¡Saludos, queridos lectores!

Lamento mucho si tardé en subir esta historia, pues mientras intentaba subirla, surgieron algunos asuntos que no pude dejar esperando. Sin embargo, he aquí esta historia.

Debido a la hora, no creo poder subir el resto a pesar de haber prometido no dormir hasta subir todo, pero los asuntos ya mencionados me agotaron mentalmente y me gustaría dormir, sólo no quise dejar las actualizaciones en una sola.

Algo que debo decir sobre esta historia, es que es un OneShot muy corto, de esos que rara vez hago y, por consiguiente, puede que la historia no sea muy buena o se sienta inconsistente debido a lo difícil que me es escribir historia tan cortas. Sin embargo, espero que les guste y que se diviertan n.n

Y sí... esta historia cabe dentro de uno de los temas del SKM.

Día 28: Hijio(a) SasuKarin Month Junio 2023


En la casa de los Uchiha, el esposo del matrimonio yacía recostado bocabajo en la cama, mientras su esposa, se acercaba peligrosamente con una herramienta en la mano de la cual, el hombre habría preferido jamás haber tenido que usar, pero un trato era un trato, y aunque en sus planes jamás estuvo estar en esa situación, las circunstancias lo llevaron a eso.

—¡Maldición! ¡Karin! —Sasuke jadeaba sufriente estrujando la almohada bajo él— No seas tan brusca.

—No exageres, no está tan grande y la estoy metiendo delicada y suavemente para no lastimarte —respondió la pelirroja quitándole importancia a la queja de su marido.

—Duele —gruñó.

—Tu me lo haces todo el tiempo y no me quejo, y te recuerdo que tú no eres tan delicado al meterla como yo te lo estoy haciendo —insistió Karin— También deja de moverte tanto, por eso te duele más de lo que debería. Tú solo te lastimas moviéndote de un lado a otro.

—¡Sólo termina!

—Ya casi está toda dentro, pero no puedo dejarlo salir rápido o va a dolerte más. Esto apenas fue el principio.

—Ya no me importa, sólo termina rápido —suplicó el varón— Quiero que saques esa cosa ya.

—De acuerdo. Entonces prepárate. Cómo dije, ya está completamente dentro, pero…

—¡Sólo hazlo!

Karin hizo una mueca que reflejaba que no creía que fuera a aguantarlo, pero igualmente obedeció porque si no lo hacía, seguramente su esposo iba a seguir quejándose y le iba a poner las cosas más difíciles.

Cuando sintió el líquido venir, Sasuke mordió la almohada que estrujaba a tal punto, que le hizo un hoyo con los dientes, y aunque propiamente dicho no lloró, si se le escaparon algunas lágrimas.

—Te dije que iba a dolerte más si lo hacía rápido, pero tranquilo, ya pasó —le dió una sobada en el trasero— Te sugiero que camines un poco para que el dolor pase más rápido.

—¿Cómo carajo crees que voy a caminar? Me duele la pierna —replicó Sasuke indignado con la sugerencia.

—Si caminas, el medicamento se distribuye más rápido, pero si quieres quedarte acostado, tardará más en pasarse —comentó la pelirroja terminando de empaquetar la jeringa para tirarla a la basura— Es el precio a pagar si quieres hijos, y te recuerdo que la peor parte me la voy a llevar yo durante el embarazo y el parto.

Sasuke bufó irritado contra sí mismo, porque no podía decir nada en contra de eso, especialmente porque él había insistido en tener hijos aún cuando los exámenes de ambos, mostraban una baja fertilidad, por eso estaban en ese estúpido tratamiento inventado por Tsunade, que conllevaba unas inyecciones de quién sabe qué.

Odiaba las inyecciones. Podía resistir heridas grandes y graves, fuertes golpes, incluso la pérdida del brazo, pero a pesar de todo eso, odiaba el dolor de las inyecciones, especialmente las grandes como la que le acababan de poner, y aunque Karin tenía razón en que él era más brusco cuando se las ponía a ella y no se quejaba aún cuando las de ella eran más grandes, no podía evita ser renuente a ellas.

—Ya no pongas esa cara, ya pasó, mi amor —Karin se sentó junto a su esposo para acariciarle la espalda después de haberse deshecho de la jeringa— Cuando te deje de doler, nos ponemos a lo divertido.

—No estoy de humor —respondió el varón haciendo un puchero que hacía muchos años, Karin no le veía hacer.

—En ese caso, la inyección fue en vano. ¿Recuerdas lo que nos dijo Tsunade-sama?

Sí, Sasuke lo recordaba. Después de media hora de la inyección, había que tener sexo para aumentar las probabilidades de embarazo.

Aquella sólo había sido la segunda inyección y Sasuke ya se preguntaba si pasar por toda esa tortura para tener un hijo, valía la pena. Es decir, ya sabía que tener hijos no era cosa fácil, mucho menos criarlos, pero en ningún momento cuando le nació el deseo, estaba en la lista tener que recibir inyecciones tan grandes y dolorosas.

Era un dato que sólo su difunta familia sabía…y ahora Karin como su nueva familia, que a Sasuke le asustaban las inyecciones, y aunque no hacía un drama como muchos, si podía encontrar una forma de evitarlas, lo haría. Sin embargo, la fertilización parecía siempre requerir algo alargado penetrando algo suave.

La única razón por la que se había dejado inyectar la primera y esta última, era porque no podía argumentar nada contra el hecho de que su esposa había recibido cinco inyecciones más grandes antes que él. Por otro lado, si se rendía en ese momento, las dos inyecciones anteriores habrían sido en vano, pero…

—Maldita sea —murmuró quejándose porque la pierna le dolía muchísimo, y aunque estaba considerando levantarse a caminar como su esposa le había recomendado, pero no tenía ni idea de cómo iba a poder levantarse.

Con dificultad, Sasuke se levantó de la cama entre quejidos y comenzó a dar algunos pasos cojeando dentro de la habitación y encorvado, pero muy lentamente, mientras caminaba, comenzaba a enderezarse y a normalizar sus pasos, porque el dolor empezaba a ceder.

Bueno… quizá, pasada la media hora podría estar de mejor humor para seguir con el siguiente paso, y aunque no, Karin siempre encontraba ponerlo de humor cuando se lo proponía, especialmente cuando ella se ponía creativa. Es decir, a veces le asustaba porque no sabía qué esperar, pero en la mayoría de las veces, él terminaba descubriendo cosas que no sabía que quería.

Esa había sido la única cosa positiva de querer tener hijos: que podían desenvolverse seguido en ese ámbito intentándolo una y otra vez de diferentes maneras, pero definitivamente no era nada grato tener que ser pinchado cada cierto tiempo antes de tener relaciones.

Mientras el dolor pasaba, Sasuke se preguntaba qué tipo de acción tomaría su esposa para ponerlo de humor, y se animaba con sólo pensar que lo sorprendería. De hecho, su líbido aumentaba conforme bajaba el dolor gracias a los pensamientos, y cuando finalmente Karin volvió a la habitación, él ya estaba preparado para "ponerse a lo divertido" tal y como ella había dicho.

—¿Ya estás de humor? —preguntó Karin dando saltitos hasta él vestida de enfermera sexy y Sasuke no sabía si era una forma de consolarlo o una burla, pero ya estaba bastante convencido de seguir adelante con hacer un hijo, que no dudó en sujetarla por la cintura— Veo que sí.

—Si no hacemos esto, las inyecciones serán en vano —Sasuke se defendió, pero Karin sonreía con picardía, porque desde el principio, ella, por su chakra, sabía que estaba caliente.

—Qué inteligente es mi paciente —dijo Karin con una risita burlona, y aunque a Sasuke le desagradó la burla, la "castigó" apretándole el trasero.

Los besos comenzaron y rápidamente subieron de tono entre ambos de modo que Sasuke estaba más que animado y deseos, pero de un momento a otro, ella lo empujó y echó a correr al baño a vomitar.

Sí, esa fue la señal que habían estado esperando, ese hijo que Sasuke tanto deseaba ya estaba en camino y lo confirmaron con una prueba de embarazo casera y posteriormente con Tsunade. La mala noticia, es que debido a las fechas, Karin había quedado embarazada antes de iniciar el maldito tratamiento de inyecciones, por lo que esa tortura, había sido en vano.

Como noticia extra, y noticia mala, ambos tendrían que mantenerse en abstinencia lo que duraba el embarazo, pues debido a las dificultades que tuvieron para concebir, estaban considerando el estado de Karin como embarazo de alto riesgo.

—Tu insististe —la pelirroja hizo un puchero, pero enseguida, cambió su gesto a uno de resignación.

—Ya tendremos tiempo —comentó Sasuke tratando de fingir que la abstinencia le daba lo mismo, aún cuando sabía que era inútil tratar de engañar a su esposa, pero por desgracia, ambos entenderían desde el día uno de su hijo, que la paternidad no sólo requería dedicación y esfuerzo, sino abstinencia forzada.

—¿Aún quieres dos hijos? —Karin le preguntó después de que ambos despertaran por quinta vez en la madrugada para atender al bebé.

—Me pondré una inyección para dejar de ser fértil —aseguró el azabache que, como su esposa, poco había dormido, y si bien, hasta donde sabía, no existían inyecciones para quitar la fertilidad, fue la forma más contundente de decirle a su esposa que un hijo era suficiente. Lidiar con una inyección parecía menos tortuoso que los días sin dormir.

FIN


¿Mal pensaron al principio? ¿Les confundió el tema del mes con el inicio de la historia?

Espero que la respuesta a ambas preguntas sea "Sí", y que con esas mentes puercas, se hayan divertido imaginando a un Sasuke bocabajo en la cama y una Karin con un instrumento en la mano que no fuera una jeringa n.n

De verdad, espero que pese a lo extraña que podría ser la historia debido a mi dificultad para hacer historias cortas, la trama les haya divertido y me encantará saber qué piensan de ello en los comentarios, pero por sobre todo, me encantará leer sus reacciones sobre aquellas cosas que se imaginaron.

Sin más por el momento, los dejo por ahora n.n

¡Hasta la próxima actualización!