Capítulo XVII:


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RECUERDOS DE CRISTAL

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Ino sonrió mientras acomodaba aquel hermoso vestido de volados color celeste, cerró la puerta de su coche de un portazo y agito su cabello rubio acomodándolo mejor. Observó el enorme edificio que se alzaba frente a su vista, ya había estado allí varias veces, aunque esta era la primera vez que venía sin invitación.

―¿Qué haces aquí?― Le pregunto al verla de pie en la entrada de su departamento.

La rubia sonrió e ingresó sin permiso.

―Te traje el desayuno― Comentó enseñándole los dos cafés y la bolsa de bagels.

Sai suspiro. Tendría que aclararle las cosas a esa niña.

―Ino― La reto, ella sonrió encaminándose al comedor ―No puedes venir así a mi casa―

―¿Por qué no? ― Reprochó dejando los cafés sobre la mesa, saco los bagels de su bolsa y los coloco en un plato ―Creí que estábamos juntos―

―Saliendo― La corrigió aproximándose a la mesa ―Me gustas mucho, Ino― Le dijo una vez se sentó frente a ella en la mesa del comer e Ino ya sabía lo que venía después ―Pero―

La iba a dejar.

―Aún vas a la secundaria―

―¿Y eso que? ― Lo interrumpió enojada.

Sai suspiro.

―Vemos que pasa ¿Si? ―

Ino lo miro furiosa. Sai lo único que quería era verla cada quince días para sacarse las ganas y luego dejarla en el internado hasta que le volviera a dar ganas de verla y eso ella no lo iba a permitir.

―¿Qué vamos a ver? ― Chillo levantándose de la silla, no había ni probado el café ―Mejor lo dejamos por acá― Dijo enojada.

Creyó que Sai la detendría. No lo hizo

―Si es lo mejor― Susurro.

Ino abrió la boca indignada, lo miro con rabia y tomó el café de encima de la mesa.

―Me llevo esto―Chillo encaminándose a la salida, debió habérselo tirado por la cabeza.

Sai observó divertido el berrinche de la rubia y la vio salir maldiciendo de su departamento. Ino sería muy hermosa pero seguía siendo una niña.

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El lunes a la mañana Sakura y Tenshi llegaron al instituto en aquel viejo tren que era el único que llegaba hasta el internado. Tenshi apretó la mano de su hermana mientras se acercaban a la entrada y Sakura supo que ese día no iba a ser nada bueno cuando vio a ese sujeto parado en la gran reja de metal que daba paso al instituto.

―¿Estás bien?― Susurro Tenshi a su lado cuando ella dejó de avanzar.

Sakura asintió retomando la marcha.

―Tenshi, adelántate― Dijo deteniéndose delante de aquel extraño chico que los saludo con una sonrisa.

Tenshi no abrió la boca cuando ese sujeto le sonrió, solo asintió y se encaminó de prisa a los edificios del internado.

―Lindo tu hermanito―

―Ni te atrevas a acercarte a él― Lo amenazo con odio ―¿Qué haces aquí? ¿Qué quieres?― Le pregunto molesta.

Hacia más de seis años que no tenía noticias de ese sujeto.

―Me alegra verte― Murmuro aproximándose a ella ―Hermana―

Sakura frunció el ceño enojada. Cuando sus padres se casaron y tuvieron a las gemelas, su padre tenia un hijo de un matrimonio anterior; Kabuto Haruno. Le llevaba unos ocho años y nunca había tenido una buena relación con Hikari. Jamás había sido un hermano amoroso o protector por el contrario siempre había sido extraño y reservado y pocas veces Sakura cruzaba palabra con él, Kaya le tenia terror. Cuando su pequeña hermana murió y ella acabó en un manicomio Kabuto y su padre desaparecieron de su vida

―Estas tan linda― Susurro acariciando la mejilla de la pelirrosa.

―No me toques― Chilló alejando la mano del chico de un golpe ―¿Qué quieres? Kabuto―

―Solo quería saludarte. Saber como estabas― Comentó con simpleza.

―Escúchame bien― Sentenció la pelirrosa enojada ―No te me vuelvas a acercar― Y tembló al ver a Sasuke a unos metros observándolos ―Tú y yo no somos hermanos―

Kabuto la miro con odio pero aún así no dijo nada. Su pequeña hermana no tenía idea de nada. No era a él a quien debería odiar.

―Veo que no estas de humor para charlar, hermanita― Hablo con voz apacible y acomodo sus lentes ―Nos estaremos viendo― Se despidió con una sonrisa.

Sakura bufo furiosa y lo vio subirse a un viejo coche gris y alejarse. Respiró más tranquila cuando el vehículo desapareció de su vista.

―¿Quién era ese?― Le pregunto Sasuke llegando a su lado.

Sakura frunció el ceño aún furiosa y volteó a ver al Uchiha.

―No es asunto tuyo―

Sasuke la miro enojado. Por lo visto aún seguía furiosa por lo que paso en la fiesta de Halloween.

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―Ino ¿Estás bien?―

La rubia asintió aún recostada en su pupitre. Las clases habían acabado hacía unos quince minutos y ella seguía allí sin poder levantarse del asiento.

―Ino― Volvió a llamarla mientras se sentaba a su lado.

La rubia gimoteo al sentir la mano del chico en su cabeza.

―Shikamaru― Chillo tirándose a sus brazos a llorar.

El pelinegro la abrazo con fuerza, eran amigos desde pequeños aunque en los últimos años se habían distanciado un poco pero el cariño y la amistad aún estaban presentes .

―¿Qué ocurre ahora?―

―No quiero hablar de eso― Lloriqueo.

―Ino― La llamo con cariño, la rubia sorbió su nariz y lo miró a los ojos ―Vamos por margaritas―

Ino chillo emocionada. Si había algo que le gustaba más que salir a comprar ropa eran las margaritas y no importaba que fuera lunes al mediodía.

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Cerró la llave del agua y salió de la ducha envolviendo su cuerpo en esa toalla blanca. Sakura paso la mano por el espejo empañado observando su rostro, aún no sabía casi nada de que le pasó a Kaya , no tenía idea quién era Naruko y que le había echo a su hermana y para colmo su hermano mayor había aparecido. Debería advertirle a Hikari que Kabuto andaba dando vueltas.

―¡Ah!― Grito al ver la silueta de un hombre junto a su cama.

La habitación estaba en una semi penumbra y Hinata aún no había regresado de su casa ese día.

―Eres tu― Suspiro mas tranquila cuando el muchacho volteó a verla, por un segundo pensó que era Kabuto ―¿Qué haces aquí? Suigetsu― Pregunto con fastidio mientras acomodaba mejor la toalla sobre su cuerpo.

Los ojos claros del albino no pudieron evitar recorrer el cuerpo semi desnudo de la chica.

―Hace unos días entre aquí, te estabas bañando. No sabes como quería ir a hacerte compañía― Comentó con una sonrisa acercándose a ella, Sakura no retrocedió ―Pero lo importante fue lo que encontré cuando revise tus cosas― Sakura tragó grueso al oír sus palabras y sus ojos se desviaron inconscientemente a la mesita de noche junto a su cama ―Si, estás en lo correcto― Dijo ante el acto de la chica ―¿Por qué una adolescente de diecisiete años consume tantas píldoras? Anti depresivos en su mayoría― Pregunto con sorna y diversión el albino.

Sakura tragó grueso. Solo eso le faltaba para completar su lista de problemas.

―Tú no tienes porque meterte en mis cosas― Comento enojada ― ¡Ahora lárgate!― Chillo encaminándose a la puerta.

―Ya me tienes arto― Le dijo enojado y la tomo con fuerza de la muñeca lanzándola sobre la cama ―Me rechazaste por Naruto, por Sasuke pero el colmo fue Lee― Comento furioso acomodándose sobre ella y apretándola con fuerza contra el colchón para que no escapara ―Ahora te voy a enseñar porque a mí nadie me rechaza―

Sakura lo miro asustada cuando el apretó sus muñecas con una mano y con la otra apretó la toalla para quitársela.

―Basta, Suigetsu― Lo reto removiéndose para que la soltara.

―¡Cállate!―

El albino se lanzó a besar los labios de la chica mientras la apretaba con su cuerpo para evitar que huyera, Sakura logró morder su labio haciendo que se separaran y un hilillo de sangre bajo por la mandíbula del albino. Suigetsu sonrió de lado ante ese acto.

―Con razón traes loco a Sasuke― Dijo divertido pasando la lengua por sus labios para limpiar la sangre.

Sakura sintió las lágrimas bajar despacio por sus mejillas y todos los recuerdos suprimidos por seis años empezaron a volver.

―Suéltame―

―¡Suéltala!―

En menos de un segundo el albino cayó al suelo con la nariz rota, varias gotas de sangre cayeron al piso manchando la alfombra. Sakura acomodo mejor la toalla sobre su cuerpo y lo observó.

―Naruto―

―No te atrevas a tocarla― Grito furioso el rubio mientras lo pateaba en el estómago, el albino se retorció de dolor en el suelo.

―Ya basta, Naruto― Lo detuvo Sakura.

Naruto tomo con fuerza al albino de la sudadera y lo saco del dormitorio. Suigetsu cayo en seco en el medio del corredor.

―No te le vuelvas a acercar― Lo amenazo cerrando la puerta de un portazo ―Sakura― La llamo acercándose a ella.

La pelirrosa estaba de pie a un lado de la cama, envuelta en esa toalla blanca y con el cabello todo revuelto y enmarañado.

―¿Qué haces aquí?― Alcanzó a decir ella.

El rubio la miro con pena y paso su chaqueta por los hombros de ella para cubrirla. Sakura le sonrió con lástima y lo abrazo con fuerza.

A Naruto se le había revuelto el estómago de solo ver esa escena.

―Estaba hablando con Shion. Solo me regresaba mis cosas― Explico en voz baja ―Debemos decirle al director, deben expulsar a Suigetsu― Dijo enojado.

― ¡No!― Chillo separándose del chico ―No lo hagas― Lo detuvo.

Si Suigetsu llegaba a decir algo de las pastillas regresaría al manicomio.

―Pero Sakura―

―Yo me ocupo de Suigetsu―

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Frotó con más fuerza la esponja blanca sobre su cuerpo, Naruto se había ido hacia unos veinte minutos y ella había cerrado la puerta con llave, jamás lo hacía ahora empezaría a hacerlo todas las noches.

De Suigetsu se encargaría luego.

Pero de lo que recordó con esa escena no podría encargarse nunca. ¿Cómo había sido capaz de olvidarse de su medio hermano mayor y de cómo las trataba de niñas a ella y a su hermana?

Se metió entre las frazadas ya en pijama y tomo aquel pequeño diario infantil de su mesita de luz.

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¿Cuándo vienes?Escuchó la voz angustiada de su pequeña hermana.

Ese fue el último año que pasaron juntas.

Lo siento, KayaSusurro.

Sakura había tenido problemas en su internado y debía quedarse dos semanas mas.

Solo serán dos semanasComentó quitándole importancia, Kaya lloro en el teléfono.

Esas dos semanas pudieron haber echo la diferencia en la decisión de esa niña.

¿Ocurrió algo?Pregunto preocupada al notar que Kaya lloraba con más angustia Kaya ¿Qué pasó?Exigió.

Paso algo en el internadoSusurró mordiendo se labio inferior.

La puerta de su dormitorio se abrió en ese momento evitando que le contará a su hermana lo que le habían echo. Sakura escucho voces detrás de su hermana.

KayaLa llamo cuando su hermana se quedó en silencio ¿Quién está ahí? ¿Es Kabuto? Kaya ¿Es papá? ―

Te tengo que colgarDijo en voz baja Nos vemos en dos semanas

Cuando Sakura volvió en dos semanas su hermana ya había muerto.

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¿Podemos hablar?* Sakura.

Sakura lo había citado en el estacionamiento de los Shinobis a las diez de la noche. Suigetsu creyó que querría evitar que hablara sobre la cantidad exorbitante de medicación que consumía pero cuando ella se subió a coche con una sonrisa y dos cervezas en la mano supo que la chica no quería hablar y que no debería sentirse mal por casi haberla obligado a estar con él.

―Creí que estarías furiosa―

Ella sonrió destapando ambas botellas y a Suigetsu le llamo la atención que las abriera así de fácil con su mano.

―Naruto exageró todo― Le dijo entregándole la botella, el albino la tomó con dudas ―¿Cómo quieres que te lo compense?―

Pero todas las dudas se esfumaron cuando ella sonrió chocando su botella con la de él y la bebió tranquila. Suigetsu la imito

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Suspiro pensando nuevamente si era lo correcto lo que iba a hacer. Ella no debería estar ahí a esa hora pero poco le importaba. Ya no podía con todo sola. Necesitaba ayuda.

―Sakura. ¿Qué haces aquí? ― Preguntó al verla de pie en la puerta de su dormitorio.

―Te necesito, Naruto―

Él le dio paso y ella ingreso al dormitorio masculino echa un lío. Escuchó la puerta cerrarse detrás de ella.

―¿Cómo conseguiste la llave? ― Preguntó curioso.

Ella levanto la mochila que tenia en las manos, el rubio reconoció enseguida a quien pertenecía.

―Suigetsu esta desmayado en su coche―

Después de todo le había dado un coctel de pastillas en la cerveza para noquearlo.

Naruto sonrió.

―¿Qué tienes en mente?―

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A la mañana siguiente Suigetsu despertó completamente desnudo rodeado de botellas de cerveza y vodka en la entrada principal del instituto.

―¡Hozuki! ―

No fue el grito de Anko lo que lo despertó fueron la risas de sus compañeros y sobre todo la cara burlona de la Haruno y el Uzumaki cuando lo comenzaron a gravar con sus móviles.

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―Señor Uchiha―

La voz de su secretaria resonó por la oficina, Itachi alzó la cabeza de su laptop para prestarle atención.

―Hay alguien que quiere verlo con urgencia― Informó.

― ¿Te dijo su nombre?― Preguntó sin interés.

―Si― Susurró ella ―Kabuto Haruno―

En cuanto escuchó su apellido un extraño escalofrío recorrió su cuerpo. ¿Qué quería ese sujeto con él?

―Hazlo pasar―

A los pocos minuto ingreso a su oficina ese extraño sujeto.

―¿Qué te trate por aquí?― Pregunto con cierta curiosidad el Uchiha mayor, en cuanto el otro muchacho se sentó frente a su escritorio.

―Mi hermana― Murmuro, Itachi frunció el ceño confundido ―Sakura Haruno―

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