cabía en mi rostro, todo el lugar se ilumino, mis ojos se perdieron con los de ella, no dejaban de brillar al igual que los míos.

-Gracias, gracias -dije animada y muy emocionada-

El show era increíble, la actriz cantaba "Who are you now" y me estaba muriendo de amor al notar lo atenta que estaba Quinn, yo cantaba y decía los diálogos como si estuviera en el escenario y ella solo me observaba tomando mi mano, no podía negar que era nuestra noche, así que cada frase de las canciones se las cantaba a ella, el show iba avanzando y comenzó " Don't Rain on My Parade" ambas reíamos y disfrutábamos del momento, Yo estaba realmente hipnotizada mirando el escenario y podía sentir que ella me miraba con una enorme sonrisa, gire mi cabeza para encontrarme con ella y apretar su mano.

No podía seguir guardo el amor que sentía por ella, me quise arriesgar, quiero vivir este sueño con ella, al diablo el maldito juego, la cercanía provoco que me embriagara en su perfume, sentía su respiración, así que me acerque a su oído para cantar una parte de la canción, me miraba embelesada por tenerme tan cerca, mis labios rozaban su oído y mi cuerpo vibraba al ver como ella mordía su labio inferior, mi cuerpo esparcía un calor por todo mi cuerpo, quería besarla, tocarla, la sensación de su mano sobre la mía me hacía suspirar.

Ella pego su frente con la mía, cerré los ojos y su respiración chocaba haciéndome temblar, me deje llevar, no quería salir de este sueño – No sabes lo feliz que me haces – dije en un susurro, mis labios rozaban los suyos y ella poco a poco fue depositando un beso en la comisura de mis labios, fue un beso tierno, prolongado, cálido que hizo que no pudiera respirar.

El show había terminado, ambas abrimos lo ojos y regresamos a la realidad, sin decir ni una sola palabra ella tomo mi mano para guiarme a la salida, pero para nuestra suerte la tormenta tomo protagonismo y los rayos se veían cada vez más cerca, las personas corrían rápidamente hacia sus autos, pero nosotras caminábamos lentamente disfrutando de la lluvia, como si no quisiéramos que este día terminara y nos regresara a nuestra realidad, estábamos completamente mojadas, ambas nos miramos y las situación era increíble, así que comencé a jugar con ella, la lluvia caía, yo la abrazaba y la giraba en el aire, mientras ella me aventaba agua con el pie y yo le regresaba haciendo el mismo acto, no podía sentirme tan feliz a su lado, las dos nos reíamos como dos niñas pequeñas y cuando llegamos al auto, no podíamos parar de reírnos.

Luego de unos minutos comenzó a manejar, el camino se iluminaba por los relámpagos y yo no podía con mis nervios, no quería llegar, ella tomo mi mano y la beso, mis ojos se abrieron ¿Ella sentirá lo mismo que yo? Tenía que dar el primer paso, no me importaba lo que pasaría después, pero quería hacerlo, llegamos al departamento y estaba temblando por el frio.

Ella saco las llaves de su bolso, abrió la puerta y entro primero, los nervios comenzaron a congelar mi cuerpo y el aire era cada vez mas pesado, pero solo pude decir – Te voy a traer una toalla estas temblando de frio...-dije mirándola de frente que estaba demasiado empapada, "Cobarde" pensé molesta, pero cuando pase a su lado, ella agarro mi muñeca, me giro sobre su eje y me miró fijamente a los ojos, ninguna de las dos sabíamos que hacer, pero en cuestión de segundos estábamos a centímetros de distancia, quería besarla, al diablo James, al diablo el juego, al diablo la mentira, bésala.

Su vista estaba en mis labios y ambas sentíamos nuestra respiración entrecortada y podía escuchar su corazón que latía demasiado fuerte, así que me puse de puntitas, mis manos se aferraron a su chaqueta y apoye mi pecho sobre el de ella y sentir su corazón que ahora estaba muy acelerado y solo eso basto para romper la distancia entre nosotras.

Mis labios besaron los suyos en cámara lenta, sentía como todas mis emociones explotaban, mariposas, corazones, fuegos artificiales explotaban en mi cuerpo al sentir el calor de sus labios, la estoy besando, la estoy besando, pensaba mientras la besaba tiernamente, inocentemente, pero ella no me correspondía, "Eres una idiota Rachel" echaste todo a perder, pensé alejándome poco a poco de ella y sentir que mis lagrimas salían de mis ojos, agache la mirada muy avergonzada y llena de miedo, no quería que me viera llorar, quería desaparecer, salir corriendo, pero ella otra vez tomo mi muñeca sujetándola fuertemente y obligarme a regresar sobre mis pasos, no quería verla, no quería levantar la mirada...me odia, ella me odia, le dirá a James...

Pero no dijo nada, solo cerro los ojos, respiro profundamente y al abrir los ojos nuevamente trague saliva nerviosa, estaba muy nerviosa, hasta que ella se balanceo sobre mis labios, que por impuso retrocedí hasta quedar atrapada entre la pared y su cuerpo, su beso era más intenso y apasionado, provocando que me perdiera en sus labios, y no puse resistencia al sentir su lengua pidiéndome permiso de entrar y encontrarse con la mía, me estremecía al sentirla tan cerca, ella me abrazo fuertemente atrayéndome mas a ella, como si quisiera fundirse con mi cuerpo, así que tome su cabeza con ambas manos para perder mis dedos en su despeinado y húmedo cabello, nos besábamos con pasión, con ganas, con necesidad, intentando unir nuestros cuerpo, quería perderme en ella, la necesitaba desde hace mucho tiempo, hoy seria mía.

Sus manos me comenzaron a enloquecer, estaban tocando mi cuerpo, mientras que yo seguía apretando su nuca para sentirla más cerca, suspirábamos al mismo tiempo, como si estuviéramos conectadas, tan conectadas que se escapaban dulces gemidos de placer, generando desesperación entre las dos, No quería separarme de sus labios, pero era necesario para tomar aire, pero nos volvimos a encontrar, nuestras lenguas bailaban y desataban una lucha por ganar el control, dios desde cuando quería hacer esto, es tan adictiva, tan sensual.

Podía sentir como me empujaba contra la pared para sentir mi cuerpo, sus labios bajaron a mi cuello y su mano toco mi cadera, de un momento a otro mis pies dejaron el suelo para entrelazar mis piernas en su cintura y volverla a besar, dejando escapar suspiros y gemidos que no nos preocupaba esconderlos, comenzó a caminar conmigo sin despegar sus labios hasta llegar a su habitación y sentarse conmigo enzima, le quite su chaqueta y ella hizo lo mismo con mi suéter, la necesitaba sentir lo mas cerca posible, A partir de ese momento me olvide de James, pensé solamente en ella.

Puso sus manos en mi cadera, pero pude sentir que su cuerpo se estremecía con mi contacto, despegue mi boca de la suya y comencé a bajar por la comisura de sus labios, de sus mejillas, lamí sensualmente el lóbulo de su oreja hasta chuparlo despertando un quejido de Quinn, sonreí para volver a besar su mentón y terminar en su cuello, que al instante ella tiro su cabeza hacia atrás y facilitar mi tarea, nuestros gemidos salían de nuestras bocas y nos generaban sonrisas de satisfacción y más pasión entre las dos.

Durante unos segundos nos separamos para tomar aire – Eres mía, solamente mía...-dije fácilmente en la oscuridad donde la luna iluminaba todo el cuarto-

-Siempre...siempre tuya - me alejo un poco y me obligo a mirarla a los ojos, su cara mostraba tristeza y desconcierto, algo pasaba -siempre...-repitió al borde de las lágrimas y después me brindo una dulce sonrisa que nunca había visto, me abrazo para después regresar a mis labios, besándolos con pasión y necesidad como si estuviéramos conectadas, la recosté en la cama quedando yo encima, sentía que nuestros se quemaban por solo tocarnos, nuestra piel se elevaba de calor saliendo por mi entrepierna, era tanta la intensidad que nuestros besos no cesaban, le susurraba en el oído lo tanto que la deseaba, lo tanto que la quería y yo escuchaba sus gemidos en el oído gimiendo de placer. Cuando entramos al climax ella se aferraba cada vez más a mis brazos

-Aaah Rachel...Ahhh me estas volviendo loca – besaba su cuello encontrando sus puntos débiles, quería sentir más, recordarle que pasara lo que pasara ella era mía, su cuerpo comenzaba a moverse al ritmo de mis besos, sus manos pasaron de mi cintura a mis glúteos apretándolos, dejando que sus uñas se hundieran en mis jeans, provocándome una excitación que salió en un fuerte gemido que fue depositado en su oído, me estaba volviendo loca, podía sentir como mis pezones rígidos contra su cuerpo, contra los suyos, era una sensación inexplicable, podía percibir que su ropa interior estaba completamente mojada, quería parar, quería salir huyendo, no me quería enamorar, no la quería amar, pero simplemente no podía.

Comenzó a subir sus manos por mi espalda, bajo mi blusa de forma lenta, sin dejar de mirarme, era tan delicada, tan tierna, que no podía soportar más, mi cuerpo se arqueaba de placer.

-Te...te necesito Rachel...-

No lograba entender como habíamos llegado hasta este punto, bajo sus manos hasta mis jeans escabulléndose, apretando mi trasero para sentirme más cerca, nuestros cuerpos se comenzaron a sincronizar, en un segundo ubique mi rodilla en su centro, presionando para hacerla explotar de placer, nuestros cuerpos estaban desconectados de nuestra mente, no pensábamos en nadie, solamente en nosotras, podía ver pequeños flashes de cuando la conocí, de cuando dormimos juntas, sus risas, sus miradas traviesas cuando me perdía en mis libros, cada parte de nuestra corta historia, de todos nuestros momentos que habíamos estado cerca y nos deseábamos con locura, y el hecho de poder, ahora, finalmente poderla tocar, que ella podía mirarme sin miedo, era un día que me dejaría marcada.

Sus uñas se hundían en mi piel y yo seguía la silueta con mi mano derecha hasta llegar a uno de sus pechos, los apretaba de forma suave provocándole más placer, mientras que mi mano izquierda se daba paso entre las bragas de mi rubia disparando más placer, quien gemía y arqueaba su cuerpo buscando mas proximidad en mis dedos que jugaban curiosos en su centro. Ambas seguíamos moviéndonos frenéticamente, nuestros besos eran más profundos, intensos, con necesidad, su corazón latiendo rápido y mis labios ahogando sus gemidos, el mundo se detuvo a nuestro alrededor, estábamos extasiadas de placer y felicidad.

-Aaaaah...Rachel...- tiro su cabeza hacia atrás cerrando los ojos cuando mis dos dedos entraron en ella, intentando controlar lo que en ese momento se volvía incontrolable – Rachel...Rachel...Dios...te necesito, más, más- escuchar diciendo mi nombre me provocaba ganas de llorar, no quería que esto acabara, no quería regresar a la realidad, pero sentía como sus músculos se comenzaban a contraer al mismo tiempo que los míos, tenia tanto miedo, miedo de que esto fuera un sueño, mañana seria de el y lo peor es que yo misma la entregaría a su triste destino, luchaba de limpiar mi mente y me deje llevar, seguí dando pequeñas embestidas dentro de ella, haciéndola mía.

-No, no puedo más...Rach...-sin más se rindió en mis dedos, sintiendo aquel néctar que me llenaba de placer, ambas comenzamos a temblar, una corriente de aire recorría cada rincón de nosotras, ambas habíamos alcanzado nuestro máximo de placer, las dos al mismo tiempo, estábamos tan excitadas que no lo podíamos creer, solo se escuchaban nuestros quejidos de placer, mientras en nuestro interior cada nervio vibraba y gritaba lo tanto que la amaba.

Me desplome arriba de ella descansando mi cabeza sobre su pecho y nos mantuvimos en silencio durante varios minutos, regresando a nuestra realidad, recuperándonos...di un profundo suspiro, ella beso mi frente y jugaba con uno de mis mechones de mi cabello, mientras yo hundía mis dedos entre mi cabello, no lo podía creer...

-Yo...no...no...enserio yo...-no podía salir ninguna palabra coherente de mis labios, no podía dejar de temblar, los nervios habían regresado a mi- Jam..

-Shhh...- puso un dedo en mis labios- es nuestro momento...-dijo incorporándose y mirándome a los ojos, para después posar mis labios de forma tierna sobre los de ella, besándome con suavidad, como si me amara de años, mis lagrimas comenzaron a derramarse por mis rostro llegando a ella, mi corazón estaba por romperse, no podía traicionarla, no podía entregarla, soy una cobarde -heeey...heey Rach- me decía depositando sus besos en mis lágrimas y apretando su frente con la mía- no llores...no llores aquí estoy...-me decía, pero yo no podía parar, no podía, me estaba quebrando-

-Perdón...-dije entre lágrimas-

-Oyee...me vas a terminar ahogando -bromeo provocándome una leve risa- Te ves hermosa cuando ríes...-dijo mirándome con amor-

-Tu lo eres más...-dije limpiando mis mejillas, para darle un tierno beso, tenía razón era nuestro momento.

-Vaya, vaya, con que alguien quiere empezar una lucha de quien es más hermosa aquí...-dijo jugando con mi nariz con la suya-

-Si y voy a ganar, porque tú eres la más hermosa, preciosa -beso-maravillosa -beso- inteligente – beso- mujer que eh visto en mi vida y así puedo estar todos los días...-dije y ella corto nuestra distancia besándome con intensidad, tan intenso que había mordido mi labio inferior con picardía.

-Rachel...-dijo acariciando mi mejilla- Yo te...- no pudo continuar ya que el sonido de su celular la había interrumpido, me hice aun lado y ella se alejo de golpe de mí, hasta que lo agarro para contestar y salir dejándome sola en su habitación.

Sabia que era el, sabia que esto había llegado a su fin, tenia que decirle, decirle de este plan, no la podía perder, era ella o mi nueva vida y sin pensarlo la elegía a ella, así que comencé a pensar como le iba a decir todo, ella lo iba a entender, por unos minutos regreso, su rostro no mostraba ninguna expresión y se acercó a mi...

-Quinn yo tengo que decirte que...

-Esto...esto fue un error...-dijo al borde de las lagrimas y bajando la mirada-

-No, déjame decirte que...

-No Rachel, no por favor, no me digas nada...-dijo acercándose para después tomar mi rostro con ambas manos- solo es hoy, por favor... después haremos como si nada hubiera pasado, ambas sabemos que esto es un error...

-No...

-Rachel por favor, mañana me voy a casar y tu estarás conmigo, así que solo esta noche...por favor

-Lo sabía...-Dije decepcionada y al mismo tiempo enojada, al pedirme esto me hizo darme cuenta que era verdad que solo había sido un error, quite mi mirada de la suya, tome mi ropa y sin decir nada más me aleje.

-Rachel...

-¡NO! -grite- tienes razón, fue un error...

Le di la espalda, seguí caminando hasta detenerme en el marco de la puerta, escuchando como lloraba en silencio, ahogando mi nombre en su boca -te amo...-susurre, pero ya no tenia caso, ella había tomado una decisión, ella quería estar con él, así que me fui a mi habitación cerrando la puerta, quedándome completamente sola, hasta que sonó mi celular, me había llegado un mensaje el cual me iba a regresar a la realidad.

Rachel mamá esta muy grave, es su corazón...

_CONTINUARA