Los personajes pertenecen a la asombrosa Stephenie Meyer, la historia salió de mi hermosa y ya no tan pelirroja cabeza. Favor de preguntar si se desea subir en otras plataformas. Vamos a divertirnos. Muchas gracias a mi chica Nadeshiko Himuro por tenerme paciencia y discutir conmigo miles de veces los detalles de esta historia, la diosa sabe cuánto tiempo llevo planeando esto.

.

.

.

La pequeña castaña miró a su hermano mayor terminar de empacar lo que necesitaría para el fin de semana en el bosque.

— ¿Tienes que ir? — preguntó la pequeña Bella, con voz infantil, enfurruñada. — Prometiste que este fin de semana me enseñarías a jugar ajedrez. — se quejó entornando los ojos.

Alexander rió enternecido al ver el rostro de su hermana. Le desordenó el cabello con afecto y, su sonrisa creció, cuando Bella le gruño fastidiada. Ella odiaba que tocaran su cabello.

— Te dije que podríamos hacerlo mientras acampáramos, pero no quieres venir. — recordó Alexander. Bella se removió sentada sobre la cama.

— No quiero ir al bosque. Siempre me caigo y hay osos. — comentó, olvidándose momentáneamente del tema que le interesaba. Alexander siempre sabía cómo distraerla. — Hay cosas feas allá, ¿y si me pierdo?

— No te perderás. — le aseguró Alex con seguridad. — Yo siempre te encontraré, Bells.

Bella abrazó a su hermano por la cintura con fuerza.

Todos en aquel pueblo sabían lo cercanos que eran los hermanos Swan, a pesar de la diferencia de edad. Alexander, ya con 17 años, estaba en plena preparatoria, era popular entre las chicas de ahí, y su pasión por el deporte tenía a todos pendientes de cuáles serían las grandes oportunidades que la vida le traería al mayor de los Swan.

Bella, por otro lado, había iniciado la escuela primaria, era más bien tímida, dura para hacer amigos, pero siempre amable con todos, con apenas 6 años era capaz de enamorar a cualquier persona que estuviera a su alrededor.

Alexander le alentó para que le acompañara al primer piso para despedirse de su padre. Charlie Swan, recientemente había sido nombrado policía en el pequeño pueblo de Forks, su jefe siempre mostraba las grandes expectativas que tenía en él.

Cuando todos estuvieron reunidos en la entrada principal, Bella abrazó a su padre con fuerza, deseando que ninguno de los dos hombres de su vida tuviera que irse nunca.

Volvió a acaparar la atención de su hermano por última vez, antes de que Charlie le apresurara a salir. Había preguntado una vez más, queriendo saber si Bella estaba segura de quedarse en casa, esta había asentido con terquedad y una graciosa mueca en el rostro.

Cuando ambos se perdieron por la carretera, Renee tomó a Bella por los hombros y entraron de regreso a casa. Bella había sido felizmente distraída cuando su madre le ofreció hacer un pie de manzana (su favorito), incluso aceptó que la pequeña le ayudara para hacer la mezcla.

Más adelante aquella tarde, ambas chicas comían cómodamente pie frente al televisor cuando el sueño venció a la más pequeña de los Swan. Renee la tomó en brazos suavemente y la arropó en su cama, dejando un beso en su frente.

.

.

.

Bella despertó unas horas después, al mirar por la ventana notó lo cerrada que estaba la noche, por lo que debía ser de madrugada.

Unas voces se escucharon, provenientes de la sala de estar, ella entendió que esa había sido la causa de su repentino despertar. Con cuidado bajó las escaleras, sus pies protestaban al bajar las frías escaleras de madera, en Forks siempre había hecho un frío casi extremo en los meses de invierno.

A Bella se le cortó la respiración cuando divisó a su madre deshecha en el suelo, llorando de forma escandalosa, con su padre acuclillado frente a ella. La pena y desolación del nuevo policía Swan causó un impacto que duraría para siempre en la mente de la pequeña castaña.

— ¿Papá? — su propia voz le pareció lejana, insegura y llena de miedo, justo como se sentía por dentro en aquellos instantes. — ¿Qué sucede? ¿Dónde está Alex?

Renee soltó un sollozo lastimero, enroscándose más sobre sí misma.

Charlie se acercó a su hija.

— Bells, estamos haciendo todo lo que podemos. — susurró Charlie jadeante. Tomó a Bella por los hombros — No logramos encontrar a Alexander, pero estoy seguro que pronto volverá a casa con nosotros.

.

.

.

Después de aquello, nadie en la familia Swan sabía muy bien cómo es que habían pasado los días.

La brigada de búsqueda que habían organizado todos en el pueblo les había dado a penas un resquicio de esperanza, si todos trabajaban juntos para recorrer la zona, la probabilidad de encontrar a Alexander Swan era aún mayor.

Las vacaciones de invierno estaban a punto de llegar a su fin, dos semanas habían pasado desde la desaparición del joven Alexander y, a pesar de que nadie se atrevía a decirlo en voz alta, todos habían perdido la esperanza de encontrarlo.

La atención de todos ahora estaba puesta en la pequeña Bella, quien parecía como si una estrella del cielo se hubiera ido apagando poco a poco, sin ninguna esperanza, sin nadie que realmente estuviera con ella en aquellos momentos. Sus padres estaban pasando por su propio duelo, Renee más enfrascada que nadie en su dolor, prácticamente se había olvidado de que tenía una hija.

Charlie, Swan, por otro lado, intentaba hacer su mayor esfuerzo por mantenerse fuerte para Bella, intentaba pasar con ella el mayor tiempo posible y, cuando fue evidente que Alexander no volvería a casa, estuvo a su lado para encontrar juntos el camino y seguir adelante como familia.

.

.

.

Bienvenidos a la nueva idea que mi mente inventó para ustedes.

Este cap está chiquito jaja en realidad, es como un pequeño prólogo de lo que estará moviendo las cosas… esta es mi forma de reescribir crepúsculo a mi antojo jajaja obvio habrá vampiros, estoy un 85% segura de que será Edward/Bella, pero todo podría cambiar jajajaja

No se olviden de dejar un lindo comentario y pasarse por nuestro grupo de Facebook 'Twilight Over The Moon', allí pueden preguntar las dudas que tengan de la historia (de esta y las demás) además de que dejo encuestas y adelantos de las locuras que se me ocurren.

¡Nos leemos pronto!