Capítulo 4.

Instrucciones: Escuchar: Camera Obscura - Before you cry

Es tarde, pero no puedo posponer esto más tiempo, así que me dirijo a su casa caminando. El Sr. McGregor está enterado de lo que ocurre, y a pesar de saber que su hija y yo nos amamos con locura, entiende mi posición, por lo que ha sido muy comprensivo y me ha dejado las llaves de su casa, entro sin hacer mucho ruido y subo las escaleras. Me detengo delante de la puerta de su habitación, nada de esto tiene sentido, pero no puedo dar marcha atrás, ya es demasiado tarde. Tengo que acabar con esto de una vez. Abro la puerta y ella gira hacia mi sorprendida, su rostro refleja cansancio, angustia y dolor, lo mismo que siento yo desde hace días.

- Candy necesitamos hablar

- Albert pero ¿cómo es que... qué ocurre...?

- Candy, quiero que me perdones por haber estado estos días distante, pero las cosas en el trabajo no van bien, y creo que no estoy dando lo mejor de mí en nuestra relación, por ahora no puedo ofrecerte todo lo que te mereces... y creo que es mejor dar un paso atrás y dejarte libre. Espero que lo entiendas... yo por ahora no puedo tener ninguna relación.

- No Albert, no lo entiendo, sé que tú me amas, ¿por qué no me dices que es lo que en realidad ocurre?. Prometimos compartir nuestras penas y alegrías, prometimos apoyarnos mutuamente. Sea lo que sea que esté ocurriendo sé que debemos luchar juntos por lo nuestro... por qué... ¿por qué tú me amas verdad?

- ... (silencio, no puedo decirte que si seguimos juntos pongo tu vida en riesgo, mientras menos sepas menos expuesta estarás, si ellos te hicieran daño, yo jamás me lo perdonaría).

- Oh no Albert, no... No es cierto... es... ¿es por Eliza?

- No sé de dónde o de quién ha salido esa historia, porque yo no tengo nada con ella. Es por mi Candy, necesito tiempo para poder ordenar mi vida, ahora todo es muy confuso, y yo no quiero que salgas más lastimada de esta relación. No llores Candy, por favor... pequeña... yo te a... No puedo seguir haciéndote esto...

No resisto ser distante con ella, cuando estoy a su lado no puedo evitar querer abrazarla y besarla... así que me siento con ella en su cama y me acerco a ella, siento sus brazos alrededor de mi cuello y correspondo a su abrazo, no quiero soltarla nunca. Sus ojos verdes han perdido el brillo, me pierdo en ellos y nuestros labios se acercan lentamente, el beso más hermoso que nos hemos dado nunca, nuestros sentimientos están ahí... seco sus lágrimas con mis pulgares y le digo que la amo, pero que ahora debemos darnos un tiempo, que quiero que sonría, que lucharé con todas mis fuerzas para que todo se solucione cuanto antes y poder estar con ella.

- Espérame Candy...

- Albert, no puedo estar contigo sino confías en mí, yo... yo te amo, pero no puedo seguir con esta angustia, creo que tienes razón, debemos dar por terminada nuestra relación, una relación es de dos y tú no puedes pretender que te espere, cuando no me dices por qué, qué es lo que ocurre, sé que podemos luchar juntos por lo nuestro, porque nos amamos, pero si has decidido que prefieres dejarme a decirme la verdad, entonces lo nuestro no tiene futuro.

- Tienes razón Candy, es mejor dejarlo ahora, antes de hacernos más daño. Me tengo que ir...

- Adiós Albert

- Adiós Candy, jamás te olvidaré.

- Albert...