*La mayoría de los personajes que aparecen en esta historia pertenecen a Mizuki e Igarashi, TOEI Animation, Co., 1976. Tokyo.*
*Esta historia está escrita exclusivamente por mí, y solo por entretenimiento, sin remuneración económica para la autora*
*Candy está enamorada de Albert. Albert tiene que tomar una decisión muy difícil, dejar a Candy. Este fic trata sobre las inseguridades de los jóvenes (Albert, Anthony, Stear, Archie, Terry, Candy, Flammy, Patty, Annie, Karen), y no tan jóvenes (Rosemary, George y Dorothy) y cómo las afrontan, cada uno lo hará desde su propia perspectiva, cada uno describe una forma distinta.
*Se subirán varios capítulos al día.*
*Seguid las instrucciones para seguir la trama con el soundtrack.*
Advertencia: Algunos de los capítulos pueden contener contenido de alto voltaje, apto solo para mayores de 18 años.
Capítulo 1.
Instrucciones: Escuchar: Air - Playground Love
Estamos en su habitación, no es la primera vez que estoy aquí, pero en esta ocasión todo es diferente… quizá por eso esta vez sí me he detenido a observar la estancia. Los ventanales dan a la piscina, el armario ocupa toda una pared; en la pared que da a la inmensa cama tiene pegados carteles de sus películas y bandas favoritas, y en la pared de enfrente está su colección: las estanterías están repletas de vinilos, películas, libros y comics, 1500 ejemplares como poco. Me detengo en Haruki Murakami… los tiene todos. Y en eso estaba cuando sus inconfundibles manos empiezan a tocarme lentamente, sus manos recorren mi espalda y bajan hacia mi cintura, quiero girarme pero él no me deja, empieza a besar mi cuello, mis hombros... Las sensaciones van a más y mi sexo empieza a humedecerse.
Su habitación huele a Issey Miyake... Estoy tan concentrada en su tacto, o mejor dicho tan desconectada del mundo exterior, que no me doy cuenta que ahora él está frente a mí, acerca sus labios a los míos y me besa dejando el recorrido de su aliento en mi piel.
Albert tiene un torso perfecto, una espalda ancha, unos brazos fuertes, un abdomen definido y un... está bien dotado... es mi primera vez y yo dudo un poco. Pero él vuelve a besarme y yo pierdo la noción de todo... me coge en sus brazos, siento como acaricia mis muslos y... he dejado de pensar... los besos se vuelven más profundos, más salvajes, me deja sobre la cama y empieza a desvestirme, quedo totalmente expuesta para él, sus ojos se han oscurecido, tienen un brillo distinto... me ha observado unos segundos y ha bajado lentamente hacia mí, comienza a darme besos por el abdomen bajando lentamente hacia mi sexo, sale un gemido de mí y me ruborizo, él sube hacia mis labios y me besa hasta dejarme sin aliento, luego vuelve a descender y vuelve a mi sexo, estoy a punto de gritar de placer, y él lo intuye por eso para y acude a mis labios, me besa de nuevo, pero esta vez el sabor es distinto, sabe a mi sexo, y yo estoy muy inquieta quiero que siga... así que con un gesto le prometo ahogar mis gemidos y él sigue con su exquisita labor... no sé cómo definir lo que me hace sentir, pero es como el placer extremo, veo sus labios, húmedos de mí, vuelve a mi boca, y yo me dejo hacer.
Sentir sus brazos tensos entorno a mis hombros, me excita aún más, se roza con mi sexo y poco a poco va entrando, tengo algo de miedo porque no sé cuánto me dolerá, él me mira fijamente y me vuelve a besar intensamente a la par que se introduce en mi por completo, y yo...
Solo siento placer, quizá al principio dolió un poco, pero oír sus gemidos hacen que olvide cualquier molestia. Albert aumenta la intensidad del movimiento, mientras me besa los senos y me succiona los pezones, me deja sin fuerzas, estoy a punto de desfallecer, pero él mantiene el ritmo, de pronto me coge de nuevo entre sus brazos y se levanta sin salirse de mí, apoya mi espalda contra la pared y me embiste, una postura que yo desconocía, en realidad desconocía todo, las sensaciones eran todas nuevas, y no era capaz de entender lo que sentía en ese momento… así que me dejé llevar por lo que sentía… él siguió haciéndome suya, sus fuertes manos empezaron a acariciar mis múslos y sus embestidas se volvieron cada vez más profundas.
Me vuelve a colocar en la cama y hace que mis piernas estén sobre sus hombros, siento que entra más dentro de mí, me duele y a la vez siento placer, él no para, poco a poco me acostumbro a sus dimensiones, y no puedo más, siento que todo va a estallar dentro de mí... Pero Albert sigue unos minutos más hasta correrse.
- Prometo que te cuidaré siempre Candy. Te amo. (Me abraza y nos tapa con las sábanas, recuesto mi cabeza sobre su amplio torso y puedo ver un ligero bello rubio con unas ligeras gotas de sudor que desciende por su abdomen hacia su sexo, qué atractivo es...)
- Te amo Albert
Nos hemos quedado dormidos, hasta que la alarma sonó, eran las 20:00 y tenía que regresar a casa, me bañé rápidamente y él me acompañó, nos despedimos con un tierno beso, prometiendo quedar al día siguiente después de mis clases.
¿Cómo le conocí? Pues era mi vecino desde siempre, solo que yo me percaté de eso varios años después. La primera vez que le vi, yo tenía seis años, era de noche y yo estaba apoyada sobre la ventana de una de las habitaciones de la tercera planta, cuando vi a un niño rubio en bicicleta, era como un ángel, guapísimo. Desde entonces le había visto ocasionalmente por el barrio, pero no fue hasta que cumplí los 12 años que me animé a hablarle... a partir de entonces fuimos inseparables, él quiso que fuera su novia pero yo era muy pequeña, me lo propuso dos veces cuando tenía 12 y cuando tenía 14, pero le dije que no, es decir, para mí era guapísimo, ojos azules y melena larga y estilo desenfadado, pero yo no me veía con novio, no es que pensara todavía en muñecas pero no había despertado todavía en mi la adolescencia... Luego me arrepentí, él había empezado a salir con Eliza, y a mí se me rompió el corazón, fue entonces cuando me di cuenta de mi gran error, yo lo amaba, no como un amigo, sino como... él era el hombre con el que yo quería estar para siempre.
A los 16 años mis compañeras ya tenían novio, salían a fiestas y algunas ya habían perdido la virginidad, pero yo no quería liarme con nadie solo porque si, tenía que ser alguien al que yo amara, tenía que ser Albert, pero él estaba tan lejos de mi alcance. Y yo me rehusé a tener novio. Estaba a punto de acabar el colegio cuando Michael me propuso que fuera su novia, yo no quería aceptarle, pero quería olvidarme de Albert, y tenía que darle una oportunidad... Pero justo cuando le iba a decir que sí, me enteré que Albert había dejado a Eliza, su novia hasta entonces. Días después Albert me llamó, quedamos en mi casa y nos hicimos novios. Nos confesamos: yo le dije que lo amaba desde siempre, y él que estuvo con Eliza por olvidarse de mí. Fuimos unos tontos... lo sé.
A partir de entonces las cosas no fueron fáciles, en el barrio yo era la mala del cuento. Pero no nos importó, aunque intentamos explicar la situación, Albert intentó aclarar como ocurrió todo y Thomas ayudó un poco, ya que él sabía de nuestros sentimientos desde el principio, y siempre estuvo en contra de nuestras tontas decisiones, por necios no están juntos, nos dijo alguna vez... Era cierto.
El grupo de amigos se había dividido, y aunque pasábamos mucho tiempo con los que nos apreciaban, Albert y yo compartimos muchos momentos juntos, escuchando música, viendo películas, series, libros, él me iba a buscar al colegio, íbamos al cine, al gimnasio y estudiábamos juntos, me ayudó a preparar el examen de ingreso a la universidad... celebramos el día que me admitieron y es que iría a la misma universidad que él, aunque a facultades distintas, yo empezaba medicina y él terminaba derecho.
Mi primera vez fue en primavera... ese día fue mi cumpleaños... cumplí 18, él tenía 22.
