"Hay Amor (En Tu Cuerpo)."

Por B.B. Asmodeus.


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Fandoms: Guardians of the Galaxy Vol. 1, 2, 3.

Pareja principal: Rocket/Peter Quill (Star-Lord).

Rating: Adulto, por sexo explícito.

Categorías: Realidad Alterna de Vol. 3, Primera Vez, Problemas de Comunicación porque Peter y Rocket son Idiotas, Readaptación del Canon/Canon Rewrite, Escenas Perdidas/Missing Scenes, Romance, Humor, Drama, Relación Establecida, SMUT/Contenido Sexual Explícito (Ex. Oral, Anal, Rimming, Dirty talk, Praise Kink, Juego de roles), Mpreg, Saltos en el Tiempo, Rocket POV, Peter Quill/Star-Lord POV, Exploración de Fisiología Alienígena.

Advertencias: Referencias a PTSD, problemas de autoestima, depresión, abuso animal (nada más allá del canon), experimentación sin consentimiento, y abuso del alcohol como mecanismo para lidiar con la depresión.

Sobre las líneas de tiempo: Esta historia correrá en dos líneas de tiempo al unísono. Conforme reescribiré escenas claves de la segunda mitad del Volumen 3, también estaremos viajando al pasado desde el momento que Peter y Rocket comenzaron su relación. ¿Por qué? Porque creo sumamente importante explorar el punto de vista de Rocket durante esta transición de amistad, amigos-con-beneficios, a posible-amor-de-su-vida, partiendo de Thor: Love & Thunder.

Decidí hacerlo de esta forma teniendo en mente que cuando Rocket se entere de que será padre, quiero que sea el clímax principal de esta historia. Para lograr ese efecto, el contexto será elemental.

Otra cosa: Por favor, recuerden que el punto de vista de Rocket es subjetivo y atado a su baja autoestima por las razones que todos conocemos. Lo que piensa no es necesariamente la realidad, ni dicta con certeza lo que Peter siente en verdad por Rocket.

Aclaración especial: Sólo quiero advertir que Peter será el del estado encinto (no todos son fans de Bottom!Peter) y NO estará teniendo mapachitas (sí, la idea es adorable pero no va con lo que tengo en mente, y ya tenemos adorables mapaches bebés directo del canon).

Spoilers: Avengers: IW/Endgame, Thor: Love & Thunder, Guardians of the Galaxy: Holiday Special, Guardians of the Galaxy Vol 1-3.

Sinopsis: Aun poseyendo corazones endurecidos por el impacto del pasado, Peter y Rocket descubren que todavía hay amor en sus cuerpos. La verdadera sorpresa, sin embargo, será desvelar el resultado de su extraordinaria afinidad juntos. Todo en medio de patearle el trasero al Alto Imbécil, por supuesto.

Notas:

(1) Este capítulo será una MONTAÑA RUSA. Todo bien, luego todo ESPECTACULAR, y luego todo MAL otra vez. POR FAVOR, MANTENGAN LOS KLEENEX CERCA.


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02.

"Me haces girar, bebé,

Como un disco, bebé.

(Quiero tu amor)."

-Dead Or Alive.

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Actualidad.

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El planeta a donde llegaron, resultó perturbador.

Era idéntico a su propio planeta. Peter divisó el mar, las ciudades. La ridícula imitación de la estatua de la Libertad.

-El ego de este tipo. Quien fuera el Alto Evolucionador, debía tener tremenda necesidad por compensar la impotencia de su diminuto pene al universo. Peter hizo una mueca, observándolo todo. Presionó una mano enguantada sobre lo bajo de su estómago, casi de manera instintiva. Lo estaba haciendo con más frecuencia. No lo podía explicar, solamente sabía que ayudaba con la ansiedad. -No te apures, aun así, ese imbécil no se podrá esconder de nosotros. Recuperaremos esa llave, Rock.

Al aterrizar en una zona residencial, Quill se tornó de la cabina hacia Mantis y los demás. "De acuerdo, Guardianes. ¡Escuchen! Bajaremos, haremos contacto con los locales y encontraremos a este hijo de perra. ¿Queda claro?"

"Como cristal." Mantis le sonrió al unírsele a su costado. "¿Quién se quedará con Rocket?"

"Gamora permanecerá en la nave." Nebula replicó del costado contrario. "Si se rehúsa a ayudar, que sirva de algo y lo monitoree."

"¿Confiamos en que lo hará?" Peter odió tener que dudar al respecto. Pero, todavía estaba adolorido del violento empujón que había recibido contra los monitores. Esta Gamora era impredecible. "Ya dejó claro que no es una fan de esta misión."

"Confío en ella." Nebula le arrojó una mirada. "Puede no conocer a este Rocket, pero está consciente de que es importante para mí, y por extensión, lo protegerá." Nebula arrancó la plataforma de salida. "Puede ser una versión más desalmada, Peter, pero sigue siendo Gamora."

Peter asintió. Confiaba en el juicio de Nebs.

"Yo no confío en ella." Drax declaró a sus espaldas.

"Drax."

"Yo tampoco." Mantis agregó. "Es mala. Me la topé en los baños y tomó todo un rollo de papel desechable con ella, sabiendo que estaba dirigido al uso compartido."

"Whoa, eso es bajo." Quill chifló. Nebs sacudió su cabeza en decepción por igual. "Tenemos un código de honor. ¿Qué le pasa?"

"Tiene problemas psicológicos agudos." Drax enfatizó. "Thanos probablemente diseñaba maneras específicas de torturarla involucrando sus funciones de—"

"De acuerdo, no te emociones con las sesiones de psicoterapia, Freud." Peter batió su mano al aire. Asuntos asquerosos como esos, ya no le sentaban bien. Excusas le sobraban últimamente, para sentir náuseas. Con la rampa abajo, siluetas de los habitantes fueron visibles, asomándose con curiosidad hacia el interior de la nave. "Aquí vamos. Actúen con normalidad."

La raza animahumano detuvo sus actividades en su vecindario al mirarlos bajar por la rampa. Se sintió bizarro ver a tantas especies de Terra en alta formas de vida. Pensar, que Rocket pudo haber tenido una vida aquí como un agente de oficina, cargando su portafolio y vistiendo trajes, le acongojó el pecho. Peter tuvo dificultad para asimilarlo. Una vida cotidiana no le hubiera llenado. Por lo menos, eso fue lo que Quill se dijo a sí mismo.

"¡Hola!" Siendo el foco de atención, Peter levantó sus manos. "No vinimos a lastimarlos."

Una de las niñas antropomórficas les sonrió con curiosidad. Les lanzó su pelota. Le llegó a Drax y su amigo la recogió para lanzársela de regreso.

Así de fácil, todo se fue a la mierda.

Sin medir su fuerza, Drax casi terminó decapitando a la pobre infante con la fuerza del del lanzamiento. Despertó la ira de la población en el proceso. Entre menos lo esperaron, gritos ofendidos explotaron por la avenida.

"¡No! ¡Escuchen! ¡No fue su intención lastimarla! ¡Solo le regresó la pelota! ¡OW!" Peter no logró distinguir qué exactamente le arrojaron a la cabeza, sólo supo que dolió. Drax se carcajeó unos momentos ante el ataque, pero el placer le duró poco, al pronto recibir el mismo trato. "¡Por favor, no hay nada que temer, lo prometo!"

Sus palabras no surgieron mucho efecto. No lo comprendían, dejando en claro que no tenían implantes traductores en sus cuerpos. Eso definitivamente complicaba las cosas.

Mantis dejó salir un alarido de dolor al ser atacado por un bate en las espaldas. Alarmado, Peter la atrajo hacia su dirección. "Mantis, demonios, ¿estás bien?"

Mantis se sostuvo de su brazo. "¡Quizás dejar a Gamora Mala en el Bowie no fue la mejor idea!"

Estaban comenzando a rodearlos.

Peter protegió a Mantis con su cuerpo. Volvió a levantar las manos. "¡No vamos a lastimarlos! ¡Por favor, cálmense!"

"¡Estamos desperdiciando tiempo!" Nebs gruñó. "¡Groot, usa tu modalidad Kaiju!"

"¡No, Groot! ¡No lo hagas!" Demasiado tarde. Groot comenzó a crecer exponencialmente. Maldición.

"¡Yo… soy… GROOT!" Groot rugió por la calle, cinco metros más alto que momentos atrás. Los habitantes comenzaron a correr despavoridos. Quill rodó sus ojos. En menos de diez minutos, todos estaban perdiendo la maldita cabeza.

"Groot, no me hagas ir allá arriba para jalarte de las ramas. ¡Vuelve a tu estado normal! ¡Ahora mismo!" Al dirigirse a Nebula, Quill apuntó hacia los habitantes que se dispersaban. "¡Genial! ¿Cómo crees que conseguiremos su ayuda cuando están huyendo de nosotros?"

"Me golpearon en la cabeza." Nebs siseó. "Con un frisbie."

Antes de ser succionado en otro argumento, Quill notó a la pobre mujer tirada en la acera. La única persona restante. Estaba lastimada. Sangraba de su rodilla. Enseguida, Peter jaloneó la mochila de Drax para sacar un pañuelo.

"Hola." Lentamente, Peter se acercó a la mujer asustada. Le sonrió con cada onza de carisma en su ser para convencerla de sus buenas intenciones. "Por favor, no temas. No te lastimaremos." Desdobló el pañuelo para mostrarlo como ofrenda y lo acercó a la pobre mujer. Pareció pertenecer a una especia evolucionada de murciélagos. "Soy Quill." Gesticuló a su pecho. Luego, a los Guardianes. "Ellos son mis amigos. Necesitamos tu ayuda… Solo queremos salvar a nuestro amigo, ¿de acuerdo?"

Ojos oscuros inspeccionaron el pañuelo. A Quill. Luego, a los Guardianes.

"Neelie." La mujer golpeó su propio pecho. Aceptó el pañuelo.

La sonrisa Quill se estiró en alivio. "Hola, Neelie. Un placer. Drax, ayúdala a levantarse."

Neelie aceptó la ayuda con ligero escepticismo. Sin embargo, al ver que ninguno de ellos repitió alguna acción de violencia, indicó tranquilizarse. Comenzó a caminar por la acera.

"Zore, ay nade." Indicó que la siguieran a su casa, que resultó no estar lejos del Bowie.

Por fin, algo de progreso.

Tanto la avenida, como el diseño de los hogares de este planeta, le recordó a Peter de los episodios de La Dimensión Desconocida. La moda, las fachadas, la decoración—todo fue una réplica de los años 50. Quill entró junto a los demás al hogar de Neelie con las ansias hasta el tope.

"Gracias." Enfatizó, al ser guiado por el interior hasta llegar a la sala. Neelie le dirigió entonces al comedor. "Sí, buena idea. Sentémonos—Todos, siéntense." Los Guardianes se esparcieron por el lugar en diferentes puntos, husmeando entre las fotografías enmarcadas y las figuras de porcelana. "Nebula, Groot, no rompan nada."

"Sólo miraba." Nebula murmuró. Le hizo caso, sin embargo, dirigiéndose al comedor para sentarse en su derecha, mientras Mantis lo hizo en el lado opuesto a Quill.

Música provenía de la cocina. Quill escuchó a Neelie discutir con su esposo y la música se detuvo. Cuando Neelie regresó se dirigió directo a las ventanas para cerrar las cortinas. Sus vecinos entrometidos no lo apreciaron.

"Yo soy Groot." Groot se escuchó totalmente ofendido con la manera en la que Drax se acostó en uno de los sofás.

"No estoy siendo grosero. Para eso es."

"¡Drax, siéntate bien!" Nebs ladró desde el comedor. Drax renegó entre dientes. Se reincorporó con movimientos bruscos. "Idiota."

Cuando el esposo de Neelie se les unió, trajo cargando consigo una bandeja con bebidas. "Oh, wow. Puede que suene repetitivo, pero muchas gracias. En serio." Quill juntó sus manos en agradecimiento hacia la mujer una vez más. Hizo lo mismo con el esposo de su nueva mejor amiga.

"So-li-so." Neelie le sonrió. Gesticuló hacia su esposo, quien les sirvió a cada uno de los vasos de cristal para vaciar los refrescos. "Till."

"¡Hola, Till!" Quill trató de sonar entusiasta para captar su atención. Quizás, lo fue demasiado, por la forma en la que el pobre de Till brincó. "De acuerdo. Como decía…" Quill se redirigió a Neelie con sinceridad absoluta. "Nuestro amigo necesita ayuda." Se tornó hacia Nebula para que la mujer activara el reproductor holográfico de su brazo.

Rocket apareció sobre la superficie de la mesa.

Justo como Peter lo había visto la última ocasión.

"Su nombre es Rocket." Quill tragó saliva. "Lo amamos." Golpeó suavemente su pecho con ambas manos para enfatizarlo. "Lo amamos mucho. No queremos perderlo." Quill respiró hondo, volviendo a la imagen de Rocket. "No tiene mucho tiempo de sobra."

"Unnyo."

Quill parpadeó. Frunció su ceño ante la palabra foráneo. "¿Disculpa?"

Neelie le sonrió. Gesticuló hacia el holograma. Después, hacia Till, quien levantó sus orejas en atención en una forma muy familiar a otro mamífero que Peter conocía. "Ot unnyo."

Oh. Quill comprendió.

Peter sonrió de nuevo. Sintió calor correrle por todo el cuerpo. Flark. ¿Era así de obvio? "Supongo—que sí." Aclaró su garganta. "Rocket, mi… unnyo," Lentamente, la sonrisa se menguó. "está agonizando."

"Uggggh." Mantis sacó su lengua para demostrar lo dicho.

Nebula rebuznó por sus narices en oposición. "Ese sonido no es de agonizar. Se oye como si ya se hubiera muerto. ¡Van a creer que Rocket ya se murió!"

"Creerán que vinimos en busca de venganza." Drax agregó, de nuevo acostado por el sofá.

"¡Drax, ya siéntate bien!"

"¡Pero, así es como se usa!"

"Drax, no es para eso." Quill colocó el vaso de refresco frio momentáneamente en su frente, rogando por paciencia. "Es para que uno se pueda sentar al lado del otro, hombro a hombro. ¡Quita tus botas de la almohada!"

"¡Ach!" Drax se comportó peor que Rocket cuando Quill le prohibía explotar lunas. "No puedo creer que no pueda usarlo para acostarme."

"Perdón." Peter volvió con Neelie. "Mi amigo es un imbécil."

Mantis volvió a hacer otra mueca exagerada, según ella imitando la estupidez de Drax. Eso encendió otra riña con Nebs.

"¡Es el mismo sonido que hiciste hace rato!"

"¿Por qué criticas todo lo que hago?"

"¿Por qué tiene forma oblonga?"

"¡Es un sonido muy diferente!"

"Ay, claro que no. ¡UHG! Muerto." Nebula sacó la lengua. Luego, repitió el mismo gesto. "UGH. Imbécil. ¿Ves?"

Por un d'ast. "¡Haber, ya, ustedes tres! ¿Puedo seguir tratando de salvarle la vida a mi novio, con un scut?" Movimiento en su periferia le advirtió que cierto grandulón comenzaba a deslizarse por el sofá de forma horizontal. "¡Drax, te estoy viendo!"

Drax se volvió a enderezar. "Pensé que estar encinto te haría menos histérico, Quill. Está haciendo lo opuesto."

Así de fácil, el vaso se le resbaló de los dedos. El refresco azul corrió por la mesa libremente. "Whoaaaaa." Su boca colgó. Aunque el balbuceo se alargó sin una dirección clara. Peter de inmediato volteó hacia Nebula. "Whoaaaa."

"¿Por qué me miras a mí? Yo no dije nada."

Mantis lo miró con preocupación. "¿Por qué estás haciendo ese ruido tan extraño?"

Peter cerró su boca. Neelie había manifestado un secador y ahora limpiaba el refresco. "Oh, mierda, lo siento, lo siento—Drax, qué, quiero decir, no sé de qué, uuuuh." ¿A dónde se había ido la conexión entre su cerebro y su boca? Peter se sintió como si estuviera bajo agua, moviéndose contra corriente para llegar a la superficie. "¿Nebula, qué demonios?"

"¡Yo no dije nada!"

"Esperen, Peter, ¿es verdad?" Mantis por fin se puso a la par con todos los demás. "¿Estás teniendo un bebé?"

"¡Yo soy Groot!"

"¿Cómo lo supiste?" Quill se tornó Drax.

"Lo olfateé."

"¿Qué cosa?" ¿Ese chillido fue, en verdad, su voz? "No te creo."

"De acuerdo." Drax se encogió de hombros. "Alcancé a husmear una de tus conversaciones misteriosas con Nebula en la med-sala. No se dieron cuenta de mi presencia. Les dije que era invisible."

"¡Drax, eso era privado!" Quill aceptó el nuevo trago que Neelie le acercó. "¡Y no eres invisible!"

"¿Por qué me gritas? ¡No sabía que era un secreto!"

"¡Peter!" Mantis se estiró por lo largo de la mesa. Tomó el brazo de su hermano y lo sacudió como si fuera serpentina. "¡Felicidades!"

Oh, por Dios. "Mantis, espera. Digo, gracias, pero—¡Oh!" Los brazos de Groot lo rodearon de las espaldas dulcemente. A pesar de todo, Peter dejó salir un sonido de apreciación por el gesto. Tuvo que admitir que el abrazo le ablandó un poco la histeria. La presencia de Groot siempre tenía ese efecto. "…De acuerdo, de acuerdo, gracias, grandulón."

"¿Cómo reaccionó Rocket cuando se lo dijiste?"

"No lo sabe."

"Nebs." Peter gruñó con la vil traición. Groot lo liberó, sorprendido con la incumbencia de Nebula.

"¿Yo soy Groot?"

"¿Qué? Drax tiene razón, ¿para qué seguir con el misterio?"

"¿Cómo que no lo sabe?" Mantis miró entre Nebs y Peter.

"Peter no se lo ha dicho."

"Nebula, ¿eres tú la embarazada, o qué?" Peter oficialmente no tenía amigos. Todos eran traidores. "¡No me miren así! Para su información, se lo dije." Dio un largo trago a su vaso. El sabor azucarado fue justo lo que necesitó para recuperarse. "Se lo dije." Murmuró, mordiendo un pedazo de hielo. "Simplemente, ya saben…" Levantó un hombro. "…se encontraba inconsciente en ese preciso momento."

"Así no cuenta." Nebula intercaló.

"Peter, estoy segura de que estará muy feliz."

"¡Ja! Va a enloquecer." Drax ofreció. "Rocket seguramente gritará. Siempre grita. Odia que quede al descubierto cualquier delate de sus asuntos coitales con Peter."

"Yo soy Groot."

"Oh, Dios mío." Avergonzado, Quill cubrió su rostro con su mano enguantada. "Esto no puede estar sucediendo."

Lo peor, era que en efecto, Rocket perdería los estribos cuando se enterara que había sido el último en ser informado del embarazo. Iba a hacer los tímpanos de Quill vibrar por semanas.

"Es verdad." Mantis hizo una mueca. "Rocket es muy posesivo cuando se trata de sus asuntos coitales con Peter."

"Oh, Dios mío. está sucediendo." Thor debería aparecer. En cualquier momento, solo para partirlo con un rayo con Stormbraker y ahorrarle el resto de esta experiencia. "¡No importa si enloquecerá, o no! ¡Porque Rocket necesita estar con vida para reaccionar de la manera que sea!... Así que, chicos, por favor, ¿podríamos enfocarnos, por favor?" Gesticuló hacia el holograma de Rocket.

Algo de su desesperación debió filtrarse porque, esta vez, todos se aplacaron.

Aliviado, Peter se concentró de nuevo en Neelie. "Lo siento. Sé que todo esto no debe tener mucho sentido para ustedes." Apuntó hacia los Guardianes con un su dedo índice. "Ignórenlos, por favor." Capturando la atención de Neeli y Till, Peter siguió utilizando sus manos para acompañar su petición. "Por ahora, lo que necesito es todo su apoyo. Para encontrar a un hombre. Uh, veamos…"

Quill buscó por la mesa por algún recurso. Al ver una libreta de notas en el mueble decorativo apegado a la pared, le pidió a Groot que se lo acercara junto con la pluma acompañante.

"¡Se los voy a dibujar!" Ya en sus manos, Quill indicó hacia la hoja en blanco. "Voy a dibujar al hombre que estamos buscando, ¿está bien?" Hizo un círculo. "Mmm, algo así…" Apuntó hacia la parte lateral de cráneo de Nebs. "¿Ven lo que ella tiene en la cabeza? Este hombre tiene algo parecido."

"Este refresco es delicioso." Nebula opinó, tras dar un trago.

"Es algo como esto…" Dos trazos más, y Peter lo consideró hecho. "Ya quedó." Levantó la libreta de notas para enseñársela a sus anfitriones. "¿Alguien ha visto a este hombre?"

"¡Aw, que bonito dibujo!" Mantis expresó.

Drax le hizo segunda. "¿Puedo llevármelo para colgarlo en mi departamento?"

"Sí, claro." Peter sonrió con la sorpresiva respuesta. "Gracias."

"¡Motio!" Neelie apuntó hacia el dibujo, al parecer reconociéndolo.

Quill sonrió. "¿Motio? ¿Se llama Motio?"

"Eh-oh, eh-oh." Neelie pareció rectificarse. Se levantó de la mesa para dirigirse a la ventana. Quill la siguió, sin un segundo de sobra. Tras espantar a sus vecinos, la mujer apuntó hacia el firmamento. "Motio Ech."

Quill se asomó por la ventana en busca de lo que Neelie le quiso mostrar. De inmediato, distinguió una estructura triangular asomarse por encima de los techos de las residencias.

Neelie comenzó a contar sus dedos. "Lo-lo."

"¿Muchos motios?" Quill apuntó hacia el edificio en cuestión.

"Oh." Neelie asintió para confirmarlo.

"¿Ahí?"

"Oh."

"¿En la pirámide?"

"Oh."

Sí. Por fin. Por fin, Quill sabía a dónde ir.

Quill divisó el automóvil en el aparcamiento de la residencia y tuvo una idea. "¿Ese automóvil es suyo?" Preparó sus mejores ojos suplicantes y movió sus manos para simular el volante. "¿Me lo prestan?"

Till murmuró detrás de ellos, pero una mirada de su esposa lo enderezó. Neelie, entonces, se acercó a Quill y lo sorprendió al colocar su mano en su estómago. "Unnyo ne debe oh… lyraa."

Desafortunadamente, Peter sólo comprendió una palabra. No obstante, el sentimiento transpirándose de la expresión de la mujer fue muy gentil. Un tipo de consuelo que le recordó a Peter a su propia madre. Por lo menos, por un instante.

Malditas hormonas. Todo lo estaban haciendo tan sentimental.

"Gracias." Quill masculló, al apartarse. "¿Tienen las llaves?"

Las tenían. Neelie las descolgó del gancho de la pared y se las aventó.

"¡Chicos, vamos!" Quill se apresuró a la puerta. "¡No hay tiempo que perder!"

Drax, Mantis, Groot y Nebula le siguieron de inmediato.

-Rock, aguanta un poco, por favor. Ya casi la obtenemos.


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Antes.

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La regla de "sólo por una vez" se rompió espectacularmente las semanas que prosiguieron.

Porque.

Siguió. Sucediendo.

En la alcoba de Quill—donde de alguna manera, Rocket estaba familiarizándose más que con su propia hamaca.

En el taller de Rocket—porque Quill no tenía reparo si el pobre de Groot, o Nebs llegaran a interrumpirlos y quedaran traumados de por vida. Rocket muy obligatoriamente se miró en la necesidad de activar el campo de fuerza para sellar el lugar, cada vez que Quill se adentraba en visitas sorpresas.

En lo menos pensado, un mes entero había transcurrido. Si Rocket había pensado que para entonces, el asunto se volvería aburrido, Quill no mostró saciedad al respecto, ni mucho sentido.

Buscó a Rocket cada vez que el momento de respiro se dio entre las reconstrucciones de Nowhere, tumbando las herramientas de su banca de trabajo para sentar a Rocket y dedicarse a reiniciarle la corteza cerebral con sus labios y sus caricias. O convenciéndole de revisar repetidamente los planos de la ciudad en su oficina.

Se estaba convirtiendo en una maldita distracción.

"El Bowie estará llegando al puerto espacial en tres días." Rocket se encontró en una de esas situaciones precarias donde la mitad de su cuerpo quería alentar a Quill a seguir acariciando su pecho, y la otra a patearlo de la cama para volver a trabajar.

"Mmm-mm."

Rocket jadeó. Las vibraciones del sonido de Quill sobre su regazo no debieron ser considerados ronroneos.

"Tenemos que revisar que el mecanismo de anclaje esté bien instalado."

"Tú mismo lo instalaste, anciano." Quill se escuchó divertido. "¿O comienzas a dudar de tu mente brillante?"

"Nunca." Rocket jaló ligeramente de los rizos rojizos en represalia. "Espero que los R'kuk cumplan con su parte. O peor, que no se pierdan camino acá."

"Los documentos de la transacción han sido finalizados y ya tienen nuestras coordenadas." Quill se estiró para verlo más detenidamente. "Les hicimos el favor que deseaban de negociar las partes de su hidra-motor con los Ravengers y los 150 mil units que querían para endulzar el trato. No pueden pedir más. Está hecho."

"Bueno…" Rocket rodó sus ojos. "En mi experiencia, cuando tratas con idiotas…"

Quill se levantó de su posición donde había estado extendido sobre Rocket. Se pasó al lado de su acompañante y al llegar al mismo nivel, se recostó boca abajo, su rostro volteado hacia Rocket.

"¿Qué pasa?"

Rocket frunció su ceño. Después de los valientes esfuerzos de Quill de succionarle toda la materia gris momentos anteriores, pensar todavía fue un desafío. "Mucho está sucediendo, es de lo que estoy hablando."

"No me refiero al Bowie. Estás sobre pensando algo. Puedo notarlo." Quill volvió a colocar su palma en el pecho de Rocket. La misma palma que había usado para masturbarse frente Rocket en toda su gloria. "¿Qué te preocupa? Excelente sexo conmigo debería tener el efecto opuesto."

Rocket suspiró. El peso de la palma humana no debería serle tranquilizante. Pero, lo era. En verdad, lo era. El aroma compartido a sexo entre ellos comenzaba a convertirse en algo cotidiano para sus sentidos. "Es sólo que… Esta vez ni siquiera fuimos muy sutiles, ¿no crees? Un momento estábamos en la junta de prioridades con Mantis, Drax y los demás, y al siguiente, estabas dando excusas sobre mostrarme algo realmente importante en tu apartamento. ¡En plena luz del día, idiota! Creo que Nebula comienza a comprender que ese asunto importante es solo un eufemismo para mostrarme tu pene."

"Buenooooo." Quill hizo una mueca. "En mi defensa, Nebula se da cuenta de todo. Ni aunque fuéramos los mejores ninjas del universo, podríamos engañarla… ¿Te ha hecho algún comentario?"

"Gracias al flark, no." Rocket rodeó la muñeca de Quill con sus garras, comenzando a jugar con las pulseras de cordón que le gustaba al humie vestir. "No sé si lo has notado, pero Nebs no es la mejor conversadora. Lo considero una ganancia."

"Entonces, ¿cuál es problema?" Quill estiró su pierna más cercana para curvearla sobre las piernas de Rocket. "Sería tan malo… ¿Qué los demás se dieran cuenta? No creo que les importaría."

"¡Pues a mí sí!" Rocket retorció su hocico. "Quill… No quiero a Nowhere cotilleando sobre mi vida privada a mis espaldas… Y esta gente tiene demasiado tiempo de ocio. Créeme, en cuanto les llegue la primera pista… ¡Se van a enganchar y comenzar a repartir información que no les incumbe por todas partes!"

"Está bien, está bien." Quill se semi-levantó para tranquilizarlo. "Seremos más cuidadosos, lo prometo." La mano de Quill subió de su pecho para sostener su mentón. Su pulgar acarició sus bigotes de forma intencional. "No más escapadas clandestinas frente a los demás."

"Y no vengas al taller. Groot siempre nota el desastre que dejamos después de…" Rocket torció su mentón para no dejarse convencer así de fácil. "Siempre empieza a interrogarme. Ya se me acabó la paciencia."

"¡Aw, vamos! No nos precipitemos. Me encanta verte en tu hábitat, hombre." Quill hizo un puchero. "Con tus googles puestos, dando buen uso a tu soldador…" El maldito rascó bajo el mentón de Rocket. "Jennifer Beals te llega corta, bestia sensual."

Rocket rebuznó. Reconoció la referencia porque Quill los había obligado a mirar la maldita holo-película. "Yo no bailo."

"Oh, sé que sí. Únicamente me falta atraparte en el acto." Quill acercó su rostro para frotarse en el pelaje de Rocket hasta su nariz rozara con su trompa. "Sé que tienes la magia por dentro, baby."

"Quill." Quiso renegar. Terminó alzando las comisuras de su hocico en una risilla. Como siempre, los mensajes estaban cruzándose entre sí. Quiso ahuyentar los dedos del Capitán con una mordida. "Deja de distraerme—¡Hablo en serio!"

"Sí, sí." Quill soltó su mentón. Optó por marcar un sendero por su torso al dejar su mano descender. "Mantendré mis visitas al taller a nivel mínimo, Señor Aguafiestas." Sus cejas bailaron. "Oye. ¿Alguna vez has probado sexo por holo-video?"

"Enfermo." Rocket sacudió su cabeza en resignación. Luego, sonrió para sí con malévolas intenciones. "…A decir verdad, creo que es hora de otro tratamiento especial."

Al escuchar el bajo tenor de su voz, los ojos de Quill se engrandecieron. "¿Tratamiento… especial?"

"Ya sabes." Rocket se agazapó sobre la cama para después saltar sobre el humie. Lamió parte de un pectoral, rozando el pezón cafesoso en su alcance con su canino frontal. "Para esos impulsos sucios que sigues manifestando… Parece que ocupas una buena dosis… para cortar estos síntomas de una buena vez."

"Oooh, sí." Peter extendió sus brazos sobre las almohadas, dando permiso inmediato a lo que Rocket tuviera en mente. Porque Quill era todo un fácil. "He sido… el peor paciente. Nada… de autocontrol, Doctor."

"Tut-tut. No me sorprende." Rocket pasó al siguiente pectoral. Escuchó la respiración cortarse bajo sus administraciones, al mismo tiempo que Quill alzó su pecho, persiguiendo el hocico de Rocket sin reparos. Rocket le castigó con una palmada en su costado. "Oh, no. Nada de eso. Yo soy el profesional."

"Oh, dios mío."

"Mucho mejor." Rocket enseñó sus colmillos, al sonreír en aprobación. "¿Por qué no te das la vuelta para darte una inspección a detalle? Sólo lo mejor, para mi peor paciente."

"Oh, dios mío." Vino la repetición; ahora como un chillido emocionado. Quill volvió a girar su cuerpo por entero sobre la cama, tumbando almohadas y su propia ropa interior en el proceso. Rocket se deslizó hacia aquel posterior que pronto se había convertido en una malnacida obsesión cuando Rocket cerraba sus ojos. Se sostuvo de los dos extremos de la cintura del humie y le jaloneó en dirección opuesta. "Arriba. Deja que el buen Doctor tenga un buen vistazo."

Quill nunca había sido más rápido en seguir una indicación. De inmediato, Rocket acarició una curva bien moldeada, apreciativo de la consistencia y la suavidad. Aplicó ligera presión con las puntas de sus garras, y observó rastros de las líneas creadas desaparecer en segundos. Repitió el trato con el glúteo opuesto, bastante entretenido.

"¿Todo… bien, allá abajo, Doc?"

Rocket no respondió. Siguió masajeando ambos glúteos sin urgencia. "Mmm. Luce limpio y bien cuidado."

"Por supuesto." Quill articuló sin vergüenza. "Siempre quiero estar presentable para usted."

Acercando sus bigotes, Rocket dejó que la sensible piel fuera víctima de un ligero restriego. El cuerpo de Quill se estremeció de inmediato. "Me pregunto, ¿si el sabor equivaldría su apariencia?"

"Oh, sí, Doc." Quill jadeó en su dirección. "Hay más condones ahí." Apuntó hacia el cajón a lado de la cama. "En caso… de que desee ser más riguroso… con su inspección."

En lo personal, usar esos parches elásticos no eran del gusto de Rocket. Sabían raro porque Quill solía comprar los sabores más exóticos, y le bloqueaban del verdadero sabor natural que era el único que a Rocket le interesaba. Quill insistía en que tenían que ser más estrictos con estas medidas, sin embargo. Las primeras dos ocasiones que habían tenido sexo, uno de los dos—o ambos—había estados ebrios, pero ya no tenían excusa. A veces, según Quill, uno no tenía el tiempo para mantener todo completamente desinfectado allá abajo.

"Dime que no compraste de sabores frutales, de nuevo." Rocket rompió personaje mientras brincó al borde de la cama para abrir el cajón. Enseguida sintió la mano de Quill manosearle la espalda.

"No, cascarrabias. Te conseguí los neutros. Sí, esos son—también el tubo. Saca todo."

"Oye, no le des órdenes al Doctor."

"Entonces, el Doctor necesita apresurarse."

Rocket sacudió su cabeza. "Eres el peor paciente de la historia." Acumuló en sus garras la tira de condones y el tubo de lubricación. Ágilmente, retornó al punto detrás de Quill. Desprendió un condón de la tira para entonces abrirlo—

"Ni se te ocurra usar tus dientes, Rock."

Rocket se congeló a milímetros de hacer justo eso. Rodó sus ojos. Prosiguió a tirar del empaque con su garra. "Flark, relájate. No es como si pudieras embarazarte."

"No es por eso. Te lo dije. No siempre estoy… inmaculado ahí abajo." Quill se asomó desde la cabecera, luciendo algo avergonzado. "Digamos, que sólo deseo ahorrarte el mal aliento."

Rocket hizo una mueca. "Quill." Que forma de matar la atmósfera.

"¡Perdón!" Quill se volvió a recostar. "No dije nada, Doc. Por favor, continue con su inspección. Estoy seguro de que la necesito." El trasero de Quill hasta se onduló en invitación. "Quedo a su merced. Confío completamente en sus habilidades."

Mierda. Este humie lo iba a matar uno de estos días. Con el condón anal en sus dedos, extendió la delicada hoja transparente sobre la ranura pulsante entre medio de los glúteos pálidos. Con la punta de su hocico, Rocket presionó de la textura lubricada hasta que se hundiera en el lugar correcto, cubriendo el centro de su amante. Con sus garras, estiró los glúteos para mejor acceso.

"Oh, Doc."

"Hueles tan bien…" Prácticamente, ronroneó. "Siempre, um, delicioso."

Quill produjo sonidos menos inteligentes.

"Podría estar aquí todo el día." Rocket volvió a mascullar, sin importarle que pudiese ser entendible o no. Ni siquiera mentía. Frotó contra el centro con más empuje. Cerró sus ojos. "D'ast. Tenerte de rodillas justo así, ¿quién no lo quisiera, mm?"

"Uuuuh." Por los sonidos ahogados, Rocket supuso que Quill había colocado una almohada sobre su cabeza.

Las primeras lamidas fueron libres de sabores extraños, al menos. Sólo el aroma de Quill fue rastreable. Flark. Y qué aroma. ¿Cómo podía Peter, contenerlo? Onduló su rostro en búsqueda, delineando con su lengua el anillo de músculo, una y otra vez. Cuando las rodillas de Quill no aguantaron a sostenerse con el continuo asalto de estímulos, Rocket lo siguió hacia la cama, sosteniéndolo de sus piernas.

"Ooooh, Doc." Quill meneó su trasero. "¿Le gusta? ¿Le gusta saborearme?"

Rocket gruñó. Apretó sus uñas sobre piel y luego las movió hacia los glúteos de nuevo cuenta. Volvió a masajearlos, trabajando juntos con los meneos rítmicos de Quill. Más sonidos fueron presionados contra el colchón, la única forma en la que Quill trató de moderarlos.

Calor.

Rocket fue envuelto en increíble calor. Y sabor.

Aunque, no el suficiente. El maldito condón fue un estorbo cuando quiso profundizar su indagación, limitándole cuando quiso introducir su lengua. Esta vez, cuando gruñó, fue por frustración. Levantó su cabeza.

"Quill, esta maldita cosa…"

"¡N-No!" La almohada fue aventada por la cama, dejando al descubierto a un enrojecido Peter. "Rock, la próxima vez no lo usaremos, ¿de acuerdo?... Lo prometo. Estaré mejor preparado—¡Maldición!"

Rocket retiró su dígito antes de que lo rompiera con su uña. Algo tan sencillo. Como el pasar su uña por las comisuras del centro rosado. Y Peter—reaccionaba como si hubiera sido electrocutado. "Desearía…" Volvió a lamer. "…poder usarlo sin lastimarte."

"T-Tú eres el genio." Provino de la cabecera en una oleada de jadeos. "Piensa en algo."

-Definitivamente se va a mi lista. Rocket se rindió de nuevo a su objetivo. Perderse en la esencia. En lo primitivo.

En un punto, Quill ya no se molestó en bloquear sus gemidos. Al contrario, se sostuvo de las almohadas como si fueran salvavidas, completamente rojo de rostro a cuerpo, mientras dejaba que Rocket hiciera lo que deseara. Esta clase de poder le fue novedoso. Exhilarante. Que Quill confiara en él de esta forma. Que le dejara tener el control, cuando antes siempre había sido una inmensa fricción entre los dos.

"Oh, Doc." Quill estiró un brazo a ciegas. Aterrizó en una de las garras de Rocket. "¿Estoy empapado para usted? ¿Lo estoy haciendo bien?"

Rocket no comprendió que estar empapado tenía que ver con el asunto. ¿Por el sudor? Rocket decidió seguirle la corriente, sin embargo. Gimió una respuesta positiva. Quill apretó sus dedos en réplica inmediata.

"Oh… Sólo con usted… Ooooh—sí, sí. Podría montarme y se deslizaría tan rápido, Doc. Oh, oh, mierda—Por favor. ¿Eh? ¿No quiere sentirlo? ¿Qué tan mojado estoy?"

Oh. Rocket se detuvo, al comprender.

Mojado.

Como una mujer.

"Pero, tú no..." Susurró al ras de una curva de piel sonrosada. "No ocupas ser… Eh." Tragó saliva. Las palabras le vinieron con rezago. Respiró hondo y sacudió su cabeza para recobrar algo de sentido. Hasta ahora, había sido tolerante a la mayoría de los fetiches de Quill. ¿Pero este? Le molestó.

Quill era mejor que cualquier mujer.

Nunca se había acostado con ninguna, cierto, pero había visto suficientes holo-pornos para tener una idea. Le resultó ridículo. Solamente bastaba inhalar las feromonas en la alcoba para recordar que no había otro olor que se le pareciera, en el resto de la galaxia. La gruesa condensación, era única. Preciosa.

Y le pertenecía a Quill. Sólo a él.

"Quill…" Soltó el trasero y decidió subir. Por la extensa espalda del humano y luego por los anchos hombros pecosos. Cuando llegó a la nuca del terrano, Peter ya había reabierto sus ojos. Rocket frotó su hocico contra su perfil agitado. La mejilla del humano estaba hirviendo. "¿Qué dices? Eres perfecto… justo así. No ocupas—ser algo más."

Hubo una pausa diminuta, al escucharlo. Luego, Quill arrastró su perfil en reciprocidad, a como pudo. Su voz fue un desastre, aunque un desastre que no perdió ese octavo de vanidad. "Oh, Doc. ¿Lo dice en serio?"

"Así es." Rocket sostuvo el rostro de Quill contra sí, sin dejar de frotar. De repente, sólo quiso tenerlo cerca. Marcarlo, en cada manera que estaba aprendiendo. "Mi perfecto Baby-Boo."

"…Rocket." Su nombre fue inhalado. La fachada de su rol de paciente se cayó como castillo de naipes.

"Perfecto para mí." Embestir contra la espalda del humie fue natural. Su cuerpo ya estaba aprendiendo la danza. Sentir a Quill tocarse a sí mismo fue la mecha que volvió a reiniciar todo. "La cosa más bonita que he visto."

"Uuuuh." Quill abrió sus piernas para tener más espacio para maniobrar. Permitió que Rocket lo montara de esta forma, hasta lo alentó. "¿Vas a terminar encima mío? ¿Para mostrármelo?... ¿Lo bonito que soy?"

"Nnngh." Rocket hundió su rostro en la nuca de humano. Se afianzó de los hombros con una garra mientras que con la otra estimuló su saco. Sonidos húmedos y rechinidos de la cama reinaron por el departamento. Rocket estuvo aliviado de no haber puesto música esta ocasión—siempre preferiría escuchar esto. Escuchar a Peter.

"Vamos, cariño." Peter estaba muy cerca. Su voz apenas fue un susurro tortuoso. "Quiero—qui-quiero sentirte."

Rocket deslizó su miembro con un gruñido sobre la espalda a su disposición. "¡Uuuuggh!" No se detuvo entonces. Fue completamente cegado.

Sucedía cada vez con más intensidad. Esta necesidad, este hundimiento en un lado oscuro de sí mismo que sólo Peter sacaba a relucir. Lentamente, aquel pánico a la intimidad estaba cediendo terreno para darle camino a algo nuevo.

En lugar de correr, Rocket estaba siendo atraído en dirección opuesta. Más cerca y más cerca…

"¡UH, Rocket!" Quill sollozó contra la almohada, eyaculación corriendo por sus dedos. "Oh, mierda—¡Oh, carajo, sí!"

Rocket gruñó ferozmente, jalando de la cabellera de Peter, caderas pistoleando. Jadeó sin media, lengua colgándole de lado. Ver los músculos de la espalda de Quill moverse con fluidez frente a su mirada fue hipnotizante. Las cicatrices decorando aquella piel, Rocket las conocía. Conocía la mayoría de su origen. Por eso Quill era perfecto—por ser capaz de mostrar belleza aun con rastros de su dolor.

Todo lo contrario a Rocket.

"Vamos, déjame sentirte." Un brazo se estiró, buscando tocarle. Con dedos torpes, Quill frotó su pierna en aliento.

Rocket se agazapó sobre Quill, derrumbado ante el peso de sus sentimientos. De las sensaciones.

Fuego corrió por su cuerpo, dejando cenizas a su paso. Se ocultó entre los cabellos húmedos de Quill, queriendo guardar para sí, el descomunal derrame de placer.

La intensidad le siguió abrumando. Rocket siguió sintiéndose a la deriva, cada vez que tocaba este tipo de culminación.

D'ast. Honestamente, si ése era el precio a pagar, Rocket estaba haciendo su paz con ello.

Su peso corporal cayó rendido sobre Quill.

"Dios." Quill susurró, un rato posterior al coma post-orgásmico.

"Nah." Rocket permaneció abrazado de las espaldas ajenas. "Prefiero Rocket."

"Pfff." Un resoplido de humor vino de Quill. "Y me acusan a mí de querer sobre-compensar en la cama."

Acurrucado y bien entumecido por las endorfinas, Rocket solo fue capaz de cerrar sus ojos.

"Ugh, Rocket. ¿Dejaste pegado el condón todavía en mi trasero?"

Las orejas del aclamado se movieron en atención, aunque el resto del dueño no estuvieron interesados en moverse a ayudar. "Eh, probablemente."

"Genial." Quill comenzó a retorcerse debajo de Rocket. "…Maldición. ¿Qué hiciste? ¿Fundir la maldita cosa allá abajo?"

Rocket siseó una risilla. "Échate un pedo, eso ayudará."

Por un momento, pareció que Peter lo estuvo considerando. Al final, con otros estiramientos poco humanos de sus extremidades, Rocket registró el sonido del condón siendo descartado al reciclador. "…Eres pesado, ¿sabes?"

"Y tú… eres acolchonado." Rocket masculló, más letárgico que despierto. "Mm… deja de moverte."

Quill, en algún punto, le hizo caso.

"…¿Rocket?"

"¿Mm?"

Esperó por algo que le siguiera. Quill se mantuvo en silencio. Así que, en cuestión de minutos, Rocket se olvidó de los balbuceos de su amante. No pudo recordar el mejor lugar para tomar una siesta. Quill no mostró oposición, sus respiraciones profundas levantando y bajando a Rocket, en un ritmo arrullador.

Entre menos lo esperó, Rocket cayó dormido.

Cuando despertó, fue por una llamada al comm de Quill. O por lo menos, eso fue lo que Quill dijo entre murmullos. El terrano le indicó deslizarse a la cama. Todavía demasiado relajado, Rocket rodó en obediencia hasta encontrar el perfecto lugar para seguir roncando. No tuvo idea del tiempo transcurrido, solo pudo percatarse cuando volvió despertar, que no había tenido ninguna pesadilla.

Y que Quill no había vuelto.

A las 3.36 horas de la madrugada, Rocket se sacudió las orejas y dejó la cama para darse un baño. Le pareció extraño seguir a solas. ¿Estarían en problemas? No. Le llamarían si algo anduviera mal. Revisó su comm camino a la ducha. No encontró ningún mensaje pendiente. Afuera, Nowhere seguía tranquilo.

Salió de la ducha y la alcoba permaneció a solas. Sin Quill, Rocket no se sintió cómodo. Se vistió y dejó el apartamento. En el camino al taller que usaba como lugar para dormir, divisó a Drax haciendo guardia junto con Cosmo. Los saludó a lo lejos. Drax meramente bostezó, mostrando ninguna señal de alarma.

Tampoco hubo ninguna señal de Quill.

En el taller, las luces habían sido encendidas por Groot, durmiendo en la segunda hamaca. No le agradaba dormir en la oscuridad. Rocket se sintió culpable, al verlo. Estaba pasando demasiado tiempo con Quill, últimamente. Groot debió haber estado esperándolo por horas.

Suspirando, Rocket volvió a cerrar el taller. Se dirigió directo a la hamaca de Groot y se le trepó encima. En minutos, ramas se comenzaron a tejer a su alrededor para sostenerlo. Una señal de bienvenida.

Trató, pero volver a conciliar el sueño no le vino igual de fácil.

Al siguiente día, Rocket se juntó con Nebs para desayunar junto con Groot.

"¿Algo emocionante sucedió anoche?"

Nebula mordió de su brocheta de gorg sin delicadezas, tras arrojarles sus órdenes a Groot y a Rocket. "Nada más allá que Kraglin clavando su flecha en el trasero de Drax de nuevo. ¿Por qué?"

"Ah, solo curiosidad." Rocket se encogió de hombros mientras caminaron por la plaza. "Creí haber oído mi comm en la madrugada. Quería saber que no estaba alucinando."

"Yo soy Groot."

"Claro que lo traigo puesto." Rocket no entendió porque sintió calor al escuchar a Groot cuestionándole con ese tono voz. "Como sea, ¿alguien sabe dónde se metió el Capitán? Está perdiéndose el desayuno."

"Mn." Si Nebula tuviera cejas, Rocket estaba seguro que estaría elevándolas. "Pensé que tú sabrías mejor que todos nosotros."

Rocket casi tropezó. Nebula y Groot estaban definitivamente conspirando juntos. "No tengo idea de lo que hablas. No soy su niñera."

"Tomó el Benatar fuera de este cuadrante durante la noche, según los registros." Nebula anunció, tras conectarse al servidor remotamente. De su muñeca, un holograma de los registros apareció. En efecto, Quill había dejado Nowhere cerca de la media noche. Había vuelto cinco horas después.

Enseguida, un mal presentimiento comenzó a asentarse en su estómago. "Idiota. ¿Por qué no le diría a alguien? Si se hubiera metido en problemas, no hubiera tenido ningún respaldo." Rocket suprimió la pregunta más obvia—¿A dónde diablos se había ido Quill? Arrancó un trozo de su brocheta automáticamente, más que por verdadera hambre.

"Conoces a Peter. Se deprime de vez en cuando, y prefiere aislarse hasta que se le pase."

Aquella reflexión no ayudó. Nebs no tuvo idea de lo tanto que no ayudó.

"No pensaría que hubiera tenido un mal día. Estaba… bien ayer." Rocket odió sentirse como un tonto. Y un tonto, había sido, si la noche anterior Quill había fingido estar bien por su beneficio. De repente, su estómago comenzó a rebelarse contra su desayuno. "Como sea, puede hacer lo que quiera. Tengo mejores cosas en las que pensar que cuidarle el trasero." Arrojó el resto de su brocheta a la recicladora. "Vamos, Groot, termina tu almuerzo en el taller. Tenemos mil cosas que continuar hoy."

No perdió de vista las miradas entre Nebs y Groot. Estaban sospechando.

D'ast.

Rocket llegó al taller de mal humor. Confundido. Increíblemente confundido.

Quill le había mentido. No había recibido ninguna llamada.

O tal vez sí. Tal vez había sido una llamada personal.

Pero, entonces, ¿por qué simplemente no lo había avisado a otro Guardián como era el protocolo? ¿Por qué tanto secreto?

-Apágalo. Apaga todo. Enfócate en el trabajo. Rocket se colocó sus googles y ya estaba soldando las partes que habían quedado sin terminar el día anterior para cuando Groot por fin se le unió. El tronco caminante no necesitó de mucho para leer el extraño humor de su compañero y se enfocó en sus propias tareas.

Bajo las cortinas de chispas de soldar, el tiempo transcurrió rápido.

Quill nunca mostró su cara en el taller.

El comm de Rocket no recibió ningún mensaje.

Ni siquiera un maldito saludo. Algo que Peter comúnmente hacía una vez al día, desde antes que comenzaran a tener sexo.

Para la noche, Rocket se comenzó a preocupar en serio. La ira se menguó. ¿Había caído tan hondo Quill, en otro episodio depresivo?

Terminando de soldar, se colocó su chaqueta y decidió investigar.

No necesitó ir muy lejos.

Trepando por las tuberías, Rocket se escondió detrás de un letrero neón con la vista directa a la cantina. Quill estaba jugando póker con Kraglin y otros idiotas que solían apostar todos sus units casi a diario. Estaban tomando licor en vasos de shots y Quill estaba riendo libremente de unas de las bromas más imbéciles de un landoriano a su derecha.

Quill estaba perfectamente bien. Estaba tomando y divirtiéndose sin preocupación alguna.

Rocket rezpingó con aire incrédulo. Le costó alinear lo que estaba viendo, con lo que había experimentado la última vez que habían estado juntos.

"Estúpido." Rocket se alejó del billboard en cuatro patas. No comprendió la falta de aire. Por qué su pecho se apretó, pero no a causa de la ansiedad que solía dominarle en ocasiones. Fue algo más doliente.

No regresó al taller. Tampoco se dirigió al departamento de Quill con intenciones de emboscarle como un psicópata. Quería estar a solas. Quería estar en silencio, sin tener que responder a las preguntas preocupadas de Groot, o a las miradas juzgonas de Nebula.

-Bueno, esto te sucede por tratar de ayudar. Rocket saltó por los techos de la ciudad metálica con una bola de fuego tomando fuerza en su esternón. -¿En verdad pensaste que dormir contigo sería suficiente para que dejara la maldita botella? Probablemente nunca la dejó en primer lugar.

Quill era un humie. Rocket debió pensarlo hasta cinco veces antes de involucrarse en líos de humanos.

-Ayer… Las imágenes botaron por la mente de Rocket, lo quisiera o no. -Ayer, ¿qué rayos fue? ¿Este mes completo?... ¿Una calentura? Rocket frenó en la cordillera de edificios de Nowhere cerca del cráneo Celestial. Desde este punto, la ciudad resplandecía desde abajo. -¿Y qué, si lo fue? Esa había sido la idea, ¿qué no? ¿Amigos ayudándose mutuamente? ¿Distraer a Quill y ya?

Sí. Esa había sido la idea inicial.

Rocket dejó sus piernas colgar por el borde.

-¿Por qué se siente así, entonces? Rocket talló sus orejas. Gruñó en coraje. Su ropa olía a Quill. -¿Así de miserable?

¿Acaso el sexo había apestado tanto? No, Quill no era así de cruel. Si el sexo no hubiera sido de su agrado, lo hubiera expresado. No lo hubiera pospuesto por un flarking mes.

Rocket suspiró.

Todos estos recuerdos de tocar a Quill, de tenerlo cerca, de escucharle rogarle con dulzura, de llamar a Rocket todo tipo de sobrenombres innecesarios. ¿Para qué?

-Tal vez había estado tratando de distraerme a mí. Irónicamente, eso tuvo sentido para Rocket por un momento. Desde el primer día Rocket había planteado el ultimátum sobre la botella, ¿qué no? Y Quill había sido un criminal experto en el arte de engañar. Había colocado la trampa y Rocket había caído redondito.

No.

Rocket entretuvo la fantasía. Luego, la dejó ir.

El Quill que había conocido en Xandar hubiera sido capaz de algo así. Pero no el Quill de hoy en día. Quill era parte de su familia, sin importar lo que sucediera. Este era un tipo por el que Rocket había hecho de todo para recuperar del Blip, junto a Groot y los demás. Quill era su mejor amigo.

"¡Aaaagh!" Rocket saltó de pie y gruñó al vacío. "¡ODIO ESTO!"

Al menos, eso lo hizo sentir mejor. Por un rato.

Eventualmente, bajó de nueva cuenta a la ciudad. Se sintió exhausto para cuando arribó al taller. No necesitó voltear hacia la hamaca para saber que Groot estaba esperándolo otra vez.

"Sí, lo sé, llego tarde. Antes de que comiences, no, no estaba con el idiota de Quill, así que puedes ahorrarte—"

"Supongo que lo sabría, si así hubiera sido. A menos, que tenga un clon caminando por ahí."

Rocket se congeló en el proceso de cerrar el portón. "¿Qué haces aquí?" Cerró la puerta con más fuerza de la necesaria.

"Uh… Groot está con Mantis. Es noche de holo-películas." Quill estaba frente al transformador que Rocket había terminado de soldar. Estaba vistiendo su chaqueta rojiza, de rodillas, para admirar de cerca. "Hombre. Este debe ser una de tus mejores piezas de ingeniería. ¿Lo usarás para las fuentes de energía de la ciudad?"

"Los viejos transformados están funcionado con cinta adhesiva, saliva y un toque de fe, están a punto de explotar si no las cambiamos."

Quill asintió. "Estaba esperándote… No te pude encontrar por ninguna parte."

La ironía. Todo el día esperando que Quill se apareciera y en el momento que Rocket se marchaba, Quill se encaprichaba con verlo. "He estado aquí todo el día." Rocket se quitó su propia chaqueta. La aventó a su escritorio. "Necesitaba aire fresco."

"Sé que acordamos no más visitas clandestinas." Quill se levantó y sacudió sus pantalones. Se tornó a Rocket con una sonrisa titubeante. "Pero, pensé… como todos están en el holo-cinema, ¿que podríamos hablar?"

Rocket sintió decepción llenarle de las tripas al pecho. "¿Viniste por sexo?"

La expresión de Quill se congeló. "¿Qué?—¡No!"

"Bien. Porque no estoy de humor, Quill." Rocket se dirigió a su hamaca. "No me preocuparía demasiado. Estoy seguro de que podrás encontrar mejor compañía por este cuadrante."

"Whoa." Quill comenzó a seguirle. "Rocket, no sé si me he perdido de algo—"

"¿A dónde fuiste ayer?" Rocket se giró sobre su eje. De repente, necesitando respuestas. Disfrutó ver a Quill retorcerse un poco. Se cruzó de brazos. "Me dijiste que te habían llamado por los comms. Luego amaneció y Nowhere seguía de pie sin ninguna crisis. Cuando pregunté, Nebs revisó los logs y encontró que habías salido del cuadrante. Quiero decir…" Rocket se encogió de hombros. "No que me importa. Sólo es curiosidad."

Quill lo observó por unos momentos, completamente serio.

Luego, suspiró. "Necesitaba pensar."

Rocket parpadeó. La verdad le sorprendió. Y a la vez, no tanto. Nebs había tenido razón. "De acuerdo, espero hayas encontrado paz interior y todo eso." Volvió a reanudar su caminata hacia la hamaca.

"No entiendo. ¿Por qué estás comportándote así?" Quill susurró. "¿Hice algo?"

"Quill." Rocket frotó su frente. "Ha sido un largo malnacido día."

"Sí, no ocupas decírmelo." Quill siseó entre dientes. "Todavía no explica por qué estás comportándote como un imbécil conmigo. ¿Alguna razón en particular? ¿O solo por existir en general?"

Flark, esa boca. Era mortal.

"¿Crees que soy un idiota?" Rocket respingó. "Algo sucedió contigo anoche. Has estado actuando—Te vi con Kraglin. ¿Has estado sobrio por un mes, y de repente empiezas de nuevo? Algo fue tu gatillo."

Sorpresa se expandió por la expresión del terrano. "No es lo que piensas—"

"No importa lo que piense." Rocket batió una garra al aire. "Tienes tus demonios, yo tengo los demonios. Sólo que ahora me doy cuenta de que fui algo ingenuo en creer que podrían nadar juntos."

"Rocket." Quill cubrió su rostro con sus manos. "¿Por eso estás conmigo? ¿Para qué no tome?"

"No." Rocket respingó. Luego, titubeó. "En parte. Creí que estaba ayudando."

"Dios." Quill lució pasmado. "¡Rocket, no soy tu responsabilidad!"

"¿Entonces de quién?" Rocket explotó, entonces. Era más su estilo. "¡Porque no veo a nadie más haciendo fila y todos sabemos que tú mismo estás haciendo un horrible trabajo hasta ahora! ¿Por qué es un problema que quiera ayudar?"

"Porque no quiero tu maldita ayuda." Quill masculló. "¡Pensé que nos habíamos olvidado de esta estúpida idea desde el inicio! ¡Te disculpaste y todo! Pensé que querías estar conmigo simplemente porque… ¡Por qué te gustaba, idiota!"

"¡Quill, obviamente, me gustas!" Rocket gesticuló. "Te lo dije, para mi es diferente. ¡No siento atracción como otras especies, pero aquí estoy!" Rocket circuló por el taller enfurecido. "¡Gritando con Imbécil-Lord, haciendo lo que más odio hacer en esta maldita galaxia: hablar de mis malditos sentimientos!" Pateó una banca, aventando sus herramientas por todas partes. Maldito Quill. "¿Qué? ¿Crees que me sometería a este sufrimiento por cualquier persona? ¡Te tengo noticias: no, no lo haría!"

Quill se cruzó de brazos, asimilando lo dicho.

Rocket trató de calmarse. Frotó su cabeza. Hacía mucho tiempo que no perdía la compostura así. "Lo siento…"

"No cambia las cosas, Rocket." Quill susurró. "No puedes—No puedes esperar que intercambie mi sobriedad por orgasmos. No es como las relaciones funcionan." Quill relamió sus labios. "Ni tampoco estás en ninguna posición de exigírmelo. Soy un maldito adulto, si voy a tomar, voy a tomar. No necesito tu permiso. Si los papales estuvieron invertidos, tampoco lo aceptarías."

"Bien. Haz lo que se te dé la gana, Quill." Rocket se encogió de hombros. "¿Era lo que querías escuchar? ¿A eso viniste?"

"Vine a hablar, con un demonio. Supongo que obtuve justo eso." Quill sostuvo su tabique. Visiblemente respiró hondo, sus hombros curveándose como si un peso estuviera cayéndole encima. Una risa cáustica se le escapó. "¿Puedes creer que esto no será la peor parte?"

"¿Qué?" Rocket se volteó hacia Quill.

Quill destapó su rostro, mostrando ojos vulnerables, ya fuera por los tragos u otras razones. "Lo que pasó ayer fue… Perdí la cabeza por un rato, ¿de acuerdo? La perdí y no quería que nadie más lo viera, por eso usé el Benatar para salir de aquí un endemoniado momento… Groot, Mantis, Drax, Nebula, tú—Ya tienen suficiente en qué pensar ya, que preocuparse por mis crisis."

"De acuerdo." Rocket endureció su porte. "¿Qué tiene que ver todo eso con la parte en la que me ignoraste todo el día?"

me dijiste que no viniera!"

"¿Ni siquiera podías mandar un mensaje en el comm para decirme que seguías con vida?"

"Oh, mierda. Okay, ese fue 100% mi culpa." Quill hizo una mueca. "Como dije, perdí mi cabeza. Volver a Nowhere no quiso decir que se haya enderezado del todo. Todavía tenía mucho que pensar."

"Seguro." Rocket rodó sus ojos. "Desde aquí puedo oler tus pensamientos."

Quill aceptó el ataque con la frente en alto, al menos. "Vine porque… Como dije, quería hablar contigo." El terrano pareció sufrir para sacar las palabras.

"Sigues repitiéndolo." Rocket dejó claro que su entusiasmo era inexistente. "Ya sácalo todo de tu sistema de una buena vez."

Quill frunció su ceño. Por un momento, su mirada lució sin enfoque, mirando a través de Rocket, y no a él, directamente. "Es sobre tú y yo. Creo que todo sucedió demasiado rápido, y ahora, después de lo que me has dicho, creo que lo mejor sería…"

Oh.

Oh.

Rocket rio para sí. "Scut. Estás terminando conmigo."

Quill abrió su boca. La mantuvo abierta, como un bobo.

Cuando la cerró, su quijada resaltó. Respiró hondo de manera visible. Volvió a unir sus miradas. "Rocket, yo… Lo siento."

Rocket rebuznó por sus narices. "No te preocupes tanto, Quill. No hay mucho que terminar. El acto de amigos-con-beneficios nunca fue ideado para durar para siempre." Quill no lució feliz. Todo lo contrario. Lágrimas se vieron al borde de caer. A pesar de las circunstancias, Rocket no lo soportó. "Pete, en serio. No te preocupes. Seguimos siendo amigos."

"No… Sé que soy un pedazo de mierda por hacerlo de esta manera." La sonrisa de Quill fue grotesca. Una parodia que le perturbó presenciar. Dos lágrimas por fin brotaron, pero Quill las limpió desde antes que cruzaran sus mejillas. "Mereces más que este pedazo de mierda, Rock. Por favor, no pienses que lo que compartimos no fue importante." Quill caminó hacia él lentamente. "Porque tú eres…"

"Está bien." Rocket aclaró su garganta y brincó para colocar más distancia. No quiso a Quill más cerca de lo necesario. "…Sé que todavía la extrañas."

Quill parpadeó. Frenó como si Rocket le hubiera escupido. Otra reacción peculiar que Rocket no supo descifrar.

Al final, Quill se limitó a resonar sus narices mocosas como un niño. No lo negó. Porque, por supuesto, que Quill todavía amaba a Gamora. Probablemente, siempre lo haría. El único idiota era Rocket, por olvidarlo.

Quill volvió a quedar suspendido en silencio.

"¿Podrías…?" Rocket gesticuló hacia la puerta. "Si eso es todo… En serio, me muero por dormir."

Quill miró hacia la puerta. Luego, hacia Rocket. Para alguien que recién había roto con Rocket, no lució aliviado con el prospecto de poder escapar. Rocket no lo comprendió. ¿Por qué Quill siguió viéndolo de esa manera en particular, como si estuviera rogando por algo de su parte?

"Seguro." Quill aclaró su garganta y volvió a limpiar su rostro enrojecido. "Te veo… cuando nos veamos."

"Probablemente hasta que los R'kuk lleguen. Tengo mucho trabajo pendiente para la llegada del Bowie, hasta entonces." Rocket estaba tan feliz de tener la perfecta excusa. Quill aceptó sus razones con una inclinación sutil de su cabeza. Sus botas sobre el piso metálico fueron el único sonido indicando su salida del lugar, seguido por el deslizamiento de la puerta del taller.

Rocket no se molestó con quitarse su camiseta. Brincó directo a la hamaca, exhausto. Las botas cayeron al suelo, momentos después.

Cuando encorvó su cuerpo para abrazar sus rodillas, algo quiso deshilarse en su interior.

Pero, Rocket no lo permitió.

Lo empujó hasta el fondo—todo.

Ahí se quedaría.


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Fin de Parte ii.

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NdA: Este capitulo fue subtitulado en mi cabeza como "Los Altos y Bajos de Peter Quill: El Ensayo."

Sí, ¿quién hubiera pensado que sería él, el primero en cagarla tan mal con Rocket?

Sin embargo, conforme estaba escribiendo este capítulo, más convencida me sentí de que considerando que Peter es quien tiene más experiencia con relaciones románticas, él sería el primero en darse cuenta de sus sentimientos por Rocket (y ya saben cuál fue ese momento: EL BABY-BOO).

Considerando lo sucedido con Gamora, no sería sorpresa que el pobre se sintiera petrificado con la idea de volverse a enamorar de alguien. Además, lo que Rocket estaba haciendo, queriendo controlar a Peter con sexo, tampoco era justo. AÚN ASÍ, PERDÓN POR EL ANGST, POR LO MENOS SABEMOS QUE EVENTUALMENTE TODO SE ARREGLARÁ. TENGAN PACIENCIA.

Además, perdón por no dar la escena de Peter vs HE, pero es que al volver a ver la escena con Neelie y Till, se me vino esta caótica idea de la revelación del embarazo con los Guardianes y no pude sacármela de la cabeza XD. ¡Bendito sea, Drax The Destroyer!

Traducciones (inventadas por mi):

Neelie: "Unnyo ne debe oh… lyraa." / Un esposo nunca debe perderse el nacimiento de su bebé. (Sí, lloremos).

Próximo capitulo: Celos, misiones yéndose a la mierda y más problemas de mala comunicación entre Rocket y Quill se acercan + AHORA SÍ, el épico enfrentamiento de Star-Lord vs The High Evolutionary. ¡NO SE LO PUEDEN PERDER!