Capítulo VIII:


.

.

RECUERDOS DE CRISTAL

.

.

Las gotas de lluvia se intensificaron humedeciendo su cabello y su ropa. El autobús la había dejado a tres cuadras del departamento de Temari. Corrió lo más rápido que pudo y llego empapada a la entrada del edificio donde vivía su amiga. Subió por las escaleras al tercer piso, no se lo había dicho a nadie pero los lugares cerrados -como el ascensor- la aterraban . Rebuscó la llave en su bolso y entró al departamento encendiendo las luces.

Todo estaba tranquilo y oscuro, seguro Temari aún dormía, era sábado por la mañana. Se quitó las zapatillas blancas que ahora se encontraban marrones de todo el lodo que había pisado cuando venía y las dejo al lado de la puerta junto al abrigo empapado.

―Temari― La llamó dejando su bolso y las llaves en uno de los sillones.

Acomodó sus cortos cabellos que se encontraban pegados a su rostro por la lluvia.

―Tem, ya llegue― Volvió a repetir ingresando al dormitorio de su amiga.

Sus ojos se abrieron de sorpresa y se acercó con una sonrisa a la cama que se encontraba en medio de la habitación.

―Temari― Canturreo sentándose a los pies de la cama.

La rubia se removió inquieta entre las sábanas, estiró sus brazos mientras bostezaba y fue abriendo los ojos lentamente.

―¡Sakura!― Gritó sentándose de golpe en la cama.

―¿Sakura?― Murmuro una voz masculina y algo adormilada a su lado.

Sakura largo la carcajada que había estado aguantando desde que entro al dormitorio y vio a su amiga durmiendo con ese sujeto.

―Cállate― Murmuro Temari colocándose un holgado remeron color verde para tapar su desnudez.

Ya se estaba arrepintiendo de haberle dado esa llave de su departamento a la pelirrosa.

―Siempre arruinas todo, mocosa― Se quejo el chico.

―Lo siento, Hidan― Se disculpo la pelirrosa recostándose al lado del chico.

La rubia acomodó sus cabellos avanzando hasta la ventana y corrió las cortinas permitiendo que la poca luz de ese día tan horrible iluminara la estancia.

―Dicen que para esta noche para― Mencionó Sakura observando la lluvia por la ventana.

―¿Y qué haces tú aquí?― Le preguntó Hidan aún recostado a su lado ―¿No tienes clases? ―

Sakura giró la cabeza para verlo y sonrió.

―Debes irte― Le dijo.

―No me iré― Alegó enojado, esa mocosa solo había llegado a arruinar su fin de semana con la rubia.

―Hidan― Lo llamó Temari desde el tocador cepillando su cabello ―Lárgate― Lo echo.

Sakura largó una carcajada y Hidan refunfuño levantándose de la cama, las sábanas resbalaron de su cuerpo en el proceso.

―Qué asco― Se quejo Sakura dando media vuelta para no ver a su amigo desnudo.

Él sonrió con sorna y busco su ropa que estaba esparcida por el suelo de la habitación para poder vestirse. Temari los observaba divertida a través del espejo de su tocador.

―¿Estás vestido?― Pregunto Sakura tapando sus ojos con una mano.

―Si― Le respondió de mala gana.

―Esta noche los niños ricos de mi internado harán una fiesta― Murmuro, Hidan formó una mueca de aburrimiento en su rostro mientras se colocaba los zapatos deportivos ―No pongas esa cara― Lo retó ―Deidara y Sasori irán, además, será divertido― Chillo la de ojos verdes con una sonrisa.

Hidan sonrió divertido, si había alguien que sabía cómo divertirse esa era Sakura. Claro, que siempre había que mantenerla vigilada evitando que se pasará como hacía dos años.

―Pues yo no voy― Confirmó el chico.

No pensaba mal gastar su fin de semana haciendo de niñero. Temari sonrió y se levanto de su tocador recostándose al lado de la pelirrosa en la cama.

―¿Pero podríamos adelantar la fiesta?― Murmuro Hidan con una sonrisa ladina observando a las dos chicas en la cama.

Temari y Sakura lo observaron con una ceja alzada y el sonrió ante sus propios pensamientos lujuriosos.

―Ni en tus sueños― Murmuro Temari enojada ―Lárgate― Lo echo.

―Diviértanse― Comentó con picardía mientras se iba.

Escucharon la puerta cerrarse y Sakura se paró de un saltó sentándose en la cama con las piernas cruzadas.

―¿Hidan?― Pregunto divertida mientras el rostro de Temari se contraía.

―No es nada serio― Murmuro la rubia.

Sakura rió y tomó una almohada entre sus manos.

―Hidan― Volvió a reír sorprendida.

―Tu estuviste con Sasori― Reclamó para que se callara.

―No me acosté con él― Le respondió, Temari bufo al ser derrotada en su propio juego ― ¡Zorra!― Le grito tirándole la almohada por la cabeza.

Temari la fulmino con la mirada.

.

Ino rocío un poco de perfume en sus muñecas mientras acaba de maquillarse. Se suponía que el viernes saldría con Sai pero él le había cancelado, la había llamado una hora antes alegando que tenía mucho trabajo y no podría salir antes. Ino no tenía idea como él había conseguido su número y a pesar que le había cancelado -cosa que ningún chico antes había hecho- quería verlo. Sabía que Sai era distinto a todos con los que había salido en el pasado y no quería perderlo.

―Ya, deja de suspirar― Comentó fastidiada Karin recostada boca arriba en su cama.

Ino sonrió con autosuficiencia observando a la colorada a través del espejo de su tocador.

―No sea envidiosa― Murmuro terminando de formar su alta coleta.

Karin rodó los ojos y la observó levantarse del tocador para verse de cuerpo entero. No le había gustado para nada que su amiga hubiera conseguido un novio mayor y con dinero.

―¿Qué tal?― Pregunto la rubia emocionada dando una vuelta y mostrando su corto y sensual vestido color celeste.

―Está bien― Murmuro Karin aburrida ―¿Iras a la fiesta mas tarde?―

―Pues no lo sé― Murmuro coqueta colocándose una ligera chaqueta color blanco ―Quizás vayamos a otro lado―

―Zorra― Susurro la colorada levantándose de la cama ―Me iré a bañar― Alegó tomando una toalla, Ino ni siquiera la miro, estaba demasiado ocupada admirándose en el espejo ―Que tengas suerte con tu galán― Murmuro con ironía Karin antes de entrar al baño.

―La tendré― Aseguró la rubia.

Observó la hora en su reloj de muñeca. Las ocho de la noche, habían quedado de verse en uno de los mejores lugares de Kioto a las nueve, a Ino ya le habían regresado su coche y Sai no tendría que venir por ella.

Tomó su bolso de encima de la cama y se observó una vez más en el espejo.

―Perfecta― Susurro saliendo de la habitación.

Esta noche tendría mucha suerte.

.

El sonido de los tacones de Hanabi chocando contra el parquet del dormitorio la despertaron. Matsuri se sentó en la cama media dormida y paso sus manos por sus ojos para despabilarse, volteó el rostro a la ventana y observó la profunda oscuridad que había fuera del edificio. Bostezo y volvió la vista sobre el reloj que se encontraba sobre la mesita de noche. Las doce menos cuarto.

¿Qué demonios hacía Hanabi arreglándose a la medianoche?

Entonces recordó que día era, sábado y Hanabi todos los sábados se iba de fiesta. La observó correr de un lado a otro metiendo maquilles y brillo labial en su pequeño bolso color negro y luego entró de prisa al baño cerrando la puerta de un portazo.

Matsuri cerró los ojos con el sonido y volvió a recostarse en la cama con la idea de que hasta que Hanabi no se fuera, no dormiría.

―Cabeza hueca― Murmuro molesta al no poder dormir.

Escuchó unos tres toques en la puerta y supuso que sería el resto de cabezas huecas que vendrían por Hanabi, se levantó enojada de la cama.

―Hola― Lo saludo al abrir la puerta ―Gaara―

Lo observó detenidamente y sus ojos viajaron por la figura masculina frente a ella, llevaba unos zapatos color negro, un jean oscuro y una camisa roja con los primeros tres botones desprendidos, dejando su pecho al descubierto. Su cabello rojizo se encontraba desordenado y caía sobre su rostro varonil remarcando más sus ojos verde agua.

Jamás había visto a un hombre más atractivo en su vida.

Gaara sonrió arrogante al ver como la chica prácticamente lo devoraba con la mirada. Matsuri ni siquiera noto el gesto tan egocéntrico del chico, estaba demasiado ocupada maldiciendo por el aspecto que tenía. Unas medias de algodón blanco, un holgado pantalón pijama estampado y un blusón celeste que le quedaba como tres talles más grandes, su cabello se encontraba desordenado y apostaría que tenía grandes lagañas en sus ojos de dormir toda la tarde. Se paso las manos por los ojos para despabilarse y se peino con los dedos lo mejor que pudo.

―Lo siento, estaba durmiendo― Murmuro avergonzada y sus mejillas adquirieron un leve tono rojizo.

Al fin tenía la oportunidad de hablar con el chico que la traía loca -que para colmo era mayor que ella por un año y no compartían ni una sola clase- y se presentaba así, echa una vagabunda.

―Descuida― Comentó el pelirrojo con indiferencia.

―¿Qué haces aquí?― Le pregunto tomando más confianza.

―¡Mi amor!― Lo interrumpió Hanabi colgándose de su cuello y estampó sus labios colorados en los del chico.

Matsuri mordió su labio inferior con fuerza y bajo la cabeza.

¿Cómo podía ser tan estúpida?

Levantó la vista y los observó besarse en medio del corredor del edificio de chicas. Matsuri sonrió con lástima.

Ella no podía compararse con Hanabi Hyuga.

Los ojos de Matsuri se humedecieron, mordió su labio inferior con fuerza evitando derramar las lágrimas, quería cerrar la puerta, huir, lo que sea, pero aún así no podía moverse, su cuerpo no le respondía seguía parada como tonta mientras Hanabi prácticamente devoraba los labios de Gaara. Por un segundo él abrió los ojos y la observó mientras besaba a Hanabi. La ira recorrió el pequeño cuerpo de la castaña y cerró la puerta de un portazo.

¿Cómo se atrevía a mirarla mientras besaba a su novia?

Camino despacio a la cama y se acostó boca a abajo, abrazó la almohada y ya no aguanto más las lágrimas, comenzó a llorar.

¿Cómo podía ser tan estúpida de olvidarse que Hanabi Hyuga era la novia de Gaara?

.

Sus caros zapatos taco aguja golpetearon una vez más sobre el fino parquet que adornaba el suelo de aquel elegante lugar. Eran ya pasadas las diez de la noche y Sai ni siquiera se aparecía, ya llevaba más de una hora de retraso.

―Disculpe, señorita― La llamó el mozo parado frente a su elegante mesa ― ¿Ya desea ordenar?―

―No― Contesto de mala gana ―Esperó a alguien― Murmuro bebiéndose de un solo trago lo que quedaba en su copa ―Tráigame otro― Ordenó.

Volvió a suspirar y observó su móvil, ni una sola llamada o mensaje de Sai.

―Aquí tiene― Murmuro el mozo dejando la bebida en la mesa.

―Tráigame la cuenta― Ordenó la rubia furiosa mientras se bebía su martini de un solo trago.

Apretó el móvil con rabia mientras se dirigía al coche ¿Cómo se atrevía ese idiota a plantarla? ¡Dos veces! Apretó con fuerza la pantalla de su móvil hasta localizar el número de ese desgraciado.

Uno.

Dos.

Tres tonos.

―¿Hola?― Murmuro una voz masculina del otro lado de la línea.

―¿Dónde estás?― Exigió furiosa.

―¿Quién habla?― Murmuro Sai del otro lado de la línea.

¿Y ni siquiera se acordaba de ella? Esto era el colmo.

― ¡Maldito imbécil!― Lo insulto ― ¡Soy Ino!―

―Ino― Murmuro él sorprendido recordando la cita con la rubia ―Oh, lo siento―

―¡Vete al diablo!― Lo interrumpió ― Será mejor que no vuelvas a cruzarte en mi camino― Chilló furiosa entrando a su coche ― ¡Te odio!― Le gritó colgando el móvil y lanzándolo al asiento trasero ―Bien, Ino― Se habló a si misma observándose por el espejo retrovisor ―Olvidémonos de ese idiota que no sabe lo que se pierde― Dijo más calmada.

Piso el acelerador a fondo y se largó de ese lugar.

.

―Matsuri― Escuchó que la llamaban mientras acariciaban su cabeza con ternura.

Abrió los ojos lentamente y observó el rostro preocupado de Moegi a su lado.

―¿Estás bien?― Susurro Moegi mientras se sentaba en la cama al lado de Matsuri.

Ella cerró los ojos y asintió evitando preocupar a su mejor amiga pero se olvidaba que Moegi la conocía desde niñas y sabía perfectamente que otra vez, Hanabi le había restregado en la cara su noviazgo con Gaara.

―¡Udón deja eso!― Escuchó un grito masculino detrás de ellas.

Se sentó en la cama y observó a Udón y Konohamaru en el otro lado de la habitación revolviendo el placard de Hanabi.

―¡Ropa interior!― Grito Udón sosteniendo una diminuta prenda color roja en su mano derecha.

―¡Deja eso!― Chillo Moegi quitándole la prenda de las manos ―Que asco― Comentó dejando la pequeña prenda en un cajón del placard y cerrando las puertas de este ―Y tu― Dijo señalando a Matsuri con el dedo índice ―Vendrás de fiesta con nosotros―

Matsuri los observó desde la cama interrogante y al fin noto como iban vestidos.

―No tengo ganas― Susurro recostándose nuevamente en la cama.

―Las esperamos afuera mejor― Murmuro Konohamaru tiroteado a su amigo para marcharse del dormitorio.

Moegi asintió y se sentó en la cama junto a Matsuri.

―Matsuri― Le hablo en forma maternal ―Tienes dieciséis años y Gaara es un idiota― Dijo largando una ligera risa ―Vamos a la fiesta. Nunca sales, siempre te quedas a llorar por tu mala suerte. Anda, vamos y te conseguiremos un galán aún mejor que Gaara― La ánimo.

― ¿Mejor?― Pregunto divertida.

―Mucho mejor― Chillo Moegi levantándose de la cama y caminando al placard de la castaña ―Vamos, no me dejaras sola con esos dos idiotas― Bromeo refiriéndose a sus amigos.

Matsuri entrecerró los ojos por el chantaje de su mejor amiga y suspiro rendida.

―Bien, vamos― Acabó aceptando levantándose con pesadez de la cama.

Moegi pegó un gritito de emoción y comenzó a revolver el placard de la castaña.

―Esto será divertido―

.

Frío, esa noche hacía mucho frío.

Demasiado ya que se encontraban entrando recién en otoño. Sakura frunció el ceño cuando el viento soplo en su rostro tirando sus cabellos hacía atrás y despeinándola. Serían cerca de la una de la madrugada. Estaba parada en medio de una solitaria carretera, lo sabía por el concreto que se encontraba bajo sus pies, a unos pocos metros empezaba la tierra, luego los árboles y por último el inmenso mar en el cual se reflejaba la luna.

―¡Me cagó de frío, la puta madre!―

La voz de Kankuro la despertó de su ensoñación. Metió las manos en los bolsillos de su sudadera y sonrió volteando al frente. Kankuro caminaba unos metros más adelante de ella, con las manos metidas en los bolsillos de su jean y temblando de frío, más adelante se encontraba Lee, quien parecía ser el único feliz por la temperatura que había, iba practicando sus pasos de baile y dando piruetas en medio de la desolada carretera y por delante de Sakura, a tan solo unos cuantos pasos se encontraba Tenten, caminaba caris baja y con las manos dentro de los bolsillos de su chaqueta de jean.

―Mierda― Volvió a maldecir Kankuro y su voz retumbó por la oscuridad de la carretera ― ¿Al menos alguien sabe a dónde vamos?― Pregunto fastidiado volteando el rostro para observar a las dos chicas que venía detrás de él.

Llevaban más de cuarenta minutos caminando y ya se estaba cansando. Si hubiera sabido que tendrían que caminar tanto para ir a una dichosa fiesta no hubiera aceptado la invitación de Sakura o hubiera venido con el resto más tarde.

―Estamos cerca― Comentó Lee al ver el silencio de las dos chicas.

Tenten siguió su marcha pasando de los chicos sin siquiera contestar, Sakura por su parte alzó los hombros despreocupada siguiendo a la castaña.

―¿Alguno alguna vez fue a esa dichosa fiesta?― Volvió a preguntar Kankuro fastidiado.

Tenten y Sakura siguieron su camino sin siquiera voltear a contestarle al castaño. Lee dio una pequeña pirueta en medio de la carretera y sonrió, ya quería llegar.

―No― Respondió luego de su pequeño show de baile ―Pero es la única casa a kilómetros a la redonda del instituto. No ha de ser tan difícil encontrarla― Murmuro con una sonrisa.

Kankuro rodó los ojos por la respuesta del cejudo y continuo su camino. Tenten lo escuchó gruñir detrás de ella varias veces pero ni siquiera le hizo caso. Acababa de conocerlo y por lo que parecía era un completo malhumorado. Caminar era lo único que podía llevarlos a la fiesta, ya que ninguno de los cuatro poseía un coche. Caminaba caris baja con las manos en los bolsillos de su chaqueta de jean, tenía mucho frío, más porque Sakura la obligo a usar una minifalda y un crop top color negro. Ella nunca había ido a esas fiestas que se organizaban en la cabaña abandonada pero Sakura había logrado convencerla, la vistió, maquillo y arregló su cabello, ya no usaba sus usuales moñitos, ahora su cabello se encontraba ondulado y suelto, pasando sus hombros. Se veía bonita, muy bonita. Kankuro había babeado cuando la vio pero ella estaba segura que eso, no sería suficiente para llamar la atención de Neji Hyuga.

―¿Cuanto falta?― Volvió a quejarse Kankuro.

Sakura frunció el ceño cuando el viento nuevamente la despeino, acomodó sus cabellos con las manos y escuchó los pasos de los otros tres alejarse. Cerró los ojos escuchando el sonido que hacían las ramas de los árboles al moverse y un escalofrío familiar recorrió su cuerpo.

― Llegamos!― El chillido de Kankuro la despertó y respiro tranquila soltando el aire por la boca al ver a unos metros los coches de los estudiantes.

Se acercaron aumentando el ritmo de sus pasos hasta que la música y las luces se hicieron más potentes y observaron la gran cantidad de chicos que se encontraban en la parte de afuera de la cabaña.

―Entremos― Comentó la pelirrosa dirigiéndose a la cabaña.

Tenten, Lee y Kankuro la siguieron y se colocaron al lado de ella una vez entraron. El lugar estaba repleto de los estudiantes del internado.

.

―Ah, Sasuke― Gimió Karin en su oído mientras bailaba sensual apretando sus senos con el pecho masculino de Sasuke.

Este sonrió de lado y apretó el redondeado trasero de la chica con su mano. Volteó el rostro a la entrada y observo a los recién llegados. Lee, Tenten, Sakura y Kankuro. Paso la vista por cada uno y se detuvo en ella.

Y recordó su cita con Kaya el día anterior.

Sakura llevaba unas botas de tacón color negro, un ajustado jean oscuro y una sudadera holgada color roja. El rostro muy cargado de maquillaje y el cabello corto por los hombros.

Sasuke sonrió de lado y paso su lengua por sus labios, esa noche se divertiría mucho.

.

―Temari y el resto ya vienen en camino― Comentó Kankuro guardando su móvil en el bolsillo.

―Bien. Que empiece la fiesta― Comentó Sakura bajando el cierre de su sudadera y dejando a la vista una ajustada y escotada blusa que apenas si tapaba sus senos.

Sasuke no pudo despegar la vista de su espalda desnuda. Sakura sonrió de lado tirándole la sudadera a Kankuro y se centro en la pista de baile, paso sus manos de forma sensual por su cuerpo, bailando al ritmo de la música y llamó al castaño con el dedo índice. Este río divertido acercándose a su amiga.

.

―Idiota― Murmuro Tayuya enojada mientras se acababa su cerveza de un solo trago.

Su novio la había dejado por competir con Suigetsu y Kiba por ver quién lograba tomar más. Refunfuño mientras pasaba de todos los ebrios y se dirigía a la salida pero se detuvo cuando vio entrar por la puerta a tres desconocidos, dos chicos y una chica rubia, ella poco le importaba pero los hombres realmente eran atractivos. Se veían bastante mayores que ella o sus compañeros.

― ¡Karin!― La llamo intentando despegarla de la boca de Sasuke.

―¿Qué?― Chillo enojada la colorada separándose del chico.

―Mira quienes llegaron― Murmuro.

Ambas voltearon a ver a la entrada de la cabaña como ambos chicos y la rubia se acercaban al centro de la pista.

―¿Quiénes son? Nunca los había visto por aquí― Pregunto la pelirroja curiosa.

Tayuya estaba por contestarle cuando la respuesta vino sola. Sakura abrazo con fuerza a la rubia y luego el pelirrojo prácticamente le comió la boca. Sasuke estaba bastante ebrio pero pudo notar como Sakura y ese chico, que jamás en su vida había visto se besaban mientras bailaban en medio de la pista. Apretó la lata de cerveza entre sus manos y la tiró a un costado.

―Sasuke ¿A dónde vas?― Le grito la colorada mientras lo veía alejarse pero él ni siquiera volteó a verla.

.

―Hola, Tenten― Le susurro al oído.

Él sabía que seguía teniendo el mismo efecto sobre ella después de tanto tiempo. La había estado observando toda la noche bailar con Sakura y la hermana mayor de Gaara y cuando al fin la vio entrar sola a la cocina decidió seguirla. Lo había impresionado mucho su nueva forma de vestir, Tenten jamás vistió así y le asentaba, le asentaba muy bien.

―Neji― Saludó intentando conservar la calma, era por él que no quería venir a la fiesta.

―Estás muy hermosa― La elogió acercándose a ella.

Tenten dio unos pasos hacia atrás quedando atrapada entre la encimera y el cuerpo del chico. Neji sonrió de lado, aún lograba poner nerviosa a la castaña.

―Escucha, Tenten― La llamó ―Yo―

―Tenten― La llamo Kankuro entrando por la puerta.

La castaña lo miro agradecida y empujo a Neji acercándose a Kankuro.

―Kankuro― Susurro.

Él la observó, esa chica le caía bien y Neji Hyuga no le agradaba para nada, ya lo conocía era amigo de su hermano pequeño y al igual que Gaara, solo eran unos niños sin límites que siempre se salían con la suya.

―¿Quieres bailar?― Le pregunto el castaño, la chica asintió agradecida y se marchó sin ver a Neji.

El Hyuga frunció el entrecejo.

― ¿Estás bien?― Le pregunto cuando ya se encontraban en medio de la pista.

―Sí, gracias― Susurro ella abrazándolo por los hombros y acercándolo a ella ―Muchas gracias , Kankuro―

.

Temari estaba bastante ebria, ella y Deidara habían competido por ver quién bebida más tragos de tequila y Sakura había desaparecido hacía algunos minutos.

―Te apuesto― Murmuro Deidara en su oído ―A que no besas a ese niñito― Dijo señalando a un chico con el dedo índice.

Temari lo observo bien, era alto y tenía buen físico, feo no era, pero a Temari le gustaban mayores, con experiencia , por eso estaba con Hidan, aún así él adolescente tenía lo suyo, ojos oscuros y cabello negro atado en una coleta alta.

―Hecho― Le susurro al oído ―Si gano, limpias mi departamento por un mes―

―Bien. Si pierdes― Dijo el rubio ―Me pagas la cerveza un mes―

Temari rodó los ojos ante lo que había pedido su amigo y se acercó al chico, estaba algo mareada de tanto beber.

―Tú. Niño― Lo llamó.

Él no alcanzó ni a contestar cuando ya tenía a una escultural mujer mayor que él besándolo.

―¡Así se hace, Shikamaru!― Gritó su amigo a su lado.

Shikamaru se paralizo en un inicio pero en menos de un minuto ya se encontraba devolviéndole a la rubia el beso.

.

―Nos estamos perdiendo tremenda fiesta― Murmuro Udón malhumorado.

―Cállate― Chillo Moegi ―Además esto es divertido―

Todos la miraron, el lugar prácticamente estaba vacío y si ¿A quién se le ocurriría comer hamburguesas a las dos de la mañana?

―Lo siento― Susurro Matsuri.

Había sido su idea ir a comer hamburguesas en lugar de ir a la fiesta y todos sabían cuál era la verdadera razón por la que Matsuri no quería ir; Gaara No Sabaku.

―Sabes que no importa― Comentó Konohamaru intentando animarla, Matsuri le sonrió agradecida.

―Claro que no importa― Lo secundó Moegi ―Somos tus amigos, te queremos y te elegiremos por sobre cualquier fiesta―

― ¿En serio?― Preguntó tímida la castaña.

―En serio― Aseguró Konohamaru ― ¿Verdad, Udón?―

―Sí, claro―

.

Siguió con sus ojos el movimiento que hacían las caderas de la pelirrosa al subir las escaleras, hacía horas que quería tenerla sola pero parecía que ese pelirrojo estaba pegado a ella. La vio entrar al baño del piso de arriba y se acercó de prisa abriendo la puerta de golpe. Sakura lo miró divertida con una ceja alzada mientras se apoyaba en el lavamanos, lo estaba esperando.

―Sasuke― Susurro ―¿Qué haces aquí?― Pregunto ella con falsa ingenuidad cuando él cerró la puerta detrás de si.

Había estado toda la noche observándolo y si Sasuke no la buscaba tendría que hacerlo ella pero por lo visto había funcionado el darle celos con Sasori. El Uchiha sonrió de lado acercándose a ella, paso la yema de sus dedos despacito por el abdomen descubierto de la chica y la apretó contra el lavamanos haciéndola gemir en el proceso.

―Sabes, Sakura― Susurro acariciando sus labios con los suyos ―Ayer bese a tu hermana― Le confesó, Sakura frunció el ceño ¿A dónde quería llegar con eso? ―Y ahora quiero probar que tal besas tu― Dijo arrogante.

Sakura iba a protestar pero el chico estampó sus labios con fuerza contra los de ella, Sakura se removió inquieta, eso a él le gusto aún más. La apretó con fuerza colocando una de sus manos en la espalda de la chica y la otra entre sus cortos cabellos acercando el rostro femenino al suyo, Sakura apretó con fuerza sus manos contra el pecho del chico intentando quitárselo de encima pero Sasuke mordió su labio inferior con fuerza para poder meterle la lengua hasta la garganta.

Ese beso no se parecía en nada al que le había dado a Kaya.

No era lento.

No era suave.

No era romántico.

Y lo peor, a Sakura le gusto .

Sus manos dejaron de hacer presión sobre el pecho masculino para abrazarlo por los hombros, enredó sus dedos en el azabache cabello del Uchiha y tiró de él aumentando la excitación del chico. Sasuke paso una de sus manos por la espalda de la chica acariciándola y la otra la bajo desde la nuca hasta pecho presionando uno de sus senos con fuerza. Ella se quejo contra sus labios y se restregó contra él notando lo excitado que estaba. Eso a Sasuke le gustó aún más.

Sakura no era tímida como Kaya.

Ambas hermanas eran el complemento perfecto, una de la otra y él las tendría a ambas. Empezando con Sakura a quien pensaba cogerse en ese baño.

.

― ¿Y tú?― Murmuro Karin con burla al ver entrar a Ino a la cabaña.

―No me hables― Chillo de mala gana y le quitó la botella de la mano dándole un profundo trago.

.

―Irresponsables― Murmuro Deidara mientras guardaba en su bolsillo tres billeteras y un móvil.

Sonrió de lado, esa fiesta era algo aburrida pero por lo menos había logrado conseguir algo de dinero. Observo a Temari comiéndose la boca del niño, que él mismo le había elegido. Genial. Ahora tendría que limpiar el departamento de Temari por un mes. Sonrió de lado, él también necesitaba diversión, ya había trabajado demasiado. Se acercó a una voluptuosa pelirroja y paso una de sus manos por la cintura de la chica apegándose a su espalda.

―Hola, hermosa― Le susurró al oído, ella volteó a verlo con una sonrisa ― ¿Cómo te llamas?― Le pregunto atrayéndola a su cuerpo.

―¡Tayuya!― Escuchó un grito masculino detrás de ellos.

Se separo de la chica observando al castaño que lo miraba furioso y lo siguiente que sintió fue el golpe del chico en su rostro.

―¡No toques a mi novia!― Grito Neji.

―¡Pelea!― Grito Sasori golpeando a Neji para defender a su amigo.

Deidara se recompuso del golpe y se lo devolvió al castaño. Sonrió de lado al ver la pelea que se estaba formando en medio del living de la vieja cabaña. Ahora si la fiesta se había puesto divertida.

.

―Sakura― Gritó Tenten abriendo la puerta del baño de golpe ―Lo siento― Murmuro volteando el rostro avergonzada.

Sakura empujó levemente al azabache alejándolo de ella, Sasuke frunció el ceño enojado por la intromisión de la castaña.

―Debemos irnos― Comentó Tenten observando un punto fijo y evitando ver la pareja que estaba quitando la ropa en ese baño.

―¿Qué ocurre?― Murmuro Sakura acomodando su blusa.

―Sasori― Susurro Tenten a modo de respuesta ―Te espero abajo― Dijo cerrando la puerta y marchándose de esa incómoda situación.

―Ni se te ocurra irte― La amenazo Sasuke tomándola con fuerza del brazo cuando la vio avanzar hacia la puerta.

Sakura alzó una ceja interrogante y lo miro divertida.

―Suéltame― Ordeno soltándose del agarre masculino ―Lo seguimos en otra oportunidad, bonito― Le dijo dándole un casto beso en los labios y se marcho.

Sasuke apretó los puños con fuerza y golpeo la pared con su puño.

― ¡Maldita!― Gritó.

Sakura se había ido y lo había dejado muy caliente y ahora debería resolverlo solo sino quería que todos vieran en que estado lo dejo la pelirrosa.

.

Sakura bajo corriendo las escaleras y observó sorprendida la pelea que se desarrollaba en medio del living.

―Sakura, larguémonos de aquí― Murmuro Temari tomándola de la mano.

― ¿Qué ocurrió?― Pregunto la pelirrosa observando el caos que se formo de un minuto a otro.

―Luego te explico― Comentó Temari tirando de la mano de Sakura ―Vámonos. Tenten espera afuera― Le ordenó escabulléndose entre la montonera de personas que había en el centro del living golpeándose los unos a los otros.

Salieron corriendo de la cabaña dirigiéndose a una costosa camioneta de caja cerrada color roja.

―¿De dónde sacaron esa camioneta?― Preguntó Sakura sorprendida.

Ninguno de los chicos ganaba el suficiente dinero como para comprar un coche tan caro.

―¡Es mía! ¡Súbanse!― Grito Sasori desde el asiento del piloto.

Sakura y Temari se miraron curiosas entre sí, ya averiguarían de dónde sacó el pelirrojo tan costoso vehículo.

―Esperen, falta Lee― Chilló Tenten desde el asiento trasero mientras Temari se sentaba junto a ella y Sakura en el asiento del copiloto.

Sasori bufo fastidiado.

―Aquí esta Lee― Comentó Kankuro.

Tenten observó al castaño y al tal Deidara cargar a Lee desmayado.

―¿Qué le paso?― Chillo Tenten preocupada al ver a su mejor amigo en ese estado.

―Lo noquearon por accidente mientras intentaba huir de la pelea― Comentó Deidara divertido ganándose una mirada furiosa de Tenten.

―¡Pónganlo atrás y vámonos!― Grito Sasori histérico.

Deidara y Kankuro colocaron al desmayado chico en la caja de la camioneta detrás del asiento, ya que esta conectaba con la cabina y se sentaron en el asiento trasero. En cuanto todos estuvieron dentro del coche Sasori arrancó a toda prisa. Ya estaba comenzando a amanecer y Sasori y Deidara cada vez estaban más nerviosos.

―Bien ¿Qué ocurre aquí?― Susurro Sakura mirando a Sasori y Deidara con el entrecejo fruncido.

―Nada― Murmuraron al mismo tiempo.

Sakura y Temari se miraron, ellas sabían que algo no andaba bien. Tenten y Kankuro no entendían nada y Lee aún continuaba desmayado en la caja de la camioneta. Ya estaban entrando a la ciudad cuando una patrulla de policías comenzó a perseguirlos.

―¿Por qué nos siguen? No sobrepasaste el límite de velocidad― Dijo Kankuro observando la patrulla que se les acercaba.

―Detente, quizás ocurra algo― Le aconsejo Tenten un poco nerviosa.

Los amigos de Sakura no le daban ninguna seguridad.

―No ocurre nada― Contesto Sasori aumentando la velocidad ―¡Sujétense!― Grito dando una vuelta de golpe en una esquina intentando perder a la policía.

―¿Estás loco?― Grito Tenten sujetando el brazo de Kankuro con fuerza.

―¡Para el coche, Sasori!― Le exigió Temari.

―¡Ya cállense todos!― Gritó el pelirrojo histérico.

―Bien, calma― Murmuro Sakura calmando al resto ―¿De dónde sacaste la camioneta, Sasori?― Le pregunto, el pelirrojo observó nervioso a Deidara por el espejo retrovisor ―Dime― Exigió.

―La camioneta es robada― Murmuro el pelirrojo fastidiado de ser descubiertos.

―¿Acaso son idiotas?― Les grito Temari ― ¿Cómo van a robar una camioneta?―

―La íbamos a devolver― Se justificó Deidara.

―Además tu dijiste que trajéramos un vehículo y Pain y Konan salieron y son los únicos con coche― Se defendió Sasori ―Era la única manera―

―¿Robar?― Murmuro Temari ―¡Bien hecho imbéciles! ¡Por eso la policía nos persigue! ― Grito histérica ―Nos meterán presos, somos mayores de edad nosotros― Les grito la rubia furiosa.

¿Cómo podía tener esa clase de amigos? Una cosa es robar el coche de tus padres a los diecisiete años, otra muy distinta es robar una camioneta a los veinte.

―Genial― Susurro Sakura cerrando los ojos.

¿Cómo no se lo imagino al ver el coche en que habían llegado sus amigos?

―¿Ahora qué haremos?― Grito Tenten ―¡Iremos presos!―

― ¡Cállense!― Grito Deidara ―Debemos perder a la policía― Hablo más calmado.

Todos guardaron silencio escuchando el sonido de las sirenas de la policía de fondo y Sasori ya no sabia a donde dirigirse.

―Muévete― Ordeno Sakura, Sasori la miro confundido ―Déjame conducir, yo los pierdo― Aseguro la chica quietándose el cinturón de seguridad.

―¿Segura?― Le pregunto Sasori no muy convencido.

Sakura asintió parándose en el asiento del copiloto y agachándose un poco para no golpearse la cabeza. Sasori intento pasarse al asiento contiguo sin soltar el volante mientras el resto los miraba entre asustados y asombrados desde el asiento trasero.

―Bien, sujétense― Les dijo Sakura una vez en el asiento del piloto.

―Sakura― La llamo Tenten asustada ― ¡Detén el coche!―

―Tranquilos― Los intentó calmar Deidara ―Sakura conducía coches en carreras clandestinas cuando se escapaba del manicomio a los quince años― Comentó divertido el rubio ganándose una mirada furiosa por parte de las de ojos verdes.

―¿Manicomio?― Susurro Tenten confundida.

El resto se miraron incómodos y Temari le dio un codazo al rubio por lo que había dicho.

―¡Ay!― Se quejo el rubio sobándose el estómago donde la chica lo había golpeado.

Temari lo miro con los ojos entrecerrados y el rubio entendió que no debía abrir su boca para comentar cosas del pasado de la pelirrosa frente a los niños ricos de ese instituto.

―Lo siento― Susurro bajito Deidara, Temari suspiro cansada.

Por más de tener veinte años, Deidara se asemejaba más a un niño que a un adulto.

―¿Qué ocurrió? ¿Dónde estoy?― Comentó Lee despertándose aun recostado en la caja de la camioneta.

―¡Lee!― Chillo Tenten más contenta que él único normal de ese coche al fin despertara.

―Será mejor que se sujeten― Aconsejo Sakura con una sonrisa de lado mientras presionaba su pie en el acelerador ―Esto se pondrá divertido― Sonrió haciendo que la camioneta girara de golpe y tomara otro rumbo perdiendo así a las ahora tres patrullas de policía que los perseguían.

Sasori escuchó entre los gritos de los otros seis que iban en la camioneta como las sirenas de la policía se alejaban poco a poco y suspiro más tranquilo, Sakura no había perdido el don de conducir a pesar de estar encerrada tantos años en ese lugar.

―¡Los perdimos!― Grito Lee observando por la ventana trasera, mientras Sakura estacionaba frente a un lago.

Todos suspiraron más tranquilos.

―Yo me bajo― Chillo Tenten intentando pasar por arriba de Kankuro para poder abrir la puerta ya que se encontraba atrapada entre los dos hermanos No Sabaku.

―Mierda― Se quejo Sasori cuando el sonido de las sirenas se hizo más cercano.

―¿Ahora qué vamos a hacer?― Chillo Tenten ― ¡No quiero ir presa!― Dijo histérica.

―¡Pisa el acelerador, mocosa!― Gritó Deidara observando a la pelirrosa.

Sakura apretó el volante entre sus manos y clavo su vista al frente, en el lago que se encontraba justo frente a ellos.

―Solo hay una forma de perderlos― Murmuro.

―Ni lo pienses― Susurro Sasori adivinando sus pensamientos.

No por nada era su mejor amigo, no por nada la conocía desde niños y no por nada, fue él quien estuvo con ella cuando se intentó suicidar por segunda vez a los quince años con aquel cóctel de pastillas y alcohol. Él la cuido, la protegió y la ayudo a escapar del hospital psiquiátrico cada vez que ella lo necesitaba. Sakura era su amante pero primero que nada era su mejor amiga .

― ¿Pensar? ¿Pensar qué?― Pegunto Lee histérico.

―Es la única forma de escapar― Murmuro Sakura en voz baja quitando el freno de mano ―Aguanten la respiración― Aconsejo con voz un tanto sádica.

Todos se miraron confundidos cuando la camioneta empezó a avanzar cuesta abajo, todos creyeron que Sakura tomaría el control del vehículo a último minuto.

No lo hizo.

Y la camioneta se hundió en medio del lago.

.

Las patrullas de policías pasaron a toda prisa delante del lago sin ver nada sospechoso. La camioneta robada junto con todos los chicos no identificados que iban en ella había desaparecido. En medio del lago comenzaron a salir algunas burbujas mientras el agua se agitaba un poco.

Uno.

Dos.

Tres.

―¡Sakura, estás loca!― Gritó Temari tomando aire mientras flotaba en la superficie.

Detrás de ella salieron Tenten, Kankuro y Lee.

―Mierda― Se quejo Kankuro mientras intentaba recuperar el aire perdido.

―¿Sakura?― La llamo Temari al no verla en la superficie ― ¡Sakura!― Gritó observando para todos lados sin ver rastro de la pelirrosa.

― ¡Sakura!― Gritó Sasori.

―Dejen de gritar― Los llamó Sakura, parada al borde del lago mientras retorcía su cabello quietándose el exceso de agua ―Aquí estoy―

―Estás loca, verdaderamente loca― Reclamó la rubia saliendo del lago furiosa.

Detrás de ella salieron todos maldiciendo.

―Era la única forma de escapar― Murmuro divertida la pelirrosa ganándose una mirada furiosa de los otros seis chicos.

Sakura sonrió mientras los veía alejarse caminando despacio y empapados por el medio de la calle. Sonrió y corrió a alcanzarlos colocándose al lado de Temari. Delante de ella caminaban Tenten y Lee y detrás venían Kankuro, Deidara y Sasori, este último la miro divertido y negó con la cabeza.

Sakura jamás cambiaría.

― ¿A poco no fue divertido?― Comentó la pelirrosa captando la atención de todos.

― ¡Sakura!―

.

.

.