Cuatro Doncellas y Una Bañera
Habitación de Kaori – Día
Es una tarde cálida de verano en la cual mis mejores amigas y yo, nos encontramos teniendo una pijamada para celebrar el cumpleaños de mi mejor amiga de toda la vida, Amane, quien ahora se encuentra bastante emocionada grabando todo lo que hacemos en la habitación con la nueva cámara de video que sus padres le han regalado por su cumpleaños.
– ¡Buen día fans! El día de hoy nos encontramos en la habitación de mi querida "amigovia" Kaori. Todos díganle "¡Buen día, Kaori-chan!"
– A-Amane, ya te he dicho que no me estés grabando. Y deja de hablarle a la cámara como si estuvieras transmitiendo en vivo.
Desde que se la regalaron, Amane se la ha pasado hablándole a aquella cámara como si estuviera en una transmisión en vivo, aun cuando la cámara no tenía esa funcionalidad (me aseguré de ello).
Pero aún si no transmite nada, es muy molesto que se la pase hablándole y grabando todo lo que hacemos a cada rato en mi cuarto.
"¡Incluso ahora que me encuentro en una posición tan embarazosa!" Pienso mientras Makoto arregla mi cabello detrás de mí, y Koharu me pinta las uñas.
– Ay, pero te ves tan linda cuando te sonrojas mientras te arreglan, Kaori. Quiero grabar cada momento de ello, así que no seas aguafiestas y saluda a la cámara.
– ¡Amane!
Amane acerca aún más a la cámara a mi cara, por lo que me veo en la necesitad de empujarla. Pero al hacerlo.
– ¡Kya! Cuidado Kaori, vas a hacer que ¡Waaaaah!
Amane choca con Koharu, provocando que se le resbale la pintura de uñas de las manos y nos termina manchando con ella a Makoto y a mí.
– ¡Ah! Lo lamento mucho, chicas. Por favor, permítanme limpiarlas.
Koharu de inmediato se levanta y toma algo de agua para limpiarnos la pintura, pero al ver que no se quita.
– No esta funcionando – dice preocupada.
– Descuida, Koharu. No hay problema, esta pintura se quita fácilmente con agua. ¿Te parece si vamos a bañarnos para lavarnos, Makoto?
– Seguro, Kaori.
Makoto y yo nos dirigimos hacia la bañera, cuando Amane me toma del brazo y nos detiene.
– ¡No pueden hacerlo!
– Amane ¿Qué pasa?
– ¡No pueden bañarse juntas! ¡No deben hacerlo!
– Tranquila Amane, no es como que vamos a ser alguna otra cosa o siquiera voltear a vernos. Solo entraremos a la bañera para lavarnos y estaremos de vuelta en unos minutos. Espéranos aquí en lo que salimos.
Intento soltarme de ella, pero su agarre es muy fuerte.
– ¡No pueden bañarse juntas! ¡No debes bañarte con nadie más que no sea yo!
– Amane.
Aunque me pone un poco contenta ver lo mucho que a Amane le importa que ella sea la única con la que me bañe, debo de hacerle entender que no va a suceder nada aún si me lavo con otra chica. Después de todo, Amane es la única para mí.
Sin embargo, antes de que pueda decirle esto, Amane se levanta y sugiere.
– ¡Lo tengo! Para que Makoto y tú se puedan bañar sin ninguna culpa ¿Qué les parece si Koharu y yo entramos a la bañera con ustedes?
– ¡¿Eeeeeeehhh?!
– Vamos Kaori, será muy divertido, después de todo, aquí todas somos chicas, así que no habrá ningún problema. Será como una cita doble ¿no te parece?
– Es que… no creo que sea una buena idea.
– ¿Por qué no? Tú también estarías de acuerdo ¿No es así, Koharu-chan?
– ¡¿Eh?! Yo, bueno… no me opondría a la idea.
– Koharu – Makoto se sonroja al escuchar a su pequeña novia en altura.
– Entonces ¿Qué dices, Kaori?
– Bueno… es que mi bañera es algo pequeña. Dudo mucho que quepamos todas.
– Ay, vamos Kaori. Seguro que nos la arreglaremos ¡Andando, chicas!
– ¡¿Eh?! Oigan ¡Esperen!
Habitación de Baño
Así, de alguna manera las cuatro terminamos dentro de la habitación de baño, donde Amane instala su cámara sobre un tripie y la enciende.
– ¡¿Qué tal, queridos fans?! Ahora, nos encontramos en la habitación de baño de Kaori donde estamos por tomar un baño ¿No están todas lindas?
Pregunta apuntando a nosotras, quienes tras quitarnos toda la ropa de encima, ahora solo estamos vistiendo nuestra respectiva toalla para cubrir nuestros cuerpos desnudos.
– ¡Amane! ¡Ya te dije que dejes de hablarle a esa cámara como si estuvieras grabando! Y a todo esto ¿Por qué las has traído en primer lugar?
– Hace muchos años que no tomamos un baño las cuatro juntas, quiero conmemorar este momento especial entre las cuatro.
– Pero… da mucha vergüenza.
Aunque es algo vergonzoso para nosotras, Amane simplemente se limita a sonreír y continua.
– ¡Muy bien! Ahora que ya estamos todas listas ¡Entremos a la bañera!
– Aunque sigo sin saber cómo rayos cabremos todas.
De alguna manera las cuatro nos acomodamos para lograr entrar en ella, aunque bastante apretadas y chocando hombro con hombro con la otra.
Gracias a Dios conservamos todas nuestras toallas puestas u otras partes de nosotras también chocarían.
– Ah, esto es muy relajante ¿no les parece amigas? – pregunta Amane.
– Ciertamente es una experiencia – menciona Koharu algo avergonzada.
– Así es, aunque estamos algo apretadas, me alegra poder compartir este momento con ustedes, amigas – Makoto.
– Chicas.
A pesar de la situación vergonzosa en la que estamos, el poder ver que mis amigas están contentas me hace muy feliz.
Aunque al escuchar esto, Amane se levanta y declara.
– Descuiden chicas, las toallas nos están estorbando y quitando espacio en la bañera, seguro que estaremos todas más cómodas si nos las quitamos y dejamos de lado.
– ¡¿EH?! ¡¿Pero qué estás sugiriendo, Amane?!
– ¡Fuera toalla!
– ¡Amane!
Sin escucharme, Amane es la primera en quitarse su toalla, revelando su perfecto cuerpo desnuda de pie frente a nosotras.
Al estar todas sentadas, tenemos una clara vista de todo su cuerpo, especialmente allá abajo.
– Ah, así esta mucho mejor.
– ¡Amane! ¡¿Qué crees que estás haciendo?! Siéntate y cúbrete de una vez ¿Qué no ves que todas te están viendo?
Al escuchar eso, Makoto y Koharu de inmediato desvían la vista y voltean hacia cualquier otro lado.
– Ay vamos Kaori, no pasa nada, después de todo estamos juntas. Vamos, quítate tú también esa toalla para que estemos a juego. Verás que te sientes mucho más tranquila y fresca una vez te deshagas de ella.
– ¡Ni loca, quítame las manos de encima! ¡Amane!
Forcejeamos un rato de pie ahí en la bañera hasta que Amane finalmente logra su cometido retirando la toalla de mi cuerpo aunque al hacerlo, resbala en la bañera y se va para atrás, aterrizando sobre los cuerpos de Koharu y Makoto (su cabeza cae más que a salvo, al aterrizar entre las tetas de Makoto).
Aunque ni siquiera tengo tiempo para preocuparme por ella, ya que ahora estoy desnuda frente a mis amigas.
– ¡Kyaaaa! ¡AMANE! ¡Devuélveme mi toalla, AHORA!
Comenzamos a forcejear por el control de mi toalla, jalándola conmigo de pie y Amane sobre Koharu y Makoto, hasta que eventualmente resbalo y hago otro chapuzón en la bañera, mojando a todas.
– Descuida, Kaori-chan ¿Acaso no te sientes mejor sintiendo el agua a tu alrededor?
– Amane…
La veo bastante furiosa, aunque finalmente resignada y procuro ocultar mis pechos con mis brazos bajo el agua.
– ¡Yei! Ahora Kaori y yo estamos juntas en la bañera.
– Tarada ¿Por qué tenías que hacer eso? ¿Qué no ves que incomodas a nuestras amigas?
Me da mucha vergüenza pensar que ahora nos lo han visto todo.
– Descuida Kaori, seguro que a Makoto y Koharu no les importa vernos de esta manera ¿Verdad, chicas?
– Bueno… sin duda es algo lindo ver lo mucho que se aman.
– Seguro, es algo muy hermoso ver a dos chicas que se quieren tanto como ustedes.
– De hecho…
Ambas chicas lo piensan y dicen.
– Oh bueno, ya que ya están así, supongo que no importa más si todas nos quitamos nuestras toallas ¿verdad?
– Así es, hay que seguir el ejemplo de Amane y Kaori.
– Así que ¡Fuera toallas!
Ambas chicas también se quitan sus toallas y las cuatro terminamos completamente desnudas en la bañera.
– ¡Yei! ¡Bien hecho, amigas! ¿A poco no se siente mucho más fresco así?
– Así es, sin duda el agua se siente mucha más fresca estando de esta manera.
– Cielos.
Ya más tranquila, las cuatro disfrutamos momentáneamente de nuestro baño, aunque al ser la bañera tan pequeña, los roces y las caricias no intencionales entre nosotras bajo el agua son inevitables.
– ¡Ups! Lo siento.
– Ay, perdón. Casi te toco ahí.
– El agua se siente muy bien ¿no es así, Makoto?
– Koharu… esa no es la pierna de Makoto.
– ¡Kyaaaaa!
– Ya ven, por esto les dije que era una mala idea que nos bañáramos las 4 juntas. Hay muy poco espacio para movernos en esta bañera.
– Kaori tiene razón.
– ¡¿EH?! ¿Amane? Tú… ¿Estás de acuerdo conmigo?
– Así es, hay muy poco espacio si estamos las 4 juntas de esta manera. Por eso, me gustaría proponer otra solución.
– ¿De qué estás hablando? ¿Amane? ¡Kyaaa, Amane!
Dicho eso, Amane se acomoda sentándose detrás de mí para abrazarme con sus brazos y piernas.
– ¡Amane! ¿Qué crees que haces?
– De esta manera, tenemos más espacio ¿No crees? Makoto ¿Por qué no haces lo mismo con Koharu?
– ¡¿EH?! – sorprendida Koharu.
– Suena a una buena idea.
– Espera, Makoto.
Sin oponer mucha resistencia, Makoto se coloca detrás de Koharu para abrazarla de la misma manera que ahora Amane me abraza a mí.
– Con esto ya tenemos un poco más de espacio.
– Tal vez, pero ahora…
Puedo sentir la vagina de Amane rozando contra mi trasero.
Parece que Amane también siente lo mismo, ya que algo excitada, se recarga contra mi hombro y me susurra al oído.
– Hey, Kaori. Ahora que estamos en esta posición ¿Qué te parece si nosotras…? Ya sabes.
– Amane, ni siquiera lo intentes.
Volteo a verla con una auténtica aura asesina.
– Vamos Kaori, no lo tomes a mal, solo estoy diciendo que si lo necesitas, estoy dispuesta a echarte "una mano para relajarte"… así.
– ¡Amane! ¡Kyaaaa!
Lleva su mano hacia mi entrepierna y con la yema de sus dedos, comienza a acariciar los pétalos de mi flor, moviéndolos de manera circular alrededor de ella y generando que me comience a excitar.
– Amane… ya deja de hacer eso.
Se lo susurro para evitar que nuestras amigas nos escuchen, pero no se detiene.
– Descuida Kaori, sigues muy alterada, quizás esto te ayudará a relajarte aún más.
– ¡Amane, no vayas a…! ¡Aaaaahhhh!
Finalmente Amane lo hace e inserta sus dedos en mi vagina para masturbarme mientras ella, también se da placer a si misma con su otra mano.
Para este punto, estoy tan excitada que ya no me importa más que nos estén viendo y dejo salir mis gemidos con los ojos cerrados, sin ningún remordimiento o culpa.
– Amane… Amane… Amane…
– Kaori-chan… Kaori-chan…
El vernos masturbar de esta manera frente a ellas, también provoca que Makoto y Koharu se terminen excitando, por lo que Makoto le dice a Koharu.
– Parece esas dos se están divirtiendo mucho ¿Te molestaría si nosotras también lo hacemos?
– Makoto-chan… ¡Makoto, kyaaa!
Makoto toma la sonrojes de su novia como una aprobación para que lo haga y también lleva su mano allá abajo para masturbar a su pequeña novia.
– ¿Cómo se sientes mis dedos, Koharu? ¿Te hacen sentir bien?
– Makoto… eres muy injusta. Yo… también quiero ver que te sientas bien.
– Koharu… ¡Kyaa, Koharu!
Koharu también lleva sus dedos allá abajo y comienza a masturbar a su novia de mayor tamaño y proporciones que ella.
Al verlas a ellas dos, masturbándose y dándose placer a la otra sin ninguna clase de remordimiento frente a nosotras, me pongo a pensar en cómo ahora Amane es la que me esta masturbando, mientras ella se lo hace a si misma.
Decido que no quiero que Amane sea la única que no recibe placer de la persona que más ama, así que finalmente decido ceder a mis deseos y llevo mi mano allá abajo para masturbarla.
– ¡Kyaaa! ¡¿Kaori-chan?! – exclama Amane al sentir mis dedos rozar la entrada de su vagina.
– Esta bien, Amane. Yo… también quiero que te sientas bien.
– Kaori-chan… ¡Kaori-chan!
Ya sin más, las cuatro masturbamos a nuestra respectiva novia con nuestros dedos en la bañera.
Disfrutamos el sentir, el tacto de los dedos de nuestra novia entrando y saliendo de nosotras, así como el rozar y chocar del cuerpo de la otra pareja bajo el agua.
Nuestros pies chocan, nuestras piernas también, estamos en una éxtasis de placer en la que no nos importa estar haciendo esto frente a la otra y finalmente, el orgasmo se acerca.
– ¡Aaaaahhh, Makoto, ya no creo poder aguantar más!
– Tampoco yo, Koharu. Tus dedos… se sienten fabulosos dentro de mí.
– Kaori-chan ¿También ya estás cerca?
– Lo estoy, Amane. No creo poder resistir mucho más.
– También yo… estoy a punto de venirme – dice Amane con fuerzas, tratando de mantener dentro un poco más sus jugos vaginales – vengámonos juntas, chicas. Terminemos todas juntas al mismo tiempo.
– De acuerdo. Al mismo tiempo todas juntas… ¡Aaaaaaaaahhhhhh!
– ¡AAAAAAAAAHHHHHHHH!
Al final, logramos llegar a nuestro orgasmo cuádruple al mismo tiempo y nuestros jugos salen disparados hacia el exterior, mezclándose todos juntos con el agua de la bañera.
Agotada, me dejo caer para descansar entre los pechos de Amane, sintiendo mis piernas rozar con las de Koharu y mis pies con el trasero de Makoto.
– Eso se sintió fabuloso.
– Así es, aunque… nunca hay que hablar sobre esto ¿De acuerdo?
– De acuerdo.
Ya más tranquila, me dejo abrazar por Amane mientras descansamos todas juntas con nuestra novia en aquella pequeña bañera.
Terminando el baño
Tras haber disfrutado de ese orgasmo cuádruple todas juntas en la bañera, las cuatro salimos del baño ya lavadas y con nuestras pijamas puestas, listas para continuar la pijamada.
– ¿Qué vamos a hacer ahora?
– ¿Les gustaría que viéramos esta película todas juntas?
– ¡Sí, claro! Vayamos a preparar palomitas.
Hasta ahora ninguna habla sobre lo sucedido hace un momento en la bañera.
En lo personal, hablar sobre ello es lo último que deseo hacer, pero se que si no lo hacemos, cualquier imprevisto podría suceder, por lo que decido hablar de ello, pero justo cuando lo voy a hacer, Koharu se me adelanta.
– Chicas, sobre lo sucedido hace un momento… no lo hablaremos con nadie ¿verdad?
– Por supuesto que no, será un secreto solo para nosotras.
Le responde Makoto abrazándola por detrás y recargando su barbilla sobre la cabeza de Koharu.
– Así es – les respondo – nunca más volveremos a hablar de ello por el resto de nuestras vidas.
– Chicas – responde Koharu ya más tranquila, aunque aún algo inquieta – pero, después de todo… nos la pasamos muy bien. Fue algo divertido hacer eso ¿no?
– ¿Koharu?
La volteo a ver, con Makoto y Koharu aprobándolo, por lo que les respondo con una sonrisa.
– Seguro, fue muy divertido.
Las tres sonreímos y preparamos para ver la película. Pero entonces noto un silencio extraño y me doy cuenta que la que usualmente tendría más que opinar sobre esto, ahora se encontraba bastante callada, arrinconada en sillón estilo puff de la esquina, viendo algo entre manos.
– ¿Qué estará haciendo?
Voy con ella para preguntarle, pero al llegar con ella.
– Amane, has estado demasiado callada desde que salimos ¿Qué es lo que estás viendo? ¡Aaaaaaaaahhhh!
Grito al ver que en sus manos trae la cámara de video que le habían regalado sus padres, y en ella, se esta reproduciendo el video con todo lo que habíamos hecho en la bañera hace un momento.
– ¡AMANE! ¡¿Por qué carajos grabaste todo eso?! ¡Maldita pervertida!
– ¡Kyaaaaaa! Suéltame, Kaori, por favor.
– ¡No hasta que te expliques! ¡¿Por qué rayos nos grabaste mientras… nos bañábamos de esa forma?! – Todavía sin dejar de jalarle los cachetes.
– ¡Fue un accidente! Cuando entramos, olvidé que tenía la cámara encendida y ya que salimos, vi que había grabado todo lo que habíamos hecho.
– ¡¿TODO?! Eso quiere decir…
Volteo a ver la cámara y veo que justo esta en la escena en la que estoy de pie, completamente desnuda peleándome por la toalla con Amane y se me ve todo.
– ¡Noooooooooooooo! Ahora nunca podré casarme.
Oculto mi rostro bajo una almohada, mientras Makoto y Koharu toman la cámara y se ven en pantalla.
– A pesar de haberla puesto de improvisto, tomó un muy buen ángulo.
– ¿De verdad se me ve el cabello así cuando me baño?
A las dos realmente no les importa lo que estamos haciendo en la pantalla, mientras Amane va a consolarme.
– Descuida, Kaori-chan, recuerda que la cámara no transmite para nada en vivo ni pienso subir el video a ningún lado. Aunque sin duda si lo monetizáramos, haríamos un muy buen dinero con ello, hehe.
– ¡Amane, baka!
Levanto el rostro solo para gritarle eso y continúo llorando con el rostro oculto.
– Además tranquila, Kaori-chan. A pesar de haber grabado ese video, yo con mucho gusto aún me casaría contigo.
– Amane.
Ya más tranquila, finalmente levanto el rostro y lavo las lágrimas de mis mejillas.
– Entonces ¿prometes que ese video nunca verá la luz del día?
– ¡Por supuesto! Tampoco querría que nadie más disfrutara de tu cuerpo más que yo, Kaori-chan. Así que por eso, te quería pedir… ¿Esta bien si conservo el video para nosotras?
– ¿Amane?
Aunque al principio Amane piensa que le voy a decir que sí, se sorprende cuando levanto mi brazo y le doy un fuerte coscorrón en la cabeza.
– ¡Idiota! ¡¿Para que querrías conservar algo como eso?! Lo que deberías hacer es disculparte y borrarlo de tu cámara en este momento.
– ¡No quiero hacerlo!
– ¿Por qué no?
– Por qué… a pesar de lo que sientes, para mí este es un hermoso recuerdo que quiero conservar para cuando seamos grandes y estemos recordando los viejos tiempos. ¿No te encantaría recordar como nos amábamos cuando éramos jóvenes, Kaori-chan?
– Amane – algo conmovida por sus palabras – lo dices como si ya fuéramos una pareja de viejas arrugadas.
Amane solo sonríe y vuelve a preguntar.
– Entonces ¿Qué dices, Kaori? ¿Lo podemos conservar?
– Ah – suspiro – si me prometes que absolutamente nadie jamás verá ese video más que nosotras… supongo que no tengo problema si lo conservas.
– Kaori-chan – Amane conmovida.
– En ese caso, nosotras también te pediremos una copia.
– ¡¿Makoto-chan?! – reacciono sorprendida.
– Nosotras también queremos tener hermosos recuerdos de nuestra juventud amorosa al lado de nuestras mejores amigas.
– Chicas – algo sonrojada – dejen de decirlo como si fuera la cosa más normal del mundo.
Les digo ocultando mi rostro y las tres ríen alegres ante mi sonrojes.
– De acuerdo, tranquila Kaori. Koharu y yo iremos a la cocina para preparar las palomitas y traer algo de jugo, mientras ustedes preparan la película.
– Esta bien, Makoto.
Makoto y Koharu salen de la habitación, dejándonos a Amane y a mí a solas.
– Cielos, en serio que contigo jamás podré tener una noche tranquila y sin tener que preocuparme ¿verdad?
– Tal vez, pero siempre podrás contar conque estaré a tu lado ¿No te hace feliz saber eso?
Antes de responderle, me volteo con ella y le doy un pequeño y sensual beso en los labios, acariciándole la mejilla y mirándola a los ojos.
– Por supuesto que sí, Amane.
Sonreímos y nos volvemos a besar, antes de separarnos.
– Muy bien, hay que preparar la película antes de que las chicas lleguen.
– ¡Seguro, Kaori!
Empezamos a preparar todo, cuando Amane me dice.
– Oye Kaori, y si ahorita que regresen, en lugar de ponerles la película ¿Les ponemos nuestro video?
– ¡De ninguna manera haremos algo como eso!
Al regresar a la habitación, Amane de todas maneras les pone nuestro video en lugar de la película y terminamos haciéndolo nuevamente cada quien en su cama.
Creo que es justo decir que nuestra amistad ha alcanzado un nuevo nivel.
