Capítulo XIII:


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RECUERDOS DE CRISTAL

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―Apúrate, Sakura―

―No grites― La reto la de ojos verdes mientras intentaba saltar por la reja metálica que rodeaba el campus ― ¡Ah!―

Temari largo la carcajada al ver a su mejor amiga tirada en el suelo tras la fuerte caída.

―Deja de reírte― Le ordeno la pelirrosa enojada.

Se levanto de prisa del suelo y tomo el bolso que se había caído a su lado. Hikari le había revocado el permiso para salir del internado y Sakura tenía prohíbo salir sin autorización de su madre.

―Rápido, sube― Comento Temari sin siquiera haberse movido del asiento del piloto.

―Al menos hubieras traído algo mejor que esta chatarra― Comentó enojada subiendo al viejo Chevy de su amiga.

Temari la miro enojada por haber insultado su coche.

―Mala agradecida― Comentó divertida ―Todavía que te ayudo a salir del convento―

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Sasuke la observó salir a escondidas del internado y subir a aquel viejo Chevy de la hermana mayor de Gaara. Se bajaron en un viejo edificio en el centro de Kioto y demoraron unas dos horas en salir.

El Uchiha ya estaba aburrido de esperarla cuando la vio salir con aquel corto y ajustado vestido color verde. Sonrió y las siguió hasta un bar de mala muerte.

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―Ya vengo― Le susurro a Temari.

La rubia asintió mientras le pedía otra cerveza a Sasori que hacía de barman en el lugar junto a Deidara. Sakura camino hasta un pequeño pasillo que la llevó hasta el baño. Se observó al espejo arreglando su cabello y se dirigió al pequeño cubículo, varias chicas cruzaron a las risas por la puerta, ingreso al pequeño lugar donde estaba el inodoro pero sintió el fuerte empujón en su espalda y la puerta se cerró de un portazo haciendo un ruido sordo que retumbo por todo el baño.

―¿Quién eres?― Pregunto asustada al sentir el pecho masculino en su espalda casi aplastarla contra la pared de azulejos ―Suéltame o grito― Amenazo.

―Hazlo, Sakura―

Su cuerpo se tranquilizo al reconocer su voz.

―Sasuke― Lo reto y escucho como varias chicas ingresaban al baño ― ¿Qué haces aquí?― Le peguntó, intento dar media vuelta para encararlo pero él la apretó con más fuerza contra los azulejos.

Se quejo por lo bajo al sentir ese bulto duro en su trasero y sus senos quedaron casi aplastados contra la fría pared de azulejos.

―Ya basta― Dijo enojada.

Sasuke apretó uno de sus senos con su mano y con la otra acaricio su pierna subiendo el vestido hasta la cintura. Echo la cabeza hacia atrás recostándola en el hombro del chico cuando él froto su clítoris por sobre la ropa interior y pudo observar el hermoso perfil del Uchiha.

―Esta noche eres mía ― Le susurro al oído haciéndola temblar.

Su ego aumento ante el gesto de la chica y metió dos dedos dentro de su vagina despacito.

―Ah― Gimió y apretó los labios con fuerza cuando escuchó las risas afuera ―Vamos a otro lado― Le pidió.

―No― Murmuro aumentando el ritmo con que metía los dedos ―No grites, molesta― Le ordeno divertido.

Ella apretó sus manos contra la pared y él le bajo el escote del vestido para poder sacar uno de sus senos y masajearlo. No la dejo terminar, saco sus dedos y los chupo delante de sus ojos. Sakura trago grueso al ver esa acción, quiso voltear para poder tocarlo pero él la apretó contra la pared para evitarlo.

―Está noche seré yo quien tenga el control― Le susurro al oído.

Ella asintió bastante atontada por la forma en como la estaba tocando. Escucho el cierre de su pantalón y la cabeza de su pene rozó sus labios vaginales despacito.

―Inclínate más― Le ordeno apretando sus caderas con la mano.

Ella le obedeció y apoyo su frente contra los azulejos echándose más para atrás, Sasuke sonrió al tenerla en esa posición, le corrió la ropa interior y la penetro despacito metiendo solo la punta.

―Ah, sigue por favor― Suplicó.

―Quiero que me lo pidas― Dijo sonriendo y apretó una mano en su cadera y la otra la enredó en sus cabellos tirándolos con fuerza.

―Ah― Se quejo cuando tironeo sus cabellos ―Quiero que me cojas―

Él sonrió orgulloso aumentando su ego y la embistió con fuerza y Sakura gimió tan alto que ya todas en ese baño se habían dado cuenta de lo que estaban haciendo. La realidad era que le importaba un carajo, solo había tenido sexo con Sasuke una vez pero esta era mucho mejor y más excitante que la última.

Sakura apoyo su mejilla en los azulejos y él pudo apreciar el rostro casi rojo de la chica, lo excito aún más verla agitada y despeinada gritando su nombre.

―¿Te termino adentro? ― Le pregunto, ya casi no podía aguantar mas.

―No. Afuera― Le ordeno y apretó las manos tan fuerte contra los azulejos cuando llegó al orgasmo que creyó que se rompería las uñas.

Él salió de ella y acabó eyaculando en el inodoro. Sakura respiro profundo aún dándole la espalda y acomodo su vestido. Dio media vuelta con una sonrisa y lo observó con los ojos entrecerrados aún con los pantalones abajo.

―¿Qué haces aquí?― Le peguntó agitada, su pecho subía y bajaba.

―Cogerte― Contestó divertido acomodando sus pantalones, ella largo una risa baja.

―Yo salgo primero―

Él asintió. Sakura apoyo la mano en la puerta pero entonces se dio cuenta de algo, Sasuke ni siquiera la había besado en esos veinte minutos que estuvieron encerrados allí.

―¿Qué esperas? ― La increpo.

Ella lo miro con el ceño fruncido y lo beso, el Uchiha abrió los ojos muy grandes cuando sintió los labios de la pelirrosa sobre los suyos y como apretaba su cabeza entre las manos pero en dos segundos ya la había apretado contra la pared para besarla mejor. Sabia dulce, a cerezas y a tequila.

―Adiós, Sasuke― Susurró saliendo del cubículo.

Se acercó al lavamanos para limpiar sus manos y acomodar su cabello y se marcho del baño.

Sasuke sonrió orgulloso, el sexo con Sakura era cada vez mejor y sumamente adictivo.

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― ¿Dónde estabas?― Pregunto Temari al ver a su amiga acercarse a la barra sonrojada y agitada.

―En el baño― Respondió sonriendo y acomodo su vestido, muy disimulada ―Dame una cerveza, Sasori― Ordeno.

Deidara y el pelirrojo se miraron con una sonrisa.

―¿No te cruzaste con nadie en el camino?― Pregunto divertido el pelirrojo al entregarle la botella.

Ella frunció el ceño quitándosela de la mano y Temari rio por lo bajo al ver al Uchiha a unos metros perderse entre la gente hasta la salida

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Tenten se recostó en su cama y observó el techo fijamente. Desde que Neji había quitado esos afiches donde ella salía semi desnuda se había comportado tan amable con ella, la saludaba todos los días, la ayudaba con la tarea, le seguía dedicando goles en cada partido y había dejado de salir con Tayuya. La castaña no sabía si era porque le gustaba o solo quería redimirse por haber sido un idiota hace tantos años.

Apretó aquel viejo peluche de osito entre sus manos. Su hermano mayor se lo había obsequiado de niña, era una de las pocas cosas que aun conservaba de él.

―¿Tu que piensas?― Le consulto al osito color bordo ―¿Lo perdonamos? ―

Tenten rechisto por lo bajo. Aún quería a Neji y mucho, pero no podía perdonarlo porque Neji había sido igual que su hermano, ambos la habían abandonado.

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Hanabi volvió a ver a su novio coquetear con la insulsa de Matsuri ¡Por dios! ¿Qué podía tener la tonta de Matsuri que ella no?

―Idiota― Murmuro bebiendo lo poco que quedaba de su trago, se acercó a la mesa y saco una nueva cerveza del barril.

―Cuidado con eso, pequeña― Se burlo el albino a su lado ganándose la mirada furiosa de la chica.

―¡No te metas, Hozuki!― Chillo enojada.

Desde que Gaara había empezado a darle clases particulares a esa enana ya casi no tenia tiempo para ella y encima esa noche que al fin podrían salir a bailar a la cabaña con sus compañeros se aparece la pequeña mosca muerta con sus amigos y se roba la atención de su novio.

―Lo siento― Se disculpo Konohamaru al chocar con la Hyuga.

Esta bufo furiosa observando al idiota de su compañero de clase.

―Fíjate, Konohamaru―

Suigetsu rió al ver a la pequeña Hyuga salir enfurruñada de la casa y sonrió aún más cuando Gaara al fin beso a Matsuri.

―Por lo visto, él si se esta tomando la apuesta muy enserio― Le comento al castaño.

Neji frunció el ceño enojado, apenas si había logrado empezar a acercarse a Tenten, por lo visto ese año el pequeño No Sabaku quería ganarles a todos.

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―Es bonita― Comentó Shikamaru.

Chouji casi se atraganta al escucharlo, escupió la cerveza de su boca y se paso la manga de su abrigo para limpiarse los labios.

―No sé de quién hablas― Murmuro fingiendo no entender, Shikamaru rió saboreando su cerveza.

Estaban en la cabaña, en las fiestas semanales del internado. Shikamaru sonrió de lado, sabía que a su mejor amigo le gustaba Shion aunque él jamás se lo haya dicho.

―No has parado de observar a Shion y eso que esta con Naruto― Comentó divertido ―Ve a saludarla ahora que quedo sola― Le aconsejo.

―Bien. Yo la saludo― Dijo sonriendo ―Pero tu le pides el número de Temari a Sakura y la llamas― Lo reto.

El Nara lo miro serio pero acabo aceptando. Todo sea para que su amigo al fin hablara con una chica.

―Aquí voy― Se animo a si mismo el Akimichi acercándose a la rubia ―Shion― La llamo nervioso, esta lo miro levantando una ceja fastidiada ―¿Cómo estas?―

―Piérdete― Chillo mientras se alejaba.

Chouji suspiro. Shion no estaba a su alcance.

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La música del piano se coló por sus oídos, era lo único que se podía escuchar en aquella casa.

No tendría más de diez años.

Kaya sonrió deslizando con gracia sus pequeños dedos sobre las teclas del piano, hacia tanto frío ese día para ser pleno verano. Eran las vacaciones, ambas habían acabado sus clases en sus respectivos internados y ese verano tocaba pasarlo en casa de su padre. Así funcionaban las cosas, sus padres las evitaban casi todo el año escolar y luego tiraban una moneda al aire en vacaciones a ver quien le tocaba cuidar de las gemelas.

Kaya― Susurro con ternura observando a su hermana.

A ella se le borro la sonrisa. Los dedos apretaron con fuerza las teclas del piano provocando un sonido ensordecedor y clavo esos hermosos ojos verdes no en Sakura sino en la figura detrás de ella.

Sakura tembló cuando sus largos dedos apretaron su hombro.

Tu hermana es un ángel

Papá

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Ese sueño aún rondaba su cabeza. Había ido a pasar el fin de semana a lo de su madre. Ese sábado tenía cita.

―Sasuke― Lo llamo con voz suave y dulce ―La pase muy bien―

El Uchiha la observo de reojo sin responderle y sonrió de lado cuando ella infló las mejillas de forma infantil enojada al ser ignorada. Ya hacía varias semanas que se veían, últimamente muy seguido aún así Sasuke no había logrado avanzar nada con ella más que un estúpido noviazgo infantil. Sakura sonrió enrollando un mechón de su largo cabello, Hikari había estado muy feliz de llevarla a la peluquería y que le colocaran aquellas extensiones, habían salido tan caras para acabar echas un enredó bajo la cama del internado cuando Sakura debía dejar su papel de Kaya y volver a la normalidad.

―Que gusto― Dijo el pelinegro deteniéndose en un semáforo.

Habían ido a cenar y ahora debía ir a dejar a la niña a su casa antes que se acabara el toque de queda. Sakura sonrió y desvió la vista a la ventanilla todo el aire de sus pulmones se escapo, no tuvo que verlo dos veces para reconocerlo , allí en ese coche color azul estacionado a un lado del de Sasuke se encontraba su padre, más viejo, más canoso, más extraño pero era su padre, podría reconocerlo entre miles de personas a pesar de no verlo desde hace seis años. Sintió el corazón casi detenerse, las manos le temblaban y empezaba a sudar frío del miedo que la viera.

La luz cambió a verde.

―Arranca― Chillo histérica.

Sasuke frunció el ceño al acelerar.

―¿Qué rayos sucede?― Murmuro enojado.

Ella volteó el rostro observando el coche de su padre desaparecer por las calles, no podía verlo después de seis años, no podía verlo después de que intentó quitarse la vida y no podía verlo con Sasuke al lado.

―¿Kaya?―

―Nada― Suspiro aliviada ―La luz cambió― Sonrió.

Sasuke frunció el ceño no sabía quién de las dos Haruno era más extraña.

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―Gracias por traerme, Sasuke― Susurro quitándose el cinturón de seguridad.

―Quizás otro día tu mamá te alargue el toque de queda― Bromeo.

Ella sonrió divertida.

―No lo sé― Murmuró ―Quizás debamos esperar― Dijo fingiendo vergüenza.

Él chasqueo la lengua y se aproximo a besarla. Un beso que a ninguno de los dos le supo a nada. ¿Cómo podía Sasuke provocarle tantas cosas cuando la trataba como Sakura pero no hacerla sentir nada como Kaya? ¿Sería que el Uchiha se sentía igual? O quizás era al revés y era con Sakura que no sentía nada.

―Adiós, Sasuke―

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―¡Tenten!― La llamó Lee.

La castaña de detuvo a mitad de camino esperando a su amigo que venía corriendo desde su dormitorio.

―Lee ¿Qué ocurre?― Pregunto observándolo respirar agitado.

Se inclinó sobre sus rodillas recuperando el aire. Lee tragó grueso al ver sus ojos pardos, aún estaba en duda si decirle o no sobre lo que había escuchado de los chicos.

―¿A dónde vas?―

Ella sonrió y Lee noto lo hermosa que estaba su mejor amiga, el cabello suelto, el hermoso vestido color bordo y la chaqueta de cuero por encima. Llevaba unas medias de abrigo y unos borcegos color negro ya que estaban entrando en invierno.

―Neji me llevara a cenar― Murmuro y sus ojos brillaron.

Lee no tuvo corazón para acabar con la felicidad de su amiga.

―Diviértete―

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Hikari la observó bajar de aquel elegante coche, le gustaba el cambio que tenía Sakura. Se veía tan linda cuando salía con ese chico sin tanto maquillaje, con el cabello largo y ropa decente.

―Mamá ― Murmuro asustada el entrar a la casa.

Hikari le sonrió desde la sala cerrando la cortina de la ventana muy disimulada.

―Estas tan linda― Le dijo acomodándose en el sillón.

Sakura rodó los ojos acercándose al sillón y sentándose al lado de su madre.

―Me gusta ese chico― Dijo contenta ―¿Cuándo me lo presentaras? ―

Sakura bufo por lo bajo. No podía presentárselo primero porque él salía con Kaya no con ella y segundo porque era el hermano menor del amante de su madre.

―Te quiero preguntar algo ― Le dijo clavando sus ojos en ella ―¿Tu y mi padre por que se separaron?―

Hikari tragó grueso.

―Tu padre no era una buena persona ― Se limito a decir ―Por algo no te visito ni una vez en todo el tiempo que estuviste internada―

―¿Era malo contigo? ―

Y por muy extraño que parezca, Sakura no tenía casi recuerdos con él. Era como si una parte de su infancia hubiera sido borrada de su memoria.

―Era malo con todas― Sentenció ―Cuánto más lejos este mejor―

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El lunes a la mañana Sasuke volvió a esa casa, esta vez a buscar a la otra Haruno. Hikari suspiro al verla bajar por las escaleras, se había quitado las extensiones y llevaba tanto maquillaje que parecía que en lugar de ir al instituto iría a bailar.

―Bájate esa falda― La reto.

Sakura sonrió divertida encaminándose a la puerta, su hija cambiaba de personalidad como de ropa.

―Hola, Sasuke― Murmuro subiendo al coche, él sonrió de lado acelerando ―¿Te divertiste con mi hermana? ― Preguntó burlona.

El Uchiha frunció el ceño, aún no sabía si Sakura era una maldita que odiaba a su hermana y por eso se cogía su novio o ambas estaban planeando algo en su contra.

―¿No me vas a saludar?― Susurro divertida al detenerse en un semáforo.

Él sonrió de lado antes de besarla y ese beso si le supo a lo mejor que le estaba pasando en su vida. Su móvil lo obligo a separarse de los labios de la chica, abrió los ojos muy grandes al ver su nombre en la pantalla y contestó de prisa.

―¿Qué paso? ― Sakura clavo sus ojos en él ―Voy para ahí― Sentencio preocupado.

―¿A dónde vamos? ―

Sasuke ni siquiera se molesto en contestarle cambio el rumbo del instituto y aceleró de prisa hasta llegar a un lujoso edificio de apartamentos.

―Quédate aquí― Le ordenó bajando del coche.

Sakura frunció el ceño enojada. Estaba loco si pensaba que iba a quedarse dentro del coche en aquel estacionamiento. Tomó las llaves del vehículo, ya que el Uchiha se las había dejado puestas para que estuviera en contacto y bajo detrás de él subiendo al ascensor.

―Sakura― La reto.

―No pienso quedarme sola―

Él no respondió. Estaba demasiado preocupado como para prestarle atención a esa caprichosa, bajaron en el último piso y el Uchiha saco las llaves de su mochila entrando de prisa al lugar.

―No toques nada― Le ordeno una vez ingresaron al departamento.

Sakura lo miro enojada. No era una niña como para decirle eso.

―Sasuke ¿Eres tú?―

Sakura frunció el ceño. ¿Había otra mujer allí con ellos?

―Quédate aquí― Ordeno marchándose del lugar.

―Genial― Suspiro Sakura fastidiada al verlo ingresar a un dormitorio, mejor se hubiera ido en tren al internado.

Observó detenidamente el lugar, era un elegante y ordenado departamento, tenia una escalera que calculaba lleva a un segundo dormitorio en la planta alta. Escucho unos ruidos del dormitorio en la planta baja y se acercó despacio a la puerta. Ella no era una entrometida pero sentía mucha curiosidad de saber quién vivía ahí con él.

―Sakura― La reto el Uchiha al verla de pie en la puerta del dormitorio.

―Perdón. Yo no quería interrumpir―Susurro cuando el pelinegro la descubrió observándolos.

Sasuke frunció el ceño enojado aún de pie al lado de la cama y Sakura clavo sus ojos verdes en la mujer recostada en esa cama, tenía unas marcadas ojeras color violáceo debajo de sus ojos negros, se veía pálida y tenía una pañoleta color azul en su cabeza, un camisón color blanco y un abrigo de lana oscuro. Se veía delgada, enferma, agotada.

―¿Y tu quien eres?― Le susurro con una sonrisa sentándose en la cama.

Sakura se la devolvió y observó nerviosa al Uchiha. Este le hizo un gesto con la cabeza para que se acercara.

―Ella es Sakura, mamá― Murmuró sentándose en la cama a un lado de su madre, la pelirrosa se ubico a su lado ―Ella es mi madre. Mikoto― Las presentó.

Mikoto sonrió al observarla, esos ojos, ese cabello se le hacia tan familiar. Y como no, si Sakura era la viva imagen de su madre, de Hikari Inomura, la mujer que había sido la amante de Fugaku Uchiha y había desarmado esa familia pero Mikoto estaba demasiado cansada como para pensar en esa mujer ahora

―Que gusto conocerte, Sakura―

―El gusto es mío― Comentó bajando el tono de voz.

Vio a Sasuke tomar el vaso con agua y alcanzárselo a su madre, una vez terminó de beber paso la servilleta por los labios de la mujer. Sakura jamás pensó que el Uchiha podía ser tan atento y delicado con alguien.

Mikoto le sonrió desde la cama, le gustaba que su hijo la haya traído. Quería tanto que Sasuke conociera a alguien, que se enamorara, que fuera feliz así ella podría irse tranquila.

―Lamento haberte preocupado, cielo― Dijo observando a su hijo y acaricio con ternura el cabello azabache de Sasuke ―Ya me siento mejor― Sonrió.

―No te preocupes, mamá― Comentó con indiferencia.

―¿Estudian juntos?― Sakura asintió ―Estoy tan feliz de que Sasuke al fin tenga una novia― Comentó divertida.

―Mamá― La reto el Uchiha ―Ella no es mi novia―

―Somos amigos― Comentó la pelirrosa con una sonrisa

Sasuke lo agradeció. Jamás quiso presentarle nadie a su madre pero sabía lo mucho que Mikoto quería que tuviera una novia pero él no tenia tiempo para eso, debía estudiar y ocuparse de su madre, no tenía tiempo para romance adolescente pero ver los ojos brillosos de su madre imaginando que Sakura y él estaban juntos valían la pena. Así que la dejo conservar esa ilusión.

Mikoto la miro con dulzura y una alegría de que al fin su hijo se dedicara a él la embargó. Su pequeño hijo merecía tanto ser feliz.

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