Capitulo 3
Katekyo Hitman Reborn no me pertenece
El médico cuando lo fue a revisar al día siguiente se sorprendió de su rápida curación y le dijo de seguir así saldría antes de lo que había pensado, Tsuna al oír eso se alegro estaba deseoso por salir de ahí.
Los siguientes días el único visitante que venía era Byakuran, podía ver las miradas de lástima de las enfermeras ya que ni siquiera su madre había venido a visitarlo, según había escuchado su madre había venido solo un día a verlo, cuando aún estaba inconsciente, se había quedado solo unos minutos, realmente a él no le importaba, ella no era su madre, su verdadera madre había muerto de vejez hace varios años atrás.
El día que le dieron de alta Byakuran fue a recogerlo, sus heridas ya estaban casi curadas, cuando se recuperara totalmente comenzaría a entrenar.
Byakuran presentó una limusina, para recogerlo, el castaño solo rodo los ojos ante su dramatismo.
En el camino hablaron de lo que iban a hacer ahora en adelante, Byakuran se quedaría en Namimori para ayudar a Tsuna en su entrenamiento, luego regresaría a Italia, tenía que ser antes que llegara Reborn. El peliblanco le dio un celular para fortalecer en contacto, era uno de los modelos más modernos que recién habían salido al mercado.
Al llegar a su casa se despidió de Byakuran y salió de la limusina, se quedó mirando la casa por varios minutos, no recordaba lo ultima vez que había estado en su casa, estaba a punto de tocar la puerta ya que no tenía llaves, pero esto se abrió y salió Nana.
Nana al verlo se sorprendió.
-Tsu-kun ¿por qué no me avisaste que ibas a salir?
Tsuna se quedó mirando a Nana, hace tiempo que no vio a su madre y un sentimiento de nostalgia y tristeza lo invadió, quería correr y abrazarla, pero recordó que ella no era su verdadera madre, para él era una completa extraña.
Nana lo miro expectante y el castaño se dio cuenta que esperaba una respuesta.
-No quería molestarte, un amigo me trajo.
Nana se sorprendió ya que sabía que Tsuna no tenía amigos, pero no comentó nada al respecto
-Me alegro, pasa para que descanses, yo voy a ir al mercado, Ie-kun está en la casa de un amigo haciendo un trabajo.
Tsuna se alegró al oír que su hermano no estaba, paso y se fue a su cuarto.
Cuando, llego a la escuela se quedó viéndola, allí había pasado los peores y los mejores años de su vida, después de la llega de Reborn la escuela ya no había sido tan horrible ya que tenía a sus amigos.
Entro a su salón de clases, todos lo quedaron mirando, los susurros comenzaron, pero él los ignoro, se sentó en su sitio y espero que la clase comience.
El profesor entro y se dio cuenta de Tsuna, frunció el ceño, lo más probable en que esperaba que no volviera más. Al igual que en su mundo tenía una terrible reputación en Namimori, todos sabían que era un inútil y lo capturado con desdén, pero eso iba a cambiar.
En las siguientes horas Tsuna se dedicó a sorprender a sus maestros ya sus compañeros de clase respondiendo correctamente todo, los maestros le preguntaban sobre lo que habían visto en las clases que había faltado en un intento de humillarlo, él respondió a cada una de las preguntas correctamente.
Todos comenzaban a pensar que se había golpeado la cabeza tan fuerte que le había sacado lo dame.
A la salida tranquilamente del salón, sabía que sus matones lo buscarían, él esperaba darles una lección, por pasar demasiado tiempo con Reborn o Mukuro se le había pegado lo sádico.
Camino tranquilamente hacia la salida de la escuela cuando de repente escucho que lo llamaban, voltio y efectivamente eran los matones que lo habían dejado en tan mal estado, él sonrió esto iba a hacer divertido.
-Dame-Tsuna no esperaba volverte a ver por aquí, pensábamos que te esconderías para siempre como el cobarde que eres.
Era obvio que no tenían idea de lo grave de las heridas y golpes que le habían dejado, lo habían golpeado hasta matarlo, por eso el haría justicia por el Tsuna de este mundo que tanto había sufrido.
-Estuve recuperándome de lo que ustedes me hicieron- contesto Tsuna transmitiendo una mirada molesta.
-Eso prueba lo débil que eres apenas te tocamos- se burló el líder del grupo.
-Si eres un bueno para nada- dijo otro matón.
-No sé porque regresaste- dijo otro matón diferente.
Tsuna los miro con frialdad no se iba a dejar intimidar por esas idiotas.
Los matones se sorprendieron al no tener la reacción que esperaban.
-No me importa lo que digan- Tsuna se voltio para irse.
El líder del grupo todavía sorprendido por la actitud de Tsuna lo agarró del hombro impidiéndole irse.
Tsuna sonrió, esperaba era reacción.
-¿A dónde crees que vas?, no vamos a dejar que…- no pudo terminar porque el castaño agarro su brazo torciéndolo haciéndolo gritar de dolor.
-Los iba a dejar ir, pero no me dejó la opción-hablo el castaño con una voz helada.
-IDIOTAS NO SE QUEDEN AHÍ PARADOS, HAGAN ALGO- grito a sus amigos que se habían quedado parados sin hacer nada, totalmente sorprendidos.
Tsuna los miro con mirada más amenazante que pudo, Fuuta lo había clasificado como la más amenazante de la mafia, todos que la vieron temblaban de miedo, era un truco útil ahora ya que sabía que con su fuerza actual no podría con todos esos chicos.
Como era de esperar todos que vieron tal mirada temblaron de miedo, jamás imaginaron que el castaño podía mirar así a alguien y lo más sorprendente era que sus ojos lucían naranjas, que debían ser por algún efecto de la luz, pero hacían que vieran más aterradora.
-Suéltame- dijo el líder del grupo,haciendo lo posible para no gritar más.
-¿Van a dejar de molestarme a mí ya los demás? – dijo Tsuna mirando al líder del grupo.
Él quería negarse, pero al tener esa miranda dirigiéndose a él se quedó paralizado.
-Responde- ordeno Tsuna torciendo más su brazo con, haciéndolo gritar otra vez ya que no pudo soportar más el dolor.
-Ya no molestaremos a nadie más- respondió rápidamente, temía que en cualquier momento le rompiera el brazo.
Tsuna sabía que solamente lo decía para que lo soltara, pero era lo mejor que podía conseguir, los estaría vigilando, lo soltó, miro a los otros con amenaza haciéndolos retroceder. Se dio media vuelta y se fue ignorando a los demás estudiantes que se habían reunido para ver el espectáculo.
El castaño camino con una sonrisa en su cara.
-Nunca pensé que serias tan sádico- hablo una voz de repente.
-Aprendí de los mejores- respondió sin sobresaltarse, había sentido el peliblanco hace tiempo.
Byakuran se río
-Supongo que ya estas listo para entrenar.
-Si ya te iba a llamar para avisarte, tenemos que comenzar de inmediato, no solo por Reborn quiero hacerlo, no me gusta sentirme así de débil.
-Entonces empezaremos mañana.
Tsuna y Byakuran entrenaron todos los días, cuando ya se acercaba la fecha que Reborn iba a llegar Tsuna ya se había fortalecido bastante y le agradeció a Byakuran con una bolsa gigante de malvaviscos. El peliblanco regreso a Italia y Tsuna espero la llegada extraña de Reborn, lo había hecho bastante ya que se había convertido en una constante en su vida.
Y por fin la espera termino, Reborn llego a Japón.
Tsuna no tenia ni idea de la sorpresa que lo esperaba.
