Para un mejor contexto...

La historia empieza unos años, aprox 5 años, antes de los sucesos que se conocen con respecto al juego. Hay algunas cosas que busqué que quizás en esta historia tengan un cambio un poco. No será 100% fiel al juego o al lore que se nos ofrece de cada uno de los personajes, pero se va a tratar de hacerlo mejor posible. Es decir, que aquí Aether arriba años antes a Teyvat en general.

Esperen, quizás, algunos crossover, pero estos serán solamente algún relato de alguna historia del viajero, nada de otros personajes apareciendo de otras franquicias.

Dicho esto, espero que disfruten de la historia. Se hará lo mejor posible para entregar algo medianamente decente y que se pueda entender y sus respectivas sugerencias, son todas muy bien recibidas.


Introducción

Tras lo que había sido un largo viaje entre paradas y unos monstruos extraños que han atacado a la caravana en donde viajaba, por fin había llegado a su destino.

Mondstadt.

Había escuchado muchas cosas con respecto a esta ciudad.

Mentalmente puede estar seguro que la gran mayoría de cosas que han dicho con respecto a esta ciudad es acertada. No solo la ciudad misma, también los alrededores, las planicies, las llanuras, las pequeñas mesetas, eran dignas de ser admiradas no solo por su belleza sino también por el cálido y suave viento que chocaba contra su rostro. Era muy agradable recibir una brisa de este viento contra su rostro. Hacía un poco mover su largo cabello rubio, un largo cabello que estaba atado con una gran trenza que llegaba, casi, hasta la parte baja de su espalda.

Suspiró.

Tras suspirar, inspiró un poco. Luego liberó el aire. Se sentía demasiado bien. Era como si el aire de aquí fuese… diferente de donde proviene. Ningún lugar donde ha estado antes se puede comparar con este aire limpio.

—Si tan solo estuvieses a mi lado, hermana…

El recuerdo de cómo su hermana, de alguna manera, dio su vida para que él pudiese seguir vivo, le atormenta. Era su trabajo de haberse sacrificado. Estaba demasiado dispuesto a dar su vida para que su hermana pudiese tener la vida que jamás han podido tener… pero aquí está, vivo. Le gustaría estar con ella, después de todo y de alguna manera es su otra parte, algo que tienen los mellizos normalmente.

Ahora ella vivirá en su recuerdo.

Mientras siga pensando en ella, vivirá. Mientras esté en sus recuerdos, ella jamás habrá muerto.

—Oye, Aether

El rubio, llamado por su nombre, Aether, se volteó. Era el dueño de la caravana quien se acercó a este con una sonrisa.

—¿Sí?

—Muchas gracias por la ayuda en el camino —diría con un fuerte alivio—. De no ser por ti, mi caravana estaría ahora en ruinas por aquellas criaturas…

—N-no, no hice el trabajo yo solo —sentía que no merecía los agradecimientos. Habían más guardias con respecto a esta caravana, más aventureros y mercenarios—, e-el resto hizo mayor trabajo que yo…

—Aun así, ayudaste cuando realmente mi cargamento estaba en peligro. Ten una…

—Me has dejado viajar gratis con ustedes, no puedo aceptar recompensa alguna —vio que le iba a entregar una bolsa con dinero. Negó al instante—. Me sentiría mal si aceptase el dinero, señor…

—Me sentiría mal entonces que no aceptes el dinero —diría también el dueño de la caravana comercial. ¿Cómo no pagarle a este joven aventurero? El resto ha aceptado ya su paga, que ha sido generosa por el excelente trabajo, y solamente faltaba Aether, aventurero que no quería acepar para nada la paga.

—…

—Ten, toma —ante la negativa de Aether, el maestro de la caravana entonces puso la bolsa con las monedas en las manos de un Aether que no sabía qué rostro poner en estos momentos—. En serio Aether, muchas gracias por la ayuda en defender la caravana…

—Es… —miró la bolsa de dinero. Suspiró. Quería en serio negarse, pero el hombre frente a él parece un tanto obstinado y no aceptará un no como respuesta. Como tal, terminó guardando dichas monedas consigo mismo. Miró al hombre tras guardar las monedas—. …es lo mínimo que podía hacer, señor. Cualquiera haría lo mismo…

—No todos. Aun así, eso no deja de destacar tu labor como aventurero —ha visto varios aventureros en su vida, cree que ninguno puede compararse con este muchacho frente a él. Su manejo de la espada, su forma de moverse, la seguridad en su rostro… ¿era realmente un aventurero o un soldado?—. ¿Planeas realmente ser un aventurero? —preguntaría de la nada y cambiando de tema—. Aquí en Mondstadt puedes aspirar a ser parte de los Caballeros de Favonius

—¿Caballeros? —se imaginó entonces a caballeros con armaduras de plata, armaduras de placa, ese tipo de caballeros. ¿Puede ser uno? Realmente tuvo una oportunidad de unirse a uno atrás en el tiempo, pero no terminó de aplicar debido a un incidente—. Mm… ¿crees que pueda?

—Si planeas quedarte en Mondstadt, entonces, con tus habilidades, puedes realmente formar parte de los caballeros que protegen la ciudad de Mondstadt. Si no es así, puedes seguir siendo un aventurero como hasta ahora…

—Hehe…

—¿Qué pasa?

—Eh, no soy aventurero —confesó el rubio. El maestro de la caravana se quedó confundido con escuchar esto—. Quería viajar gratis… —se rascaba la cabeza, un poco, nervioso—. Por eso dije de ser un guardia de caravanas… no esperaba que nos atacasen la verdad…

—…

—¿Perdón?

Se sacó la bolsa de monedas que le dio para dárselas. No quería mentirle ya tampoco. Su idea era justamente esa, viajar gratis. No tenía dinero… bueno, tenía, pero prefería gastar dinero en otras cosas que poder pagarle a alguien para ser llevado. Ya saben, un carruaje. No había ninguno y debía esperar unos días. Encontró esta caravana, dijo que era un guardia calificado – que lo es de hecho – y que podría proteger la mercancía y mucho más. Era un viaje redondo… hasta que esas criaturas, Hilichurls, atacaron. Esas criaturas son molestas. Tuvo que hacer algo. Defendió la caravana como es debido. Las cosas salieron bien, fue agradecido, siguió el camino, llegó aquí… y ahora pasa esto.

No puede mentirle. Fue muy amable cuando también tuvieron que parar para descansar, comer algo, hacer sus necesidades, etc.

—… —entonces, él, el hombre, miró mejor a Aether. Suspiró, pero no se molestó al final con el rubio—. Está bien, no te preocupes. No hace falta devolver las monedas —rechazó de nuevo que él se las devuelva. Las volvió a guardar Aether quien se quedó mirándole—. Úsalas con sabiduría —asintió—. De nuevo, si buscas ganarte la vida con tus habilidades, ve y pregunta si puedes ser unirte a ellos. Sino, únete al Gremio de Aventureros… sino, puedes buscar una vida pacífica por aquí. Esta ciudad es realmente relajante… a diferencia de Liyue, Inazuma, Sumeru…

—¿Siguen las cosas raras en Inazuma?

—¿Sabes del lugar?

—Estuve allí un tiempo —decía—, las cosas estaban… normal. Pero, habían algunas cosas raras…

—Había un rumor, la ciudad se iba a cerrar para toda la gente de afuera. Nadie entra, nadie sale.

—Oh… —había sorpresa en su rostro. ¿Tan mal estaba la cosa?—. Menos mal que salí a tiempo…

—Aquellos que no pudieron, estarán allí por un largo tiempo… aunque, solamente es un rumor que he escuchado… aun así, no quisiera confirmarlo por mí mismo —tomó de los hombros a Aether—. En fin Aether. Si nada de eso te satisface, estaré máximo dos semanas en la ciudad. Si necesitas trabajo, puedes venir a mí. Estaré muy feliz de aceptarte como guardia de mis vagones con mercancías…

—… claro

Palabras más, palabras menos, ambos terminaron de despedirse dentro de la ciudad, una ciudad que nuestro querido Aether no podía dejar de admirar. No era comparable a otras ciudades donde ha estado en estas tierras o algunas otras, pero tiene su ESENCIA que le hace única.

Viniendo por las cosas que escuchó de esta ciudad, esperaba que su vida pudiera ser tranquila y relajada… y por si fuera poco, cumplirá el deseo de su hermana, el último que ha pedido ella antes de sacrificarse para dejarle escapar: vivir.

¿Qué le podía esperar entonces esta nueva vida que va a tener?