Heriberto se montó en un auto bastante común, un Volkswagen Jetta II, de color plomo/gris, alejado realmente de los vehículos usados generalmente por los hombres del narcotráfico, es decir, trocas grandes y oscuras, con muchos escoltas por detrás y por delante, con el paso de tiempo su abuelo le había permitido tener una casa a las afueras de su hacienda, en donde se movería con libertad en el pueblo y por otros lugares, lo mejor era tener ojos en todos lados y para eso debía poder moverse con tranquilidad mientras no estaba en la escuela, no le gustaba para nada pero en una sociedad donde los más instruidos tenían algo de prepa era mejor aprender, saber más que ellos, estar pasos por delante, conocer gente, hacerse de contactos.

Sobre todo andarse con mucho cuidado, pues habían mas carteles presentes en todo Mexico y todos buscaban estar a la cabeza, el rival más directo de su padre, eran los Robles, 3 hermanos que movían también su negocio, Mónica, Isidro y Guadalupe, el mayor Isidro era realmente la cabeza pensante, otro de los capos y mas respetados era su abuelo, del aprendió varias cosas aparte de la forma de resolver los problemas, al parecer la menor y única mujer del grupo de hermano había tenido un amorío con su padre y aun estaba babeando por él, eso la hacia el doble de peligrosa, una mujer despechada, con mucho poder y enseñada a vengarse de las maneras mas crueles posibles solo era una receta para el desastre.

Condujo bastante rápido mientras se movía en dirección a la casa donde vivía su mama, hermana y papa (ocasionalmente), mientras conducía, sonó un celular de la cajuela del auto, lo saco rápidamente mientras no perdía el foco del camino.

-quien habla-

-aquí el huérfano maestro-

-que paso bato-

-pues problemas maestro, se acuerda de esta guera que nos mandó a cuidar-

-aja-

-pues esta reunida y conversando con el Triste, uno de los hombres de confianza de Robles-

-mira qué bonito carnal-

-cierto maestro, estaba acordando algo al parecer-

-no me hablarías solo por eso huérfano-

-le están haciendo contrainteligencia también a la mora, maestro, uno de los hombres de Mejía, el pendejo que sigue de cerca a …-

-ya estuvo huérfano, se van a armar los putazos, ontas-

-sigo en ciudad de México-

-alístate a dos vatos de los buenos para el gatillo, voy para allá que parece que le pusieron un 4, nos vemos en 4 horas-

-le seguiré el rastro maestro-

-cuando sepas donde ir, me das el pitazo-Heriberto corto el celular y acelero en gran medida, parece que le tocaría salvarle el trasero a su apa.

Saco su mochila del asiento del copiloto y busco entre sus cosas, tenia sus papeles, bastante dinero en efectivo, además de sus documentos, estaba a una hora del aeropuerto más cercano, la policía a los alrededores estaba comprada por su abuelo, pero tampoco podía comprarse, esos perros no eran leales ni a la mano que les daba de comer, una vez llego cerca del aeropuerto, saco otro bolso desde el asiento de atrás, donde tenia guardada ropa, dos pistolas (una Colt`s M1911 y una Glock 17) varios cargadores compatibles, se bajo y se aseguro de esconder el bolso debajo de uno de los asientos traseros, no sin antes sacar ropa y meterla en la mochila mientras tomaba sus documentos y los guardaba en el pantalón.

Nadie conocía el auto que usaba regularme ni sus amigos en la escuela, por lo que nadie intentaría meterse a robar su auto si lo dejaba en el estacionamiento del aeropuerto, se aseguro de dejarlo bien cerrado y se movió para tomar su boleto de avión rumbo a ciudad de México, no era extraño que tomara vuelos desde el aeropuerto, aunque no siempre lo hacia saliendo en aviones legales, sino que su pertenecían a su padre.

Dos horas y media o casi tres horas logro aterrizar en Ciudad de México, en el aeropuerto lo estaba esperando un hombre moreno, no muy alto (1,70) de unos 23 años, de cabello negro con algunos kilos de más, mirada seria y cara de pocos amigos, estaba vestido con un pantalón de trabajo gastado (Jeens) y una camisa aparte de zapatos oscuros.

-quiubo-saludo Heriberto mientras se daban la mano y un ligero abrazo.

-aquí estamos maestro-saludo el hombre con una sonrisa.

- ¿ya estamos listos? -

-pues claro maestro-

-dime Heriberto carnal-

-si tú me dices Eutemio compa-

-pues va a estar cabron-

Ambos rieron mientras se alejaban del lugar y se subían a una camioneta bastante común, para cuatro personas.

-cómo está el cuatro que le tienen armado a mi apa-

-pues se ve bien feo compa, deje al Yony y a Beto de pájaros, es en el edificio donde vive la actriz, la tal Lucia, donde echan pata frecuentemente-

-cuantos hombres crees que van a meter los Robles para quebrarlo-

-unos diez, pero es seguro que el Triste estará al frente-

-vamos a tener que encontrarlos con los pantalones abajo y llenarlos a balazos-

-ta weno pues, menos mal y vine preparado ¿sí o no? -indico Eutemio/el huerfano, mientras señalaba un bolso atrás bastante grande.

-pícale entonces-

El chofer asintió mientras se movían rápidamente por el transito de la carretera de Ciudad de Mexico, en el camino llamaron al huérfano para avisarle que estaban rodeados tanto por los hombres de los Robles como la dupla de agentes de la DEA, el triste también estaba en una camioneta esperando acompañado por sus hombres, uno ya había entrado para ver el lugar y preguntar por algún cuarto disponible en el séptimo u octavo piso, al parecer tendrían disponible un francotirador, si es historial del Triste era cierto, el seria el tirador.

-entonces párate a unas dos calles del lugar, Yony y Beto métanse en los baños del edificio, atento al celular y con silenciadores-Indico Heriberto por el teléfono satelital mientras miraban el movimiento.

-está bien patrón-

-abusados-

Heriberto corto la llamada y guardo el celular en su mochila, abrió el bolso de atrás y saco dos Heckler & Koch USP con silenciador, le dio una al Huerfano que la tomo mientras desatornillaba el silenciador y lo guardaba en el pantalón mientras se colocaba una chaqueta oscura, lo mismo hizo Heriberto mientras asentía y tomaba tres cargadores adicionales y los metía en la mochila, le entrego dos a su compañero, también metió en la mochila un cuchillo de combate.

En el bolso también había una Ingram Mac-10 y una UZI, aparte de municiones, algunas granadas y otro cuchillo de combate no era demasiado armamento, pero si muy potente e ideal para enfrentamientos a corta distancia.

-arre-Heriberto se acomodó la pistola en la cintura por la parte de enfrente, obviamente con seguro mientras se colocaba la mochila y alisaba su casaca negra al igual que el Huerfano que tomo el bolso y lo cruzo a su hombro, caminaron tres cuadras evitando ser vistos por los hombres de los Robles y por la dupla de la DEA, entraron en el edificio como dos hermanos que están de paso por la ciudad, la recepcionista estaba ocupada pero le permitió ir al baño a Heriberto que antes de entrar saco dos gorras y se coloco una mientras el Eutemio se colocaba la otra, Eutemio se movió sin problemas y por las escaleras, en el asesor se encontró a Heriberto que estaba guardando las recargas en sus bolsillos, discretamente mientras hablaba por celular .

-si ama te prometo que nos portaremos bien, deberías estar para poder ver la sonrisa de mi apa, ya estamos en el ascensor-

-arre-contesto desde el celular Beto mientras, Heriberto asentía discretamente a el Huerfano que se acomodó al lado del, por suerte el ascensor estaba vació, a excepción de ellos, el Triste y su observador también habían entrado en el edificio y se irían al piso seis, pero en realidad entrarían en el piso siete, uno de los encargados del lugar comprado por ellos les abriría esa habitación mientras vigilaba.

Heriberto y Eutemio esperaron en el ascensor mientras el Triste y sus hombres subían en por las escaleras de emergencia hasta el séptimo piso, cuando apareció el botones corrupto cerraron el ascensor y bajaron al sexto piso, subieron pausadamente las escaleras y entraron, caminaron hacia una de las puertas de uno de los apartamentos y Eutemio intento abrirlo o eso fingió, luego Heriberto señalo al botones y caminaron directo hacia él, que los miro mientras se llevaba la mano a la espalda preparado para sacar su arma, se había quedado a hacerle guardia al Triste y su socio.

-disculpe-llamo Eutemio con una sonrisa-no podemos entrar en el apartamento, la llave no sirve-

El botones se relajó un poco mientras miraba al mas joven y centraba su atención en el hombre mayor.

- ¿Cuál es su habitación señor? -pregunto el hombre mientras intentaba mantenerse tranquilo y hacia memoria para recordar al inquilino.

Heriberto se movió más cerca del sin que este lo notara y en un rápido movimiento saco el cuchillo de su bolsillo trasero, apuñalando una veces en el costado derecho al botones, mientras Eutemio le tapaba la boca y lo apuñalaba directamente en el corazón, evitando que gritara, Heriberto también se aseguro de evitar que sacara el arma que portaba para que ni soñara con dispararles, la guardo en su mochila mientras Eutemio controlaba los últimos suspiros del botones, se acerco a la puerta y abrió muy lentamente, mientras apuntaba con la pistola al Triste y al observador que no los notaron, las cortinas y toda su atención en la misión no les hizo prestar atención a nada más, Eutemio arrastro al botones al departamento y se movieron lentamente hasta sus objetivos, Heriberto por el observador y Eutemio por el Triste, uno miraba por los binoculares mientras el otro miraba por la mira del ArmaLite AR-15, dando la espalda a la entrada del balcón donde estaban.

Podrían bajarse al Triste y eliminar un problema futuro, pero si no lo hacían eso ocuparía la cabeza de Isidro para adivinar porque no mataron a su mejor hombre, el observador en cualquiera de los casos era prescindible, Eutemio se acercó en un rápido movimiento al Triste y lo noqueo para tomar el AR-15, el observador ya estaba muerto con un disparo certero a su cabeza propinado por Heriberto.

El joven Casillas tomo el fusil semiautomático mientras Eutemio movía el cadáver del observador, apunto al piso de la tal Lucia y dejo el fusil reposando contra el cristal mientras apuntaba, así no se movería mucho si intentaba disparar, encontró a su padre mirando a la actriz llorando.

Saco su celular del bolsillo y llamo a su padre.

Miro como su padre tomaba el celular mientras miraba a la actriz.

-Chacorta-

-no apa, es Beto -

-no puedo hablarte ahora mijo, en otro momento-

-la wera seguirá llorando de rodillas por otro minuto apa-Aurelio abrió considerablemente sus ojos mientras miraba hacia la ventana, encontró a un hombre apuntándole con un arma y a otro que movía un cadáver.

-que chingados está pasando mijo-

-los Robles te tendieron un cuatro apa, estas rodeado por alguno de los hombres de los Robles y dos agentes de la DEA, te pillaron con los pantalones abajo apa y me toco pillarlos con los pantalones abajo-

-eso chingada madre mijo-Aurelio le sonrió con orgullo mientras Heriberto miraba atento con la mira el lugar.

- ¡al suelo apa! –

Aurelio más rápido que nunca se tiro al piso mientras uno de los hombres de los Robles, de pelo negro, moreno, con casaca de mezclilla café entraba en el lugar y disparaba matando a Lucia, la actriz y el gatillero terminaba muerto por un disparo del fusil que tenía en sus manos Heriberto.

-el Beto y el Yony son hombres del abuelo apa, uno tiene camisa azul y el otro, casaca negra, están en el edificio para ayudarte, de aquí te pondré cobertura-por el celular se escuchaban los balazos que provenían de pisos más abajo del edificio.

-abusado mijo-Aurelio le corto mientras se movía y llamaba por teléfono a Chacorta o eso creyó Heriberto.

El Huerfano miro a Heriberto-hay que irse que esto se llenara de policías y balazos-

-te sigo-indico Heriberto mientras sacaba un paño y limpiaba el fusil para dejarlo sin sus huellas, lo dejo al lado del Triste mientras salían del lugar rápidamente.

Mientras tanto Aurelio disparaba la UZI que tomo de uno de sus hombres, (calvo con casaca café claro, pantalones de mezclilla y botas vaqueras) derivo a 2 hombre de los Robles mientras un hombre de casaca negra se bajaba a un tercero que disparaba a Aurelio.

-lo cubro patrón-alentó Beto mientras apuntaba a las escaleras su pistola.

-Yony-dijo/pregunto Aurelio.

-al Yony lo bajaron en el 3 piso patrón, soy el Beto-

-ta weno pues, si pa morir nacimos, arre-siguieron bajando por las escaleras de emergencia.

Siguieron bajando mientras Aurelio encontraba cadáveres de algunos hombres y luego al que supuso que era Yony, iba delante cuando un hombre lo tomo por sorpresa, este disparo de inmediato, pero Beto empujo hacia un costado a Aurelio y lo salvo de recibir una bala, pero termino llegándole a él.

- ¡quieto! -grito un hombre moreno de ojos oscuros, pelo negro, muy peinado, de estatura promedio, con buen estado físico, casaca de cuero café y pantalones negro.

Aurelio lo miro mientras lo apuntaba y se ponía de pie, de la nada un par de balas impactaron en la pared que desconcertaron tanto al hombre como a Aurelio y el narcotraficante no lo pensó dos veces y salió corriendo del lugar, afuera Chacorta terminaba de darles muerte a dos hombres de los robles con una AK-47.

Ajeno a todo, Heriberto y el Huerfano ya estaban en la camioneta, partieron de inmediato.

-te lo dije, los Robles ya sacaron el cobre, dieron luz verde pa quebrarnos-reclamaba Chacorta a su hermano.

-así es la vida Chacorta, cuando te toca, aunque te quites, cuando no te toca, aunque no te quites-

-pues deja de estarte poniendo quieres, ¡¿quieres?!-Chacorta termino su regaño mientras Aurelio llamaba por celular.

-ontas mijo-Chacorta miro extrañado a su hermano.

-camino al aeropuerto apa-

-nada de esas chingaderas mijo, arráncate para el aeropuerto que tenemos, te espero-

-ta weno apa, ahí los alcanzo-

-si salió chingon este hijo mío, por ti corre sangre Casillas mijo, te la debo cabron-Aurelio corto la llamada.

La cara de Chacorta hizo las preguntas necesarias.

-el Heriberto se la rifo carnal, salió como condenado para el gatillo, salió a su papa-Aurelio saco pecho-se entero que los Robles me tendieron un cuatro por algunos hombres de don Cleto y se vino a rifar para defenderme, se despacho a un par de vatos para salvarle el pellejo a su apa-

- ¿mi ahijado? –

-el mismo nalgas miadas- sonrió Aurelio.

- ¿Cómo estuvo eso? –

-cuando nos encontremos en el aeropuerto nos dirá todo-

Heriberto los iba siguiendo en la camioneta acompañado por Eutemio como chofer a una buena distancia.

-cuando se metan hacia la hacienda con que lleva a la pista me dejas en la entrada, te vas de vuelta a ver como va todo y que tan caliente esta todo, el Beto y el Yony no llamaron ni mi apa los menciono, vas a tener que enviarle dinero a su familia carnal, se la rifaron-

-como diga es patrón-molesto el huérfano a Heriberto.

-no digas mamadas wey, siempre seremos carnales, mientras no me juegues chueco, abusado-se rio Heriberto mientras miraban la carretera.

- ¿estas bien Beto? -

-con el tiempo se vuelve más fácil tirar del gatillo-contesto Heriberto- ¿y tú? –

-lo mismo-

El viaje continuo hasta que llegaron a la entrada de la hacienda, en ese mismo lugar la camioneta paro y Heriberto se bajó, llevando su mochila, con ropa y en el fondo las tres recargas para su pistola que llevaba en frente, se demoro al menos unos 15 minutos caminando mientras se limpiaba la boca tomando agua luego de vomitar al recordar lo que había hecho.

A lo lejos diviso los aviones de Aurelio y a este con su padrino Chacorta hablando con los hombres, camino mientras arrojaba la botella vacía de agua en uno de los muros de la entrada a la casona de la hacienda.

-quiubo apa-saludo Heriberto a lo lejos con una sonrisa-padrino-

Anochecer, Sinaloa.

Apenas aterrizo la avioneta de los Casillas, sus hombres abrieron la puerta y de ella bajaron los Casillas.

- ¿tienes asegurado el primer cuadro? -interrogo de inmediato Chacorta a uno de sus hombres.

-si patrón-

Mientras tanto 2 trocas los estaban esperando con un grupo de hombres armados, todos vestidos de manera similar (vaqueros/norteños), que esperaban las ordenes de los patrones, Heriberto iba a lado de su padre.

-que paso familia-saludo Aurelio.

-patrón-contestaron algunos.

-José, hay que tener mucho cuidado con los Robles que andan bien locos-

-si patrón-aseguro un hombre vestido de norteño y una casaca sin mangas-siempre lo han estado y desde que le quitamos la ruta de Tijuana, aún más-

-ten listas las avionetas, mis hijos y mujer se van de viaje, lo adelantaremos-Aurelio miro a Heriberto que solo miraba a los hombres que los esperaban.

Casa de los Robles.

Los hermanos Robles estaban planeando el asesinato de Aurelio, pues si algo no se hacía bien, debían hacerlo ellos, en este caso Guadalupe sería el líder de operación, atacarían el Rancho de los Casillas.

-muy bien, el avión ya está listo, allá te está esperando el triste con las camionetas-indico Isidro mientras Guadalupe asentía y se percinaba, Mónica también iría, el mayor le deseo la mejor de las suertes.

Rancho Casillas.

Aurelio llego acompañado por Heriberto, Chacorta y varios hombres hasta donde Ximena, la madre de Heriberto, era una mujer muy guapa de piel levemente morena, ojos oscuros y cabello negro.

-mi amor, vamos a tener que adelantar el viaje, los Robles nos pusieron un 4-

- ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Heriberto estaba contigo? –

-tranquila ama, espere a mi apa en la hacienda del Aeródromo, el abuelo tenia unos negocios que hacer en Ciudad de Mexico y me dejo en la hacienda-

Ximena abrazo de inmediato a su hijo y aceptaba la mentira dicha por su hijo, estaba tan encimada en creer la mentira que se obligaba a creer para no pensar en lo que hacia el hombre que amaba que su juicio a veces no era el mejor.

-Fue en DF, mientras solucionaba unos asuntos, tienen que irse ya, pero los pasaportes aun no han llegado-aseguro y contesto Aurelio.

-podemos usar los de la vez anterior-

-esos no nos servirán, deben ser nuevos y por suerte el turco se está encargando de eso, no te preocupes, donde esta Rutila-

-con tu abuela-

Ximena soltó a Heriberto mientras este la miraba-Aurelio, ¿estamos en problemas? -su madre ciertamente era bastante ilusa.

-si, pero los voy a arreglar-aseguro Aurelio-ven acá mi amor-Ximena abrazo de inmediato a Aurelio.

Mientras tanto Heriberto movía la cabeza en signo de decepción y seguía caminando, como se burlaba su padre de su madre era algo que no quería ver.