Capítulo III:
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APOLOGY
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Ceguera.
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Ceguera: Discapacidad física que consiste en la pérdida total o parcial de la vista.
Pero hay otra clase de ceguera, la emocional, esa que nosotros mismos nos auto infligimos, esa que nosotros mismos nos negamos a curar, porque a veces la realidad es más dolorosa que la fantasía que hemos creado, nos negamos a ver la realidad.
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―¡Sasuke! ― Grite mientras ingresaba a la vieja casa, las maderas crujieron bajo mis pies, era una casa sumamente vieja y desgastada por el paso de los años, pero era nuestra casa ―¿Sasuke? ― Murmure entrando a la cocina ―Amor ¿Qué haces? ―
―Cocino ― Dijo con una sonrisa mientras terminaba de batir una extraña mezcla amarillenta en un tazón azul.
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―¿Y este? ― Le dije saliendo del probador con un hermoso vestido blanco de fiesta.
Él solo me miro detenidamente, recorrió mi cuerpo con sus ojos y negó con la cabeza acercándose a mí. Yo aún no me acostumbraba a todo lo que me hacía sentir al tenerlo tan cerca.
―Este ― Índico entregándome un hermoso vestido color azul.
Dio media vuelta volviendo con su pose altiva hasta la pequeña butaca que quedaba cerca de los vestidores. Yo por mi parte entre de nuevo al probador, me quite el vestido blanco y pude escuchar como su móvil sonaba, no logré escuchar mucho de su conversación ya que hablo muy poco, muy bajo y con sus típicos monosílabos.
Tome el vestido azul entre mis manos, estaba por ponérmelo cuando la cortina del probador se abrió de golpe.
―Sasuke― Lo rete ya que me encontraba semi desnuda.
Él sonrió de lado y paso la yema de sus dedos por el inicio de mis senos corriendo la tela del sostén.
―Lo siento ― Murmuró ―Pero debo irme―
―¿Por qué? ― Lloriquee y Sasuke largo una risa baja.
―Es trabajo― Susurro rozando sus labios con los míos ―Compra este vestido ― Dijo entregándome su tarjeta de crédito.
Paso sus manos por mi nuca y me beso antes de irse.
Hacia exactamente dos meses desde nuestra primer pelea, si bien Sasuke no había vuelto a gritarme mucho menos a insultarme, se había estado comportando muy extraño desde hacía varios días.
Estábamos comprando un vestido para la cena de navidad y seria la primera vez que conocería los padres de Sasuke. Me había invitado a pasar el fin de semana de las fiestas a la casa de sus padres a las afueras de la ciudad y yo por supuesto había aceptado. Asique supuse que ese seria el motivo por el cual el pelinegro se comportaba extraño estos últimos días aunque faltaban dos semanas aun para la navidad.
Suspire frustrada y compre aquel bonito vestido antes de marcharme a mi casa.
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―¡Mamá! ¡Estoy en casa! ― Grite entrando por la puerta y ella salió de la cocina con una sonrisa.
― ¿Y eso? ― Pregunto curiosa observando la bolsa de las compras.
―Es el vestido para la cena de navidad ― Dije emocionada y madre sonrió cómplice ― ¿Y Karin? ― Pregunte, era extraño no verla por la casa a esa hora de la tarde.
―Salió, ya sabes como es tu prima― Comentó divertida.
Karin había llegado hacía un par de semanas de la ciudad vecina a estudiar aquí, mis padres la habían aceptado en casa y la pelirroja pasó a compartir habitación conmigo y también la universidad.
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Acabe de pasar aquel bálsamo por mis labios cuando el timbre resonó por la casa. Yo ya sabía quién era. Tome el bolso de encima de la cama y baje las escaleras de prisa para recibirlo. Hacía tan solo dos semanas que nos habíamos reconciliado y tres días que Karin había llegado a vivir con nosotros.
―Es para mi― Murmure al ver a mi prima abrir la puerta y me acerque a ella.
―¿Y tú quien eres?― Dijo esta con voz melosa observándolo.
Yo rodé los ojos.
―Es mi novio― Murmuré colocándome al lado de la pelirroja y Sasuke clavo sus ojos en mí ―Sasuke― Lo presente ―Ella es Karin. Mi prima―
La pelirroja sonrió acercándose a él para saludarlo.
―Un gusto― Le susurro ―Sakura ha hablado mucho de ti― Dijo divertida y yo la codee para que se callara.
Sasuke solo hizo una mueca con la boca y tomo mano.
―Vamos. Se nos hará tarde― Me ordeno.
Yo asentí despidiéndome de mi prima y nos encaminamos a su coche.
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―Sakura ― Me saludo ingresando a nuestro dormitorio.
Yo clavé mis ojos en ella. Karin era preciosa, tenía el cabello largo hasta media espalda de un rojo furioso, unos hermosos ojos marrones y siempre se veía arreglada y sensual pero era esa clase de belleza que se arruina de tanto maquillaje y accesorios.
― ¿Dónde estabas? ― Le pregunte, ella agacho la cabeza y paso directo a su cama para quitarse las botas.
―Salí ― Contesto sin dar detalles.
―¿Con un chico? ― Su sonrojo me confirmo mi pregunta.
Ella no me respondió, yo tampoco le hice más preguntas. Éramos primas pero no éramos amigas.
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―Sasuke ya llego, cariño ― Me dijo mi madre ingresando a mi dormitorio ―Estás hermosa ― Me alabo.
Yo sonreí observándome al espejo. Llevaba un ajustado vestido color plata por debajo de mi trasero, unas botas texanas color blanco y un abrigo blanco del mismo largo que el vestido.
Hoy era el cumpleaños de mi padre, la casa estaba llena de familiares incluido los padres de mi querida prima.
―Gracias ― Dije rociando algo de perfume sobre mi cuello.
Baje las escaleras despacio, Sasuke estaba parado frente a esta dándome la espalda. Me sonroje con solo verlo, era sumamente atractivo, no podía acostumbrarme aún a lo lindo que era y al echo de que era mi novio.
Sonrió al dar media vuelta y clavo sus ojos en mí. Llevaba una camisa oscura doblada hasta sus codos, un jean azul oscuro y unos zapatos deportivos del mismo tono.
―Hola― Susurre pasando mis manos por su cuello y él me apretó de la cintura para besarme.
―¿Qué es eso? ― Dije al separarnos y observar el paquete en su mano.
―Para tu padre ― Murmuro y sus ojos se desviaron de mi para posarse sobre la escalera.
Allí parada a unos metros de nosotras estaba mi prima. Karin llevaba un ajustado y corto vestido rojo y una botas bucaneras color negro.
―Sasuke ― Lo saludo acercándose a nosotros y el Uchiha me apretó más fuerte por la cintura ―Qué lindo verte de nuevo―
Sasuke solo inclinó la cabeza a modo de saludo y tomo mi mano para dirigirnos a la sala donde estaba mi familia. Saludo muy formal a todos hasta que se acercó a mi padre.
―Feliz cumpleaños, señor Haruno ― Dijo muy respetuoso mientras le entregaba aquel paquete que había traído.
Mi padre sonrió al tomar aquel whisky y paso su mano por el hombro del Uchiha. A mi me encantaba que mi familia lo aceptara y lo quisiera tanto como yo.
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―¿Mamá has visto a Sasuke? ―Le pregunte acercándome a la mesa en medio del jardín.
―No, cariño ―Me respondió y volvió a su charla con mis tías.
Yo ingrese nuevamente a la casa para buscarlo. Subí las escaleras al segundo piso, quizás Sasuke estaba en el baño o me había ido a buscar a mi habitación. Escuche ruidos que provenían de mi dormitorio como si algo se cayera y abrí la puerta despacio. Karin estaba de pie junto a mi cama y solo estaba encendida la luz de la mesita de noche.
―¿Todo bien? ― Pregunte aun parada en la entrada del dormitorio.
Ella se volteo de prisa y me sonrió.
―Buscaba un abrigo ― Contesto mostrándome la chaqueta en su mano y paso de prisa por mi lado bajando las escaleras a la sala.
Yo hice lo mismo y el pelinegro ya se encontraba allí hablando con mi padre y mi abuelo, sonrió de lado al verme bajar las escaleras.
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Serian cerca de las dos de la mañana cuando a Karin le llego aquel mensaje de sus amigas invitándola a bailar, nosotros la acompáñanos y en menos de treinta minutos estábamos entrando a Apology el mismo lugar donde Sasuke y yo nos dimos nuestro primer beso.
―Allí están mis amigas ― Chillo Karin y se alejo de nosotros acercándose a un grupo de chicas.
―Al fin solos ― Murmuro Sasuke contra mi oído y paso sus manos por mi cintura acercándome a él.
Yo sonreí y tome su mano encaminándonos a una de las mesas que había a los costados de la pista de baile.
―¿Estás bien? ― Le pregunte pasando mis manos por sus hombros y él me apretó entre la pared y su cuerpo ―Has estado muy extraño últimamente ― Susurre.
―Lo siento ― Susurro cerca de mi oído, acaricio mi mejilla con su nariz y sonrió de lado ―Te lo compensaré el próximo fin de semana ― Murmuro haciendo referencia al fin de semana de la navidad y paso sus labios despacito por los míos.
Yo cerré los ojos sintiendo su perfume y su lengua meterse en mi boca.
―Ven, vamos ― Dijo al separarnos y apretó mi mano con fuerza guiándome entre la multitud de personas.
―¿A dónde vamos? ― Pregunte pero solo recibí como respuesta una sonrisa de lado.
Me guío hasta los pasillos que daban a los baños y me empujo hasta llegar a uno de los cubículos.
―Sasuke, no― Lo rete.
Él me ignoro tomando mi nuca para acercarme a él y besarme y escuche el portazo cuando cerró la puerta del baño con su pie.
―Ah, Sasuke ― Gemí cuando metió su mano por debajo del vestido y apretó mi trasero.
Sentí la fría pared de azulejos en mi espalda cuando me apretó contra ella y bajo de prisa mi ropa interior.
―Nos pueden ver― Susurre.
Él largo una risa baja, apretó mis piernas y me hizo enredarlas en su cadera.
―Entonces no grites mucho― Dijo y se bajo la cremallera de los pantalones.
Yo escuche las voces y las risas de fondo cuando varias chicas ingresaron al baño.
―Cierra la boca― Me ordeno y me penetro tan fuerte que no pude evitar gritar.
Sentí las risas de las chicas de fondo y él sonrió de lado orgulloso. Me embistió con fuerza apretándome de las caderas y yo apoye mis brazos en sus hombros intentando sostener mi peso. Sentía los azulejos en la espalda cada vez que me embestía, paso la lengua por mi cuello y lo mordió con fuerza, eso dejaría una marca.
―Sasuke― Gemí ―Nos va a echar―
―Cállate ― Me ordeno y apoyo su frente contra la mía ―No seas molesta― Dijo divertido.
Yo solo quería que acabara para salir, sentía mi rostro muy caliente de la vergüenza que tenía pero dejó de embestirme con fuerza, saco todo su miembro de mi y lo metió despacito.
―¿Te gusta? ― Murmuro contra mis labios, yo negué con la cabeza ―¿Qué ocurre? ― Pregunto ―Dime que es lo que quieres Sakura ― Volvió a susurrar contra mis labios ―¿Qué quieres? ― Volvió a preguntar mientras me embestía despacio.
Yo ya me estaba enloqueciendo ahí dentro.
―Más rápido ― Le dije ―Por favor―
Él sonrió de lado, apretó un brazo entorno a mi cintura para aguantar mi peso y con la otra mano la enredo en mis cabellos tirándolos con fuerza hacia atrás. Yo gemí muy alto cuando me embistió con fuerza y él se tiro a mi cuello a morderlo. Sentí la corriente eléctrica atravesar mi espalda y ese tibio líquido dentro de mí cuando acabo.
Respiro profundo y me ayudo a bajarme. Yo solo tome mi ropa interior del suelo avergonzada y me la coloque de prisa.
―¿Te gusto? ― Pregunto y volvió a apretarme contra la pared, yo apenas si podía respirar ―Dime ― Me ordeno apretándome con más fuerza.
―Tú sabes que si ― Susurre.
―Buena niña ― Dijo mientras depositaba un casto beso en mis labios.
Salimos despacio del cubículo del baño cuando ya no había nadie allí y yo me acerque a los lavabos para lavarme las manos. Sasuke sonrió de lado detrás de mi y por el espejo del baño vi a Karin ingresar detrás de nosotros.
―Parece que ustedes si se divierten― Comento acercándose al espejo y saco un labial rojo para retocarse.
Yo baje la mirada avergonzada y Sasuke se alejo de mí.
―Te espero afuera― Dijo marchándose del baño.
Karin sonrió de lado entregándome el labial.
―Lo necesitas― Susurró divertida y yo observe mi rostro atreves del espejo.
Estaba despeinada y tenía todo el maquillaje corrido.
―Gracias―
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