Nota: Fuera de personaje... y lo siento Jeremy, sólo voy a ver tu película pero que bueno que seas tú quien dirija la serie ahora.


– La verdad es que… quiero dejar de ser Ladybug y la guardiana de los Miraculous.

Era una tarde bañada por el atardecer en París, cuando Marinette se lo confesó. Como si tuviera mucha pena de que lo que dijo fuese escuchado por alguien más –probablemente, Tikki– pero con cierto dolor y cansancio en su expresión. Ni siquiera lo miró cuando se lo dijo y sólo observó el sol ocultarse en el horizonte.

Los Kwamis estaban descansando en la habitación, mientras que ellos yacían en el balcón, recargados contra el barandal en ese momento.

Él no se sorprendió ante su confesión, más bien sólo suspiró y cerró los ojos un instante antes de mirarla y tomar su mano. Marinette le devolvió la mirada, con las lágrimas asomándose en sus ojos.

– Yo… yo nunca pedí ser Ladybug ni la guardiana, yo… ¿Está mal que quiera renunciar? – secó las pequeñas lágrimas con el dorso de su mano, sorbiéndose la nariz –. Digo, ya no existe Hawkmoth o Monarch y, sólo quiero una vida normal y tranquila. Pero siento que si renuncio, Tikki, los demás Kwamis, el maestro Fu y París se decepcionará de mí.

– No tendrían por qué si ya cumpliste con tu misión… tú también mereces descansar porque has hecho un buen trabajo – apretó suavemente su mano, sonriéndole comprensivo –. A mí no importan los demás, a mí me importas tú y cómo te sientes. Y si renunciar a esto te hace sentir mejor, te apoyaré.

– ¿Incluso si eso significa que podría olvidarte también…?

Marinette le había contado que al convertirse ella en la nueva guardiana, cuando renunciara a ese título sus recuerdos relacionados a los Miraculous se borrarían y sólo mantendría algunos. Ya que algo similar le había ocurrido al maestro Fu la última vez que lo vio; y aunque él no fuese el compañero de equipo de su novia, algunos recuerdos importantes cuando ella estaba como su alter ego se irían.

Dejando lo que alguna vez fue Marinette Dupain-Cheng.

– ¿Seguirías conmigo incluso así?

Sería doloroso, lo sabía. Pero era un riesgo que iba a tomar y aceptar. Y lo fue desde el momento en que aceptó sus sentimientos y empezó a salir con ella.

Siempre fue un riesgo involucrarse de esa forma con Marinette.

Félix le sonrió y besó sus nudillos con cariño, como a una princesa.

– Yo acepté todos los riesgos que implicaba quererte y salir con la heroína de París… Seguiría contigo, incluso si no me recuerdas del todo.

Y amaría a la nueva versión de ti.

Marinette lloró mucho en ese entonces mientras Félix la abrazaba, y dejaba salir algunas lágrimas a escondidas sin que ella lo notara.

Por esta razón, no le gustaban los héroes.

Nunca había un final totalmente feliz para ellos y sus amantes.