TWO HEARTS IN A FISHBOWL

DISCLAIMER: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto, pero la historia es de mi autoría.

...

Capítulo 15. En profundidad.

Muchas cosas habían sucedido los últimos días con la temporada de lluvias calmándose poco a poco.

Habían pasado un día completo en Konoha, teniendo una segunda cita que salió aún mejor que la primera y en la cual Sasuke por fin pudo hacer algo que había estado deseando con ahínco y desesperación: hacerle un regalo a su novia.

Ahora Sakura usaba la costosa pulsera de brillantes cada segundo del día con gran afecto e ilusión, aunque su novio tuvo que mentirle respecto a su valor monetario para que luego de mucho negarse finalmente la aceptara.

Aquel gatito que habían encontrado hacía ya un tiempo, fue oficialmente adoptado por el campamento y ya que en "Atlantis" era casi una necesidad vital el organizar celebraciones por todo, tuvieron una extraña ceremonia de bautismo durante la cual era difícil concluir quien se veía más extrañado, si la criatura de manchas negras o Sasuke.

En la comodidad y privacidad de su habitación, ambos habían dormido juntos casi todos los días, charlando hasta altas horas de la noche o sencillamente mimándose hasta que uno de los dos caía dormido, siendo seguido por el otro poco después.

Sakura había comenzado a ser llamada por Mikoto Uchiha, incluso con más frecuencia de la que la señora se contactaba con su hijo, lo que se debía a la agradecida retribución que la tierna mujer le tenía al lugar y a las personas por las que su muchacho parecía estar en proceso de cambiar.

Así como a lo encantada que quedó luego de que la pelirrosa les enviara más fotos de su hijo y adjuntara una en donde ambos sonreían a la cámara jovialmente.

Sasuke no se lo dijo a su novia, pero su madre le llamó llorando para expresarle lo dichosa que era por ver, luego de tanto dolor, que él estaba feliz, además de otra serie de cosas que terminaron por hacerlo llorar a él también.

Porque era verdad, recién ahora parecía estar disfrutado y sentirse contento con su vida.

Las cosas no habían sido tristes últimamente y ni siquiera pudieron serlo cuando, una tarde, Kakashi y una mujer desconocida, que más tarde Sakura le contó que era una psicóloga, tomaron a su novia toda una tarde para conversar sobre sus problemas familiares y esclarecer si acaso necesitaba intervención de servicios infantiles.

Algo que la pelirrosa negó, pues en menos de un año cumpliría la mayoría de edad y no le veía caso.

Aunque la mujer escribió un informe sobre su visita por si Kakashi decidía proceder, algo que el peliplata aseguró que haría si una situación como la que ya había tenido lugar anteriormente volvía a suceder.

Pero, como si las cosas para Sasuke no estuvieran siendo ya lo suficientemente buenas, ahora estaba teniendo sexo cada que quería y experimentando con él como nunca en su corta vida gracias a lo receptiva y todavía más desinhibida que se había vuelto su novia.

Como en ese momento.

—Mmm — la pelirrosa se mordió el labio inferior mientras su novio le devoraba los pezones con parsimonia.

Luego de sus actividades del día, el Uchiha le había propuesto ir al puesto de vigilancia para tener un momento a solas, algo para lo que estaban yendo mucho a ese lugar últimamente.

La luz de la tarde entrando por la ventana bañaba el esbelto cuerpo de Sakura en un color dorado que se mezclaba con la humedad de su piel por el sudor que la recorría y la convertía en una visión todavía más erótica.

Sasuke estaba enterrado en lo profundo de ella, moviéndose con lentitud y pausando las estocadas para torturar deliciosamente su cuerpo.

Debajo de ellos había una simple manta vieja que pertenecía al lugar desde hacía años y a la que la chica estaba aferrándose con las uñas mientras gemía por la maravillosa sensación de los labios de Sasuke cubriéndole los pechos, su hábil mano acariciando su clítoris y el pene en su interior que la llenaba y estiraba.

Mismo que, aunque disfrutaba simplemente tener dentro, deseaba que se moviera con el vigor al que la tenía acostumbrada, pero que el chico se rehusaba a darle.

—Dime Sakura ¿Te gusta que haga esto? — preguntó con toda la intención de hacerla renegar.

—Sí, pero... M-me gusta más cuando ¡Ahh! — no pudo completar su oración debido a que su novio estiró uno de sus pechos, jalando su sensible pezón entre sus dedos.

—¿Cuando qué? — tenía una burlona sonrisa en el rostro mientras se incorporaba para verla desde su altura, ella se encogió para nada acostumbrada a decir en voz alta las sucias palabras que a su novio le salían tan naturales cuando tenían sexo—. Anda, dime cómo.

Igual que siempre, la visión que Sakura desnuda, vulnerable y excitada representaba, le hizo sentirse el hombre más completo y poderoso del mundo.

Nada podía comparársele a la perfección de tener una belleza como ella debajo suyo rogándole con la mirada vidriosa que le diera el placer que solo él podía otorgarle.

—Cuando me haces tuya sin delicadeza — finalmente respondió satisfaciendo los deseos de su libidinoso novio.

Sasuke dirigió su mirada oscura a su unión, donde su hinchado pene también estaba cansado de ser únicamente enfundado, pues quería tanto como ella ser exprimido en el interior de esa lujuriosa chica de cabello rosado.

—¿Quieres que te lo haga así ahora? — tuvo el descarado de fingir incredulidad con el propósito de verla rogar, algo a lo que ella de todas formas asintió con desespero.

—Por favor Sasuke — murmuró en forma de jadeo cuando sintió que él se retiraba de su interior en lo que ella pensó que sería el inicio de las penetraciones.

Sin embargo, no fue así y en cambio lo que el pelinegro hizo fue salir completamente de ella y recostarse con la espalda apoyada en la pared, debajo de la ventana contigua a ellos.

Sakura se quedó estupefacta con las piernas abiertas y sus relucientes pliegues a la vista por el abandono, estaba lista para quejarse indignada cuando, al voltear a verlo, se dio cuenta de que su lustroso y largo miembro lucia realmente apetitoso descansando sobre su vientre.

Así que, olvidando su resentimiento, se puso de rodillas y gateó hasta posicionar su rostro sobre sus duros abdominales y recorrer su piel con la punta de la nariz.

—Hazlo y te prometo que te voy a recompensar — él murmuró roncamente, provocando que la pelirrosa lo viera con los ojos entornados desde su posición y poco a poco le mostrará la húmeda lengua en la que ya había cargado un poco de saliva.

Sasuke no contuvo un gutural gruñido cuando ella descargó el líquido sobre su glande, procediendo a esparcirlo por el resto de su pene con ayuda de sus labios.

No era la primera mamada que la chica le hacía, pero, por alguna razón, esa vez se sintió mil veces mejor que cualquier otra que le hubiera dado con anterioridad o que alguien más le hubiera hecho en su vida.

Sakura se tomó su tiempo para besarlo con la misma tortuosa parsimonia con la que él la había atendido hacía unos minutos, antes de finalmente meter su grosor en su boca, succionándolo con sus labios y humedeciéndolo aún más.

Sus manos le acariciaron la base del pene, una haciendo un círculo con su índice y pulgar para rodearlo como un anillo y la otra arañando su bajo vientre, donde nacía su oscuro vello púbico.

Mientras trabajaba en la felación sintió a su novio entumirse y comenzar a respirar con dificultad, así que despegó su mirada del húmedo y cada vez más rojo miembro en su boca para observar a Sasuke y no pudo evitar gemir en torno a su erección cuando sus ojos cayeron en cuenta del furioso color rojo que pintaba su rostro, cómo inútilmente trataba de callar sus jadeos, así como de la dilatación en sus pupilas mientras la miraba.

El chico intentó acariciar su rostro, pero ella se apartó de él antes de que lo lograra moviendo el recorrido de su boca hacia sus testículos, sin dejar de masturbarlo con su mano.

—Mierda, mierda, mierda, mierda — el Uchiha masculló repetidamente por esa nueva atención e hizo un esfuerzo descomunal por no cerrar los ojos para así ver la magnífica estampa que la pelirrosa entre sus piernas representaba.

Volvió a gemir prolongadamente cuando su oscura mirada se encontró con el perfecto trasero bañado en la luz del atardecer y que se elevaba hacia arriba con las piernas separadas mientras su dueña se inclinaba hacia adelante. Su piel además estaba manchada con marcas rojas y moradas por la constancia con la que él había amasado esa parte de su cuerpo anteriormente y, conforme ella se movía metiendo y sacando el falo de su boca, se mecía en un movimiento endemoniadamente sugerente.

Ajena a lo emocionado que él se encontraba por su perversa fisionomía, Sakura volvió a atender el miembro con su boca, esta vez succionándolo con fuerza y velocidad, emitiendo jugosos sonidos que en conjunto casi hacen correrse al chico.

—Suficiente preciosa — consiguió detenerla antes de eyacular, al tiempo que la tomaba por las mejillas para que lo mirara.

La pelirrosa entendió de inmediato porque la había parado, así que simplemente se arrodilló al ver que él se levantaba y asintió, dándole una curiosa mirada cuando él le acarició los labios con todos los dedos de su mano diestra y admiró encantado lo rojos e hinchados que estaban debido a la magia que eran capaces de hacer, luego posó su palma sobre su cabeza para pedirle que la bajara hasta que su barbilla tocó el suelo.

Sasuke entonces caminó hasta posarse detrás de ella.

—Siempre eres tan buena conmigo — lo escuchó canturrear mientras el conocido sonido de un condón abriéndose y siendo deslizado llegaba a sus oídos —. Así que voy a serlo yo también contigo.

—¡Ohh! ¡Ahhh! — al ser profundamente penetrada, los gemidos salieran disparados de ella y aumentaron en intensidad conforme era tomada justo cómo le gustaba, sin delicadeza y con violencia.

—Te gusta justo así ¿no?

—¡Sí! ¡Demasiado! — ella respondió con una diabólica sonrisa por el perfecto ritmo al que la estaba sometiendo.

Luego de tanto tiempo con él torturándola en su interior y haciéndola desear con desespero ese momento, por fin estaba atendiéndola con el ímpetu y la fuerza que su cuerpo emocionado por correrse necesitaba.

Tanto así que no tardó mucho en hacerlo, gimiendo en alto el nombre de su novio y apretándolo en sus paredes interiores con tal vigor que lo hizo gruñir a él también por la electrizante sensación.

Entonces Sasuke se propuso llevarla a la cima nuevamente, por lo que continuó embistiéndola mientras le apretaba las nalgas en sus manos, dejándole más huellas marcadas. Se encontraba tan nublado por la lujuria que se atrevió a soltar una firme palmada en una mejilla, haciéndola rebotar todavía más de lo que el golpeteo de su pelvis contra ella conseguía hacerlo.

—¡Sasuke! — ella lo llamó agudamente, encantada por ese gesto, lo que le dio valor al chico para hacerlo otras tres veces con un poco más de fuerza, así como para aumentar el ritmo de sus embistes —. ¡Así Sasuke! ¡Más duro, por favor! ¡Más! ¡Más! ¡Más!

Enloquecido por el alcance del masoquismo que esa preciosa mujer debajo de él gustaba sentir, el Uchiha la tomó por el cabello, jalando hacia atrás su cabeza y torciendo su cuello irregularmente.

Sin dejar de embestirla con velocidad y entrega, el chico se inclinó, casi pegando su pecho contra su frágil espalda y conectó su oscura mirada con Sakura, quien lo observó con los ojos entornados y lagrimeantes al tiempo que su boca no dejaba de producir deliciosos gemidos y llamados a su novio.

En sus orbes verdes se notaba que pronto se correría otra vez, por lo que el chico mantuvo la velocidad y su constancia queriendo llevarla al clímax antes de que él lo hiciera.

—¡Hey pervertidos! ¡Vamos a subir, así que vístanse!

Sin embargo, antes de que pudieran conseguirlo, fueron interrumpidos por una voz llamándolos desde tierra firme, a la que se le sumaron una serie de risas alrededor.

De inmediato a ambos se les bajó la calentura y se separaron buscando su ropa con desesperación pues, en efecto, se escuchaba que sus compañeros del campamento estaban subiendo las escaleras.

Sasuke apenas tuvo tiempo de desechar el condón, esconderlo y ponerse el pantalón cuando la cabeza rubia de Naruto se asomó desde el final de las escaleras.

—¡Mierda! ¡Lo siento! — el chico bajo la cabeza e impidió que los demás siguieran subiendo pues Sakura todavía estaba intentando ponerse el sostén.

—¡Voy a lanzarte desde aquí en cuanto pueda, maldito energúmeno sin sesos! ¡Te lo juro! — Sasuke le gritó furioso al Uzumaki por estar a punto de ver los pechos desnudos de su novia.

—¡Esto es culpa de Temari! Yo pensé que estaba bromeando cuando me dijo que tal vez estaban haciendo... eso.

Luego de que la interrumpida pareja, o más bien únicamente Sasuke, riñeran a sus amigos sobre lo maleducados que eran por irrumpir así en algo tan importante e íntimo, aceptaron las disculpas de todos y los dejaron ocupar el puesto de vigilancia para lo que habían subido en primer lugar:

Una reunión en honor a algo muy especial que tenían para compartir.

—¿Cómo mierda lo conseguiste? — el Uchiha le preguntó a Shikamaru cuando les mostró la marihuana que trajeron como invitado doblemente prohibido a la fiesta.

—Conozco a alguien — Nara se encogió de hombros.

Además de ese producto mágico de dudosa procedencia, Kiba y Naruto nuevamente habían traído alcohol para todos, además del que la presumidamente rica Ino aportó, desde el fondo de su "magnánimo" corazón.

Si pensaban consumirlo todo entre los 14, iban a tener que esforzarse en serio por disimular al día siguiente la resaca.

Repitiendo la dinámica de la fiesta que habían celebrado allá arriba anteriormente, todos consumieron lo que quisieron y mientras la música disco ochentera de la vieja radio que Shino se robó del almacén ambientaba la reunión, el descontrol comenzó a hacerse presente en cada campista.

Ni siquiera estaban seguros de cómo o porqué lo hicieron, pero seguían relativamente sobrios cuando todos se deshicieron de sus prendas quedando únicamente en ropa interior. Inclusive la tímida Hinata se unió a todos, desinhibida por el alcohol en su sistema.

Kiba y Naruto, como siempre hicieron una dupla desastrosa, cantando desafinadamente, abrazándose por los hombros y derramando cerveza en el suelo al intentar hidratarse el uno al otro.

Hinata e Ino estaban bailando juntas también, moviéndose una contra la otra sugerentemente, algo de lo que nadie más que Sai se dio cuenta pues todos estaban en sus propias cosas.

TenTen, Shino, Chouji, Gaara y Lee estaban conversando entre ellos mientras reían escandalosamente.

Shikamaru y Temari habían puesto estratégicamente en una esquina la pequeña linterna que usaban como iluminación para el amplio cuarto y se habían ido a la oscuridad del punto contrario a tener sexo.

Con la confianza de que el ruido de los demás divirtiéndose impedía escuchar lo que esos dos estaban haciendo.

Contrario a los demás, los únicos calmados eran Sasuke y Sakura, quienes en otra esquina estaban besándose lenta y apasionadamente.

El Uchiha había fumado escasas dos aspiraciones al porro que ahora Sai tenía en su poder, mientras que Sakura fue la única del cuarto que no había consumido de él en lo absoluto, no obstante, el alcohol había hecho el trabajo de emborracharlos hasta dejarlos aún más calientes de lo que ya estaban debido a su interrumpido episodio de hacía un rato.

En un momento dado, la pelirrosa se había subido al regazo de su novio rodeando su cuello con sus delgados brazos para acercar su cuerpo al suyo mientras devoraba su boca.

Sasuke por su lado, despreocupado de que alguien los viera, había estado haciendo un delicioso masaje a los pechos de su novia, estrujándolos y jugando con sus pezones por encima de la tela.

Todos pasaron un buen rato en sus propios asuntos, hasta que el regreso de Shikamaru y Temari marcó el inicio de la conveniencia en conjunto, haciendo que todos se mezclarán entre ellos mientras bailaban y cantaban.

Incluso el celoso y reservado Uchiha le permitió a su novia dejarlo para irse a cantar y bailar con Kiba y Naruto, mientras él mismo tarareaba la canción uniéndose a la diversión.

—Muy bien, muy bien, muy bien — Shikamaru intervino en el improvisado karaoke llamando la atención de todos al bajar el volumen de la música —. Es hora de que nos pongamos serios.

A tropezones consiguió llegar hasta la mochila donde guardaron las cosas para la fiesta, extrayendo de ella un ramo de largas bananas, así como una serie de mini pudines.

—¡Sí! — Ino exclamó eufórica en cuanto vio las cosas, siendo imitada en vítores por los demás a su alrededor.

—¡De ninguna manera! — sin embargo, Sasuke tuvo suficiente consciencia para mostrarse en desacuerdo con lo que querían hacer.

—¿Para qué son esos? — Sakura preguntó en automático al ver la negativa reacción de su novio.

—Estos, querida princesa de algodón de azúcar... — TenTen intervino para explicarle, no dejando oportunidad de que el pelinegro la convenciera de no participar —. Son para una entretenida y didáctica prueba sobre nuestras habilidades para el sexo oral.

—Una de estas delicias para cada chica — Ino le quitó de las manos las frutas a Shikamaru para empezar a repartirlas y luego hizo lo mismo con los pequeños postres —. Y uno de estos para cada chico.

—No voy a hacer esto y tú tampoco deberías Sakura — Sasuke se levantó de su lugar para convencer a su novia susurrándole al oído —. No quiero que te vean haciendo... eso.

—Tranquilo, suena divertido, tú no tienes que hacerlo si no quieres, pero yo sí quiero intentarlo — ella le restó importancia al recelo de su novio con la actividad, consciente de que sus motivos tenían que ver con un primitivo sentido de posesividad.

—Esto es tan estúpido e infantil... — murmuró para sí mismo, irritado.

—¡Sasuke no come vagina! — alguien a sus espaldas gritó, malogrando la voz para que el irritable pelinegro no lo reconociera.

Al instante la furia del Uchiha se encendió, siendo convencido de esa poco ortodoxa, aunque efectiva, manera de participar, pues tomó de regreso el pudin que al principio no había querido aceptar.

—¡Muy bien! ¡Ese es el espíritu! — Kiba se regodeó de que todos estuvieran dentro y dispuestos a cumplir el reto, por lo que procedió a explicarlo —. Primero irán las chicas. Ustedes, queridas amigas, competirán por quien puede hacer una mamada a estas bananas por más tiempo, sin romperlas.

Todas asintieron de inmediato, sobre todo la confiada Ino, quien creía que podía superar fácilmente a las demás. Pasando por encima de sus rivales menos experimentadas en cuanto a lo sexual, como Hinata y sobre las que sí contaban con el conocimiento del arte de hacer felaciones, como Temari o la todavía amateur, Sakura.

Desde su posición como observador, Sasuke entrecerró los ojos en dirección de la engreída rubia que se veía y sentía muy segura de ser la mejor.

"No tendrías esa cara si hubieras visto el nivel que Sakura me demostró hace rato, idiota" internamente reflexionó con arrogancia.

Las chicas se pararon unas al lado de otras y en cuanto Kiba indicó que podían comenzar, todas se pusieron en marcha, metiendo y sacando la fruta de sus bocas una y otra vez, con deliberada velocidad cada cierto tiempo, así como lentitud en otros.

Contrario a lo que Sasuke pensó, los chicos a su alrededor no estaban sintiéndose excitados por el sugerente engullir de las chicas, sino emocionados por ver quién podía durar más tiempo, como si de caballos de carreras por los que habían apostado se tratara.

Irónicamente, la primera en perder fue Ino, de quien tanto Shikamaru como el Uchiha se burlaron entre ellos, hiriendo su orgullo y obligándola a refugiarse en Sai para esconder su humillación.

La siguiente fue TenTen, quien al romper su fruta la aplastó en la cara del primero que se rió de su fracaso, siendo Naruto quien recibió todo el puré de lleno en los ojos, seguida por Temari, quien también rompió el suyo a los pocos segundos y decidió hacer lo mismo que su amiga de cabello castaño con las sobras.

Mientras el Uzumaki trataba de quitarse la comida de la cara, todos se animaron aún más pues solo quedaban dos chicas en la contienda.

Sasuke no pudo evitar cruzarse de brazos y observar muy interesado como la habilidad de su novia ya la había llevado a mantener su fruta intacta por más de siete minutos, a la cual seguramente había cuidado tan bien debido al constante estiramiento de sus labios para ahuecar su grosor y la deliciosa ayuda de su lengua acolchonada acariciando la longitud de la banana cada cierto tiempo.

Ni siquiera pudo poner atención adecuada a las reacciones de los demás y darse cuenta de que Lee y Gaara estaban viendo a la pelirrosa con la misma expresión hipnotizada que él.

Para mala suerte del chico rubio, que probablemente nunca volvería a comer esas amarillas frutas en la vida por los malos recuerdos que le traerían, una banana huérfana y aún enfundada que habían olvidado en el piso, se atravesó entre sus pies, haciéndolo caer de cara al suelo.

Lo que a su vez significó la derrota de Sakura, pues, al verlo, la pelirrosa, como todos los demás, no contuvo la risa y mordió el alimento en su boca, escasos cinco segundos antes de que Hinata tirara el suyo por la ventana para apresurarse a ayudar al chico que secretamente le gustaba.

Con el rubio rescatado y la ganadora proclamada, la cansada pero contenta joven de ojos verdes regresó a los brazos de su novio, quien la recibió con un apasionado beso que había estado deseando darle desde que vio sus labios posarse en algo que no era él.

Sasuke no estaba decepcionado en lo absoluto por la pérdida de su novia y lo estuvo mucho menos cuando, luego de coronar a la pelinegra con una corona de plástico que compraron para esa competencia, la proclamaron "La reina de las mamadas" a los cuatro vientos.

Respetaba demasiado su Sakura como para permitir que alguien la llamara así en voz alta, aún si no tuviera intenciones de ofenderla.

Posteriormente dio inicio a la competencia de los chicos, ellos debían ver quien era el más rápido en dejar limpio el envase de pudin usando sólo la lengua.

—¿Listos? 3, 2, 1, ¡Ya! — Temari hizo la cuenta regresiva iniciando el juego.

Mismo que desde el principio fue tan lamentable como memorable, comenzando con que a Kiba se le resbaló su recipiente cuando apenas estaba dirigiéndolo a su boca, aumentando aún más la suciedad que ya tenían en el piso.

Todos los chicos estaban haciendo su mejor esfuerzo, luciendo casi como perros hambrientos que incluso jadeaban mientras comían.

Sin embargo, nadie estaba sufriendo más que Sasuke, quien luchaba por engullir el desagradable y dulce postre, cada cierto tiempo sintiendo el asco que ese sabor en específico le provocaba, subir por su garganta, amenazando con hacerlo vomitar.

Sakura estuvo animándolo desde el principio como una emocionada porrista, sin embargo, cuando notó que a su novio se le hacía cada vez más imposible contener las expresiones de degradado teniendo incluso que retirarse el recipiente lejos del rostro, su jovialidad se transformó en preocupación y luego en ansiedad por lo que veía.

No creía haber visto al Uchiha tan miserable nunca y por eso suspiró aliviada cuando, habiendo comido más de la mitad de su pudin, finalmente se rindió.

Mientras los demás seguían compitiendo (e Ino se burlaba eufórica de su fracaso) él se acercó a tropezones a la ventana para respirar aire fresco, pues incluso el aroma del postre lo había hecho sentir enfermo.

Sakura fue hasta él para acariciar su espalda en lo que el pelinegro controlaba su respiración y se sentía mejor y gracias al cielo tuvo la fortaleza para anteponerse a vomitar.

Bueno, al menos hasta que Naruto, quien tenía demasiadas cosas revueltas en su estómago, se asomó por la ventana contigua y sin ninguna reserva vomitó desde las alturas.

Entonces fue imposible que Sasuke no lo imitara y que, siendo testigo del par de enfermos, Sakura tuviera dificultades para controlar su propio reflejo del asco.

Al final quien ganó el encuentro fue Gaara, siendo coronado igual que Hinata, aunque con un título diferente: "Rey devora vaginas".

Un apodo que por alguna razón le dio un poco de envidia al Uchiha y por el que el desagrado que siempre había tenido por el pelirrojo creció aún más.

Aunque eso no hirió tanto su orgullo como el rechazo de su novia cuando intentó besarla para consolarse.

—¿Qué te parece si no hacemos eso hasta que nos lavemos los dientes?


Al menos, para fortuna de ambos como pareja, Sasuke y Sakura no se alcoholizaron al mismo nivel de los demás, teniendo la suficiente prudencia para retirarse antes de la reunión.

Algo por lo que obviamente recibieron burlas de sus compañeros aludiendo al hecho de que se iban para reanudar su trabajo sexual interrumpido y que ninguno de los dos se molestó en negar.

Pues considerando la constancia con la que tenían sexo y el innegable hecho de que tenían una satisfacción pendiente, eso podía perfectamente terminar pasando.

—Me divertí muchísimo — la joven de cabello rosado anunció entre risas cuando llegaron a su caballa.

—Ojalá pudiera decir lo mismo — Sasuke respondió tomando sus cosas para directamente ir a darse una ducha, algo que su novia se dispuso a imitar cuando recordó que adherida a su piel estaba una considerable cantidad de alcohol, así como el aroma a marihuana que los demás, incluyendo el pelinegro, habían consumido cerca de ella.

Así como también el sudor provocado por su sesión incompleta de sexo.

Una vez que terminaron de bañarse, el par de chicos caminaron en la oscuridad del campamento, cuya iluminación era un poco poderoso foco amarillo en el mástil que se ubicaba al centro del recinto, por lo que la persona que se acercó de frente a ellos no pudo darse cuenta de que iban tomados de las manos, dándoles suficiente tiempo de establecer distancia.

—¡Hola chicos! — a pesar de la oscuridad era obvio que Iruka estaba sonriendo para ambos —. ¿No es muy tarde para venir a asearse?

—Oh, bueno, es que... estuvimos ocupados por la tarde — Sakura respondió tratando de no sonar sospechosa.

—¿En serio? ¿En qué?

—Ya sabe, cosas sobre... — Sasuke intentó pensar en una mentira plausible, pero nada llegó a su mente con la rapidez que lo requeriría —. Bueno...

—Pensando qué debería hacer con mi vida, Iruka-san — la pelirrosa se apresuró a intervenir, planteando algo que consiguió tanto convencer al coordinador como hacerlo sentir avergonzado por cuestionarlos.

Todo el personal estaba enterado de la difícil situación familiar a la que la pelirrosa tendría que enfrentarse una vez el verano terminara, por lo que en los últimos días habían sido especialmente considerados con ella no mencionándolo.

—Ohh, entiendo, perdón por preguntar chicos —

Sakura hizo un ademan con la mano restándole importancia, lo que el sensible hombre agradeció enormemente —. Por cierto ¿Y sus demás compañeros?

—Ahh, bueno, deben estar por ahí — la pelirrosa volvió a buscar una mentira lo suficientemente convincente para que el hombre no decidiera hacer más preguntas o ir a buscarlos —. Hinata perdió un collar muy importante para ella hoy, asi que supongo que ella y las chicas siguen buscándolo.

—Oh entiendo, aunque tampoco he visto a ninguno de sus compañeros cerca — Iruka más que dudoso de creerles se veía preocupado por su bienestar, lo cual supieron aprovechar muy bien.

—Creo que están con Gaara, dijo que tenía algo importante que contarles y que necesitaba su opinión — Iruka estaba a punto de preguntar porque él no estaba con ellos entonces, pero recordó el conocido hecho de que Sasuke y el pelirrojo no se llevaban bien, así que omitió esa duda.

—Vaya, espero no sea grave, hablaré con él después — parecía que por fin habían evadido las dudas del hombre y serían despachados, pero Iruka de repente recordó algo —. ¡Oh, por cierto! He estado pensando en organizar una última noche de películas en los próximos días ¿Hay algo en especial que quieran ver?

—Ah, pues... ¿Quizá algo retro? — Sakura se alivió de que la cuestionara con algo tan sencillo dejando atrás el tema de sus amigos.

—Bien, buscare que tenemos guardado entonces — el mayor soltó una jovial risa que luego se diluyó en un poco de melancolía —. Realmente quiero algo con lo que todos puedan disfrutar estar reunidos lo poco que nos queda juntos, ya saben, porque el verano ya está por terminar.

—¿En serio? — para la pelirrosa fue una sorpresa escucharlo decir eso, puesto que se había estado deteniendo así misma a propósito de pensar en lo poco que restaba de su estadía en "Atlantis", temerosa de lo que eso significaba en cuanto a su relación.

A su lado, Sasuke frunció el ceño al reconocer la veracidad de esa afirmación, algo en lo que él sí había estado reflexionando mucho últimamente.

—Sí, cada año me pongo sentimental cuando el final de las vacaciones se acerca — la lamentación en la voz del mayor fue evidente y el obvio anuncio de que su idílico verano estaba en las últimas incomodó al par de jóvenes, por lo que Iruka consideró que era mejor retirarse —. En fin, chicos, vayan a descansar y tengan una linda noche.

—Igualmente — ambos respondieron al unísono mientras el coordinador se marchaba.

Una vez que desapareció de su vista, Sasuke tomó de la mano con firmeza a su afligida novia y la llevó de regreso a su cabaña.

Ahora la ducha y la desconsoladora realidad les habían bajado definitivamente la borrachera.

Una vez estuvieron en su cuarto, la chica cepillo su cabello en silencio, mientras él alimentaba a los peces, para posteriormente subirse a su cama y recostarse.

El Uchiha era consciente de la maraña mental que ella estaba tratando de desarmar en su cabeza, pues él también compartía ese pesar respecto al final de las vacaciones, lo que a su vez significaba que el futuro de su relación estaba en territorio desconocido y tenían que hablarlo.

Una incómoda conversación que debían dejar de posponer y que ahora tenía la oportunidad adecuada de atender.

Así que, decidido a ser lo más realista y a la vez emocionalmente sincero posible en cuanto lo que le diría, Sasuke subió hasta su cama, metiéndose bajo las sábanas y abrazándola.

—Sabes que me gustas muchísimo ¿no? — la pelirrosa tenía los ojos cerrados con fuerza y estaba acurrucada en posición fetal dándole la espalda a su novio, por lo que si quería responderle debía hacerlo con palabras.

—Sí — susurró débilmente.

—Y sabes que no importa donde estemos eso no va a cambiar ¿Verdad? — a ese cuestionamiento ella no tuvo una respuesta, por lo que el Uchiha decidió que era momento de confrontarla con una verdad que admitía tenía miedo de decir en voz alta —. Tal vez no vivamos cerca y admito que nuestras vidas fuera de aquí son un desastre. Pero últimamente he comenzado a ver mi futuro con cierta expectativa y tengo la positiva sensación de que, una vez que el verano termine, las cosas estarán mucho mejor... ¿Quieres saber por qué lo pienso? — nuevamente ella pronunció una casi inaudible afirmación, al tiempo que tomaba la mano con la que él le rodeaba la cintura y entrelazaba sus dedos con los suyos —. Porque he estado visualizándote en la vida que me espera, en los lugares que solo yo conozco, conviviendo con mi familia, alegrando mis días con tu dulzura y hasta en los detalles más simples como el compartir un mismo domicilio... Y es porque, más allá de solo estar enamorado de ti... Creo que te amo.

—¿Qué? — al instante de escucharlo decir eso, la joven se dio la vuelta para verlo de frente. En su bello rostro fue evidente lo incrédula que la dejó esa declaración, por lo que tuvo que comprobar que había escuchado bien —. ¿Dijiste...? ¿L-lo dices en serio?

Sasuke sonrió abiertamente por su adorable reacción y lo inseguro que se había sentido sobre confesarle la rápida evolución de sus sentimientos por ella, arriesgándose que incomodarla o a escucharla decir que no sentía lo mismo, fue tirando a un lado en un parpadeo.

Por la forma en la que lo estaba contemplando, tan encantada y al mismo tiempo ansiosa por escucharlo decir esas dos palabras una vez más, estaba confirmando que ella se sentía igual que él.

—Te amo, en serio — complació su deseo de reafirmarle lo que su corazón guardaba por ella, acompañado de un suave beso en la frente —. ¿Tú...?

—Muchísimo — ella se adelantó a su pregunta permitiéndose soltar una burbujeante risa —. También te amo Sasuke, tal vez más de lo que me puedes creer.

—¿Por qué no intentas convencerme? — él la animó deseoso de escucharla expresar la profundidad de su cariño.

Ella estaba dudosa respecto a cómo debía decirlo, pero, al divisar en sus normalmente inexpresivos ojos negros un anhelo con el que nunca antes la había visto, las palabras llegaron a su boca por sí solas.

—Sasuke-kun... Me he sentido y he estado sola toda mi vida, pero a pesar de eso no me dan miedo las emociones y sé reconocerlas con facilidad... — ella comenzó su discurso con la voz ligeramente quebrada por la intensidad con la que sentía lo que estaba por decirle —. Me conoces, difícilmente puedo guardar lo que pienso y me es aún más imposible cuando se trata de ti. Te he querido desde que te conocí y he estado soñando cada noche con poder tenerte en mi mundo o pertenecer al tuyo para así nunca despedirnos. — sin querer sus ojos comenzaron a lagrimear, pues hablar de estar lejos de él le producía un enorme dolor en el corazón con el que no podía lidiar muy bien —. Y me di cuenta de que te amo ya que, estando a tu lado, no puedo dar de pensar en cuanto deseo que el verano nunca termine...

—Pero va a hacerlo — él la interrumpió para abordar algo que necesitaba decirle y que tenía que ver con su vida incluso más allá de su relación, al tiempo que la tomaba por las mejillas para que lo mirara a los ojos y pusiera toda su atención en sus palabras —. Sakura, lo queramos o no, tendremos que irnos de aquí y, como ya te dije, de cierta manera estoy emocionado por ello, porque voy a luchar por tenerte en mi futuro tanto como tú también quieras formar parte de él y, estés donde estés, ten por seguro que mis sentimientos por ti no van a cambiar y siempre estarán contigo.

—¿Incluso cuando la distancia de por medio sea demasiada? ¿O dure demasiado tiempo? — ella lo cuestionó rompiendo a llorar.

—Voy a amarte y pensar en ti con el mismo ímpetu tanto cuando estemos juntos como cuando no — él le limpió las rebeldes lagrimas que le corrían por las mejillas con el pulgar —. Te necesitó y tú también a mí, ambos lo sabemos, pero también sé que mientras evoquemos esto que compartimos ahora cuando estemos separados, eventualmente terminaremos juntos.

—¿Lo sabes? — ella no se sentía convencida de que amarse fuera suficiente para que pudieran mantener una relación a distancia una vez que su estadía en "Atlantis" llegará a su fin.

—Llámalo ley de atracción si quieres, destino o directamente forzar nuestra unión, pero lo que trato de hacerte entender es que, si me amas con la misma fuerza que yo a ti, vamos a estar juntos un día y entonces nunca más tendremos que separarnos ¿No te gustaría eso?

Sasuke tenía el rostro profundamente convencido de que lo que decía se haría realidad, un poder de persuasión que consiguió llegar al inseguro corazón de la chica, quien quería creer igual que él que su vínculo era así de poderoso.

Así que, no pudiendo expresar con palabras lo conmovida que se sentía por su positivismo, simplemente asintió en repetidas ocasiones y se lanzó a sus labios en cortos pero dulces besos.

—Gracias Sasuke — ella murmuró en su boca mientras lo miraba a los ojos tan jovial y encantadora como siempre —. Soy muy feliz ahora que te he escuchado decir que me amas.

—Y aún nos queda el suficiente tiempo para hacértelo saber las veces que quieras — él le recordó apresándola contra su pecho en un fuerte abrazo y dándole un beso en la frente —. Así que aprovechemos lo que nos queda de verano aquí.

Con esa conclusión y la liberación de sus corazones y mentes sobre la cuestión del romance a distancia que eventualmente tendrían que mantener, ambos dieron por finalizado un día en el que podían decir que se entregaron y fueron sinceros el uno con el otro en cuerpo y alma, en toda la extensión de la palabra.

...

NOTAS FINALES:

Sí, esto ya mero acaba, todavía no tengo muy claro cómo pero ya mero se acerca el final.

Pensaba experimentar con la cuestión de la incertidumbre que ambos sentirían sobre tener que separarse cuando el verano termine, pero decidí dejar los conflictos de lado con el propósito de que tanto ustedes como ellos disfruten del fluff, que fue para lo que escribí esta trama.

Como ya sabrán la mayoría, inicie una nueva historia! Yeiiii! Y estoy pensando en hacer un one-shot! Yeiiii!

Lo sé, suena a que estoy tomando más responsabilidades de las que puedo cargar, pero estoy comprometida con esta historia y las demás que vengan por delante, así que no se preocupen.

Nuevamente los invito a que me sigan y comenten que les parece lo que leen, aprecio mucho todos sus comentarios y de verdad es por ello que no me he rendido con mis trabajos a pesar de no siempre tener ánimo para escribir.

Espero poder traer actualización muy pronto, hasta entonces. BYE!