Disclaimer: Twilight le pertenece a Stephenie Meyer, la historia es de LozzofLondon, la traducción es mía con el debido permiso de la autora.

Disclaimer: Twilight is property of Stephenie Meyer, this story is from LozzofLondon, I'm just translating with the permission of the author.

Capítulo beteado por Yanina Barboza

Grupo en Facebook: Tradúceme un Fic


Cuando Edward se detiene frente a mi casa, parece vacía. En silencio, nuestra atención se dirige hacia las ventanas oscuras.

―Debe haberse ido otra vez ―observo rotundamente. Edward se gira para mirarme, tantas preguntas que no sabe cómo hacer. Me encojo de hombros, no queriendo hacer un gran problema de ello. No tiene sentido.

―¿Siempre ha hecho eso?

―¿Qué? ―pregunto, mis ojos nunca dejando la casa.

―Dejarte sola.

Asintiendo, lo miro, rodando los ojos cuando veo lástima en su rostro.

―Está bien. Estoy bien. ―Estoy siendo desdeñosa, lo sé, pero no es algo de lo que disfrute hablar.

―No está bien ―regaña suavemente―, es una mierda.

Frustrada, abro la puerta.

―Oye, al menos no me ha matado.

Tan pronto como las palabras salen de mi boca, me arrepiento. Edward me mira, sus ojos se vuelven fríos. Abriendo la boca, trato de disculparme, pero él me ignora con un movimiento de su mano.

―Estoy tan... Edward, no quise decir eso. Lo siento.

Él asiente, pero se aleja de mí, arrancando el motor de nuevo.

―No te preocupes por eso. Es la verdad ―suspira―, siempre hay un lado positivo. ―Su voz lo traiciona, tensa y distante.

―No debí tirarte eso en la cara, yo... me puse a la defensiva y eso fue hiriente. ¿Mírame?

No lo hace.

»Lo siento ―ofrezco de nuevo―. La cena fue genial y... la arruiné.

Volviendo un poco la cara en mi dirección, no me mira.

―Te veré en la escuela ―me descarta.

―Está bien ―susurro―. Realmente lo…

―No te disculpes de nuevo.

Asintiendo, salgo del auto, tardando un poco, realmente no queriendo dejar nuestra noche en esta nota.

―Buenas noches ―gimo, cerrando la puerta y caminando lentamente hacia la casa fría y oscura que me espera. Vacía.

Ojalá pudiera... hablar de ello. Odio no poder. Odio que mi instinto sea atacar a expensas de los demás y sus sentimientos. Me hace sentir como una mierda, lo cual es nuevo. Nunca antes me había sentido mal por eso, es un mecanismo de defensa.

Escucho su auto moverse, escucho el ruido sordo del motor cuando se va.

―Maldita idiota ―me reprendo mientras abro la puerta.

Sentada en el sofá, resoplo y tiro la cabeza hacia atrás, contenta de que Charlie no esté aquí para presenciar mi colapso.

Pienso en la cena, las sonrisas que compartimos. Las risas cuando decidí no pedir papas fritas, solo para robarle la mitad. La forma en que su cabello brillaba bajo las luces, mostrando todos sus gloriosos tonos cálidos. Fue una cita. La mejor cita que he tenido.

Y la arruiné.

Fue un perfecto caballero, nunca tocándome, su coqueteo fue despreocupado y sin esfuerzo. Tan diferente al Edward que he llegado a conocer, al Edward que me lastima.

Esta vez lo lastimé y no estoy segura de cómo solucionarlo. Pero necesito hacerlo.