Capítulo V:


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APOLOGY

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Perdón.

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Perdón: Perdón o perdonar provienen del prefijo latino "per" y del verbo latino "donāre", que significan respectivamente "Pasar, por, con" y "donar, donación, regalo" Lo que implica la idea de una condonación, remisión, cese de una falta, ofensa, demanda, castigo, indignación o ira eximiendo al culpable de una obligación.

En otras palabras, el perdón significa no sentir resentimiento, ira o rabia contra quien nos ofendió.


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―Sasuke― Lo llamé asombrada observándolo como entraba por la puerta con el desayuno en la mano.

―Feliz día― Murmuro con una sonrisa mientras se acercaba tambaleante a la cama.

Tomé la bandeja con el desayuno, evitando que se le cayera y la deposité en mis piernas mientras él se sentaba a mi lado y me daba un beso en la mejilla.

Gracias

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Sé lo que están pensando pero cuando una esta enamorada y no ha vivido una relación sana en su vida, perdona.

―Ten― Susurro entregándome el vaso de café.

Yo lo apreté con fuerza para calentar mis dedos. Estábamos en la estación de trenes, serían cerca de las dos de la mañana y sentía más dolor en el medio del pecho que en la mejilla izquierda.

―No tienes que quedarte, Itachi― Murmure y tome un sorbo de café para calentar mis tripas.

Él no había tocado el suyo aún.

―Tu tren sale a las cinco de la mañana― Dijo sin darle importancia ―Te traje esto también― Comentó entregándome una pequeña bolsa térmica de gel.

Yo la tome llevándola de prisa a mi mejilla y sentí el calor corporal descender en esa zona ante el gel helado. Él me miró apenado, quizás con vergüenza de lo que su hermano se atrevió a hacerme pero la realidad era que yo estaba más avergonzada que él. No debería, fue su hermano menor quien se atrevió a golpearme pero no dejaba de sentir vergüenza de salir huyendo de su casa y ahora estar de madrugada llorando en una estación de trenes.

―¿Tu mamá lo sabe?―

Ni siquiera sé porque pregunte eso, debería importarme un carajo que Mikoto supiera que Sasuke me golpeó, en realidad debería saberlo quizás aún estaba a tiempo de corregir a su hijo pero en el fondo no quería que su madre tuviera esa imagen de él.

―No pero intuye que algo paso― Comento ―No creo que debas irte a tu casa― Yo fruncí el ceño, estaba loco si pensaba que iba a volver con él ―Llegarás a media tarde a tu casa, sola y con la mejilla casi morada. ¿Qué crees que digan tus padres?― Yo guarde silencio ―¿Por qué no te quedas en una posada hasta mañana?― Aconsejo ―Llegaras en la noche como lo habían planeado―

―No quiero verlo― Él asintió ―Tampoco quiero preocupar a mis padres― Le confesé y mi cuerpo empezó a temblar cada vez más.

No era el frío. Eran los nervios involuntarios de pensar como enfrentar esa situación.

―Sasuke no es malo― Susurro, le dio un trago muy largo a su café, yo lo mire esperando a que continuara ―Le han pasado cosas malas― Dijo clavando sus ojos en mi ―No lo justificó― Comentó de prisa ―Pero a veces es mejor esperar a que las cosas se enfríen y hablar tranquilos― Me aconsejo.

¿Qué más me iba a decir? Era su hermano, no el mío.

Me llevo hasta una posada en medio de la ciudad e insistió en pagar la noche, unos diez minutos después se fue y yo al fin pude empezar a llorar.

Me quite la ropa y me di una ducha caliente, no dormí ni un minuto en toda la noche. Una parte de mi tenía miedo que viniera, la otra deseaba que golpeara la puerta.

Me acurruque en la cama, observando aquella película de los años ochenta de la cual no tenia idea de que se trataba. Serian cerca de las dos de la tarde cuando el móvil empezó a sonar.

Itachi llamando*

―Hola―

―Soy yo― Yo me quedé callada al oír su voz, sentía que el corazón iba a salirse de mi pecho ―No cortes― Pidió.

―¿Qué quieres? Sasuke―

―¿Llegaste bien? ― Yo fruncí el ceño y no aguante más las ganas de llorar, gimotee en el teléfono unos minutos en lo cuales él se mantuvo muy callado ―No llores― Me pidió en voz baja.

Eso solo hizo que llorara más, se que debí cortarle el teléfono en ese momento pero lo que menos quería era hacerlo, yo solo quería que me abrazara y me dijera que todo iba a estar bien.

―Por favor ven― Le rogué llorando.

Porque a veces uno solo necesita que la persona que lo lastimó lo cure.

―¿Estás en lo de tus padres?―

―En la posada―

―Ya salgo para ahí―

No demoro ni veinte minutos en llegar. Sentí los golpes en la puerta, me veía horrible, tenía el cabello revuelto, los ojos hinchados, me temblaban las manos pero cuando me vi a misma acomodarme el cabello frente al espejo antes de abrirle la puerta supe que en el fondo ya lo había perdonado.

―Sakura― Susurro cuando abrí la puerta y me abrazo con fuerza ingresando al cuarto de aquella posada ―Lo siento tanto― Murmuro acariciando mi cabello.

Yo solo pude llorar con más fuerza.

―Dime que no te acostaste con Karin―

Y por muy estúpido que parezca en ese momento, cuando el dolor y la hinchazón en la mejilla habían desaparecido solo me importaba eso. Que no me haya sido infiel.

¿Cómo pude preocuparme por eso en lugar del hecho que él se haya atrevido a golpearme?

―No lo hice― Yo lo apreté con fuerza abrazándolo por la espalda, tenía tantas ganas de vomitar en ese momento ―Hablaremos los tres al volver― Sentenció.

―Yo voy a volver sola― Él frunció el ceño cuando me aleje unos centímetros y lo miré a los ojos ―Necesito pensar las cosas―

Él asintió aún así no soltó el agarre en mi cintura, paso la yema de sus dedos despacito por mi mejilla y me miro apenado. A mi me dolía más dejarlo que el golpe en la mejilla.

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Cerca de las cinco de la tarde me acompaño a la estación de trenes. Insistió varias veces en irnos juntos en el coche pero yo solo quería subirme a ese tren y dormir las cuatro horas de viaje hasta mi casa.

La gente no lo entiende. Te cuestiona, te critica, te echan la culpa. Por eso esa noche cuando llegue a mi casa y mis padres me preguntaron como me había ido yo solo sonreí y agradecí que el golpe en la mejilla ya casi no se notará.

―Muy bien―

Realmente no quería que lo odiaran, mucho menos luego de ver como lo trataban, como lo veían como al hijo que nunca tuvieron. Yo era hija única, no podía darles una decepción así.

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―Tenemos que hablar―

Karin frunció el ceño desde la cama y se sentó de golpe. Ya sabía que quería preguntarle.

―¿Por qué le enviaste una foto de tus senos a mi novio?― Le pregunte sentándome en mi cama, las dos quedamos frente a frente ―¿Te acostaste con él? ―

Karin trago grueso y clavo sus ojos en mi rostro. Yo se que noto el golpe porque bajo la mirada apenada.

―No― Respondió, yo la mire esperando más detalles ―Lo bese en el cumpleaños de tu padre― Confesó, yo recordé que ambos desaparecieron unos minutos al mismo tiempo ―Pero me rechazo―

Y hubo una parte de mi que dudo de esa versión pero los ojos llorosos de la pelirroja me lo confirmaron.

―Sasuke y yo ya no estamos juntos― Le confesé.

Ella volvió a clavar esos ojos rojos en mi y una pequeña mueca que se asemejaba a una sonrisa se formo en su rostro. Yo creí que sonreía orgullosa de haberme ganado, la realidad era que la pelirroja creía que al fin tendría una oportunidad con él.

―Suerte― Le dije marchándome del dormitorio.

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Una semana después lo cruce en la Universidad, él bajo la vista al verme. Fui yo quien me acerque a él.

―Hola― Él sonrió de lado al verme junto a su mesa en el patio del campus ―¿Podemos hablar?―

Asintió y yo me acomode frente a él en aquella mesa de mármol. Podría jurar que podía oír mi corazón de lo fuerte que palpitaba. Dejé mi bolso sobre la mesa y saqué las llaves de uno de los bolsillos.

―Tengo que devolverte esto― Susurre entregándole las llaves de su departamento, él no las tomó.

―Quiero que las tengas― Dijo cerrando mi mano en torno a las llaves y el solo sentir su tacto hizo que la piel se me erizara ―¿Cómo puedes hacer esto?― Me peguntó con el ceño fruncido sin soltar mi mano.

―¿Qué cosa?―

―Estar sin mí― Respondió.

Si supiera que esa última semana había sido la peor de mi vida.

―Perdón, Sasuke. Pero no puedo tener esta conversación― Dije soltándome de su agarre ―Se termino― Murmure dejando las llaves sobre la mesa y alejándome de él.

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―Vamos, Sakura. Anímate― Chillo Tenten a mi lado.

Habíamos ido a bailar a aquel pub; Apology. Hubiera preferido ir a otro lado. Solo podía pensar en Sasuke en ese lugar pero era el cumpleaños de la castaña y ella había elegido el lugar.

―Bien ― Acepte con una sonrisa ―Tequila―

Tenten chillo a mi lado y sirvió tres vasitos pequeños de tequila.

―No. Yo no puedo― Dijo Hinata cuando Tenten le alcanzo el pequeño vaso.

La castaña rodó los ojos y yo reí chocando nuestros vasos y bebiendo todo ese líquido de un trago. Hinata nos había traído en su coche y se había auto designando la conductora responsable.

Eran cerca de las cuatro de la mañana cuando mis dos amigas me abandonaron por sus novios y yo me encamine al baño. Pasé mi mano mojada por mi nuca intentando despabilarme y cerré los ojos.

―Esto me trae recuerdos―

Abrí los ojos de golpe cuando sentí su respiración en mi nuca.

―Sasuke― Susurre.

Él paso la yema de sus dedos por mi espalda desnuda. Llevaba una diminuta blusa plateada y un jean acampando oscuro. Él se acercó aún más rozando mi trasero con su entrepierna pierna y apoyo la mano libre en el lavamanos.

―Ya hablamos― Murmuré observándolo a través del espejo.

La realidad es que solo me hacía la fuerte. La realidad era que en ese momento solo quería que me volteara y me besara.

―Ya sé― Susurro y su perfume me mareo más de lo que estaba ―Y respeto tu decisión― Comentó, metió la mano en el bolsillo de su pantalón y sacó aquel juego de llaves ―Pero esto siempre será tuyo― Dijo dejándolas sobre el lavamanos.

Yo no dije nada, solo lo observe retirarse del baño. Me había devuelto las llaves de su departamento.

La primera vez siempre es la más dolorosa, después uno se acostumbra.

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―Viniste― Comento cuando ingrese al departamento.

Eran cerca de las seis de la mañana, apenas empezaba a salir el sol y yo me había despedido de mis amigas, me había tomado un taxi y había entrado sin avisar y sin permiso al departamento del Uchiha. Él sabia que vendría, estaba sentado en el sillón vestido solo con el pantalón pijama y un vaso de whisky en la mano.

―Dijiste que eras mío―

Él sonrió de lado. Había ganado

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