Lucy Pevensie, era en palabras simples una reina, en todo el sentido de la palabra. Y si bien no era tan hermosa como su hermana mayor, la pequeña reina guardaba en ella un encanto que dejaba a muchos maravillados.

Ella, la reina valiente, a la que se le obsequio el mar de Oriente de Narnia, que se sabe en esa dirección está la nación de Aslan, no solo sanaba a sus súbditos con su pócima encantada, sino que también luchaba por ellos, jugaba con ellos y era la más cercana a las criaturas parlantes y ninfas, ganándose el favor de muchas de ellas que juraron lealtad a la reina valiente.

La reina Lucy también era la más cercana al gran león, siendo la que según los rumores es más favorecida por el león que sus hermanos.

Y durante muchos años la reina fue amada, las criaturas de Narnia la vieron crecer en altura y conocimiento pero la joven aún mantenía esa alegría infantil que se suele perder al crecer. Entonces cuando los cuatro reyes desaparecieron todos los súbditos lloraron su perdida ya que los cuatro hermanos habían guiado Narnia haciendo de ella la nación más poderosa. Pero aquellos que habían estado a la sombra de la protección de la reina valiente lloraron amargas lágrimas al perder a su amada reina.

Más tarde cuando los telmarinos atacaron y mataron a los narnianos, a todos se les rompió el corazón al creerse abandonados por sus reyes, especialmente a los danzantes árboles y ninfas sintieron un dolor incomparable que los hizo sumirse en un profundo sueño hasta que Aslan y su amada reina volviera con ellos.

Y así fue, siglos después, los reyes volvieron como la primera vez que habían estado en Narnia, como niños. Adultos atrapados en cuerpos de niños.

Las criaturas de Narnia y el príncipe se asombraron ante niños que eran capaces de pelear. Y cuando Caspian estuvo a punto de traer de nuevo a la bruja blanca una pelea se formó en un lugar sagrado para Lucy.

Cuando los traidores fueron derrotados, Lucy estaba enojada.

—¡Salgan todos de aquí! —Les grito la niña a sus hermanos y al príncipe quienes la vieron asombrados. —¡Este es un lugar sagrado! Es donde murió y resucitó Aslan peleando así manchan todo lo que el significa —

Las palabras calaron fuertemente en Susan y Edmund quienes asistieron y sacaron a todos junto a los cuerpos de los traidores de aquel lugar dejando a Lucy sola. Estando fuera Edmund se dispuso a explicar la actitud de su hermana menor.

—Lucy es muy devota a Aslan, es la que más cree en él además de que normalmente es su mensajera para nosotros — Edmund sonrió levemente. —Y él le corresponde su cariño, la cuida de formas que nadie puede entender, en pocas palabras es si favorita —

—¿Creí que él no tenía favoritos? — Pregunta Caspian.

—No los tiene, nos ama a todos por igual, pero todos sabemos que le tiene más cariño a ella, creo que es por su amor a Narnia, después de todo, el mar de Oriente es la entrada a su nación y Aslan le regaló ese pedazo a ella en nuestra coronación —

Aquello sorprendió a todos, la mayoría apenas recordaba las historias de sus reyes, aunque las más recordadas eran las de los tres mayores, por alguna razón las historias de la menor se habían perdido.

—Trumpkin nos dijo que las historias de Lucy se habían perdido, creo que es porque solo los árboles y las ninfas las contaban y ahora están dormidos — Y allí estaba la razón por la cual la niña luce tan triste al ver los árboles, al ver que las ninfas ya no bailaban a su alrededor. —Durante nuestro reinado Lucy disfrutaba de pasar tiempo con las criaturas de Narnia y navegando el mar —

Explico Edmund, sonriendo al recuerdo de las aventuras que había pasado junto a su hermana menor.

Paso el tiempo, a nadie se le permitió entrar a dónde estaba la mesa de piedra durante horas, no fue hasta que ella salió de allí que autorizó el regreso de ellos a la habitación. Aún estaban pensando en planes cuando se dieron cuenta de que los telmarinos ya habían llegado a las orillas del bosque que resguardaba el prado.

Al final se decidió un plan, mientras, Peter se enfrentará en duelo contra Miraz y las tropas se preparaban para la batalla, Lucy iría a caballo en busca de Aslan para pedir ayuda. Obviamente hubo réplicas pero al final Lucy decidió hacerlo.

—Ire aunque nadie esté de acuerdo, de hecho ya había planeado hacerlo pero esto facilita las cosas, Aslan vendrá a mi en el momento adecuado y ustedes lo sabrán —

Las palabras de la joven reina cerraron la discusión y todos empezaron a prepararse para la batalla que se aproximaba. Lucy fue con los enanos a pedir una espada ya que debido a su tamaño no podía portar una espada normal. Y finalmente con la espada, su daga y el cordial en su cinturón se subió al caballo de Caspian acompañada de Susan. Quien las despidió antes de unirse a sus hermanos y el resto de sus tropas.

El primer tramo del trayecto fue sin contratiempos pero fueron alcanzadas por dos jinetes telmarinos y Susan decidió bajar del caballo para enfrentarse a ellos para dar tiempo a Lucy, lamentablemente no logro matar al tercer jinete y en pensamientos rezo porque Aslan encontrará a su hermana pronto.

Susan tomo uno de los caballos y regreso para apoyar a sus hermanos en la batalla, afortunadamente llegó antes de que empezará.

Lucy cabalgó recordando cómo lo había hecho durante su reinado hasta que escucho los cascos de otro caballo detrás de ella y girando la cabeza rápidamente vio un soldado telmarino que tratando de alcanzarla, lo cual la asustó muchísimo ya que se estaba acercando con bastante rapidez y no sabía si podía deshacerse de él. Y entonces vio el borrón rápido de un León que asustó al caballo de Caspian y que la tiro de la montura.

El león la vio antes de lanzarse sobre el jinete telmarino, Lucy se apresuro a calmar al caballo antes de ver a Aslan en todo su esplendor, más grande de lo que recordaba. Rápidamente se abrazo a él, hablaron por un rato antes de que ella le hablara sobre la batalla que se estaba desarrollando, Aslan asintió y diciendo que los árboles y ninfas habían dormido por demasiado tiempo lanzo un rugido que hizo estremecer a todo el bosque.

—Ahora mi querida Lucy, porque no vamos al río, seguro que encontraremos a tus hermanos allí — Lucy asintió y se subió al lomo de Aslan cuando se lo indico, no sin antes decirle al caballo que volviera con Caspian.

Y viajando en el lomo de Aslan vio como los árboles empezaban a danzar y las ninfas empezaban a ir con ella guiadas por el viento, una risa feliz nació de su pecho sin saber que esa risa hizo profundamente felices a los árboles, ninfas y al mismísimo Aslan.

Llegaron al río justo a tiempo, Lucy camino valientemente y orgullosa a lado del gran león de Narnia, quien le dió el último golpe a las tropas telmarinas qué terminaron por rendirse ante los narnianos.

Cuando llegó el momento, los tres hermanos y Caspian se presentaron ante el gran león arrodillándose.

—Rey Magnífico Peter, de las montañas del norte, la noble guardia del león, Señor de las islas solitarias y guardian de las fronteras levántate — El joven rubio se levantó. —Reina Benevolente Susan, del radiante sol del sur, de la paz narniana y duquesa de Cair para Vel levántate — La joven siguió las indicaciones del león. —Rey Justo Edmund del gran bosque de occidente, Juez de la corte Narniana, duque de la mesa de piedra y quién da el perdón levántate —Y el hermano más joven se levantó, entonces solo quedó arrodillado el príncipe Caspian. —Rey Reconciliador Caspian de los telmarinos y narnianos, levántate y camina junto a tus iguales. —

—Aslan olvidaste mencionar a la reina Lucy — La niña y el león rieron ante lo dicho por Caspian, el joven sin duda estaba impresionado por la cantidad de títulos por la que fueron llamados los niños reyes.

—Reina Valiente Lucy del mar de Oriente, de las criaturas narnianas, sacerdotisa del dios sobre el mar y duquesa del páramo del farol — Lo dicho por Aslan fue escuchando por varias de los narnianos que estaban al rededor y vieron maravillados a la joven reina.

El viaje de los hermanos termino cuando estuvieron seguros de que Caspian cuidaría bien del reino. Y durante los días que pasaron entre la coronación y las celebraciones, en las que los cuatro hermanos volvieron a lucir las coronas que habían usado en su reinado, Lucy fue a despedirse de los árboles y ninfas, instandoles a contar las historias que no habían contado en siglos.

Lucy se despidió de Aslan dándole un abrazo afectuoso, sorprendiendo a todos excepto a sus hermanos, el león le dio una sonrisa comprensiva antes de volver a ver qué su querida niña regresaba a su mundo. El rey Peter y la reina Susan se despedían por última vez de aquella tierra llena de magia, los dos menores aun tenían una última oportunidad para regresar. Peter acepto la noticia con el corazón templado, pero la noticia le rompió el corazón a Susan.

En ambos mundos pasaron algunos años, y mientras los dos mayores tenían sus propias aventuras en el mundo humano, los menores se sentían frustrados de siempre ser dejados atrás, tanto en su mundo natal como en la tierra mágica que una vez habían gobernado. Entonces un día normal tanto Lucy como Edmund junto a su primo Eustace fueron transportados a Narnia, al Viajero del Alba.

Y durante el viaje, salió a relucir las frustraciones internas de los dos reyes más jóvenes, el hecho de que a pesar de que Edmund tiene muchas virtudes sigue sintiendo que siempre ha sido desplazado por su hermano mayor o por Caspian. Y Lucy, a pesar de que Narnia es su nación y las criaturas de Narnia la amaban seguía sintiendo que la belleza de su hermana la opacaba constantemente.

Lucy estaba sentada en la cama que compartía con la pequeña que estaba a su cuidado, llorando silenciosamente, en su segunda visita a Narnia se dio cuenta de que había sido opacada y en el peor de los casos olvidada, mientras sus hermanos eran recordados. Peter por tener un porte magnifico y ser un gran guerrero, Susan por su belleza y su diplomacia, Edmund por ser justo y siempre dar una segunda oportunidad; y ella la que había luchado muchas batallas, la que siempre buscaba los mejores intereses de sus súbditos, había sido olvidada. Y aunque comprendía que los arboles y las ninfas se les habían roto el corazón y se habían quedado dormidos por siglos, había tenido la esperanza de que los faunos y algunas de las criaturas contaran sus historias.

Y lloro, porque había sido olvidada y opacada. Solo recordada por ser la reina valiente y la que había llegado primero a Narnia.

Una de las noches en las que el barco estaba viajando, después de que la oscuridad había sido vencida y que se dio cuenta de su propio valor, la reina se encontraba viendo el hermoso cielo nocturno y su reflejo en el mar, pensando en todo lo que había aprendido sobre ser reina y sobre el legado que dejaría a Narnia.

—Lucy — Fue llamada por Caspian, se volteo a verlo. — ¿Qué haces aquí?

—Estaba pensando, sabes es la última visita que haremos Edmund y yo a Narnia. Estaba pensando en la clase de legado que dejaría a Narnia cuando nos vayamos —

— ¿Legado? —

—Sí, Peter y Susan regresaron para dejar que Narnia volviera a ser una nación y son recordados por ser los mayores de los cuatro, ya sea por su inteligencia en el caso de Peter o su belleza en el caso de Susan, Edmund siempre ha sido recordado por ser el justo y él fue quien estableció el sistema de justicia de Narnia — Lucy suspiro pesadamente con una solitaria lagrima deslizándose desde su ojo viajando por su mejilla. —Y yo, que fui conocida en mi reinado como una guerrera, la sacerdotisa del dios sobre el mar y como la navegante fui olvidada u opacada por mis hermanos —

—Lucy, se que les dijiste a las ninfas que contaran tus historias, pero nadie ha querido documentarlas, te prometo que documentare yo mismo tus historias para que nunca se pierdan de nuevo — La joven lo vio, y le sonrió en agradecimiento, y en su interior pensó que la sonrisa de la reina Susan había sido hermosa, pero la sonrisa de Lucy era como si te asegurara que todo saldría mejor. Una sonrisa tranquilizadora.

Al día siguiente se encontraron con el mar donde las aguas se volvían dulces y se llenaban de flores blancas, a la orilla de aquella playa de arena blanca solo viajaron los reyes, Eustace y Repeechep. Y algunos metros de la orilla se encontraban con el muro de agua que dividía a Narnia de la nación de Aslan, quien salió a su encuentro, anunciando la partida de los reyes más jóvenes.

Edmund, le hizo prometer a Caspian que cuidaría del reino, y Lucy le recordó la promesa que él le había hecho a ella. Luego el justo se despidió de Aslan y junto a Eustace se alejo para darle un tiempo a su hermana con Aslan. Lucy abrazo con fuerza a Aslan quien le transmitió la calma que él sentía ella necesitaba.

—Te voy a extrañar — Le susurro ella.

—Y yo a ti mi querida Lucy, nunca podría haber encontrado a la sacerdotisa de mi padre más perfecta que tu —

—No quiero que me olviden, no quiero ser solo la menor de los cuatro —

—Y no lo serás, te lo juro, porque eres más Narniana de lo que tú crees —

Y con una última mirada, Lucy camino junto a su hermano y primo para regresar a donde estuvieron antes en su mundo.

Lucy Pevensie aun sabiendo que esa visita había sido la última, tenía guardados en su corazón cada momento que paso en esa mágica tierra que tanto amaba, y a diferencia de su hermana mayor, a ella nunca se le rompió el corazón de pensar que nunca volvería a su reino, sino que siempre mantuvo esperanza de que algún día seria llamada por Aslan a la tierra que tanto había amado. Y viviría con esa esperanza en su corazón por los años venideros.


Notas:

Este one-shot es una forma de tributo a mi favorita de los hermanos, este one-shot también es una mezcla rara de los libros, las películas y los headcanon que leí en algunos fanfics así que espero que les guste uwu