Capítulo IX:
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RECUERDOS DE CRISTAL
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―¿Hinata?―
Hinata despertó de golpe al escuchar la voz de su compañera de dormitorio. Sakura alzó una ceja al verla dormir en el escritorio sobre unos libros.
―No deberías dormir sobre el escritorio, te contracturas― La reto dirigiéndose al placard en busca de toallas y ropa limpia.
Hinata se sonrojó ante su comentario, había estado toda la noche del sábado estudiando para la primera prueba del semestre. Se levantó despacio pasando sus manos por su rostro para despabilarse y se dirigió a su cama.
―Mañana hay prueba y quiero que me vaya bien― Murmuro con voz suave.
Sakura suspiro, había olvidado la prueba. Improvisaría.
―¿Qué te paso?― Pregunto Hinata ya acostada en su cama al ver el estado que traía su compañera.
―Llovió― Susurro la pelirrosa entrando al baño.
Hinata frunció el ceño, esa noche no había llovido. Sakura era demasiado extraña y por momentos eso la incomodaba. Dio media vuelta y volvió a dormir, ella no necesitaba estudiar un sábado por la noche, ella lo hacía todos los días pero su padre le tenía prohibido salir del internado sin su permiso y era demasiado cobarde como para escaparse como su pequeña hermana, Hanabi.
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―Mierda― Se quejó por cuarta vez el rubio mientras se golpeaba contra la mesita de noche.
Dio pequeños saltos sujetándose el pie golpeado y cayó al suelo provocando un ruido sordo. Shion se despertó furiosa y encendió la luz.
―¡Naruto!― Le grito.
―Shh― Murmuro el rubio colocando su dedo índice sobre los labios de la rubia ― ¿Quieres que la decana me descubra?― Susurro observando a todos lados de la habitación.
Como si Anko fuera a venir un domingo a las ocho de la mañana a su dormitorio. Shion rodó los ojos y junto toda la paciencia que siempre guardaba para su novio pero a veces ese atolondrado que llamaba novio, la volvía loca.
―Solo vístete en silencio― Dijo la rubia intentando no matarlo, se dio media vuelta cubriéndose hasta la cabeza con las cobijas e intentando volver a dormir.
Naruto hizo caso omiso de su consejo, busco su ropa y se vistió a toda prisa tirando varios libros y adornos al suelo. Habían decidió no ir a la fiesta la noche anterior, Shion no quería que Naruto pasará aún más tiempo con la chica nueva y que mejor forma que tenerlo con ella una noche entera, así le demostraría quien era su novia. El rubio tomo la chaqueta que se encontraba sobre el escritorio, solo le faltaba calzarse cuando escuchó unos pasos, Shion despertó de golpe.
¡Maldición!
Por primera vez, la mojigata de Tenten sale de fiesta y debía volver temprano.
―Escóndete― Murmuro la rubia tomando su pijama y vistiéndose de prisa.
Tenten metió la llave en la cerradura y entró a su dormitorio, lo único que quería era darse una ducha caliente y meterse en la cama luego de la noche que la Haruno la había hecho pasar.
―Parece que la santurrona se divirtió ¿Qué paso que estás toda mojada?― Se burlo Shion desde su cama cuando Tenten entró.
La castaña paso de ella, hoy no quería pelear, tomó ropa limpia del placard y se quito la ropa húmeda. Shion la observaba en silencio. ¿Por qué demoraba tanto en elegir una pijama y meterse al baño? Tenten la miro confundida antes de entrar al baño y la rubia suspiro más tranquila una vez la puerta se cerro. Aguardo unos minutos hasta sentir la regadera desde el baño y corrió a su placard a sacar a su novio.
―Vamos― Le ordenó sacándolo del placard de prisa y le alcanzo los zapatos.
Naruto sonrió nervioso colocándose la chaqueta y se encaminó a la puerta.
―Ya vete― Susurro la rubia divertida cuando el Uzumaki la apretó de la cintura para besarla.
Sonrió cerrando la puerta y se encaminó a la cama nuevamente.
―Naruto― Murmuro recostándose en su cama ―No te dejaré ir por nada del mundo―
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Sakura salió del baño terminando de cepillar su cabello húmedo, se sentó en la cama y bostezo, esa noche había sido una locura, lo único que quería era irse a dormir.
Observó su móvil sobre la mesita de noche y lo encendió rezando que funcionara o tendría que pedirle a su madre uno nuevo y darle explicaciones de como había ahogado el aparato. La pantalla se encendió dejando algunas zonas oscuras a causa del agua pero pudo ver la notificación de las siete llamadas perdidas de su madre.
―Sakura, al fin― Chillo Hikari desde el otro lado de la línea telefónica.
―Ya― La intentó calmar la pelirrosa ― ¿Qué te pasa? ¿Por qué me llamaste tantas veces? Estaba dormida― Se excusó.
―Tenshi tuvo un ataque de asma ayer― Dijo la mujer preocupada.
―¿Qué?― Grito la pelirrosa despertando a Hinata.
Esta se sentó en la cama y observó preocupada como Sakura se quitaba el pijama y se vestía de prisa con una sudadera color roja y un holgado jean desgastado.
―Voy para ahí― Sentenció la pelirrosa.
Hikari no alcanzó a decirle que ya todo está bien, su hija le había cortado. ¿Por qué nunca la dejaba terminar de hablar?
―¿Pasó algo?― Le preguntó Hinata desde su cama.
―No― Contesto la otra chica acercándose a la puerta.
Salió del cuarto colocándose el abrigo de prisa y bajo las escaleras encaminándose a la salida. Fue cuando abrió la puerta de entrada que choco con el rubio que iba tan o más apurado que ella.
―Sakura― La llamó el rubio.
―Naruto― Murmuro observándolo por sobre su hombro ―Debo irme, mi hermanito tuvo un ataque de asma y debo ir a mi casa― Explico alejándose a la salida del campus.
Apretó el móvil con bronca, se le había apagado nuevamente y debía llamar un taxi cuanto antes.
―Deja te llevo, es domingo no conseguirás taxi― Comentó el rubio alcanzándola.
Sakura sonrió agradecida. Tenshi era demasiado importante como para hacerse la orgullosa.
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―¡Hikari!― Gritó la pelirrosa ingresando a su hogar, Naruto iba tras ella.
―Sakura― La saludo su madre ―Tenshi está bien― Pero se calló de golpe al reparar en el chico que acompañaba a su hija ― ¿Quién es él?― Pregunto con una sonrisa.
―Un amigo― Murmuro Sakura sin darle importancia, el rubio sonrió detrás de ella ―Dime que paso― Le exigió preocupada.
―Tenshi tuvo otro ataque de asma― Comentó ―Por suerte tu primo había venido de visita y me ayudo a llevarlo al hospital― Explicó la pelirrosa mayor ―Como veo que no nos van a presentar― Comento divertida dirigiéndose a Naruto ―Yo soy Hikari Inomura, la madre de Sakura― Murmuro con una sonrisa acercándose al joven que acompañaba a su hija.
―Un gusto, Naruto Uzumaki. Soy compañero de Sakura en el instituto― Respondió el rubio, Sakura frunció el ceño incómoda.
―Gracias por traerme, Naruto. Pero creo que ya deberías irte― Comentó Sakura ―Me quedaré aquí, mi primo me llevará más tarde al instituto con mi hermano― Alegó dirigiéndose al rubio.
Ella no quería que él estuviera ahí y descubriera que Kaya no estaba.
―Sakura― La regañó Hikari.
La verdad le agradaba que su hija al fin tuviera otros amigos que no fueran los delincuentes de Sasori, Deidara y Kankuro.
―De acuerdo― Comentó Naruto, confundido por la actitud de la chica.
Sakura sonrió y lo acompaño a la puerta de prisa evitando que su madre se acercara a seguir con la charla.
―Espero que tu hermano se recupere― Se despidió el rubio ya en la puerta ―Si necesitas algo llámame― Dio media vuelta para encaminarse a su coche pero Sakura lo sujeto del brazo obligándolo a voltear a verla.
―Gracias, Naruto― Comentó besando la mejilla del chico que de inmediato adquirió un leve tono rosa ―Eres un buen chico― Se despidió la pelirrosa cerrando la puerta.
Naruto quedó atontado por la acción de la chica, se llevo la mano a la mejilla y sonrió como si fuera estúpido. Algo estaba comenzando a pasarle con Sakura y eso no estaba bien, él tenía novia y se suponía que la quería ¿No? Caminó al coche y se alejo de la casa de la Haruno.
Eres un buen chico. Nuevamente le había dicho lo mismo ¿Qué quería decirle con eso?
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―Déjalo descansar― Comentó una voz masculina detrás de ella.
Sakura frunció el entrecejo y bajo los pocos escalones que había subido, ella solo quería asegurarse que Tenshi estaba bien.
―Sai― Lo saludo volviendo a la sala.
Él sonrió de lado, con esa sonrisa tan falsa característica de él. Recordaba que Kaya le tenía miedo cuando eran niñas. Sai la asustaba con esa sonrisa sádica y maléfica, en cambio a Sakura, le encantaba.
―Te extrañe― Comentó tirándose a sus brazos.
Él chico le respondió el abrazo enseguida. Era cierto, su pequeña prima había salido al fin del manicomio y por como la había visto, seguía siendo la misma niña malcriada de siempre. Hikari sonrió observándolos unos metros mas alejada y Sakura clavo sus ojos en ella.
―Hikari― La llamo sacando el móvil empapado del bolsillo de sus sudadera ―Necesito uno nuevo―
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―Te dejo plantada― Rió Karin con burla ―Dos veces― Chilló largando una carcajada.
―¡Cállate!― Sentenció Ino con rabia mientras se cruzaba de brazos.
Se encontraban en el parque frente al edificio principal del internado, eran cerca de las siete de la noche del domingo, el sol ya se estaba ocultando y el campus empezaba a iluminarse por los faroles que había por el lugar. La mayoría de los estudiantes se encontraban allí distribuidos entre las mesas del lugar.
―Juro que cuando vuelva a verlo, lo voy a matar― Dijo Ino con rabia y Karin sonrió a su lado ―Esa perra― Chilló Ino captando la atención de su amiga.
La pelirroja volteó a observar en la misma dirección que veía la otra chica y se encontró con la Haruno bajando de aquel elegante coche con un atractivo pelinegro.
―¿Ese es tu Sai? ― Pregunto Karin observándolos.
Ino bufo fastidiada.
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―Gracias por traerme― Susurro la pelirrosa mientras bajaba del coche.
Sai sonrió acercándose al asiento trasero y tomo en brazos al pequeño niño que se encontraba dormido.
―¿Puedes sola? ― Le pegunto cuando se lo alcanzó a la pelirrosa.
―Si― Murmuró acomodando mejor al pequeño entre sus brazos ―Sai― Susurro ―Gracias― Acabo diciendo en voz baja.
Sai la miro con ternura, su pequeña prima estaba tan confundida y perdida en esta vida.
―Tranquila― Murmuro aproximándose a ella ―Somos familia―
Sakura sonrió alejándose de él. Sai la observo marchándose y largo una risa baja subiendo al coche. Quien diría que Sakura asistía al mismo instituto de la preciosa rubia a quien ya había plantado dos veces.
Debía compensarlo.
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Sakura observó el papel en blanco que descansaba entre sus manos. La primera prueba del año había comenzado hacía quince minutos y ella continuaba leyendo y releyendo las preguntas, no recordaba nada.
Suspiró frustrada. Pedirle a Sasori que robara las respuestas del examen de admisión había sido muy mala idea.
Observó detenidamente a su alrededor, a su lado estaba Naruto quien tenia la hoja incluso más limpia que la de ella. Siguió recorriendo el salón con la vista ubicando a Tenten y Hinata más alejadas, ellas no podían pasarle nada. Unos lugares más y sus ojos chocaron con los del Uchiha. Este la miró con el entrecejo fruncido, Sakura lo miró confundida ¿No se habían besado el sábado por la noche? Ella debería ser la enojada por besarla a ella y a Kaya. Sasuke desvió la vista de la Haruno y volvió a su hoja. La había visto llegar con otro sujeto el domingo por la tarde.
¿Con cuántos tipos andaba Sakura?
Bufo fastidiado. Eso a él no le importaba. La vio levantarse del asiento y entregar su hoja en blanco. El profesor Iruka la miro sorprendido ¿La chica que tenía el puesto número uno en los exámenes de admisión entregaba la primer prueba semestral en blanco? Sasuke sonrió. Sería fácil recuperar el puesto número uno.
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― ¿No deberías estar en prueba?―
―Ah. Me asustaste― Chillo observando a su amigo enojada.
Kankuro se levantó del suelo donde minutos antes estuvo sentado y ambos emprendieron la marcha por los pasillos escolares.
― ¿Qué haces aquí?― Preguntó Sakura.
―Estudió aquí― Le dijo con una sonrisa.
―Vaya broma― Comentó la pelirrosa.
―No es broma― Alegó enojado ―Quise terminar la secundaria y que mejor que aquí. Papá y mamá, están felices― Agregó lo último con burla.
Sakura sabía que Temari y Gaara eran los preferidos de la familia No Sabaku. Kankuro solo era el rebelde que dejo los estudios hacia más de un año y se fue a vivir con amigos y estudiar arte.
―¿Por?― Preguntó curiosa de la decisión del castaño.
―Tenten― Sakura sonrió con burla ―La chica me gusta― Alegó con una sonrisa.
―Ni lo pienses― Lo cortó en seco.
Kankuro la miró confundido. Sakura siguió su camino doblando en la esquina del corredor escolar y se detuvo frente a una enorme vitrina de vidrio repleta de trofeos.
―¿Ves eso?― Comentó señalando los trofeos ―Los gano Tenten. La chica es la mejor deportista del instituto, gano todos esos premios ella solita. Gimnasia, atletismo, karate. Tú odias el ejercicio, no corres y solo comes y duermes. Tiras pintura y dices que es arte y haces esos terroríficos títeres― Murmuro, sonrió y dio media vuelta para alejarse de su amigo ―Aléjate de ella― Le ordenó.
―¡Ni muerto!― Le grito, Sakura siguió su camino sin prestarle atención ―¡Tenten, será mía!― Volvió a gritarle mientras veía a su amiga alejarse.
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―Vamos, Naruto― Lo animó Suigetsu sentándose a su lado en el sillón y pasando su brazo por los hombros del rubio ―Solo es un juego― Dijo divertido.
Estaban en la sala de la casa de los Shinobis.
―A mi no se me hace divertido― Murmuro el rubio quietándose el brazo del albino de encima ―Yo no voy a hacer eso― Dijo serio.
―Si no quieres― Comentó serio el Uchiha captando la atención de los chicos que se encontraban allí ―No lo hagas pero no dirás nada― Lo amenazó.
―No soy un soplón― Alegó el rubio ya más enojado.
―Ya, cálmense― Ordeno el Hyuga entrando en la conversación ―Es solo un juego― Murmuro ―Un juego que yo pienso ganar― Sentenció con una sonrisa de lado sentándose en el sillón frente al rubio.
―Bien, elijan sus chicas― Comento burlón el albino ignorando a Naruto ―Y recuerden, ni Karin, ni Tayuya, ni Shion― Murmuro observando con burla al rubio, Naruto frunció el ceño ―Ni Hanabi, ni Sakura― Las enumero.
―¿Por qué la Haruno no?― Pregunto Neji.
―Necesitamos chicas difíciles― Comentó el albino.
―Pues a ti Sakura si te lo ha puesto difícil― Se burlo el Uzumaki.
Sakura le caía bien y no le gustaba que hablaran así de ella. Suigetsu lo miro furioso.
―Matsuri― Resonó la potente voz de Gaara hablando por primera vez en todo ese rato, los otros cuatro lo miraron en silencio ―Yo elijo a Matsuri―
―Bien, Neji ¿Tu?― Pregunto Suigetsu.
―Tenten― Murmuro, sonrió de lado al recordar la noche del sábado, si que estaba hermosa .
Ya la había perdido una vez, ahora la volvería a tener a sus pies como siempre debió ser.
―¿Sasuke?― Consulto el albino.
―Kaya― Dijo captando la atención de todos, Naruto lo miro con el ceño fruncido.
―Ella no― Murmuro el rubio acercándose a su amigo.
―Oigan, basta― Comento Suigetsu colocándose entre los dos amigos ―Cada quien puede elegir a quien quiera― Agregó, Sasuke sonrió altanero.
El rubio apretó los puños, él no quería que Kaya sufriera -otra vez- por su amigo. Dio media vuelta y camino a la salida de la casa alejándose de sus amigos.
―Yo no quiero saber nada de sus canalladas― Agregó por sobre su hombro y se marcho del lugar dando un portazo.
Él no era como ellos, él no jugaba con los sentimientos de los demás. Él jamás sería como Sasuke y ya estaba harto de esos estúpidos juegos que se inventaban sus amigos.
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―Naruto― Lo saludo.
El rubio volteó a ver a la pelirrosa, le sonrió y volvió la vista a la nada. Sakura suspiro y se sentó a su lado en las gradas de la cancha de fútbol. Era jueves, ella acababa de salir de clases y ni Naruto, ni Sasuke habían asistido.
―¿Y a ti que te pasa?― Le pregunto después de unos minutos en silencio.
El rubio suspiro. Quería decirle lo que Sasuke planeaba hacer con su hermana pero no podía, es decir, Sasuke era el mayor idiota que conoció en su vida pero era su mejor amigo, él y el resto de los chicos y por más que quisiera esos juegos siempre los hacían y quedaban entre ellos, era una simple apuesta que se inventaban cada año.
―Nada― Dijo de mala gana.
―Bien, entonces sino te pasa nada ¿Por qué no fuiste a clases?― Volvió a insistir la pelirrosa a su lado.
―Me dormí― Volvió a hablar serio sin mirarla, tenía la vista clavada en la cancha de fútbol frente a ellos.
Sakura chasqueó la lengua y se levanto de un salto.
―No te molesto más― Murmuro enojada.
―Espera― La llamo levantándose detrás de ella, Sakura volteó a verlo ―¿Vamos a tomar algo?―
Sakura asintió con una sonrisa, Naruto la tomo de la mano y se alejaron dirigiéndose al estacionamiento.
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―Maldita― Susurro Shion observándolos alejarse.
Apretó los libros entre sus manos con bronca. Cerró los ojos y respiro varias veces para calmarse. Ella era su novia después de todo y Sakura solo era una amiga. Nada más. No debía preocuparse.
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―Sakura―
Despertó de golpe observando la habitación en penumbras. Hacía tanto frio. Observó la pequeña nube de humo que se formó cuando sopló aire por su boca y se levantó de la cama despacio. Estaba descalza y llevaba únicamente un remeron color blanco, observó a Hinata durmiendo tan tranquila en la cama de enfrente.
¿A caso no sentía frío?
―Hinata― La llamó, la pelinegra se removió en la cama pero aún así no se despertó ―Hinata― Volvió a llamarla inútilmente la chica parecía estar profundamente dormida.
―Sakura―
La vocecita volvió a hacerse presente, Sakura tembló de miedo saliendo del dormitorio.
―Sakura―
Caminó despacio por el pasillo de los dormitorios sintiendo el frío aumentar. Sus manos temblaban, más de miedo que de frío pero aún así continuo hasta llegar a la escalera.
―¿Qué haces cuando te abandonan? ―
Esa vocecita iba a volverla loca.
―No lo sé― Lloriqueo y su voz se escuchó tan bajita.
Su cuerpo tembló cuando sintió el frío recorrer su espalda. Dio media vuelta y la observó parada en medio del corredor. Sakura tembló con cada paso que la pequeña daba hasta que se situó frente a ella. Hacía tanto no la veía.
―Kaya― La llamo.
La niña sonrió y la empujó escaleras abajo. El cuerpo de Sakura rodó hasta llegar al piso inferior. Se quejo de dolor aún acostada en el suelo y observó a su pequeña hermana riendo en la cima de la escalera.
Sakura sintió el hilillo de sangre bajar por su frente hasta su mentón y se levanto de prisa saliendo del edificio de las Konoichis. Afuera hacia incluso más frío. Estaba pérdida, ida, mareada. Todo le daba vueltas, no sabía a donde ir y tenía tanto miedo.
―¿Sakura?―
Sasuke se había tenido que ir muy temprano a ver a su madre ese día, había tenido una nueva sesión de quimioterapia y había regresado hacía unos minutos, dejo su coche en el estacionamiento del campus e iba para su edificio. Solo quería meterse en su cama. Ese día había sido agotador. Lo primero que vio fue una tonta niña caminando en la oscuridad, no le dio importancia, probablemente era alguna chica que se escapaba para ver a su novio pero supo quien era cuando distinguió su color de cabello.
―Sakura― La llamo aproximándose a la chica.
Ella clavo sus ojos verdes en él y Sasuke pudo notar la sangre emanar de la herida en medio de su frente.
―¿Qué te sucedió?― Le peguntó preocupado.
Ella largo el llanto al verlo y se apretó a la pared del edificio.
―Volvió― Susurro en voz baja, Sasuke agudizó su oído para poder entenderla ―Ella está aquí― Dijo asustada.
Sakura no le hablaba a él. Hablaba consigo misma.
―¿Qué te paso?― Sakura retrocedió por instinto ―No te voy a lastimar― Murmuro estirando sus brazos hacia ella muy despacio para no asustarla ―Tranquila―
―Ella está aquí― Le repitió mirándolo a los ojos.
Sasuke la miró confundido. Se veía tan pequeña, tan frágil, tan dañada ¿Qué rayos le había ocurrido a esa chica?
―¿Quién volvió?― Le preguntó pasando sus manos por los brazos helados de la pelirrosa.
―Kaya― Susurro antes de caer desmayada.
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―Ah― Se quejó mientras se sentaba de golpe.
Abrió los ojos despacio, encontrándose en una cama que no era suya, en una habitación oscura que no reconocía y vestida con una camisa negra que obviamente no era la ropa que llevaba puesta al acostarse a dormir en su dormitorio.
―Quieta― Le ordenó una potente voz masculina.
Volteó el rostro encontrándose con el azabache sentado en un sillón de cuero color negro junto a la cama.
―¿Qué hago aquí?― Chillo enojada.
Sasuke rodó los ojos fastidiado, otra vez volvía a ser la misma caprichosa.
―No grites― La amenazó ―Estás en mi habitación. Si el decano nos escucha, nos expulsan― Le dijo aproximándose a la cama ―Te encontré desmayada fuera de tu dormitorio ¿Qué te ocurrió?― Pregunto sentándose a su lado.
Sakura tanteo el vendaje en su frente, le dolía horrores.
―Me caí― Susurro.
―No mientas― La reto, Sakura retrocedió aún sentada en la cama alejándose de él ― ¿Qué te ocurrió?― Exigió una respuesta coherente.
―No lo sé― Susurro llorosa observándolo.
Y nuevamente la niña, inocente y perdida aparecía. Sasuke bufo ¿Qué quería? ¿Volverlo loco? Lo estaba logrando.
―Sakura― La llamó, esta lo miro asustada ― ¿Qué ocurrió?― Habló con paciencia.
Sakura mordió su labio inferior y las lágrimas resbalaron por sus mejillas. Algo muy malo ocurría con esa chica. Algo que lo atraía demasiado.
―Tengo tanto miedo― Le confesó.
Clavo sus ojos en él y lo abrazo. Sasuke se quedó muy quieto cuando la sintió apretarlo con fuerza y envolvió sus brazos en la espalda de la chica para calmarla.
¿De qué tenía miedo? ¿De Kaya? ¿De su propia hermana?
―Sakura― La llamó separándola de él para verla a los ojos ― ¿Qué ocurre con Kaya?― Preguntó serio.
Ella sollozo entre sus brazos y Sasuke sintió la enorme necesidad de abrazarla y cuidarla toda la noche. Acarició la mejilla helada de la chica con la yema de sus dedos y ella cerró los ojos ante esa caricia.
Sakura le gustaba y mucho.
Y entonces la beso, muy suave y despacio para no asustarla. Ella le correspondió en seguida y dejó que la recostara en la cama y se posicionará sobre ella.
―Sasuke― Gimió cuando él la apretó entre el colchón y su cuerpo.
Ella estaba casi desnuda, solo con su camisa. Él tenía la remera y el pantalón del pijama.
―¿Me puedo quedar a dormir contigo? ― Le peguntó en voz baja.
Él sonrió ante su pregunta, que se quedara todas las noches si gustaba. Asintió y se acomodo a su lado arropándola con las frazadas.
―No quiero que vuelvas a lastimarla― Dijo adormilada a su lado.
―Yo nunca la he lastimado― Le respondió.
Sakura se acurruco entre las frazadas y sus brazos apretando los ojos. Sasuke espero que siguiera hablando pero ella solo se relajo al sentir su calor corporal y se durmió.
Hacía tanto tiempo no se sentía segura.
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