Incertidumbre
Dedede se disponía a seguir a su contraparte, pero algo le agarró de la mano y le detuvo.
–Dedede, déjale– le dijo Meta Knight con severidad.
–¿Cómo le voy a dejar? A saber que piensa hacer ese cretino...– le replicó a su caballero mientras se giraba hacia él.
–Los Waddle Dees podrán mantenerle a ralla– le aseguró este.– ¿O es que acaso quieres que piensen que no confías en ellos?
Aquello le hizo vacilar. ¡Por supuesto que confiaba en sus Waddle Dees! Debería enfadarse con el caballero por lo que había insinuado, pero no tardó en darse cuenta de porque lo había hecho.
Desde que ambos habían dejado atrás sus rencillas tiempo atrás, Meta Knight siempre había sabido que decirle para que se replantease lo que estaba haciendo. Dedede estaba convencido que sólo había una persona en todo el universo capaz de leerle mejor que el caballero, y ese era Bandana Waddle Dee. La diferencia entre ambos es que mientras que Bandana Waddle Dee siempre suavizaba sus palabras, Meta Knight no tenía filtro alguno y, a veces, la crudeza en las palabras del caballero eran un golpe de realidad que necesitaba.
Aquella vez Meta Knight no había sido particularmente duro, pero había sabido donde darle. Antes de que Dedede pudiera decir algo, el caballero se le adelantó:
–Voy a preguntarte algo y necesito que me respondas sin evasivas: ¿estás bien?
Dedede tragó saliva. Ahí estaba. La preguntita que estaba temiendo desde hacía un rato. Y de las tres personas que más temía que se la hiciera, había tenido que ser al que más costaba engañar.
–Pues claro que sí– mintió, de manera un tanto nerviosa.– El tipo solo me irrita bastante y tal. ¿Sabes qué? se me ha ocurrido una estrategia infalible para el torneo– trató de cambiar de tema rápidamente.
–Dedede...–dijo Meta Knight molesto, no cayendo en su truco.
–Si combinamos mi electricidad con tu Galaxia podremos hacer un combo eléctrico que ni Kirby ni Bandana se verán venir– siguió el rey haciendo como que no había oído al caballero.– ¡Por fin podremos alzarnos con la victoria!– exclamó con fingido entusiasmo.
–Dedede, para– le pidió Meta Knight.– Si no quieres hablar de esto ahora lo respetaré. Pero deberías saber de sobra que tragarte tus preocupaciones no es sano.
Dedede suspiró derrotado antes de decir:
–Vale, te lo contaré todo. Pero suéltame, que se me está durmiendo el brazo– añadió con una media sonrisa.– Te prometo que no voy a irme.
Meta Knight se apresuró a soltarle, un poco avergonzado por no haberlo hecho antes.
–Tengo miedo, Meta– confesó Dedede.– Aunque Gooey y Kirby insistan en que las cosas que nos atacaron anoche no estaban relacionas con Dark Matter, ¿quién dice que lo que está detrás de este rollo interdimensional no sea algo peor?
Meta Knight no dijo nada al oír aquello. Dedede estaba convencido de que el caballero compartía esas mismas preocupaciones acerca de la inquietante situación en la que estaban.
–No sé a lo que nos estamos enfrentando y no quiero que vuelvan a usarme para atacar a mis propios súbditos–continuó explicando Dedede, un tanto afligido.– No quiero que me obliguen a luchar contra cualquiera vosotros. No después de la última vez...
Meta Knight ya sabía exactamente a lo que se refería. Todo lo que había pasado en la Tierra Olvidada había dejado una profunda huella en Dedede. Los meses de soledad, el tiempo que había estado bajo el control de esa criatura, el que lo hubieran utilizado para capturar a sus propios Waddle Dees... Cualquier otro se habría roto por completo después de pasar todo aquello. A veces hasta el propio Dedede se preguntaba cómo era posible que siguiese siendo él mismo.
–Dedede, esta vez estamos juntos–le aseguró Meta Knight en un tono tranquilizador.– Por primera vez, una crisis de este tipo no nos ha pillado desprevenidos gracias a la temprana llegada de Tiff y a las rápidas investigaciones de Magolor. No se si será una invasión o un ataque de una entidad cósmica, pero mientras los cuatro luchemos unidos, lo superaremos.
–¿Y si pasa como aquella vez que drenaron todo el color de Dreamland y nos convirtieron en piedra? Ahí no sirvió de nada que estuviésemos juntos– le recordó Dedede.
–En ese caso, tendremos que asegurarnos de tomar unas poses mejores que la otra vez bromeó– Meta Knight para intentar levantarle ánimo.
Funcionó. Una suave risa salió de la boca de Dedede. El rey sabía que el caballero no bromearía sobre esas cosas si no estuviese totalmente seguro de que algo así no volvería a pasar.
–Tienes razón, Meta– concordó finalmente Dedede, sentándose en le suelo junto al caballero.– Si estamos juntos, nada podrá con nosotros. Ademas no podemos decepcionar a Tiff: somos los únicos que podemos ayudarla.
–Eso me recuerda que hay que buscarle algo mejor que un palo a esa niña– comentó Meta Knight.– Si lo que está detrás de esto va realmente a por ella, va a necesitar algo más consistente para defenderse.
–Creo que a mi otro yo no le hará pizca de gracia eso– trató de bromear Dedede, pero Meta Knight podía ver que su sonrisa al hablar de su otro yo se volvía amarga de nuevo.
–Pero eso no es todo, ¿verdad? Algo más te carcome por dentro y estoy seguro de que tiene que ver con el otro Dedede– insistió Meta Knight.
"Si es que no se le puede ocultar nada..." pensó Dedede mientras sacudía la cabeza. Por un momento había creído que eso era todo.
–¿Que crees que pasaría en el mundo de Tiff si los Dark Matter atacasen?– le preguntó al caballero.
–Yo también lo he estado pensando y es difícil saberlo sin conocer todo lo que es diferente entre una dimensión y otra– respondió Meta Knight. A Dedede no le sorprendía que el caballero también hubiese estado dándole vueltas al asunto.– Por ejemplo, quizás la Varita Corazón no exista allí, pero al igual que existen esos "Guerreros Estelares" quizás ese universo tenga su propio mecanismo para defenderse de los Dark Matter.
–Pues yo tengo algo claro: el Dedede de ese mundo no sobreviviría– sentenció. La rotundidad con la que el rey había soltado esa frase sorprendió a Meta Knight.– Ya sabes lo que ocurre cuando un Dark Matter posee a alguien, ¿verdad?
–Sí. Aunque, por suerte, nunca lo he experimentado en carne propia, he leído sobre lo horrible que es– respondió el caballero.– Que tu fueras capaz de sobrevivir no una sino tres veces, es prueba de que tu corazón y tu voluntad son fuertes, como sigues demostrando y una otra vez.
Dedede apartó la mirada y apretó los puños. "Si fuese como tu dices, debería de ser capaz de resistirme cuando alguien me controla, como hiciste tú la última vez," estuvo a punto de decir con rabia, pero no lo hizo.
–¿Y qué hay de él? – le dijo a Meta Knight en su lugar.– Sé perfectamente porque actúa de esa manera. Es por los mismos motivos por los que yo robé toda la comida de Dreamland. Y si sigue por ese camino, para los Dark Matter consumirle será igual de fácil que para Kirby comerse un caramelo.
–Quieres evitar que algo así le ocurra, pero no sabes como ayudarle– intuyó el caballero.– ¿Por qué no le dices la verdad?
–¿Cómo crees que reaccionará si le digo "o empiezas a ser mejor persona o estos seres oscuros que existen en todos los universos te "consumirán" desde dentro y te convertirán en uno de ellos"?
Meta Knight se quedó pensativo unos instantes, dándole vueltas a la pregunta.
–Tienes razón: eso no solucionará nada– decidió el caballero tras imaginarse los escenarios posibles.– En el caso de que te crea, solo conseguirás que tenga miedo, y los cambios nacidos por la coacción no son sinceros. Y si no te cree, simplemente se reirá de ti– terminó, encogiéndose de hombros.
–Me gustaría de algún modo señalarle la dirección correcta, que se de cuenta del daño que se está haciendo a si mismo con ese comportamiento y que descubra que puede ser un gran rey si de verdad lo intentara– reveló Dedede.– Pero por Nova, de verdad que consigue sacarme de mis casillas. ¡¿Cómo puede existir alguien tan cabezota y difícil de tratar?!– exclamó con un gesto efusivo. Al oír eso, Meta Knight le lanzó un mirada que claramente decía "¿estás hablando en serio?".– Ay, no me mires así– replicó el rey mientras tapaba el visor de la máscara de su compañero con su mano a la vez que miraba hacia otro lado.– Sé de sobra que yo también he tenido mis momentos, pero él está mucho peor que yo.
–Quizás podrías pedirle ayuda al Escargoon de esa dimensión– sugirió Meta Knight, un poco molesto por el gesto del rey mientras le apartaba la mano.– Parece conocerle bien.
–Sinceramente, creo que ese Escargoon es más bien alguien que alienta su mal comportamiento en vez de intentar ponerle freno– debatió Dedede, un tanto decepcionado con el caracol.– Te robó el Heavy Lobster MKII después de todo– le recordó.
–No me recuerdes ese fallo en la seguridad, por favor– gruñó el caballero.
–Bueno, mucho hablar de mí y de mi contraparte, ¿pero que hay de ti? ¿Cómo estás llevando todo esto?– le preguntó Dedede al caballero, girándose de nuevo hacia el.
–Estoy preocupado también. Es imposible no estarlo en esta situación– admitió Meta Knight.– La incertidumbre de no saber que hay detrás de esos portales y los seres que nos atacaron anoche me corroe por dentro. Es decir, normalmente no dudo en sacar mi espada y lanzarme a luchar contra el peligro, pero está vez no sé nada, ni si quiera donde está o cuando podrían volver a atacarnos. No podemos hacer nada salvo esperar a que esa persona que viene con Taranza tenga algunas respuestas– expuso, un tanto agobiado por no poder pasar a la acción. Odiaba tener que estar a la defensiva.– Lo único que me consuela saber que al menos yo no tengo a una versión mía causando estragos por Dreamland– añadió en un tono algo burlón en un intento de quitarse el agobio de encima. Contra más pensara que no podía hacer nada, peor se sentiría.
–Bueno, bueno tampoco te pases– replicó Dedede.– Que "solo" ha provocado dos altercados y destrozado mi castillo. Pero en serio, espero que tu contraparte sea más tranquilo si nos llegamos a encontrar con él.
-Espero que no tenga un acento raro como el otro Dedede.
-Pues yo apuesto el martillo grande a que tiene acento de telenovela.
Ambos se miraron en silencio unos segundos antes de empezar a reír. Por muy incierta que fuese la situación, no dejaba de tener un grado de absurdidad que llegaba a resultar paradójicamente cómico.
Tras ese breve alivio cómico, Dedede suspiró sintiéndose más sereno. Aunque no había acabado con sus preocupaciones, compartir lo que sentía con Meta Knight se había sentido como quitarse un gran peso sobre los hombros. A Meta Knight también se le veía algo más relajado.
–En fin, voy a ver si los Waddle Dees necesitan que les eche una mano y a comprobar que el otro Dedede no haya destrozado nada más–dijo Dedede mientras se levantaba de un salto y se desperezaba.– Quiero que esto este más o menos presentable para cuando llegue Taranza. ¿Tu qué vas a hacer?
–Yo seguiré vigilando los alrededores– respondió Meta Knight.– Tampoco es que pueda hacer otra cosa– murmuró un poco frustrado. Dedede le dio unas palmaditas en el hombro para darle ánimos.
–Avísame si ves algo raro o si Kirby y los demás vuelven. ¡Nos vemos luego!– se despidió Dedede del caballero.
Mientras se dirigía de vuelta su castillo, Dedede miró al cielo y pensó:
"Espero que los críos estén bien"
– – –
Tras un viaje sin incidentes, la Estrella Remolque aterrizó suavemente en un cañón montañoso. Tiff no podía evitar sentirse fascinada por los paisajes de ese Dreamland, extraños pero hermosos a su peculiar manera. La mezcla de colores unidas a la extraña geografía hacia que ese lugar pareciese un mundo de fantasía. Estaba claro que lo único en lo que ese mundo se parecía a su hogar era en el nombre y en algunos de sus habitantes.
Por el camino, Tiff le había preguntado a sus acompañantes sobre Daroach, queriendo saber más de la clase de persona que estaba cuidando de su hermano. El hecho de que Meta Knight hubiese mencionado que era un ladrón le había inquietado un poco. ¿Estaría a salvo Tuff con un criminal?
Kirby entonces le había contado que Daroach era un ladrón de tesoros y que aunque alguna vez había robado algo que no debía y se había metido en un lío por ello, no era mala persona. También le había asegurado que se regía por un código de moralidad y que procuraba no herir a nadie durante sus robos. "Así que es un ladrón de guante blanco. Bueno, supongo que si Meta Knight y Kirby confían en él yo también debería, al menos de momento" decidió Tiff pese a sus dudas.
Según el mapa que les había dado Meta Knight, la guarida de Daroach se encontraba un poco más adelante. Bandana Waddle Dee encabezaba la marcha, pues el caballero le había encargado la tarea de llevar y leer el mapa ya que era el residente de ese Dreamland más responsable del grupo.
–Menos mal que pese a esos portales, Dreamland está bastante tranquilo– notó Gooey.
–¿Por qué no iba a estarlo?– quiso saber Tiff, extrañada por lo que Gooey había dicho.
–Normalmente cuando pasan cosas de este estilo, algunos habitantes de Dreamland se ponen bastante agresivos y territoriales– explicó Bandana Waddle Dee, un tanto abatido.– Muchas veces tenemos que acabar luchando simplemente para que nos dejen pasar.
–Es bastante molesto, poyo. Solucionar los problemas sería mucho más fácil si todos cooperaran– comentó Kirby, enfurruñado.– Sé que aveces no es culpa suya y están bajo la influencia de algo que les hace actuar así, pero otras veces simplemente están enfadados porque su rutina se ve interrumpida.
–Al menos no son como los cappies de mi mundo. Les tengo mucho aprecio, pero muchas veces la mayoría de ellos no sólo no cooperan sino que le echan la culpa a Kirby de los problemas– se quejó la niña.
–Menuda cara. Lo faltaba es que encima aquí le echasen a Kirby la culpa de lo que pasa cuando es él quien lo soluciona todo– dijo Bandee, molesto.– Con la excepción del incidente de la tar...
–Uy. No deberíamos de perder el tiempo con charlas que Daroach nos está esperando– interrumpió Kirby a su amigo antes de que pudiera terminar lo que estaba diciendo, dejando a Tiff con la intriga.–¡Venga, busquemos la entrada a la guarida!– exclamó mientras se alejaba corriendo, claramente para evitar que Tiff le preguntase sobre el tema.
Bandana Waddle Dee puso los ojos en blanco e indicó a Tiff y a Gooey que siguieran a Kirby. Tiff estuvo tentada de preguntarle a Bandana acerca del incidente, pero al final optó por no hacerlo. No quería provocar problemas entre Kirby y su amigo y estaba claro que, fuera lo que fuera ese incidente, era un tema del que la bolita no quería hablar.
Después de un par de minutos alcanzaron a Kirby quien se había detenido a observar los alrededores.
–Oye, Bandee. ¿Seguro que estamos cerca del sitio?– le preguntó Kirby a su amigo.– Igual la Estrella Remolque nos ha dejado más lejos de lo que pensábamos.
–Según las coordenadas que nos dio Meta Knight la base de Daroach debería de estar... – comenzó a responder este mientras escudriñaba el mapa– justo aquí.
El grupo se quedó mirando a la zona a la que señalaba el Waddle Dee, pero el paisaje era igual que el que habían visto hasta ahora: un lugar de tierra semiárida en el que solo podían verse rocas, plantas resecas, unos adorables lagartos que parecían estar hechos de arena tomando el sol o paseando y unas pequeñas y redondas criaturas rosadas con alas de mosca sobrevolando el área.
–Aquí no hay nada– señaló Gooey.
–Gracias Gooey, no lo había notado– replicó Bandana con apagado sarcasmo, aunque se mostraba más bien abatido y frustrado consigo mismo.–¿Acaso apunté mal las coordenadas?
–Si es una base secreta lo más probable es que esté oculta– se le ocurrió a Tiff.– El problema es como dar con la entrada.
–Oye Kirby, tu conoces a Daroach desde hace tiempo. ¿Nunca te dijo como entrar?–le preguntó Gooey a la bolita.
–Es que si me lo hubiese contado habría dejado de ser secreta– respondió Kirby de manera inocente.– Ni si quiera sabia que tenía una base en esta zona.
–La verdad, me sorprende lo mucho que tú y Meta Knight confiáis en Daroach pese a ser un ladrón. ¿Acaso os ha ayudado antes?– le preguntó Tiff con curiosidad.
–En el caso de Meta Knight creo, que es más bien que lo tiene bien vigilado para que no cause problemas, pero en mi caso, sé de buena gana que es alguien con quien se puede contar. Verás, Daroach me ayudó en una aventura muy peligrosa en la que fui muy vulnerable– reveló. A Tiff aquello le asustó un poco. ¿Qué podría hacer que alguien como ese Kirby se sintiese así? Al ver que parecía interesada, la bolita comenzó a relatar lo que había pasado.– Todo empezó cuando un malvado mago del Inframundo dividió mi cuerpo en diez versiones pequeñitas de mi mismo para poder matarme...
–¡¿QUE UN MAGO DE DONDE TE HIZO QUÉ?!
El grito horrorizado de Tiff interrumpió bruscamente el relato de Kirby. Inmediatamente, sólo de imaginarse que algo tan terrible le podría ocurrir a su Kirby, a Tiff le fallaron las fuerzas y cayó al suelo de la impresión, casi desmayándose.
–¡Tiff!¿Estás bien?– le preguntaron sus compañeros al unísono
–Sí. No os preocupéis– dijo con voz un poco temblorosa.– Dadme un momento para reponerme– añadió mientras se medio incorporaba del suelo, apoyando los brazos en este, pero sin llegar a levantarse del todo.– En que clase de dimensión de locos he acabado...– murmuró.
–Pero si no fue para tanto– Kirby trató de quitarle importancia al asunto.
–Quizás para ti, pero no para alguien normal. Deberías de tener más tacto al hablar de esos temas– le echó en cara Bandana Waddle Dee.
Tiff pasó un par de segundos más en esa posición hasta que sentía que recuperaba ñas fuerzas. Cuando se dispuso a terminar de incorporase y levantó la vista un poco, notó que había algo que no encajaba en el paisaje.
"Soy yo, ¿o el suelo de esta zona tiene un color diferente?"
Efectivamente: el suelo que tenía un par de pasos adelante tenía un color más claro que el del resto de área. Además, esa zona "descolorida" formaba un cuadrado perfecto. No había que ser un cerebrito para darse cuenta de que eso significaba que había algo ahí.
Una vez se levantó, Tiff se acercó a la zona que había llamado su atención y le dio un fuerte pisotón con el pie. Lo primero que registró su cerebro es que el sonido era metálico. Lo segundo fue un ruido de algo al abrirse. Lo tercero...
… que estaba cayendo a gran velocidad por algo que debía ser un tobogán a través de un túnel oscuro.
En cualquier otra circunstancia, algo así habría sido divertido. Pero aquello no era un parque de diversiones: era la guarida secreta de un ladrón. ¿ Y si era una trampa para evitar intrusos y el tobogán acababa en una pared, un acantilado, unos pinchos o algo de igual mortalidad? Tiff comenzó a intentar frenar la marcha, pero no tuvo éxito. ¿Era así como iba a acabar todo? ¿Con un error por su parte?
"Cálmate, Tiff. Recuerda lo que dijo Kirby: Daroach siempre evita hacer daño a otros. No puede tener una trampa mortal en su base secreta," se recordó a si misma para tratar de serenarse. Detrás suya podía oír a los demás gritando también, aunque ellos parecían estar gritando de diversión más que de terror. "Supongo que si ellos se están divirtiendo, yo no debería preocuparme tanto."
Al final, los temores infundados de Tiff no se cumplieron. Efectivamente, el tobogán no acababa en una trampa mortal, sino en un suelo recubierto de algo blando que poco a poco la fue frenando. Tiff suspiró aliviada cuando por fin se detuvo. Los demás no tardaron en alcanzarla, o mejor dicho, caerle encima. Afortunadamente el peso combinado de los tres seguía siendo bastante bajo, por lo que no hubo que lamentar heridos.
–¿Podemos repetir?– preguntó Gooey, quien había acabado encima de la pila, mientras daba saltitos felizmente, ignorando que los demás estaban debajo de él.
–Yo preferiría no repetirlo. Además, ¿podéis quitaros de encima?– pidió Tiff, un tanto molesta. Sus acompañantes se disculparon y rápidamente se apartaron, Bandana ayudando a Tiff a levantarse del suelo.
Tiff miró a sus alrededores. El tobogán , así como su zona de frenada, acababa en una especie de hangar subterráneo en el que podían verse varias cajas, un par de contenedores y alguna pieza de aeronave. Tiff supuso que debía tratarse de alguna clase de almacén.
–Así que la base secreta de Daroach estaba bajo tierra. Me pregunto si Meta Knight sabría esto o si sólo conocía la ubicación aproximada– comentó Bandana Waddle Dee, un tanto pensativo.– Creo que si lo hubiera sabido nos lo habría contado para ahorrarnos problemas, pero igual se le pasó...-le dio vueltas inncesarias al asunto.
–Oye si ahora sabemos donde está, ¿no ha dejado de ser secreta la base?– comentó Gooey, y nadie supo como discutir esa lógica.
No tuvieron mucho más tiempo de regocijarse de haber llegado a su destino, puesto que una puerta mecánica se abrió frente a ellos. Por ella emergió un ser semejante a un ratón gris. Era más alto que Tiff y sus acompañantes y vestía con una elegante capa roja y un sobrero de copa a juego. Aunque no se lo imaginaba así, Tiff tenía bastante claro que esa persona era Daroach.
Y por si quedaba alguna duda, sus primeras palabras bastaron para acabar con ellas.
–Bienvenidos a mi guarida.
Mucha conversación en este capítulo y tampoco estoy muy contenta con la segunda parte. Probé varias ideas y ninguna terminaba de funcionar. Al menos ya he salido del atasco (ojalá pudiera decir lo mismo de "Sueños atados al cielo")
